Eran las 6 de la mañana cuando sonó el despertador y debía levantarme para irme a trabajar. Después de darle los “buenos días” a mi novia que dormía abrazada a mí, me levanta y me fui a bañar. Era obligatorio cruzar el living para llegar al baño. Fue así que la vi a ella, estaba sentada en el sillón revisando su Facebook y esperando a su novio que se levante. Para que me entiendan, la chica en cuestión es la nuera de mi novia. Tiene 18 años y un cuerpo que siempre me llamó la atención y sobre todo su boca y sus pechos en forma de “gota”.
La saludé y pasé al baño.
Mientras me desvestía recordaba los pechos que acababa de tener delante de mis ojos.
Abro la ducha y me mando bajo el agua con una leve erección. Mientras me dejo mojar el agua y empiezo a enjabonarme la cabeza escucho la puerta y sin poder ver producto del jabón que tenía sobre los ojos, pregunto: ¿quién es? Y fue ahí cuando recibí la mejor respuesta que podía esperar.
Su respuesta fue una hermosa chupada de pija que abarcaba desde mi glande hasta la base con pasada de lengua sobre mis testículos. Placer puro y mañanero. Por un momento no siento ese placer y busco el agua para poder sacarme la espuma de los ojos y cuando lo logro veo que desnuda para meterse en la ducha conmigo. Todo para un sueño y que nunca me había despertado pero no, era real.
Con ella en la ducha pude disfrutar de esos pechos que siempre miraba de reojo y deseaba algún día tenerlos como lo estaba haciendo en ese momento. Recorrí con mis labios y lengua todo su cuerpo y me la ingenié para chupar toda esa vagina que ardía de placer y esperaba ser penetrada por mi pija que más grande y dura no podía estar.
Con una pierna de ella en el borde de la bañadera decidí dar rienda suelta al placer y deseo que hace meses estaba dando vuelta en mis ratones.
Me gemía muy suave al oído mientras yo entraba una y otra vez en esa conchita caliente.
De pronto se separa de mí y me entrega su colita, chiquitita, redondita, suave y con ganas de ser penetrada. Así lo hice. Despacio, mientras comía su cuello a besos y pellizcaba sus pezones dejaba que ella moviera sus pelvis buscando placer.
Cuando estuve a punto de acabar le pedí que se arrodillara para chupármela como al principio y ella tan sumisa accedió. Al momento de acabar se la saqué de la boca y desparramé mi semen por sus pechos como tantas veces lo imaginé. Después de ese momento, se incorporó y lavó sus pechos para salir de la ducha y secarse.
Mientras ella se vestía para volver al sillón yo me terminaba de bañar shockeado por la sorpresa.
Me empiezo a secar apurado por el tiempo que había pasado y me visto rápido así me voy a trabajar.
Salgo del baño y ahí estaba ella, en el sillón como la vi antes de bañarme. Le guiñé un ojo y ella me tiró un beso.
Vuelvo al dormitorio donde seguía durmiendo mi novia y dándole un beso en la frente me despedí.
Paso por el living para irme y ahí seguía ella pero esta vez con su novio. Ella, con la misma cara de santa e inocente y su novio con cara de dormido.
Después de un “Chau, no vemos” me fui.
Ese día llegué tarde a mi trabajo pero… quién me quita lo bailado!
La saludé y pasé al baño.
Mientras me desvestía recordaba los pechos que acababa de tener delante de mis ojos.
Abro la ducha y me mando bajo el agua con una leve erección. Mientras me dejo mojar el agua y empiezo a enjabonarme la cabeza escucho la puerta y sin poder ver producto del jabón que tenía sobre los ojos, pregunto: ¿quién es? Y fue ahí cuando recibí la mejor respuesta que podía esperar.
Su respuesta fue una hermosa chupada de pija que abarcaba desde mi glande hasta la base con pasada de lengua sobre mis testículos. Placer puro y mañanero. Por un momento no siento ese placer y busco el agua para poder sacarme la espuma de los ojos y cuando lo logro veo que desnuda para meterse en la ducha conmigo. Todo para un sueño y que nunca me había despertado pero no, era real.
Con ella en la ducha pude disfrutar de esos pechos que siempre miraba de reojo y deseaba algún día tenerlos como lo estaba haciendo en ese momento. Recorrí con mis labios y lengua todo su cuerpo y me la ingenié para chupar toda esa vagina que ardía de placer y esperaba ser penetrada por mi pija que más grande y dura no podía estar.
Con una pierna de ella en el borde de la bañadera decidí dar rienda suelta al placer y deseo que hace meses estaba dando vuelta en mis ratones.
Me gemía muy suave al oído mientras yo entraba una y otra vez en esa conchita caliente.
De pronto se separa de mí y me entrega su colita, chiquitita, redondita, suave y con ganas de ser penetrada. Así lo hice. Despacio, mientras comía su cuello a besos y pellizcaba sus pezones dejaba que ella moviera sus pelvis buscando placer.
Cuando estuve a punto de acabar le pedí que se arrodillara para chupármela como al principio y ella tan sumisa accedió. Al momento de acabar se la saqué de la boca y desparramé mi semen por sus pechos como tantas veces lo imaginé. Después de ese momento, se incorporó y lavó sus pechos para salir de la ducha y secarse.
Mientras ella se vestía para volver al sillón yo me terminaba de bañar shockeado por la sorpresa.
Me empiezo a secar apurado por el tiempo que había pasado y me visto rápido así me voy a trabajar.
Salgo del baño y ahí estaba ella, en el sillón como la vi antes de bañarme. Le guiñé un ojo y ella me tiró un beso.
Vuelvo al dormitorio donde seguía durmiendo mi novia y dándole un beso en la frente me despedí.
Paso por el living para irme y ahí seguía ella pero esta vez con su novio. Ella, con la misma cara de santa e inocente y su novio con cara de dormido.
Después de un “Chau, no vemos” me fui.
Ese día llegué tarde a mi trabajo pero… quién me quita lo bailado!
5 comentarios - La nuera de mi novia