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Me encantan las maduritas III

Por las dudas aclaro que este relato fue originalmente escrito y subido a otra página inicialmente.

Disculpen el retraso desde mi relato anterior, facultad, trabajo, en fin. Acá mi aventura con una mujer que conocí en esta página. Hoy les voy a relatar como fue mi primer encuentro con una madurita de esta página, al parecer leyó mis otros relatos y se calentó. Me envió un mensaje que decía literalmente que le encantaban los bebes y que tenía lugar para encuentros fogosos según sus propias palabras, un detalle que me calentó acusaba 50 años nunca había estado con un mujer que duplicara mi edad y estaba dispuesto a probarlo. Respondí su mensaje, intercambiamos mails, celulares y empezamos a charlar. Por cuestiones de horario y distancia se nos complicaba vernos, hasta que por fin coincidimos un día, chateamos vía MSN pusimos la cam y nos vimos. Frente a mi tenía una morochita hermosa con 50 años muy bien llevados, un rostro hermoso que ocultaba intenciones bien guarras, una cosa llevo a la otra y empezamos a sacarnos la ropa. Me mostro sus grandes pechos, me calenté bastante le mostré mi linda cola y empecé a pajearme para ella, le dije que quería ver su cola pero me dijo que no así que tuve que quedarme con las ganas, acordamos guardarnos las energías para el día siguiente y así fue, despedida y a la cama bien caliente. Al día siguiente salí del trabajo, pase por mi casa me puse acorde a la situación y maneje hasta su casa unos 100 kilómetros. Apenas llegue me hizo pasar, llevaba puesta unas botas negras, combinaba una pollera negra con calzas, arriba una musculosa negra y un abrigo violeta .Charlamos un rato (menos de 10 minutos) hasta que no aguantamos más y nos comimos a besos en el sillón de casa, estaba muy caliente una mujer hermosa de 50 años para mí y en su propia casa, lo menos que podía hacer era cogérmela bien. Seguimos con furia a los besos, tenía encima de mí a una mujer hermosa bien caliente, le saque su abrigo, la musculosa y empecé a comerle los pechos con muchas ganas, los mordía, jugaba con sus pezones mientras con una mano apretaba y le pegaba en su cola. Me puse de pie, me saque la remera mientras ella desabrochaba mi cinturón, abrió mi pantalón y saco mi pija que ya estaba poniendo bien gruesa, la tomo un poquito y empezó a chuparla, despacito, la lamía y se la metía en la boca, lo hacía como una diosa yo la agarra del pelo y le pedía que siguiera, se la metía toda en la boca, sin dejar nada afuera continuo un rato más hasta que la tuve gruesa a punto de explotar y le dije que quería cogérmela. Se puso de pie y me guío hasta la cama…
Al llegar a su cama me saque el jean y ella se saco su pollera, tenía una tanga negra bien colada, me senté al borde de la cama con el bóxer puesto mientras ella se ponía encima y con su cola frotaba bien mi pija que se iba poniendo aún más gruesa y dura. Esa imagen de ella en tanta con su musculosa aun puesta pero dejando afuera sus pechos me volvía loco, mi pija no aguanto más y empezó a salirse del bóxer así que era turno de hacerla gritar a ella. Me levante le dije que se acostara boca arriba, le hice un lado su tanga y empecé con mi lengua a hacer lo que mejor hago, estaba toda depiladita y empecé a comerle esa conchita hermosa que tenía, pasaba mi lengua por todas partes, la escupía, a los costados, la penetraba pero conseguía el mayor éxtasis frotándola con fuerza sobre su clítoris mis dedos también estaban dentro de ella y podía sentirla muy mojadita pidiendo más; continúe unos minutos mientras ella me tiraba del pelo y escuchaba sus gemidos hasta que le dije que se pusiera en 4, corrí aun más su tanga a un lado y tenía toda esa cola hermosa frente a mi, en este momento estaba loco quería cogerla ya mismo pero me aguante un poco más para seguir jugando con mi lengua pero ahora también la pasaba por su cola, recorría toda su concha hasta llegar a su cola, la comía toda con mi lengua, recorría cada centímetro al compas de sus gemidos. No aguante más, me puse un preservativo boca arriba otra vez y empecé a penetrarla, entro bastante fácil ya que estaba toda mojadita su entrepierna; se abría bien de piernas mientras la cogía con ganas, sentía como nuestros cuerpos se golpeaban, cada vez más calor, aumentaba el ruidos de nuestros jugos. Otra vez la puse en 4, aproveche para mirar otra vez esa cola hermosa con la tanga hacía el costado lo cual otra vez volvió a calentarme; la metí otra vez en su conchita y darle con fuerza, así me gustaba más ya que la tomaba de la cintura y podía penetrarla con más fuerza y tener una buena vista de su culo, también aproveche para darle golpes en su cola mientras sus gemidos aumentaban al igual que las marcas rojas, luego la tome del pelo con la misma mano y tiraba con fuerza, le pregunte si le gustaba ser mi putita y me dijo “si”, le pregunte si le gustaba la pija gruesa de un bebe adentro suyo y me dijo “me encanta”, continúe cogiéndola con fuerza hasta que no aguante más; me saque el forro se dio vuelta la puse entre sus tetas me hizo una turca unos minutos mientras con su lengua jugaba con la puntita bien colorada y gorda de mi pija hasta que no aguante más y salió toda la leche calentita sobre sus tetas, estuve unos minutos disfrutando de mi orgasmo mientras ella continuaba debajo mío transpirada, despeinada y llena de lechita. Nos higienizamos, charlamos unos minutos una cosa llevo a la otra y ya la tenía otra vez agarrada a mi pija primero con sus manos luego con su boca, lo hacía de maravillas la puso bien dura y le dije que me dejara hacer lo mío. Nuevamente, mi lengua en su conchita, adentro, a los costados, le separaba los labios, fuerte en el clítoris y me dijo que lo hacía muy bien, que la chupaba muy bien y que le gustaba acabar así. Con mi pija a punto de explotar decidí no perder un solo segundo y la penetre tal cual estábamos aunque estaba vez con más violencia, un ritmo más intenso, pase mis manos por detrás suyo para poder meterla bien hasta el fondo mientras nuestros gemidos volvían a mezclarse; no recuerdo cuanto tiempo aguante pero me di el justo de dejarle toda mi leche dentro suyo esta vez, salió todo y nos quedamos unos minutos abrazados besándonos. Nos higienizamos otra ves, charlamos un ratito y quedamos en tener otros encuentros que lamentablemente todavía no se concretaron, me acompaño a la puerta nos despedimos con un beso y comenzó mi viaje de 100km a Capital Federal nuevamente mientras en mi memoria quedada aquel fogoso encuentro que tuvimos. Morocha, espero que me dejes comerte la conchita otra vez como tanto te gusto.


Si te calento mi relato deja puntos por favor y te invito a leer los anteriores.

2 comentarios - Me encantan las maduritas III

Ferroyyo
De 10 maestro!!! Sana envidia, saludos y segui posteando.