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La Revancha (2da Parte) Experiencia Real

Esto es una experiencia propia, no lo copie de alguna pagina, tampoco soy escritor, así que tal vez encuentren algunos errores, fuera de eso, creo que les va a gustar...
Comenten!!


Después de una semana recibí una llamada al celular, era Carlos preguntando si teníamos planes para hoy, no sabia si mi esposa querría algo para esa noche, así que le pedí que marque en un rato para poder hablar con ella, ya que si los invitara sin su permiso seguro me se molestaría .
Por otro lado, me sorprendió que volvieran a marcar, puede ser, que le gusto lo apretadita que esta mi esposa y lo fácil que moja sus tanguitas, o su piel blanca y suavecita, no se, hay tantas cosas que le pueden gustar de mi esposa, debió gustarle mucho para convencer a su esposa de volverlo a intentar.
Mientras hablaba con Ana (así le diré a mi esposa) me pregunto.
- Y tu como te sientes- dijo.
-Bien, nomas hay que hacerle como te comente- le respondí.

La semana pasada cuando salia a caminar me quede pensando en como resolver aquel problema, ya que para ser sinceros, y cuesta admitirlo, no era la primera vez que pasaba, era por lo menos la 3ra vez (No saben lo común que es hoy en día este problema, para los que tienen o lo han tenido, les aconsejo que sigan leyendo, encontraran solución).
Que puedo hacer? por que con la pareja anterior mi miembro si funciono y esta vez no? por que a veces si y a veces no?- Me preguntaba.
Después de investigar unas horas en Internet, descubrí que lo que tenia se llamaba ¨ansiedad por desempeño¨ y que se da cuando nos preocupamos por desempeñar un buen papel, que termina siendo todo lo contrario.

Una de las soluciones fáciles que encontré en Internet era tomar viagra (sidenafil), parecía sencillo, así que fui a comprarlo en la farmacia, para mi sorpresa era barato, 3 dlls la pieza, compre 5 piezas.
Llego la noche de ese día, le explique a mi esposa mi idea y al principio se rió, luego se preocupo, ya que yo duro mucho en la cama, tengo por costumbre coger hasta que ella se viene y después me vengo yo pero a veces tardo, le preocupaba que ocurra algo exagerado y le destroce su panochita o algo así o peor aun, que me de un paro cardíaco, sin embargo ella me apoyo, (hay como quiero a mi putita), así que me lo tome, 100mg la pastilla.
Nos acostamos apagamos la tele y esperamos.

De momento no sentía nada, excepto por un calorcito que fue creciendo muy lentamente, se me calentaron los cachetes, las orejas y después de un rato sentía que toda mi cabeza estaba roja de lo caliente, después se me seco la boca y mi corazón empezó a trabajar mas duro, empezaba a conocer los efectos del sidenafil, mi pene no reaccionaba, así que se me ocurrió empezar a fajar con Ana.
Para mi pinche sorpresa Ana se estaba empezando a dormir, le empece a besar la nuca, baje al cuello, metí mis manos dentro de su camisa y le masagee las tetas, que calentita estaba toda ella, siempre me ha fascinado su piel, baje mi mano por su vientre hasta llegar a unos pelitos que apenas comenzaban a crecer, le acaricie su rica concha.
Baje un poco mas para abrirle sus labios y sentí su humedad, aunque estaba casi dormida su entrada estaba llena de miel tibia, como por arte de magia mi pene empezó a crecer y endurecerse hasta ponerse durísimo, teniendo al fin la verga bien caliente y dura me di cuenta de que mi esposa ya estaba completamente dormida.
Pero no me importo, sin quitar las cobijas, deslice su pijama entre sus piernas hasta lograr quitarlas, y con mucha delicadeza fui quitandole su pantaleta rosa, entonces me llego el olorcito de su vagina, el mejor perfume del mundo para mi,y me volvió loco, una vez que le quite la pantaletita, me baje la pijama y le abrí las piernas de par en par.
-Alberto no... tengo sueño- dijo con una voz apenas perceptible.
-No... déjame dormir...- Repitió.
Muy tarde, yo ya tenia mi cabeza en su entrada, la moje un poco con su lubricante natural, y sin mas ni mas, sin piedad, se la metí hasta donde pude incluso me empuje hacia adelante empujándola unos centímetros hacia el respaldo de la cama.
Empece a restregar mi miembro por dentro de sus paredes húmedas y calientitas, topando con su cuello de matriz, empujándolo bien duro, dañandolo. No tardo en reaccionar mi esposa, me abrazo, empezó a mover su cadera y a gemir...
Esa noche no se cuanto duramos teniendo sexo, pero fue bastante tiempo, y bastante bueno, terminamos, no por que ya no tuviera mas, si no por que ella se canso, pero la cama quedo bien mojada por el sudor y por nuestros líquidos que se desparramaron.

El sidenafil funciono de maravilla al parecer, aunque con mi esposa nunca lo necesite fue como si la pastilla me hiciera llegar al 100 por ciento de mi capacidad, de verdad me gusto.

Pero también hubo otra cosa.

En una de nuestras platicas, Ana y yo, notamos que en el intercambio anterior ( con la rubia y el cubano) mi miembro funciono bien y sin el sidenafil, Ariel me gustaba mucho mas que la rubia de aquella ocasión, ademas, era el primer intercambio, así que era mas presión que la ultima vez.
Por que hay todo salio bien?
En aquella ocasión, empezamos cogiendo cada quien con su pareja, después nos pusimos los condones y cambiamos, luego, le hicimos doble penetración a mi esposa y después la rubia y mi esposa tuvieron sexo y después le hicimos doble penetración a la rubia y, y creo que me estoy saliendo del tema.
El caso es que empece con mi esposa y con mi esposa no tengo ese problema, entonces a la rubia le toco mi pene ya grande duro y excitado, no empezamos desde cero.
Eso era! Había que empezar con mi esposa y después me brincaba a las nalgas de Ariel, así le haríamos para no volver a tener el mismo problema, no había necesidad al parecer de usar medicamento

Organizamos el segundo encuentro y para en la noche ya estaban en nuestra casa por segunda vez pero ahora no se trajeron a su niño.

Así que llegaron, ella se veía muy bonita, traía un pantalón blanco pegadito que para mi sorpresa se lo estaba comiendo por atrás, camisa rosa con escote amplio, una tanga rosa de encaje que salia por encima de la cintura, pelo planchado, perfume de frutas y unas uñas largas con rayas de cebra, al parecer venia muy decidida.
Tomamos un 12 de cerveza otra vez, reímos otra vez, pero esta vez yo estaba mucho mas confiado, platicaba con mas soltura, no hubo momentos tensos por parte de nadie, y yo solo pensaba ¨no sabes la que te espera...¨
Bromeamos un poco respecto a lo ocurrido a lo anterior, y me dijo.
-Yo vengo por la revancha, no me voy a rendir hasta sacarte todo y a ver como le hago, pero si no se para otra vez voy a volver a venir y así hasta que te trague.-
A lo que le respondí con una sonrisa leve, volite a ver a mi putita y ella voltio los ojos hacia arriba y sonrió.
Yo ya me moría por bajarle ese pantalón y meterle mi carne, mi chile, mi verga, mi trozo entre esas dos nalgas.
Cuando dejamos las latas de cerveza en los sillones y caminamos hacia el cuarto, discretamente le dije a mi esposa.
- No se te olvide que primero nosotros juntos.- Ella no respondió.
Llego el momento y volvimos a estar en el cuarto con la puerta cerrada, mientras ellos se desnudaban mi esposa me rodeo el cuello con sus brazos y me beso, yo la levante de las nalgas y la lleve a la cama, nos desnudamos, me tumbo en la cama, se inco en el suelo y comenzó a chupármelo y lamermelo, me lamias también de arriba a abajo el pito llegando hasta los huevos, procuraba meterselo lo mas que podía, nunca ha podido tragarlo todo, pero casi.
Para entonces ellos ya estaban alrededor de nosotros como moscas, esperando a ver a que hora les hacíamos caso, levante a Ana, la acosté en la cama, le abrí las piernas, y la cogí de a misionero, cuando Ariel y Carlos notaron que no hacíamos caso a sus caricias Ariel dijo.
- Ya suéltalo.-
-Espérate, es mio.- Respondió Ana.
Cuando Ana noto que ya se la estaba metiendo muy rápido y justo cuando ya se me estaba olvidando que estábamos acompañados, me quito, jalo a Carlos hacia ella y metió su cara entre sus largas piernas, Carlos la sujeto de las nalgas y empezó a chupar, le acariciaba el pelo mi esposa mientras se arqueaba hacia atrás. Me acerque a ariel y le bese el cuello mientras mis manos recorrian su espalda sus tetas sus piernas y su panecito, me acariciaba con su mano mi miembro y este se me estaba poniendo bien duro, baje a chuparle la conchita y saborear sus labios, su entrada y también su culito, me pare en la orilla de la cama para ponerme el condón, ella me manoseaba la espalda y besaba mi pecho hasta que la puse sobre la cama, subí sus piernas en mis hombros y me deslice suave y lentamente entre su cuevita rasurada, sentir su calorcito me extasió todo y cuando sentí en mis testículos el calor de su culito me prendí muy duro.

Entraba y salia con un deleite sin igual, ella empezar a decir algo que me dio gracia y mi esposa volteo.
-Ahh..-
-ah caray..-
-Hay... compañero...-
-Hay compañero, lo voy conociendo.-
-que?- Pregunto mi esposa.
-esta bien grande...- Respondió Ariel.
-Hay compañeero..-
Yo, no hacia mucho caso,la estaba serruchando de a perrito feliz de la vida, disfrutando de sus nalgotas de aceituna, poniendo atención en el liquido que se escurría por sus nalgas y mojaban mis huevos y parte de mis piernas. No quería distracciones, pero ella dijo.
-A ver compañero, quiero ver que me estoy comiendo- Dijo.
Me salí y se lo puse de frente, tal vez se lo puse muy enfrente por que lo tomo entre su manos y me lo empezó a chupar mientras me masturbaba, debió entender que quería un oral, aunque traía condón, sentí bien ricos sus labios y mas, por que ella si se lo trago todo y sentí no solo su calor sino su garganta.
Como me gusto tener en mis hombros aquellas piernotas mientras las manoseaba y veía como se abría y cerraba su almejita.
Le di la vuelta, la abrace de la cintura con un brazo mientras con el otro le recorría todo el cuerpo y le vezaba el cuello, su pecho y antes de que me diera cuenta ya le estaba chupando las tetas con tres dedos metidos en su vagina, al poco me acomodo para que se la volviera a meter.
A pesar de ser mas grande que mi esposa en tamaño era igual de estrecha de la vagina, llegue a creer un momento que se lo estaba metiendo por el culo, pero no, era su panesito mojándose.
Después de un rato se me antojo hacérselo de cucharita y la acomode, verla a mi merced de espaldas me éxito tanto y empece a darle de verdad duro, cuando entraba sonaba el chasquido de sus nalgas con mi piel, esto yo lo hago a mendudo con mi esposa darle de verdad duro, pero
ella no estaba acostumbrada y se le salio un gemido fuerte, casi alarido.
Dándole duro y ella buscando la manera de que no le doliera, siempre he sabido que les duele, pero la encontró rápido. La puse de a perrito y le chasquie duro las nalgas haciendo mucho ruido con estas, volite a ver a mi esposa y estaba acostada con Carlos atras, ambos descansando, el acariciandole las tetas lentamente.
-Ah, yo quiero ver eso- Dijo Carlos.
Con mi esposa y Carlos esperando el show, me anime y procure hacer el mayor ruido posible y le metia mi verga bien duro y rapido pack! hacian sus nalgas una y otra vez, y poco a poco Ariel se iba inclinando hacia enfrente inclinándose hasta que después de un rato termino completamente recostada sobre la cama y ellos con una sonrisota, felices de ver como le destrozaba destrozaba su colita a Ariel, empece a incomodarme.
-Hey, ustedes a lo suyo- les hice un ademan como diciendo, pónganse a coger.
Pero no hicieron mucho caso, fue cuando me di cuenta de que ya habían terminado.

El sudor empezó a notarse en nuestras frentes y poco a poco vi como ella se iba cansando, así que la puse de misionero para penetrarla lentamente mientras le agarraba sus grandes tetas, poco a poco fue recuperando la excitación, regresaron los gemidos, metí la mano en sus nalgas y me moje con su liquido que ya se había escurrido hasta la cama, empece a darle un poco mas duro y mas profundo y ella me abrazo con sus piernas y comenzó a gemir como loca, a pesar de que sus piernas me quitaban movilidad busque la forma de moverme aun mas y meterle mi cabeza lo mas adentro posible, entre mas me movía ella mas me apretaba y mas gemía hasta que llego al punto en que me apretó muy fuerte y no me pude mover, fue cuando soltó un gemido largo y sus piernas empezaron a perder fuerza y soltarme, se estaba viniendo conmigo bien adentro, mi esposa volteo y note en su mirada que no estaba muy contenta, una mirada como de odio, pero no hacia a mi
sino hacia ella, pero ella no lo noto tenia los ojos cerrados y solo se dedicaba a menear esa caderota con deleite, se robo mi mano y chupaba mis dedos disfrutándolos mucho.

En ese momento me di cuenta de que ya no me iba a poder venir, pero no me importó, cumplí con mi revancha, estaba muy conforme, me alegraba poder llenar ese mujeron y dejarla satisfecha, todo lo demás no tuvo ya mucha importancia, platicamos un rato los 4 mientas estabamos desnudos sobre la cama, ella menciono que se sorprendió por que no esperaba que estuviera tan grande y que tenia una actitud completamente distinta a la vez anterior.
Hicimos planes de volvernos a ver, planes de salir a albercas, fiestas, etc y mucho después recordaron que tenían hijo y se vistieron, nos despedimos ella me beso en el cachete y se subió a la camioneta.

Y por supuesto que nos volvimos a ver, pero eso ya es otra anécdota que contare después.

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