You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Cogida por un alumno

Hola soy Silvia soy profesora de matemáticas, tengo 33 años, vivo en un lindo departamento que estaba medio alejado pero me servia porque yo siempre andaba en auto, el departamento es muy acogedor y para ser una mujer que vive sola nunca había tenido problemas, se que soy una mujer bastante llamativa a los ojos de los hombres, aunque me estatura es mas bien baja 1,60 ando siempre con tacos altos para hacer que tenga la estatura perfecta, mientras que mis años de gimnasio casi 5 años han hecho de mi cuerpo, que siempre fue bastante desarrollado, hacerlo bien proporcionado con un par de buenos pechos normales y firmes 89, una cintura muy fina 60, y una muy buena cola 100 que sin duda es lo mejor que tengo y cuando camino por la calle arrancaba mas de un suspiro a los hombres.

Trabajo tanto en colegios en la semana, como en mi casa con clases particulares a veces los sábados y a veces los domingos, siempre me gusta que mis alumnos me presten atención y se queden atónicos mirándome, mientras que entre los que trabajan en los colegios hay de todo tipo, algunos profesores normales, gente de limpieza osados, directivos normales y osados, de todo un poco, algo que me acostumbre a vivir, ya que siempre visto con ropa ajustada y tacos altos, junto con mi cabellera rubia hacen que algunos sujetos a veces tenga que aclararles las cosas, porque yo tengo algo muy claro, se mira y no se toca a no ser que yo quiera. A parte me encanta que me miren y se queden mirando boca abiertos baboseando, todos los hombres son bien babosos. Yo siempre ando con pantalones ajustados, de vestir y, tacos altos que alzan mi figura, así que en el colegio acaparaba varias miradas, un día que fui con uno de mis mejores pantalones, uno rosadito ajustado, atravesé todo el patio y pude sentir una mirada demasiado penetrante en mi, no había gente en el patio, solo una persona, yo sabia que era un baboso terrible, entonces de pronto me di vuelta y ahí lo encontré al celador del colegio mirándome fijamente mi cola, al darme vuelta tan rápido no pudo reaccionar y lo note incomodo al ver que yo lo había encontrado mirándome descaradamente, pero yo al contrario para escarmentarlo un poco me sonreí, giré y me fui sacudiendo y parando aun mas mi cola, así seguía mirando el pobre infeliz. Cuando estaba llegando a secretaria que era donde me dirigía, mire hacia un costado y vi al otro celador que estaba también mirándome, seguramente por la forma exagerada por la que caminaba, pero tampoco le di importancia sabiendo que siempre ambos se pasaban mirándome desde atrás.

Al otro día fui al colegio con un pantalón igual pero gris, bien vestida como siempre, pero ese día entre directamente por la otra calle, o sea directamente por secretaria, para evitar el recreo y todos los pendejos dando vueltas por ahí. Al entrar no escuche ningún ruido, seguramente estaban todos en el patio cuidando a los adolescentes revoltosos esos. Yo tranquilamente me puse a corregir unos exámenes en una mesita de una oficina chiquita, que daba con otra igual, al rato de corregir escuche que alguien entraba a la otra oficina, en realidad dos personas que venían conversando, yo no les di importancia y seguí en silencio corrigiendo exámenes, las dos personas seguían hablando cuando empecé a escuchar que se trataban de los celadores que contaban de sus vidas y cosas así, no le preste mucha intención hasta que el mas osado de los dos siempre hablando medio mal le dijo al otro que era mas bien tímido. ¿Viste el culo que tiene la profesora de matemáticas? Preguntó. Yo me quede en silencio escuchando. – No es necesario decirlo, no puedo dejar de mirárselo todos los días. Yo seguía escuchando medio sonriendo al escucharlos ya que no sabían que los escuchaba bien claro lo que decían, entonces el otro dijo -¡También con esos pantalones que usa siempre y esas tanguitas que se le marcan! ¡Además, me parece que le gusta mostrarlo, porque cada vez que nota que la miro se sonríe y lo para mas! Yo casi reía al escuchar su conversación. - Te parecerá a vos. No creo se ve que tiene mucho temperamento y media fría. Respondió el otro sujeto. Cuando de pronto el otro sujeto dijo algo que me molesto, -¡Yo lo único que te digo es que me parece que es una putita y que le encantaría que le rompan ese lindo culito y yo me anotaría en primer lugar! Y ambos echaron a reír. Yo seguí corrigiendo sin escuchar nada más porque salieron al patio de vuelta. De algún modo esa conversación me había dejado perturbada y media excitada al saber que esos sujetos fantaseaban conmigo. Desde ese día decidí ser mas provocativa todavía, siempre se quedaban mirándome perplejos, entonces yo aprovechaba y me erguía mas sacando mas mi cola, ellos se baboseaban descaradamente delante mío, yo me reía y me hacia la que no los veía, pero poco a poco me di cuenta de que mis alumnos también estaban muy babosos, mas los de los cursos mayores, yo me reía y mostraba, total para algo tenia.

Recuerdo que ya en el curso de los más grandes me aplaudían cuando pasaba, yo me sonreía, mientras que para las alumnas era una profesora provocadora y vaya saber cuantas cosas mas, para los alumnos era su fantasía, suponía, hasta que un día lo comprobé. Siempre en uno de los cursos mayores había un chico que era muy bueno en matemáticas, pero se llevaba mal con todos sus compañeros, tanto los demás con el, como el con los demás, era un chico medio alto, gordo bien panzón, con muchos granos, al cual todos trataban mal por su aspecto. A mi me daba igual el pobre, pero era muy bueno en matemáticas. Un día al salir de la clase, tenia que ir al baño urgente, así que fui al baño de profesores que queda al lado de la fotocopiadora del colegio, yo me senté tranquila mientras que escuchaba el griterío de afuera, pleno recreo. De pronto escucho de nuevo gente a hablar sobre mi, esta vez, eran mis alumnos, ahí comprobé como fantaseaban, yo me reía en mi interior y seguía atenta a lo que decían, de pronto escuche la voz de este chico gordo, que decía – La verdad que es hermosa, daría cualquier cosa por tocar su culo. Yo me quede helada, escuchando al supuesto niño tímido, todos reían afuera y lo cargaban, hasta que uno dijo algo que me molesto – La profe con vos no se dejaría tocar ni por todo el dinero del mundo, tal vez con alguno de notros si, pero con vos… Yo sentí una rabia interior difícil de explicar, por ninguno me dejaría tocar, pero esa seguridad de ese chico ante el pobre me hizo hervir la sangre, y me quede pensando en ayudar al pobre niño. No se desde cuando me interesaban los pobres indefensos, pero fue una sensación que sentí en ese momento. Llego el viernes y tenia que dar clases a ese curso nuevamente, luego de la clase, llame al chico este, llamado Juan, le puse una excusa que quisiera ver si me podía ayudar con los alumnos particulares el fin de semana, ya que el era bastante bueno para la materia, el no podía ocultar la alegría y acepto obviamente, lo cite entonces para el sábado a las 6 en mi casa, le di la dirección y todo, todavía no sabría que haría, me sentía fantástica pensando en lo que el imaginaria de mi. Pase todo el viernes muy excitada pensando en que podía hacer para que el chico tuviera una alegría, algo leve, no pensé en que el intentara nada fuera de lo permitido, era como una diversión y un favor para el.

Al medio día ya empecé a probarme ropa, me iba a vestir lo mejor y mas sexy posible, para que el pudiera deleitarse mirándome, pero esta vez bien de cerca. Me puse una diminuta tanga blanca, porque me puse un pantalón ajustado blanco y no tenia que notarse tanto y un top ajustado, junto con los tacos más altos que tengo, me veía muy bien. Me recorría una excitación por dentro de solo pensar en la cara del gordito cuando me viera.

Ya se había hecho la hora, y como era de esperar, puntualmente llego. Abrí, y ahí estaba Juan con una sonrisa - Buenas tardes profe. Dijo. - Hola, como estas? Dije y estirando la cara le dio un beso bien cariñoso en la mejilla. -Bien, contesto mientras me desnudaba con la vista. Luego lo hice pasar, mientras que el venia detrás mío, yo movía de lado a lado mi cola, caminando exageradamente. Le dije que se sentara y les di unos ejercicios, como excusa. Yo fui haciendo cosas de la casa siempre pasando cerca para que el pudiera apreciar de cerca y babearse. De pronto cuando me acerque a la mesa para sacar unas hojas, el me dijo -Esta muy linda profe y tiene el mejor cuerpo que he visto, todos en el colegio sueñan con usted. Medio que me sorprendí ante su reacción directa, pero luego sin perder segundo le replique -¿Así que sueñan conmigo? ¿Y vos también? El se puso incomodo ante mi pregunta, aunque había sido bien galante de entrada, ahora que yo había avanzado, el se quedo como helado ante mi pregunta. No sabia que contestar, se quedo callado, entonces yo le sonreí y me fui, el se quedo de cabeza metido en los ejercicios, y yo me senté cerca para ver como le iba. Después de un rato de silencio sepulcral, yo empecé a hablarle de cualquier cosa, entonces de pronto le mentí diciendo que tenia una cena importante esa noche y que no sabia si ir como estaba vestida, me pare y le pregunte -¿A vos que te parece, me queda bien? El me miro con lujuria de arriba abajo y entre cortado contesto –Si, esta hermosa. Yo seguí el juego, a ver hasta donde podía llegar, entonces entre medio comentario y media pregunta le dije –No se si me queda bien, de atrás me queda medio mal el pantalón este, vos que decís? Y me di una vuelta lentamente, al volver a verlo, el estaba quieto totalmente, como colgado, yo sin perder tiempo le pregunte -¿Qué pasa Juan, porque no me contestas? ¿No gusta como me queda? ¿Queres verla bien? El reacciono entre cortado y tartamudeando dijo - Por supuesto profe. Yo un poco nerviosa y totalmente excitada al ver que el gordito estaba en el auge babeando, como en un sueño, me puse en el sillón, baje la espalda y me baje mi pantaloncito, quedando con mi diminuta tanga, dejándole una fabulosa vista de mi hermosa colita. Me sentía rara, pero totalmente excitada ante la situación, entonces le pregunte -¿Qué te parece? ¿Te gusta? El estaba atonico, no lo podía creer, y nervioso contesto

–Por supuesto que si, esto es un sueño. Yo me sonreí al haber cumplido con el gordito, y note que intentaba ocultar su erección cruzándose de piernas. Yo estaba por subirme el pantalón y dar todo por cumplido, estaba muy extasiada, pero de pronto el dijo –¿No tiene ganas de sacarse la tanga profe? Ahora era yo la que me había quedado helada, un sacudón corrió por adentro mío, de excitación, ante esa propuesta indecente y sin darme cuenta estaba moviendo mis caderas en círculos. Estaba colgada justo cuento el en ese momento el gordito se paró y fue directo al sillón donde estaba. Yo me quede quieta, se me estaba yendo todo de las manos y me quede quieta para ver que iba a hacer el gordito, el se puso atrás de mi y metió sus dedos a los costados de mi tanga y tiró hacia abajo dejando toda mi cola al aire. Yo medio que reaccione, estaba todo fuera de de control y le dije -¿Espera que haces pendejo? El no me contesto y en un movimiento rápido, se bajo los pantalones dejando su miembro afuera, era normal, pero muy gordo, el se masturbaba velozmente y paso una mano por mi cola fuertemente, yo me empecé a levantar para sacarlo al gordo, ya el juego se había acabado, pero el de pronto con mucha fuerza me tomo del cuello y me llevo contra el sillón diciendo -¡Yo estaba seguro que usted era muy calentona y que hacía rato que tenía ganas que le den de verdad. Vamos chupe! Y puso su miembro en mi cara, presionando contra mis labios, el olor era nauseabundo, pero el me sujetaba con mucha fuerza así que no tenia otra opción, y abrí mi boca, a duras penas empezó a entrar en mi boca, el estaba eufórico y violento, y yo estaba temblando, el juego se me había ido de las manos y ahora estaba sufriendo las consecuencias. El se movía velozmente, manteniéndome en esa posición, yo tragaba su asqueroso miembro y tenia ganas de golpearlo, pero era imposible, el me tenia agarrada fuertemente, sujeta contra el sillón. De repente Juan se detuvo, sacó su miembro de mi boca, entonces yo le dije en tono fuerte -¡¡Vamos, soltame o vas a ver, te voy a denunciar!! El se empezó a reír fuertemente y gritó algo que me erizo la piel -¿¿Denunciar?? ¡¡Bueno pero con motivo, así que prepárese porque le voy a romper este culo que tanto le gusta mostrar!! Yo me quede atónita, intente soltarme con todas mis fuerzas, pero el me apretaba mas el cuello y me dejaba casi sin aire, entonces me sujetaba dejando mi cabeza en el sillón y mi cola apuntando al techo, dejándola bien a su disposición, el se fue acomodando detrás mío, mientras que yo le suplicaba, estaba aterrada, sentí como se acomodo detrás mío y me dijo -¡¡No sabe todos los que esperan este momento y ahora es mío!! Luego me tomo con ambas manos las caderas y empujo su gordo miembro dentro de mi cola, yo me quede quieta, no tenia fuerzas para pelear, sentí que el aire me faltaba y de pronto me salio todo gritando -¡¡AAAhhhggggyyy!!

El dolor era intenso e insoportable, no podía moverme casi y fui quedando de nuevo con mi cabeza sobre el sillón, dejándole a su plenitud mi hermosa cola, el al ver que yo estaba impotente entre sus manos, comenzó a moverse contra mi, acometiendo primero lentamente y después mas frenéticamente, mientras que gritaba -¡¡¡Ahhhhhh, que rico culito tiene profe!!! ¡¡Ahhhh, que rico y es mío!! Yo lloraba y apretaba los dientes de dolor y bronca, en esos momentos me acaba de desvirgar mi tesoro mas preciado, el que muchos novios me habían pedido y siempre lo negué, mis llantos brotaban de pensarlo solamente, el se movía con furia, acometiendo cada vez mas fuerte y gritando de gozo, mientras que yo gritaba de dolor. Mientras que el gemía, me decía de todo, como -¡¡Te gusta putita... te gusta que te rompan el culo hasta hacerte llorar!! Y me acometía con mas fuerza, era lo peor que me estaba pasando en la vida, mientras que el lo disfrutaba como lo mejor de su vida, de pronto gritó -¡¡Ahhhhhhhhaaaaaaa te voy a llenar el culo de leche, puta!! Y soltó todo su asqueroso liquido en mi ser, haciéndome gritar y llorar aun mas, por la humillación, estaba tan adolorida que no podía moverme, me dolía todo el cuerpo, estaba media inconsciente y hasta me quede dormida unos minutos. De pronto sentí que me golpeaban la cara, como pude abrí los ojos y ahí estaba el pendejo maldito, pegándome en la cara con su miembro duro nuevamente, mientras me decía -¡¡Vamos profe levántese que todavía tengo mas para una putita como usted!! Yo estuve por golpearlo, pero el al ver mis intenciones, rápidamente me agarro del cuello y me lo apretó, amenazándome con romperlo, yo con lagrimas en los ojos le pedí que se fuera, pero el sonrió y me siguió apretando, hasta que el dolor era mucho y yo intente decirle que me soltara, entonces me pregunto -¿Se va a portar bien profe y hacer todo lo que le diga? ¿O le sigo apretando el cuello? Yo casi sin aire conteste un –Si, ahogado. Entonces el me soltó, por mi cabeza pasaban miles de cosas, me sentía muy culpable y con miedo ante la fuerza del gordito, el maldito gordito se había transformado. Rápidamente y sin perder tiempo, me metió su miembro en mi boca hasta el fondo, haciéndome dar una arcada terrible, me obligo a chuparlo por mucho tiempo, el gozaba y me miraba con una sonrisa de deleite total, de pronto ya palpitando su miembro, lo sacó de mi boca y se masturbó rápidamente delante de mi cara, hasta acabar salpicándome entera, mi frente, mis pelos, mi boca y gemía diciendo -¡¡Ahhhhhh, siiii profe que bien se ve, llena de mi leche!! Yo lloraba a mas no poder y no podía ver, luego empecé a limpiarme y cuando pude abrir los ojos, el ya se estaba yendo sonriente y me dijo -¡¡Nos vemos en clase!! Yo me quede quieta, llorando en el sillón y me fui a bañar, no sabia que hacer, miles de cosas pasaban por mi cabeza, odio, dolor, humillación y culpa sobre todo, no sabia que hacer, no podía denunciarlo o hacerlo expulsar porque si contaba lo que había pasado me moriría de la vergüenza y hasta tal vez salía todo en contra mío.

Desde ese día comencé a vestirme lo mas tapada posible, me sentía muy culpable por lo sucedido, el en clase hacia como que no había pasado nada para mi suerte, pasaron dos meses y ya nadie me miraba, poco a poco me empecé a sentir poco apreciada por todos, ya no me aplaudían ni escuchaba comentarios sobre mi, y algo raro sentí en mi interior, era como que necesitaba eso, que me admiraran, que me desearan o que por lo menos fantasearan conmigo, eso me hacia sentir bien. Así que un día decidí volver a mi anterior vestimenta y dejar ese penoso momento de mi vida atrás, rápidamente volví a captar toda la atención que en esos meses no había tenido y mi moral subió haciéndome sentir muy bien, Juan seguía sin hacer nada fuera de lo normal para mi suerte.

Me acuerdo bien ese día de calor, yo llevaba puesto un pantalón de vestir celeste bien ajustado y de tela bien finita y arriba una remera blanca ajustada, como siempre unos tacos altos y mis lentes negros, me tocaba dar clases en uno de los primeros años que quedan en el tercer piso del colegio, llegue medio tarde así que estaban todos los alumnos en sus respectivos cursos y casi no había gente por el patio, yo esperaba el ascensor tranquila hasta que llego, abrí la puerta, corrí la reja y en ese momento apareció Juan, que entro conmigo al ascensor sin dejarme cerrar y cerro el, yo sentí que el miedo recorrió mi cuerpo y estuve a punto de gritar, pero no podía hacerlo ya que saldría todo a la luz y quedaría como una cualquiera que no lo había denunciado en su momento, el dirigió una sonrisa de superación, yo no le di importancia y toque apresuradamente el botón del 3 piso, el ascensor arranco lento como siempre y el silencio era sepulcral, llegando ya al 2 piso me iba sintiendo mas aliviada, cuando el toca el botón de parar el ascensor, mi miedo volvió y rápidamente le dije -¡Que haces! ¡Vamos no jodas pendejo! El se puso con su espalda tapando los botones del ascensor y me dirigió una mirada de arriba abajo, desnundadome con la mirada y dijo mirándome -¡¡Que rica esta profe, quiero volver a probarla!! Yo trague saliva y mi sangre hirvió, cruzo por mi cabeza golpearlo ahí mismo, pero yo sabia que el tenia mucho mas fuerza que yo, y mi cuerpo tembló por un minuto al sentirme nuevamente impotente. El lo sabia muy bien y sonreía deleitándose, entonces me dijo -¡No lo haga mas difícil profe, haga lo que le digo y nadie se va a enterar de nada! Yo lo mire fijo, aunque el no me podía ver que miraba yo, pero no conteste como aceptando el sucio trato.

El supuso que yo había aceptado y me dijo con tono fuerte -¡¡Vamos profe, dese vuelta, apoyese contra la pared y arquee su espalda sacando ese culazo bien para afuera!! Yo deje mi maletín en el piso y casi llorando cumplí con lo que el me pidió, Juan no sacaba la vista de mi cola y luego dijo -¡¡Así me gusta profe, que siga siendo la misma putita a la que le gusta mostrar el culito!! Yo me sentía sucia y humillada, pero a la vez muy deseada y extraña, la situación de estar así dominada por ese pendejo me excitaba un poco, de pronto se acerco rápidamente me tomo por la cintura y me apoyo descaradamente mientras que me decía al odio bien bajo y casi gimiendo -¡¡Siente lo dura que me la pone verla profe, vamos muevalo un poquito!! Yo ya llorosa, lo pare un poco y lo moví contra el, mientras el me respiraba fuerte en el oído, debía estar gustandole, porque rápidamente sus manos me atraparon los pechos y me los apretó casi gimiendo, mientras yo seguía refregando mi cola contra su miembro, habrán pasado 5 minutos y se apartó de mi, metiéndome una mano bien en mi cola y sobandome bien para arriba, sentí que casi me levanta con ese manoton, luego destrabo el ascensor y siguió hasta el piso 3, cuando me estaba por bajar me dijo -¡¡El sábado la voy a ir a visitar profe!! Yo seguí caminado sin hacerle caso, pero todo mi cuerpo temblaba en la caminada, mezcla de miedo y excitación por sus palabras.

Luego de dar una clase que casi no se ni lo que explique, ya que mi mente estaba nublada con el episodio que había vivido me fui a mi casa, pensaba muchas cosas, pero no podía concentrarme y de pronto me venían pensamientos, de que no me había dicho a que hora iba a venir, pero luego mis pensamientos se contraponían pensando en que pretendía ese pendejo violador, mientras que mi cuerpo no sabia que sentir. Llego el sábado a la tarde y yo no había tenido noticias de Juan, luego de comer me fui a mi habitación y me acorde de ropa que me había comprado para ir al gimnasio, así que sin perder tiempo me la probé, era un pantalón tipo calza ajustadísima celeste y una remera blanca sin manga ajustada también, me mire al espejo y me veía realmente muy bien, me sentía bastante llamativa y sensual, mi pequeña cintura quedaba descubierta, y marcaba bien la curva de mis caderas, me hacía ver increíble, la remera se ajustaba a mis pechos que sin sostén notaban la suavidad de la tela, me sentía muy bien viéndome. Cuando de repente volvieron a mi mente las imágenes de cómo aquel pendejo se había aprovechado de la situación, me sentí mal de pronto, me sentí muy culpable y rápidamente quise sacarme la ropa esa. Cuando de repente sonó fuerte el timbre y una corriente recorrió mi cuerpo, muerta de miedo me fije quien era y ahí vi a Juan, mi corazón comenzó a latir cada vez más y no sabia que hacer. Pensé rápidamente en salir y echarlo, diciéndole todo el odio que le sentía, pero de repente volvió a sonar el timbre fuertemente y mi pensamiento desapareció, baje y abrí la puerta, el se sonrió sádicamente, y yo me quede para sin saber que quería, entonces el tomo la iniciativa diciéndome -¡¿Vamos para arriba profe!? Yo trague saliva y estaba por insultarlo cuando de repente apareció al lado de Juan, uno de los celadores del colegio, el tipo gordo y rubio de casi 1.90 de altura, yo me quede helada, entonces Juan agrego -¡Vamos, solo queremos verla o quiere que les cuente a todos lo que hizo conmigo! Yo me sentía confundida, todo era muy raro, no sabia que responder, cuando ya habían entrado a mi casa y estábamos en el living, yo me sentía furiosa por no poder echarlo, cuando me dijo -¡Profe nos muestra su colita y nos vamos y yo no la molesto nunca mas!

Yo sentí mucha furia, pero sus palabras de dejarme en paz pasaron rápidamente por mi cabeza y acepte con bronca, el se dio cuenta y me dijo con tono sutil -¡Puede apoyarse en esa pared si quiere! Yo me sonrojé y sin protestar me fui hacia una pared blanca y sin adornos que había en mi living. Yo sabia como hacer para que les gustara verme y luego se fueran, así que cerré los ojos y apoye mis manos en la pared a la altura de mi cabeza, arquee un poco la espalda, sacando mi cola para afuera. Luego comencé a moverla en círculos lentamente, no quería abrir los ojos, pero era inevitable la intriga que sentía por ver que estaban haciendo, cuando me di vuelta para ver y ahí los vi a ambos sentados cerca mío, moviendo sus miembros de arriba abajo, no pude evitar mirar el del celador que sobre salía su cabeza como una manzana roja brillante, de repente Juan dijo -¡¡Yo sabia que le sigue gustando mostrar ese culito rico que tiene!! Yo me volví para mirar la pared y cerré los ojos nuevamente, seguí moviendo mi cola un rato más, cuando Juan dijo -¡¡Ya que es la última vez que la voy a molestar!! ¿Me muestra su tanguita por ultima vez, yo dude y en ese momento el celador dijo con vos fuerte y agitada de excitación evidente -¡¡Siiiii bajese la calza y muéstrenos esa tanguita!! Yo sentí un escalofrió recorrer todo mi cuerpo y sin volver a pensar, metí los dedos en el costado de la calza y tiré hacia abajo muy despacio hasta dejarla a la altura de las rodillas y dejando al descubierto mi tanguita blanca que era diminuta y dejaba ver mi preciosa colita casi desnuda, de pronto Juan se acerco por un costado y se llevo mi calza y me insinuó que me quitara la remera, yo medio con miedo lo hice, y luego le dije -¡¡Vamos anda a sentante!! El lo hizo sin chillar, y luego cuando estaba sentado mirándome le dijo al celador con un tono de excitado total -¡¡Viste que la profe tiene un culito hermoso!! ¡¡Vamos profe cuéntele a salvador (que es el nombre del celador) como le hice la colita hace unos meses!! Yo estalle en un llanto y no conteste nada, me sentía muy humillada y pensé en echarlos en ese momento cuando de repente salvador interrumpió y me pregunto -¿Le gustó que le hicieran la colita? No se porque no pude contestar, pero sabia que no, en ese momento solo me di vuelta y lo mire fijamente. Luego me di vuelta mirando nuevamente la pared, sin saber porque no había podido contestarle. De pronto salvador se paró y poniéndome más cerca mío me dijo -¡¿Por favor, puedo acariciarle esa hermosa cola que tiene, que me vuelve loco!? Yo estalle en furia y le conteste -¡Quien te pensas que soy! ¡Basta se van los dos de acá, yaaaa! Cuando me estaba por dar vuelta, salvador me metió un manoton en mi cola, y me la apretó de una manera que casi me levanta ante tan mano que me metió, yo tire un codazo, pero no podía darme vuelta, entonces el rápidamente me tomó por la cintura y apoyo todo su bulto en la línea de mi cola, yo empecé a gritar -¡¡Bastaaaa soltame, váyanse!! Pero el me sujetaba con fuerza y me punteaba con mas fuerza y me dijo al oído

-¡¡De acá no me voy hasta que te destroce este culito hermoso!! Yo temblé de miedo, y volví a sentirme muy culpable e impotente a la vez, rápidamente Juan se acerco para aprovechar de la situación y sin perder mucho tiempo me pusieron en cuatro patas sobre la alfombra de mi living. Salvador me sujetaba por mas que yo me movía, intentando librarme, entonces le grito a Juan -¡¡Vamos tenela quieta a la putita que la quiero ensartar!! Rápidamente me tiró la tanga hacia abajo, dejándola en mis rodillas y se levanto, para luego descender lentamente hasta que llego a apoyar su tremendo miembro en la entrada de mi cola, yo tomé aire y de pronto con una embestida me embistió hasta el fondo. Yo grité mucho mas y las lagrimas explotaron en mis ojos -¡¡¡AAAAAAhhhhhyyyyyyyyyyyggggggggg!!! Intentaba soltarme de la opresión, pero era imposible, Juan me tenía bien agarrada y salvador estaba con casi todo su peso encima mío, que parecía como poseído. Me embestía con mucha fuerza, yo no podía ni gritar del dolor que sentía y solo lloraba, Juan tocaba mis pechos, los estrujaba fuertemente y velozmente sacó su miembro que ya estaba completamente empinado y lo metió de un golpe en mi boca, yo no podía creerlo, nuevamente me pasaba un abuso, tal vez era culpa mía, o tal vez me gustaba, pero en ese momento no me gustaba para nada y no podía creer que estuviera yo, toda una docente, joven, con un excelente físico y linda, en manos de estos dos asquerosos, cerdos y que en su vida deberían haber soñado con tener una mujer con mis características. Juan se reía vilmente y le decía a salvador -¿Yyyy viste que bueno está ese precioso culito?

Salvador que me embestía con fuerza, con vos cortada y agitadísimo le dijo -¡¡Si esta muy cerradito también!! Yo gritaba de dolor y lloraba ante la humillación, esperando que terminara salvador y me dejaran en paz, pero el no lo hizo y de pronto sacó su miembro de mi cola, se vino al lado de Juan y apartándolo, metió todo su miembro en mi boca acabando y sujetándome la cabeza, me obligo a tragar todo su asqueroso liquido. Yo me sentía peor que antes, totalmente adolorida y humillada, pero ellos no perdían el tiempo y rápidamente Juan se sentó en el sillón y dijo -¡¡Venga y siéntese en mi verga!! Yo me quede quieta, sin poder casi moverme, entonces salvador me tomó de mis brazos y me levanto, llevándome hasta estar delante de Juan, yo casi me desvanecí sobre el y el rápidamente metió su miembro en mi, yo al estar casi desmayada sobre el, quede muy cerca de su cara y el aprovecho y me encajó un terrible beso de lengua. Yo intente rechazarlo, pero el me sujeto de los pelos, luego me tiró para atrás la cabeza y me dijo con un grito -¡¡Vamos perra, cabalgame!! Yo ante el dolor, lo hice rápidamente y comencé a moverme rápidamente sobre el, no se cuanto habré estado sobre el, pero poco a poco empecé a excitarme y no sabia si podría resistirme a gemir, entonces empecé a morderme los labios, para no gemir, pero Juan se dio cuenta y tomándome de mi cola, me empezó a decir -¡¡Vamos profe, gócela, si se que le gusta, si es una puta!! Y se reía vilmente, y me movía mas fuertemente, yo saltaba sobre el y cada vez el calor me invadía mas, hasta que de pronto sentí que Juan, me apretaba fuertemente mi cola, y su boca comenzó a lamer mis pechos, mientras que se reía y me movía con violencia, era como una muñeca de trapo encima suyo, me tomaba de la cintura y me sabia y bajaba con mucha fuerza y no pude contener mas mis gemidos y comencé a gritar el placer prohibido -¡¡Ahhh!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Siiii!!¡¡Ahhh!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhh!! ¡¡Ahhh!! El se reía y obviamente mis gemidos lo hicieron acelerar mas sus movimientos, pero de repente Juan dejo de moverme y casi yo seguí sola, hasta que pare y de pronto sentí a salvador completamente encima mío, apuntando a mi cola, yo me di cuenta y le tiré un golpe hacia atrás gritando -¡¡Noooo, hijo de puta suéltenme!! Pero ya estaba casi preparado para hacer un sándwich conmigo, yo me intentaba zafar y pataleaba como podía, pero ellos se reían y me decían -¡¡Vamos putita, si bien que te gusta!! Y salvador metió totalmente su gordo miembro en mi cola, el dolor fue demasiado y las lagrimas saltaron de mis ojos, me sentí asfixiada y luego grite -¡¡AHhhhhhhgggyyyyy!! ¡¡Ahhhhhgggggggggggyyyyyyyy!! Y poco a poco salvador dirigió los movimientos, lentamente de atrás adelante medianamente lento, ante mis fuertes gritos de dolor, yo casi me desmayaba sobre Juan, no daba mas, y sentía que el dolor me pasaba por todo el cuerpo, era algo infernal sentirme entre esos dos sujetos todos transpirados y con hambre de mas placer a costa mía. De pronto ambos empezaron a moverse contra mí con más fuerza, al mismo tiempo que Juan me apretaba mis pechos y los dos me apretaban aun mas haciéndome sentir que me partían al medio y yo gritaba -¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! ¡¡AAAhhhgggyyyyy!! Cuando pensé que me iba a desmayar de tanto gritar y sufrir, salvador se quito de atrás mío y quede en las manos de Juan, el cual empezó a acelerar sus movimientos y poco a poco me hizo empezar a llegar a un clímax imposible de describir, no podía sentir tanto placer prohibido y contra mi voluntad, pero era así, no podía parar de gemir -¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Siiii!! ¡¡Siiii!! ¡¡Siiii!! ¡¡Ahhhh!! ¡¡Ahhhh!! Y de pronto Juan largo todo su liquido en mi interior gimiendo y gozándome diciéndole a salvador -¡¡¿Viste que puta es!!? ¡¡Como le gusta, es una perra insaciable!! Yo me sentía muy mal, lloraba avergonzada y no podía mirar a ninguno de los dos, Juan me volcó sobre el sillón y me dejo ahí toda adolorida, yo no podía hacer nada, me sentía muy culpable y adolorida, mezclado el sentimiento con el orgasmo tan grande que acababa de sentir.

No me podía mover, ellos se dieron cuenta o se cansaron también, porque se vistieron rápidamente y se fueron, dejándome tirada ahí hasta que pude reponerme.

Al otro día sentía una mezcla rara de sensaciones, ya que me sentía usada y humillada, pero por otro lado sentía una dominación hacia mi que me hacia sentir algo en mi interior raro de explicar, luego de ir al colegio que pude hacerle frente sin retraerme y seguir siendo yo, fui a comer a mi casa, mas o menos cuando estaba terminando, sonó el teléfono atendí rápidamente y del otro lado me dijeron -¡¡A las 9 esperame en casita!! Aunque fue muy corto el llamado sabia que era Juan, desde ese momento me di cuenta que iba a ser suya, lo que empezó con un juego y siguió con una violación, termino en mi dominación, para que el hiciera lo que quisiera conmigo y cuantas veces quisiera.

4 comentarios - Cogida por un alumno

LEANDRO_1977 +1
Cogida por un alumno

Excelente relato!
Qué potentes son las palabras por favor.... 👍
LEANDRO_1977 +1
Cogida por un alumno

Volvi con los puntos de reconocimiento
robertoacademia
Gracias leandro y te invito a leer mis otros relatos, saludos
3ny0l
muy buen relato m gusti aver una fotito de como tienes el culo q tan dices
EzequielVilisich +1
Me encantó el relato y sí hubiera un video sería el mejor
robertoacademia +1
Ojala se pudiera, ando buscando alguien q los dibuje pero no encuentro!