Buenas, va otro relato de mi autoría, espero que les guste. Un hombre se enoja por un chisme venido de un chismoso, y descubre que no solo el chisme es real, sino que el chismoso también es flor de cornudo.
Del dicho al hecho, un corto trecho (cornudo for ever)
Con mi novia tenemos un grupo de amigos, parejas, bastante numeroso. Es inevitable que existan habladurías y chusmeríos, entre todas las parejas la que más se destacaba diciendo boludeces y criticando la vida de los demás, era la conformada por José y Silvana. Parecían dos arpías, siempre criticando a los demás cuando no estaban. Un día llega a mi oídos por otro amigo que José había dado a entender en la última cena en que se habían juntado todos y a la cual nosotros no fuimos, que mi novia, Laura, me engañaba con otros tipos. Luego al momento lo desmintió, como diciendo, estaba jodiendo, típico de lo que hacen algunos chismosos como estrategia para meter cizaña, sembrar la duda, y retirarse sin comprometerse demasiado.
Lo cierto es que me agarré mucha, muchísima bronca con el comentario y lo primero que hice fue contarle a mi novia, una noche que estábamos en la cama. Su reacción fue primero de sorpresa y luego empezó a reírse.
-Así que este José, boludo de mierda, está diciendo esas cosas, me gustaría saber de dónde las sacó. – dijo Laura sin dejar de sonreir
-¿Cómo de dónde las sacó? Se las inventó ese hijo de puta chismoso mete púa para tirar mierda – le contesté enojado a mi novia.
-Bueno, bueno, no te enojes, mirá lo que te voy a decir, es que, espero que no te enojes, pero sí, es la verdad, es todo verdad, desde hace dos meses estoy con un tipo, un tipo que me cambió la vida. Disculpá que te lo diga así, pero es verdad. –me dijo Laura, así como así, de una y sin anestesia.
-¡¡¿¿¿¿Cómo?????? Me estás jodiendo!!!!! – no podía creer lo que estaba escuchando
-No, no, no te estoy jodiendo mi amor, lamentablemente para vos, y felizmente para mí, no te estoy jodiendo, tengo un hombre que me hace feliz en la cama, algo que vos nunca pudiste hacer y él sí –me reafirmó mi novia, mirándome fijamente a los ojos y con una sensación de alivio en sus ojos por su confesión.
-Perra, puta, cómo mierda podés hacerme esto? Yo te dí todo, todo. Además nunca me dijiste que no eras feliz sexualmente conmigo, y te querés justificar con eso, puta de mierda- le grité.
-Esperá, esperá, calmate que te voy a explicar como fue todo, mi amor.
-Qué mi amor ni mi amor, puta arrastrada, bueno, a ver , dale, decime cómo fue.
-Bueno, yo tenía la fantasía hace bastante tiempo de estar con otro tipo, lo cierto es que la fidelidad, en todas mis relaciones, nunca fue mi punto fuerte, siempre que estuve de novia tenía a alguno o algunos “amiguitos”aparte para que me sirvieran, es la verdad, mi amor – me dijo.
-Sos un puta! Una puta! Además qué, este no es el primero con el que me gorreás? – Le recriminé
-La verdad que no, este es como el décimo tipo con el que me acuesto, mientras estoy con vos de novia.
No lo podía creer, nos íbamos a casar, estábamos prácticamente viviendo juntos (ella dormía tres o cuatro noches por semana en mi casa) y me venía a enterar que mi novia era una puta, que me metió los cuernos con diez tipos y yo ni enterado. Nuestra vida sexual al parecer era normal, pero se ve que estaba equivocado, y ella me lo confirmó.
-Mi amor, te confieso que nunca gocé con vos, bah, si gozaba, pero no era lo mismo, siempre me gustaron las vergas grandes, muy grandes, y vos sabés bien que no es tu caso. Yo necesito pijas grandes, que me hagan sentir bien hembra, que me traten mal y me cojan como una puta, sin respeto de ningún tipo, que me traten como un juguete sexual, como una esclava. Vos sos todo lo contrario, me tratás como una reina, como una muñeca de porcelana, no me pedíste nunca que te chupe la pija, a mí me encanta hacerlo, chupar una buena verga bien bien grande, lo único que sí hacés más o menos bien es chuparme la concha. En todo el resto sos de madera, pero te amo y por eso sigo con vos, aunque te hago cornudo, eso sos, un cornudo, y por mi parte no pienso dejar de hacerte cornudo, necesito machos de pija grande al lado mío que me satisfagan, y vos no entrás en esa categoría ni de rebote.
Yo estaba mudo, esta confesión de mi novia no me la esperaba, celos, bronca, deseos de romper todo, pero estaba quieto, y lo que es peor, noté que mi miembro estaba erecto, y lo único que hice fue tratar de tapármelo, pero mi novia lo notó enseguida y dijo:
-Ummm, porqué se te paró la pijita? Te calentaste con lo que te terminás de enterar, cornudo?
-Basta puta, basta –le grité enojado. No sabía que hacer, mi vida se había desplomado, mi pareja cuasi perfecta era una mentira, mi novia me era infiel, y lo iba a seguir siendo, no sabía que hacer, me sentía indefenso, vulnerable. Lo único que pude decirle es:
-Me voy a dormir al sillón, mañana voy a decidir qué hago con vos, puta de mierda.
Ella no me contestó, me miraba como con lástima, pero muy seguro de sí.
Me fui al sillón, y no podía dormirme, en eso empiezo a sentir suspiros que venían de mi habitación, cada vez más fuertes. Fui a ver qué pasaba, mi novia se estaba masturbando, se metía tres o cuatro dedos en la concha, con los ojos cerrados y gemía cada vez más fuerte.
-Puta, de pajearte, no me excita esto pelotuda.
-Es que no puedo evitarlo, estoy pensando en él, en la cogida que me pegó hoy a la tarde mi macho, y no puedo parar, cornudo, no puedo, cornudoooooooooo-y acabó. Los deditos que sacó de su concha estaban empapados, lo que hizo fue levantarlos y me dijo:
-Limpiame los deditos, cornudo.
Sin pensar, y sin saber porqué, obedecí al instante, llevándome esos deditos bañados en flujo a mi boca.
-Muy bien cuernito, muy bien, así se hace, Limpiá bien los deditos de tu novia, están todos mojaditos porque se acordó de su macho, de su verdadero macho. – me dijo mi novia, esto me excitó aún más.
-Puedo chuparte la concha, mi amor? – Le pregunté tímidamente.
-Sí, mi cornudito, chúpame bien la concha, dale.
Metí mi lengua en esa concha, ella empezó a gemir, y a decirme:
-Bien, vas bien cornudo, chupá, chupá, te gusta chuparle la concha a tu novia puta? Sabés que esta tarde hubo una pija donde vos tenés ahora la lengua, una pija grande que no era tuya, cornudo?
-Ummm, sí sí, puta, sí
-Y te gusta, cornudo, no? Te excita ser un cornudo servicial, no?
-Sí sí –yo continuaba lamiendo, totalmente excitado y al palo.
-Me parece que nos vamos a llevar muy bien mi vida, vamos a seguir siendo una pareja como hasta ahora, nomás que a partir de hoy ya no voy a tener secretitos con vos, cornudo, ahora vas a estar al tanto de todo y me vas a ayudar a tener sexo con machos, con machos de verdad, de pija grande, no te parece, cornudo?
-Sí, sí mi amor, sí, yo te voy a ayudar a que los que vos quieras te cojan, te hagan su puta, yo te voy a ayudar y a servir, mi amor, mi reina – le contesté, totalmente sumiso y entregado, quizá producto de la excitación del momento. Estaba re al palo, y le pregunté:
-Te la puedo poner un ratito?
-Ummm, para qué? Estás muy caliente cuerno, por mí no, no tengo ganas de que vos me cojas!
-Dale, por favor, mi amor, dejame-le rogué
-Bueno, dale, lo hago por vos, ponela y apurate que estoy cansadita, cuerno.
Se la puse, en dos minutos acabé. Ella no emitía sonido alguno, solamente me miraba con ternura.
-Ahhhhh, qué lindo- dije al acabar.
-Sí, cuerno, para vos es lindo, pero como verás, mucho no gocé que se diga, jajajajaja, entendés porqué sos cornudo, ahora?
-Sí, mi amor, sí, entiendo y me lo merezco! Tengo la pija chica.
-Sí, tenés la pija chica y además sos un cero a la izquierda para todo en la cama, menos para chupar concha, así que de acá en más tu único deber va a ser chuparme la concha cuando yo te lo pida, no cuando vos quieras, cornudo!.- me dijo mi novia, poniendo los tantos de cómo iban a ser nuestras relaciones sexuales de acá en más.
-Ahora te quedás acá en la cama, por sos mi novio, y tenés que cuidar a tu mujer, cornudo, vení, abrazame cornudo.
Obedecí totalmente. Me quedé dormido enseguida con la puta de mi novia en mis brazos. Al despertarme lo primero que se vino a la cabeza, fue la noche anterior, no sabía si era realidad o había sido un sueño. Mi novia no estaba a mi lado, la escuché hablando por teléfono y me levanté de la cama.
-“Sí, así que bueno, ya está, Sil, ya le conté todo. Ahora decile al cornudo de tu marido que cierre el pico, él no sabe que es el más cornudo entre todos los cornudos, que no hable más al pedo, y además vos, cómo se te ocurre confesarle eso, el teléfono de Mauro me lo pasaste vos guacha y después lo primero que hacés es mandarme al frente a mí.” – escuché que decía.
“te entiendo, pero hubieses buscado otra excusa, es más, decile a José que es cornudo, a mi novio le encantó saberlo, al principio se enojó pero ya está, estoy segura que va a ser un excelente cornudo consentidor, y tu marido seguro que más todavía, es más, no quiero ser dura, pero seguro que tu marido por como es, hasta le va a chupar la pija a tus machos, porque siempre me pareció medio maricón, qué querés que te diga, por algo no te coge nunca el flaco ese”.
Nunca había escuchado a mi novia hablar así. Al parecer le estaba poniendo los puntos a la pelotuda de Silvana, pero….no entendía del todo. Sí entendí que nada había sido una fantasía, que una nueva vida empezaba para ambos.
Mi novia cortó, dio media vuelta y me dijo:
-Buen día, cornudito!!!!! – y me dio un buen beso – Termino de cortar con Silvana, para que me explique como el pelotudo de José se enteró de todo, al parecer el bobo de tu amigo le encontró el teléfono de Mauro en el celular, y ella me tuvo que meter a mí en el medio.
-Quién es Mauro? – Pregunté
-Maura es mi nuevo macho, antes era el macho de Silvana, bah, en realidad es el macho de las dos, y vaya a saber de cuántas más-me dijo con toda naturalidad.
-Pero esperá, José también es cornudo? –
-Jajajaja, sí, de tu grupo, son muchos cornudos: José, Marcelo, los dos Matías, Alejandro. Adondé te crees que vamos los miércoles a la noche cuando nos juntamos con las chicas? A jugar al truco? No, invitamos siempre machos, y la pasamos muy pero muy bien.
-no, no , no te puedo creer
-Creelo porque verdad, el grupo de amigos de ustedes, podría decirse que es un grupo de ciervos, todos cornudos. Y la que empezó con todo esto, sabés quien fue? Silvanita, flor de puta si las hay, después se hace la esposa modelo y la madre ejemplar, pero más de una vez estaba cagada en las patas por miedo a estar embarazada de alguno de sus machos. Ella empezó a proponer estos encuentros, una vez que se enteró que yo me garchaba a mi vecino Rubén, te acordás? El que vivía en el departamento arriba del mío, el viejo. Bueno, cuando se enteró me confesó que José era flor de cornudo, y le presenté a Rubén, que también se la cogió a ella. Después de eso, todo siguió su curso natural, descubrimos que las otras mujeres de los ciervos de tus amigos también eran bastante trolitas, así que nos organizamos y empezamos a conseguirnos machos que nos cojan y a intercambiarlos entre nosotras. Al día de hoy, sos el único cornudo consciente, todos los otros son cornudos y pelotudos, aunque calculo que en estos momentos Silvana ya lo está poniendo al tanto a tu amiguito de lo cornudo que es.-concluyó de relatar mi novia.
Me costaba asimilar todo esto, yo cornudo, la mayoría de mis amigos cornudos, pero lo que sí estaba seguro es que me excitaba mucho que mi novia sea tan puta.
Sonó mi teléfono a la media hora.
-Hola José, como estás?
-Mal, mal, recién hablé con Silvana, la hija de puta me engañó con un compañero de trabajo-me dijo llorando. Qué pelotudo!- pensé, si este es el más cornudo de los cornudos, se enteró que Sil se volteó a un compañero de trabajo y ya está llorando, cornudo y pelotudo. Cuando se entere del resto, este mongui se va a querer matar, pobre infeliz.
-Bueno, bueno, aceptalo y fijate, si la amás seguí con ella, aceptalo así, si lo hizo es porque lo necesitaba, no para hacerte daño, aceptate así, como un cornudo – fue lo único que me salió decirle al chismoso de mierda este, se lo tenía bien merecido.
-No me digas así, no soy un cornudo, ella solo lo hizo una vez con un compañero de trabajo, nada más!-decía el cuerno
-Mirá, no creo que lo haya hecho una sola vez como te dijo, ni tampoco que lo haya hecho con un compañero de trabajo y nada más, a esto te lo cuento porque vos estuviste hablando a mis espaldas, te lo digo así, tu esposa es flor de puta, vos sos más cornudo que yo, pelotudo, tu esposa muchas veces tenía miedo de quedar embarazada de alguno de sus amantes, entendés? Sos una bolsa de cuernos, tu mujer es una puta, una PUTA, como mi novia, cornudo!!!!! –le contesté con bronca al cornudo para bajarlo de un tiro de la nube de pedos en que estaba sentado.
-No me digas así, sos mi amigo, mi amigooooooo, buhhh,buhhhh-decía el cuerno llorando.
-Mirá, lo mejor es que lo aceptes, yo ayer hablé con Laura, me confesó todo, que soy un cornudo, que se la garcharon al menos diez machos desde que está conmigo, lo mejor que podés hacer es volver a sentarte con tu mujer, que es una PUTA, y que te confiese todo. Es más, ahora que lo pienso, a tu mujer en cuanto pueda me la voy a coger, porque es tan pelotuda y me cae tan para el orto lo soreta que es que me la voy a coger yo también – le dije al cornudo de mi amigo.
-Eh, pará, te estás yendo al carajo!
-Al carajo te fuiste vos chusmeando con mis amigos lo que me tendrías que haber dicho en la cara, pero bueno, te perdono, eso sí, aceptate con un CORNUDO, C-O-R-N-U-D-O y además me voy a coger a tu mujer, manfloro.
-Eh, pará pará
-No paro nada, andá ahora, querido amigo, y que tu esposa te cuente todo, todo, cuerno, chau.
-chau, amigo. –se despidió José.
A mi lado estaba mi amada novia que me felicitó, y hasta me dio permiso para cogerme a Silvana, aunque me dijo que ella le iba a pedir por favor que cogiera conmigo, dado que a Silvana le gustan los machos con pija grande y, evidentemente, no la tenía y Silvana lo sabía.
-Y cómo lo sabe? Si nunca me vió en bolas, mi amor?
-Porque yo le conté, siempre nos contamos entre las chicas como tienen la pija los cornudos de nuestros novios o maridos- me dijo, y se echó a reir.
-Tengo ganas, muchas ganas de coger-me dijo mi novia.
-Vamos a la cama, entonces!-le dije como si nada hubiese pasado.
-Jajajaja, ganas de coger en serio, cornudo, lo voy a llamar a Mauro. Pasame el celular!- me ordenó.
La cruda realidad, la primera vez que mi novia me notificaba que se la iban a garchar en lo inmediato.
Lo llamó por teléfono, y entró a la ducha, salió envuelta en la toalla, y la ví más hermosa que nunca.
-Ayudame a cambiarme, mi amor, Mauro llega en 45 minutos. Pero primero necesito que vayas hasta mi casa y me traigas un conjuntito de ropa interior que está allá, uno negro con portaligas, buscalo en el segundo cajón. Y apurate – me dijo
Fui a lo de mi novia, y descubrí que tenía un montón de ropa interior que no conocía yo, que seguramente usaba con sus machos. Me mandó un mensajito pidiéndome zapatos de taco aguja, unos que me encantan.
Al llegar mi novia estaba maquillada y peinada como una verdadera hembra lo hace para su macho, no pude evitar querer besarla pero ella se negó:
-No, no, no, esto es para Mauro, no para vos. Ayudame a vestirme para él, dale que ya va a llegar.
Cuando se puso el conjuntito y el portaligas, estaba divina.
-Qué hermosa que estás mi amor! No te conocía ese conjunto, nunca te ví así de maquillada, perfecta.
-Y hace falta un buen motivo para que lo haga, y Mauro es un motivo de sobra para esto, ya lo vas a ver
-Qué hago cuándo el llegue? Me Voy mi amor?
-No, cuerno, quiero que te quedes, quiero que veas como me coge un hombre de verdad, como me coge mi macho.
Me excité, hacía menos de doce horas me había enterado que era cornudo y ya vería a mi mujer con otro en vivo y en directo.
-Ahí está, bajá a abrirle, cornudo.-me ordenó Laura mientras se sentaba en el sillón en forma muy, muy de puta.
Cuando bajé, me llevé una sorpresa: Mauro medía dos metros, era grandote y era negro, negro africano color chocolate.
-Hola, vos sos Mauro?
-Sí, vos sos el novio de mi puta? – me lanzó así nomás el morocho.
-Sí, sí, pasá.
En el ascensor me dice:
-Qué buena hembra es tu novia, flor de puta, qué ganas de coger que tengo!!!! Ahora vas a ver como me la cojo a la putita esta que tenés por novia.
Yo estaba callado, no sabía qué decirle. Al abrir la puerta de mi departamento, Mauro entra primero y alcanzo a ver a mi novia pararse rápidamente y correr a los brazos de Mauro.
-hola mi amor, por fin llegaste, no doy más-dijo mi novia
-hola putita! – contestó el macho y le encajó un beso que no terminaba nunca.
-Ahora chúpamela- dijo el negro.
Mi novia se agachó y le desabrochó el pantalón. Lo que ví me dejo boquiabierto, una anaconda de unos 25 cm de largo y que todavía no estaba dura. Mi novia vió la expresión en mi rostro:
-Mirá cornudo, esto es una pija, una pija de verdad!!! – y abrió bien grande la boca para comérsela entera. La chupaba con un esmero, su boca cubría la cabezota y la dejaba reluciente, el negro la agarraba de la nuca y la obligaba a hundírsela completa hasta la garganta, cosa que a mi novia le encantaba. Nunca había visto a mi novia chupando pija, lo hacía muy bien, y a mi nunca me lo había hecho.
El negro se sentó y mi novia se arrodilló a sus pies y ahora empezó a enterrar la cabeza entre las pelotas del negro que eran gigantes, lamía y olía todo el olor a macho de las pelotas de Mauro:
-Así puta, puta así, muy bien, chúpame las bolas trola de mierda, dale, mostrale al cornudo como te gusta chuparme las bolas- así animaba el negro a Laura, y ella obedecía sin chistar.
-Ahora el culo, chúpame el culo,putita barata, dale trola – Y mi novia se esforzaba y estirando bien la lengua la pasaba por el ano de su macho, mientras que se metía unos dedos en la concha.
En eso mi novia me dice: - Vení cuerno, chúpame los dedos, acercate.
Preso de la excitación me acerqué y mi novia me frena, y en lugar de los dedos, me agarra la cara y me da un beso de lengua, hundiendo su lengua dentro de su boca. El negro se empezó a reír.
-Tomá cornudo, sentís el sabor a pija, bolas y culo de mi macho? TE gusta, cornudo de mierda?
Lo cierto era que me gustaba ver a mi novia tan puta, tan perversa, perdida por su macho pero que a la vez se haya acordado de mí mientras disfrutaba de su macho, era muy excitante.
-Vamos a la cama de tu novia que te voy a partir en dos, trola!-ordenó el negro.
Mi novia se puso en cuatro, y el negro de una la empernó.
-No vas a usar forro? – le pregunté a Mauro.
Tanto él como mi novia se rieron de mi pregunta, y siguieron.
-Ay, papi, papito, macho, cógeme macho, cógeme!!! – mi novia estaba como loca, jamás me la había siquiera imaginado así, pero este macho la ponía a mil.
El negro taladraba a mi novia, y en eso escucho a mi novia decirle:
-Anoche el cornudo me la puso un ratito!
-Qué puta???? Este cornudo pija chica te la puso???? A ver mostrá la pija cornudo!!!
Con mucha vergüenza saqué mi verga parada del pantalón, y el negro empezó a reírse:
-con eso te cogió, este cornudo???? Jajajajaja, es una pijita enana!!!
-Sí, me cogió con eso, no sentí nada
-Pero igual cogiste, puta, tomá!!!!- y le dio una cachetada a mi novia que me asustó y por poco reacciono y le pego al negro, pero al escuchar a mi novia, me frené:
-Ahí, papi, pégame, me porté mal, cogí con un pija chica, le entregué mi concha a un pija chica.
-Toma puta, tomá!!!!!! –el negro la seguía abofeteando mientras la cogía y mi novia tuvo un orgasmo alucinante.
El negro se paró de la cama, y se vino al lado mío, mi novia hizo lo mismo pero se agachó y agarrando las dos pijas dijo:
-Jajajaja, podés creer Mauro, que este cornudo, pretenda hacer feliz a una hembra como yo con esta pijita diminuta!!!!. Ah, mirá, ya está a punto de acabar el cornudo, mirá como le sale el juguito a la pijita, vamos cornudo, pajeate y acabá que con Mauro nos queremos divertir.
Obedecí y acabé, mi novia me felicitó con un besito en la frente, mientras que agarraba a Mauro de la pija y lo llevaba de nuevo a la cama.
-Ahora te voy a hacer el orto, puta!
-Sí, papi, haceme el orto, me lo merezco.
Ni enterado estaba yo que mi novia gozaba con el sexo anal, lo cierto es que nunca se me había pasado por la cabeza proponérselo.
Parecía que la mataba, mi novia aullaba y se frotaba la concha con una mano, mientras el negro le daba masa con ese porongón en el ojete, perdí la cuenta de los orgasmos que tuvo mi novia.
Después de nuevo en la concha, y escucho a mi novia suplicar:
-Acabame adentro, papi, llename con tu leche, papi.
El negro pegó un alarido grotesco, que lo deben haber escuchado todos los vecinos, y mi novia lo animaba moviendo sus caderas, como queriendo exprimir toda la leche de esa chota.
-Tomá puta, tomá mi leche negra, puta!!!!!
-Ahhh, sí sí, qué hermoso, papi.
El negro sacó la chota de la concha de mi novia, y salió una gran cantidad de leche que manchó todas las sábanas.
-Limpiame puta, dale trola que me quiero ir – ordenó Mauro y la puta obedeció. Le dejo la pija reluciente.
-Bajá a abrirme cornudo, apurate, dale.
Se fue sin saludarme, maleducado, pensé.
Al volver estaba mi novia con las piernas abiertas en la cama, pensé que estaba dormida, pero no, me dijo:
-Te gustó, cuerno?
-Sí, sí mi amor, me encantó
-Me alegro, de acá en más va a ser así nuestro sexo, quizá alguna vez al mes deje que me la pongas, pero si no, cuando se pueda, vas a poder cuando otro me coge y hacerte una paja, sabés?
-Sí, sí
-Vos me querés? – me preguntó
-Sí, mi amor
-bueno, entonces, demostramelo, chúpame bien la concha y sacá toda la leche que me dejó mi macho adentro.
-Pero no mi amor, yo no soy puto – le dije
-Dale, vení, animate, acercate primero, dame un beso en la boca
Y me acerqué y la besé, tenía un gusto extraño, y ahí recién me acordé que ella le había limpiado la chota a su macho hacía muy pocos minutos, nuestras lenguas se juntaban, me excité de nuevo y mi pija estaba totalmente erecta.
-Ves que te gusta? Es el mismo sabor, bajá mi concha ahora y lameme.
No sé porqué, pero lo hice. Bajé y metí mi lengua en su concha recién cogida y llena de leche de otro, y lamí, lamí.
-Así, cornudo, así, ahhhhh, qué lindo cuerno, seguí, ahhhhhhhhhhhh – hice acabar a mi novia.
Mi pija no daba más y mientras la chupaba también acabé, aunque sin tocarme.
-Qué lindo, cornudo, se ve que te gustó mucho limpiarme, acabamos los dos mientras lo hacías, de ahora en más va a ser una tarea nueva que vas a tener, limpiarme la concha con la lengua después de que un macho de verdad me coja, sabés cornudo?
-Si mi reina.
Nos dormimos abrazados.
A los pocos días, José y Silvana nos invitaron a comer a su casa. Laura se maquilló y se vistió como una puta y nos fuimos hacia allá. Cenamos, y luego conversamos, José nos contó que con Silvana ya habían hablado en profundidad, y su relación de ahora en más sería la de un marido fiel y cornudo con una esposa puta, igual que la mía con la de Laura. Brindamos por eso. Silvana desapareció unos momentos, y al regresar dijo:
-Tengo una sorpresa. Miren quién está acá?
Y apareció Mauro, y detrás de él, tres amigos más, grandotes y negros como él, en pelotas, listos para cogerse a nuestras mujeres.
-Ustedes dos, cornudos, sientensé ahí y miren como nos cogen estos sementales.
Lo que ví esa noche fue hermoso, mi cuernos crecieron varios centímetros, y José demostró que además de cornudo, le gusta comerse una buena chota negra con la boca y con el orto, tal como suponía mi novia, pero esa historia es para otro relato.
Del dicho al hecho, un corto trecho (cornudo for ever)
Con mi novia tenemos un grupo de amigos, parejas, bastante numeroso. Es inevitable que existan habladurías y chusmeríos, entre todas las parejas la que más se destacaba diciendo boludeces y criticando la vida de los demás, era la conformada por José y Silvana. Parecían dos arpías, siempre criticando a los demás cuando no estaban. Un día llega a mi oídos por otro amigo que José había dado a entender en la última cena en que se habían juntado todos y a la cual nosotros no fuimos, que mi novia, Laura, me engañaba con otros tipos. Luego al momento lo desmintió, como diciendo, estaba jodiendo, típico de lo que hacen algunos chismosos como estrategia para meter cizaña, sembrar la duda, y retirarse sin comprometerse demasiado.
Lo cierto es que me agarré mucha, muchísima bronca con el comentario y lo primero que hice fue contarle a mi novia, una noche que estábamos en la cama. Su reacción fue primero de sorpresa y luego empezó a reírse.
-Así que este José, boludo de mierda, está diciendo esas cosas, me gustaría saber de dónde las sacó. – dijo Laura sin dejar de sonreir
-¿Cómo de dónde las sacó? Se las inventó ese hijo de puta chismoso mete púa para tirar mierda – le contesté enojado a mi novia.
-Bueno, bueno, no te enojes, mirá lo que te voy a decir, es que, espero que no te enojes, pero sí, es la verdad, es todo verdad, desde hace dos meses estoy con un tipo, un tipo que me cambió la vida. Disculpá que te lo diga así, pero es verdad. –me dijo Laura, así como así, de una y sin anestesia.
-¡¡¿¿¿¿Cómo?????? Me estás jodiendo!!!!! – no podía creer lo que estaba escuchando
-No, no, no te estoy jodiendo mi amor, lamentablemente para vos, y felizmente para mí, no te estoy jodiendo, tengo un hombre que me hace feliz en la cama, algo que vos nunca pudiste hacer y él sí –me reafirmó mi novia, mirándome fijamente a los ojos y con una sensación de alivio en sus ojos por su confesión.
-Perra, puta, cómo mierda podés hacerme esto? Yo te dí todo, todo. Además nunca me dijiste que no eras feliz sexualmente conmigo, y te querés justificar con eso, puta de mierda- le grité.
-Esperá, esperá, calmate que te voy a explicar como fue todo, mi amor.
-Qué mi amor ni mi amor, puta arrastrada, bueno, a ver , dale, decime cómo fue.
-Bueno, yo tenía la fantasía hace bastante tiempo de estar con otro tipo, lo cierto es que la fidelidad, en todas mis relaciones, nunca fue mi punto fuerte, siempre que estuve de novia tenía a alguno o algunos “amiguitos”aparte para que me sirvieran, es la verdad, mi amor – me dijo.
-Sos un puta! Una puta! Además qué, este no es el primero con el que me gorreás? – Le recriminé
-La verdad que no, este es como el décimo tipo con el que me acuesto, mientras estoy con vos de novia.
No lo podía creer, nos íbamos a casar, estábamos prácticamente viviendo juntos (ella dormía tres o cuatro noches por semana en mi casa) y me venía a enterar que mi novia era una puta, que me metió los cuernos con diez tipos y yo ni enterado. Nuestra vida sexual al parecer era normal, pero se ve que estaba equivocado, y ella me lo confirmó.
-Mi amor, te confieso que nunca gocé con vos, bah, si gozaba, pero no era lo mismo, siempre me gustaron las vergas grandes, muy grandes, y vos sabés bien que no es tu caso. Yo necesito pijas grandes, que me hagan sentir bien hembra, que me traten mal y me cojan como una puta, sin respeto de ningún tipo, que me traten como un juguete sexual, como una esclava. Vos sos todo lo contrario, me tratás como una reina, como una muñeca de porcelana, no me pedíste nunca que te chupe la pija, a mí me encanta hacerlo, chupar una buena verga bien bien grande, lo único que sí hacés más o menos bien es chuparme la concha. En todo el resto sos de madera, pero te amo y por eso sigo con vos, aunque te hago cornudo, eso sos, un cornudo, y por mi parte no pienso dejar de hacerte cornudo, necesito machos de pija grande al lado mío que me satisfagan, y vos no entrás en esa categoría ni de rebote.
Yo estaba mudo, esta confesión de mi novia no me la esperaba, celos, bronca, deseos de romper todo, pero estaba quieto, y lo que es peor, noté que mi miembro estaba erecto, y lo único que hice fue tratar de tapármelo, pero mi novia lo notó enseguida y dijo:
-Ummm, porqué se te paró la pijita? Te calentaste con lo que te terminás de enterar, cornudo?
-Basta puta, basta –le grité enojado. No sabía que hacer, mi vida se había desplomado, mi pareja cuasi perfecta era una mentira, mi novia me era infiel, y lo iba a seguir siendo, no sabía que hacer, me sentía indefenso, vulnerable. Lo único que pude decirle es:
-Me voy a dormir al sillón, mañana voy a decidir qué hago con vos, puta de mierda.
Ella no me contestó, me miraba como con lástima, pero muy seguro de sí.
Me fui al sillón, y no podía dormirme, en eso empiezo a sentir suspiros que venían de mi habitación, cada vez más fuertes. Fui a ver qué pasaba, mi novia se estaba masturbando, se metía tres o cuatro dedos en la concha, con los ojos cerrados y gemía cada vez más fuerte.
-Puta, de pajearte, no me excita esto pelotuda.
-Es que no puedo evitarlo, estoy pensando en él, en la cogida que me pegó hoy a la tarde mi macho, y no puedo parar, cornudo, no puedo, cornudoooooooooo-y acabó. Los deditos que sacó de su concha estaban empapados, lo que hizo fue levantarlos y me dijo:
-Limpiame los deditos, cornudo.
Sin pensar, y sin saber porqué, obedecí al instante, llevándome esos deditos bañados en flujo a mi boca.
-Muy bien cuernito, muy bien, así se hace, Limpiá bien los deditos de tu novia, están todos mojaditos porque se acordó de su macho, de su verdadero macho. – me dijo mi novia, esto me excitó aún más.
-Puedo chuparte la concha, mi amor? – Le pregunté tímidamente.
-Sí, mi cornudito, chúpame bien la concha, dale.
Metí mi lengua en esa concha, ella empezó a gemir, y a decirme:
-Bien, vas bien cornudo, chupá, chupá, te gusta chuparle la concha a tu novia puta? Sabés que esta tarde hubo una pija donde vos tenés ahora la lengua, una pija grande que no era tuya, cornudo?
-Ummm, sí sí, puta, sí
-Y te gusta, cornudo, no? Te excita ser un cornudo servicial, no?
-Sí sí –yo continuaba lamiendo, totalmente excitado y al palo.
-Me parece que nos vamos a llevar muy bien mi vida, vamos a seguir siendo una pareja como hasta ahora, nomás que a partir de hoy ya no voy a tener secretitos con vos, cornudo, ahora vas a estar al tanto de todo y me vas a ayudar a tener sexo con machos, con machos de verdad, de pija grande, no te parece, cornudo?
-Sí, sí mi amor, sí, yo te voy a ayudar a que los que vos quieras te cojan, te hagan su puta, yo te voy a ayudar y a servir, mi amor, mi reina – le contesté, totalmente sumiso y entregado, quizá producto de la excitación del momento. Estaba re al palo, y le pregunté:
-Te la puedo poner un ratito?
-Ummm, para qué? Estás muy caliente cuerno, por mí no, no tengo ganas de que vos me cojas!
-Dale, por favor, mi amor, dejame-le rogué
-Bueno, dale, lo hago por vos, ponela y apurate que estoy cansadita, cuerno.
Se la puse, en dos minutos acabé. Ella no emitía sonido alguno, solamente me miraba con ternura.
-Ahhhhh, qué lindo- dije al acabar.
-Sí, cuerno, para vos es lindo, pero como verás, mucho no gocé que se diga, jajajajaja, entendés porqué sos cornudo, ahora?
-Sí, mi amor, sí, entiendo y me lo merezco! Tengo la pija chica.
-Sí, tenés la pija chica y además sos un cero a la izquierda para todo en la cama, menos para chupar concha, así que de acá en más tu único deber va a ser chuparme la concha cuando yo te lo pida, no cuando vos quieras, cornudo!.- me dijo mi novia, poniendo los tantos de cómo iban a ser nuestras relaciones sexuales de acá en más.
-Ahora te quedás acá en la cama, por sos mi novio, y tenés que cuidar a tu mujer, cornudo, vení, abrazame cornudo.
Obedecí totalmente. Me quedé dormido enseguida con la puta de mi novia en mis brazos. Al despertarme lo primero que se vino a la cabeza, fue la noche anterior, no sabía si era realidad o había sido un sueño. Mi novia no estaba a mi lado, la escuché hablando por teléfono y me levanté de la cama.
-“Sí, así que bueno, ya está, Sil, ya le conté todo. Ahora decile al cornudo de tu marido que cierre el pico, él no sabe que es el más cornudo entre todos los cornudos, que no hable más al pedo, y además vos, cómo se te ocurre confesarle eso, el teléfono de Mauro me lo pasaste vos guacha y después lo primero que hacés es mandarme al frente a mí.” – escuché que decía.
“te entiendo, pero hubieses buscado otra excusa, es más, decile a José que es cornudo, a mi novio le encantó saberlo, al principio se enojó pero ya está, estoy segura que va a ser un excelente cornudo consentidor, y tu marido seguro que más todavía, es más, no quiero ser dura, pero seguro que tu marido por como es, hasta le va a chupar la pija a tus machos, porque siempre me pareció medio maricón, qué querés que te diga, por algo no te coge nunca el flaco ese”.
Nunca había escuchado a mi novia hablar así. Al parecer le estaba poniendo los puntos a la pelotuda de Silvana, pero….no entendía del todo. Sí entendí que nada había sido una fantasía, que una nueva vida empezaba para ambos.
Mi novia cortó, dio media vuelta y me dijo:
-Buen día, cornudito!!!!! – y me dio un buen beso – Termino de cortar con Silvana, para que me explique como el pelotudo de José se enteró de todo, al parecer el bobo de tu amigo le encontró el teléfono de Mauro en el celular, y ella me tuvo que meter a mí en el medio.
-Quién es Mauro? – Pregunté
-Maura es mi nuevo macho, antes era el macho de Silvana, bah, en realidad es el macho de las dos, y vaya a saber de cuántas más-me dijo con toda naturalidad.
-Pero esperá, José también es cornudo? –
-Jajajaja, sí, de tu grupo, son muchos cornudos: José, Marcelo, los dos Matías, Alejandro. Adondé te crees que vamos los miércoles a la noche cuando nos juntamos con las chicas? A jugar al truco? No, invitamos siempre machos, y la pasamos muy pero muy bien.
-no, no , no te puedo creer
-Creelo porque verdad, el grupo de amigos de ustedes, podría decirse que es un grupo de ciervos, todos cornudos. Y la que empezó con todo esto, sabés quien fue? Silvanita, flor de puta si las hay, después se hace la esposa modelo y la madre ejemplar, pero más de una vez estaba cagada en las patas por miedo a estar embarazada de alguno de sus machos. Ella empezó a proponer estos encuentros, una vez que se enteró que yo me garchaba a mi vecino Rubén, te acordás? El que vivía en el departamento arriba del mío, el viejo. Bueno, cuando se enteró me confesó que José era flor de cornudo, y le presenté a Rubén, que también se la cogió a ella. Después de eso, todo siguió su curso natural, descubrimos que las otras mujeres de los ciervos de tus amigos también eran bastante trolitas, así que nos organizamos y empezamos a conseguirnos machos que nos cojan y a intercambiarlos entre nosotras. Al día de hoy, sos el único cornudo consciente, todos los otros son cornudos y pelotudos, aunque calculo que en estos momentos Silvana ya lo está poniendo al tanto a tu amiguito de lo cornudo que es.-concluyó de relatar mi novia.
Me costaba asimilar todo esto, yo cornudo, la mayoría de mis amigos cornudos, pero lo que sí estaba seguro es que me excitaba mucho que mi novia sea tan puta.
Sonó mi teléfono a la media hora.
-Hola José, como estás?
-Mal, mal, recién hablé con Silvana, la hija de puta me engañó con un compañero de trabajo-me dijo llorando. Qué pelotudo!- pensé, si este es el más cornudo de los cornudos, se enteró que Sil se volteó a un compañero de trabajo y ya está llorando, cornudo y pelotudo. Cuando se entere del resto, este mongui se va a querer matar, pobre infeliz.
-Bueno, bueno, aceptalo y fijate, si la amás seguí con ella, aceptalo así, si lo hizo es porque lo necesitaba, no para hacerte daño, aceptate así, como un cornudo – fue lo único que me salió decirle al chismoso de mierda este, se lo tenía bien merecido.
-No me digas así, no soy un cornudo, ella solo lo hizo una vez con un compañero de trabajo, nada más!-decía el cuerno
-Mirá, no creo que lo haya hecho una sola vez como te dijo, ni tampoco que lo haya hecho con un compañero de trabajo y nada más, a esto te lo cuento porque vos estuviste hablando a mis espaldas, te lo digo así, tu esposa es flor de puta, vos sos más cornudo que yo, pelotudo, tu esposa muchas veces tenía miedo de quedar embarazada de alguno de sus amantes, entendés? Sos una bolsa de cuernos, tu mujer es una puta, una PUTA, como mi novia, cornudo!!!!! –le contesté con bronca al cornudo para bajarlo de un tiro de la nube de pedos en que estaba sentado.
-No me digas así, sos mi amigo, mi amigooooooo, buhhh,buhhhh-decía el cuerno llorando.
-Mirá, lo mejor es que lo aceptes, yo ayer hablé con Laura, me confesó todo, que soy un cornudo, que se la garcharon al menos diez machos desde que está conmigo, lo mejor que podés hacer es volver a sentarte con tu mujer, que es una PUTA, y que te confiese todo. Es más, ahora que lo pienso, a tu mujer en cuanto pueda me la voy a coger, porque es tan pelotuda y me cae tan para el orto lo soreta que es que me la voy a coger yo también – le dije al cornudo de mi amigo.
-Eh, pará, te estás yendo al carajo!
-Al carajo te fuiste vos chusmeando con mis amigos lo que me tendrías que haber dicho en la cara, pero bueno, te perdono, eso sí, aceptate con un CORNUDO, C-O-R-N-U-D-O y además me voy a coger a tu mujer, manfloro.
-Eh, pará pará
-No paro nada, andá ahora, querido amigo, y que tu esposa te cuente todo, todo, cuerno, chau.
-chau, amigo. –se despidió José.
A mi lado estaba mi amada novia que me felicitó, y hasta me dio permiso para cogerme a Silvana, aunque me dijo que ella le iba a pedir por favor que cogiera conmigo, dado que a Silvana le gustan los machos con pija grande y, evidentemente, no la tenía y Silvana lo sabía.
-Y cómo lo sabe? Si nunca me vió en bolas, mi amor?
-Porque yo le conté, siempre nos contamos entre las chicas como tienen la pija los cornudos de nuestros novios o maridos- me dijo, y se echó a reir.
-Tengo ganas, muchas ganas de coger-me dijo mi novia.
-Vamos a la cama, entonces!-le dije como si nada hubiese pasado.
-Jajajaja, ganas de coger en serio, cornudo, lo voy a llamar a Mauro. Pasame el celular!- me ordenó.
La cruda realidad, la primera vez que mi novia me notificaba que se la iban a garchar en lo inmediato.
Lo llamó por teléfono, y entró a la ducha, salió envuelta en la toalla, y la ví más hermosa que nunca.
-Ayudame a cambiarme, mi amor, Mauro llega en 45 minutos. Pero primero necesito que vayas hasta mi casa y me traigas un conjuntito de ropa interior que está allá, uno negro con portaligas, buscalo en el segundo cajón. Y apurate – me dijo
Fui a lo de mi novia, y descubrí que tenía un montón de ropa interior que no conocía yo, que seguramente usaba con sus machos. Me mandó un mensajito pidiéndome zapatos de taco aguja, unos que me encantan.
Al llegar mi novia estaba maquillada y peinada como una verdadera hembra lo hace para su macho, no pude evitar querer besarla pero ella se negó:
-No, no, no, esto es para Mauro, no para vos. Ayudame a vestirme para él, dale que ya va a llegar.
Cuando se puso el conjuntito y el portaligas, estaba divina.
-Qué hermosa que estás mi amor! No te conocía ese conjunto, nunca te ví así de maquillada, perfecta.
-Y hace falta un buen motivo para que lo haga, y Mauro es un motivo de sobra para esto, ya lo vas a ver
-Qué hago cuándo el llegue? Me Voy mi amor?
-No, cuerno, quiero que te quedes, quiero que veas como me coge un hombre de verdad, como me coge mi macho.
Me excité, hacía menos de doce horas me había enterado que era cornudo y ya vería a mi mujer con otro en vivo y en directo.
-Ahí está, bajá a abrirle, cornudo.-me ordenó Laura mientras se sentaba en el sillón en forma muy, muy de puta.
Cuando bajé, me llevé una sorpresa: Mauro medía dos metros, era grandote y era negro, negro africano color chocolate.
-Hola, vos sos Mauro?
-Sí, vos sos el novio de mi puta? – me lanzó así nomás el morocho.
-Sí, sí, pasá.
En el ascensor me dice:
-Qué buena hembra es tu novia, flor de puta, qué ganas de coger que tengo!!!! Ahora vas a ver como me la cojo a la putita esta que tenés por novia.
Yo estaba callado, no sabía qué decirle. Al abrir la puerta de mi departamento, Mauro entra primero y alcanzo a ver a mi novia pararse rápidamente y correr a los brazos de Mauro.
-hola mi amor, por fin llegaste, no doy más-dijo mi novia
-hola putita! – contestó el macho y le encajó un beso que no terminaba nunca.
-Ahora chúpamela- dijo el negro.
Mi novia se agachó y le desabrochó el pantalón. Lo que ví me dejo boquiabierto, una anaconda de unos 25 cm de largo y que todavía no estaba dura. Mi novia vió la expresión en mi rostro:
-Mirá cornudo, esto es una pija, una pija de verdad!!! – y abrió bien grande la boca para comérsela entera. La chupaba con un esmero, su boca cubría la cabezota y la dejaba reluciente, el negro la agarraba de la nuca y la obligaba a hundírsela completa hasta la garganta, cosa que a mi novia le encantaba. Nunca había visto a mi novia chupando pija, lo hacía muy bien, y a mi nunca me lo había hecho.
El negro se sentó y mi novia se arrodilló a sus pies y ahora empezó a enterrar la cabeza entre las pelotas del negro que eran gigantes, lamía y olía todo el olor a macho de las pelotas de Mauro:
-Así puta, puta así, muy bien, chúpame las bolas trola de mierda, dale, mostrale al cornudo como te gusta chuparme las bolas- así animaba el negro a Laura, y ella obedecía sin chistar.
-Ahora el culo, chúpame el culo,putita barata, dale trola – Y mi novia se esforzaba y estirando bien la lengua la pasaba por el ano de su macho, mientras que se metía unos dedos en la concha.
En eso mi novia me dice: - Vení cuerno, chúpame los dedos, acercate.
Preso de la excitación me acerqué y mi novia me frena, y en lugar de los dedos, me agarra la cara y me da un beso de lengua, hundiendo su lengua dentro de su boca. El negro se empezó a reír.
-Tomá cornudo, sentís el sabor a pija, bolas y culo de mi macho? TE gusta, cornudo de mierda?
Lo cierto era que me gustaba ver a mi novia tan puta, tan perversa, perdida por su macho pero que a la vez se haya acordado de mí mientras disfrutaba de su macho, era muy excitante.
-Vamos a la cama de tu novia que te voy a partir en dos, trola!-ordenó el negro.
Mi novia se puso en cuatro, y el negro de una la empernó.
-No vas a usar forro? – le pregunté a Mauro.
Tanto él como mi novia se rieron de mi pregunta, y siguieron.
-Ay, papi, papito, macho, cógeme macho, cógeme!!! – mi novia estaba como loca, jamás me la había siquiera imaginado así, pero este macho la ponía a mil.
El negro taladraba a mi novia, y en eso escucho a mi novia decirle:
-Anoche el cornudo me la puso un ratito!
-Qué puta???? Este cornudo pija chica te la puso???? A ver mostrá la pija cornudo!!!
Con mucha vergüenza saqué mi verga parada del pantalón, y el negro empezó a reírse:
-con eso te cogió, este cornudo???? Jajajajaja, es una pijita enana!!!
-Sí, me cogió con eso, no sentí nada
-Pero igual cogiste, puta, tomá!!!!- y le dio una cachetada a mi novia que me asustó y por poco reacciono y le pego al negro, pero al escuchar a mi novia, me frené:
-Ahí, papi, pégame, me porté mal, cogí con un pija chica, le entregué mi concha a un pija chica.
-Toma puta, tomá!!!!!! –el negro la seguía abofeteando mientras la cogía y mi novia tuvo un orgasmo alucinante.
El negro se paró de la cama, y se vino al lado mío, mi novia hizo lo mismo pero se agachó y agarrando las dos pijas dijo:
-Jajajaja, podés creer Mauro, que este cornudo, pretenda hacer feliz a una hembra como yo con esta pijita diminuta!!!!. Ah, mirá, ya está a punto de acabar el cornudo, mirá como le sale el juguito a la pijita, vamos cornudo, pajeate y acabá que con Mauro nos queremos divertir.
Obedecí y acabé, mi novia me felicitó con un besito en la frente, mientras que agarraba a Mauro de la pija y lo llevaba de nuevo a la cama.
-Ahora te voy a hacer el orto, puta!
-Sí, papi, haceme el orto, me lo merezco.
Ni enterado estaba yo que mi novia gozaba con el sexo anal, lo cierto es que nunca se me había pasado por la cabeza proponérselo.
Parecía que la mataba, mi novia aullaba y se frotaba la concha con una mano, mientras el negro le daba masa con ese porongón en el ojete, perdí la cuenta de los orgasmos que tuvo mi novia.
Después de nuevo en la concha, y escucho a mi novia suplicar:
-Acabame adentro, papi, llename con tu leche, papi.
El negro pegó un alarido grotesco, que lo deben haber escuchado todos los vecinos, y mi novia lo animaba moviendo sus caderas, como queriendo exprimir toda la leche de esa chota.
-Tomá puta, tomá mi leche negra, puta!!!!!
-Ahhh, sí sí, qué hermoso, papi.
El negro sacó la chota de la concha de mi novia, y salió una gran cantidad de leche que manchó todas las sábanas.
-Limpiame puta, dale trola que me quiero ir – ordenó Mauro y la puta obedeció. Le dejo la pija reluciente.
-Bajá a abrirme cornudo, apurate, dale.
Se fue sin saludarme, maleducado, pensé.
Al volver estaba mi novia con las piernas abiertas en la cama, pensé que estaba dormida, pero no, me dijo:
-Te gustó, cuerno?
-Sí, sí mi amor, me encantó
-Me alegro, de acá en más va a ser así nuestro sexo, quizá alguna vez al mes deje que me la pongas, pero si no, cuando se pueda, vas a poder cuando otro me coge y hacerte una paja, sabés?
-Sí, sí
-Vos me querés? – me preguntó
-Sí, mi amor
-bueno, entonces, demostramelo, chúpame bien la concha y sacá toda la leche que me dejó mi macho adentro.
-Pero no mi amor, yo no soy puto – le dije
-Dale, vení, animate, acercate primero, dame un beso en la boca
Y me acerqué y la besé, tenía un gusto extraño, y ahí recién me acordé que ella le había limpiado la chota a su macho hacía muy pocos minutos, nuestras lenguas se juntaban, me excité de nuevo y mi pija estaba totalmente erecta.
-Ves que te gusta? Es el mismo sabor, bajá mi concha ahora y lameme.
No sé porqué, pero lo hice. Bajé y metí mi lengua en su concha recién cogida y llena de leche de otro, y lamí, lamí.
-Así, cornudo, así, ahhhhh, qué lindo cuerno, seguí, ahhhhhhhhhhhh – hice acabar a mi novia.
Mi pija no daba más y mientras la chupaba también acabé, aunque sin tocarme.
-Qué lindo, cornudo, se ve que te gustó mucho limpiarme, acabamos los dos mientras lo hacías, de ahora en más va a ser una tarea nueva que vas a tener, limpiarme la concha con la lengua después de que un macho de verdad me coja, sabés cornudo?
-Si mi reina.
Nos dormimos abrazados.
A los pocos días, José y Silvana nos invitaron a comer a su casa. Laura se maquilló y se vistió como una puta y nos fuimos hacia allá. Cenamos, y luego conversamos, José nos contó que con Silvana ya habían hablado en profundidad, y su relación de ahora en más sería la de un marido fiel y cornudo con una esposa puta, igual que la mía con la de Laura. Brindamos por eso. Silvana desapareció unos momentos, y al regresar dijo:
-Tengo una sorpresa. Miren quién está acá?
Y apareció Mauro, y detrás de él, tres amigos más, grandotes y negros como él, en pelotas, listos para cogerse a nuestras mujeres.
-Ustedes dos, cornudos, sientensé ahí y miren como nos cogen estos sementales.
Lo que ví esa noche fue hermoso, mi cuernos crecieron varios centímetros, y José demostró que además de cornudo, le gusta comerse una buena chota negra con la boca y con el orto, tal como suponía mi novia, pero esa historia es para otro relato.
25 comentarios - Del dicho al hecho, un corto trecho (cornudo for ever)
Tiene la continuación?
pd: si te gsuta leer y tenes ganas, pasate por mis relatos