Mi primer relato: mi fantasía más loca

Siempre leo relatos escritos, supuestamente, por mujeres, de grandes orgías y fiestas. Pero una mujer reconoce en seguida cuando el relato es auténtico y cuando es el invento de un tipo tratando de hacerse pasar por una chica.

Les voy a contar una historia y espero que les guste. Yo solía tener una fantasía muy loca: la de darle sexo oral a un desconocido, al azar, en un lugar cualquiera. Cada vez que pensaba en eso, me excitaba toda, entera... y me mojaba tanto que tenía que ir al baño a higienizarme, para no manchar mi ropita.

Pero hace poco pude darme el gusto y cumplir con mi fantasía. Fue en el parque principal de la ciudad donde vivo y trabajo. Les aclaro que no soy una loquita que podrán "levantar" con una frasecita grosera. Soy muy seria, porque mi trabajo me obliga a serlo, pero cada tanto me "descontrolo" si es que vale la pena.

Yo venía cruzando el parque, era a la mañana, cuando justo recordé mi vieja fantasía. Me excité tanto pensando en ella, que tuve que sentarme en un banco, bajo un árbol, a descansar y esperar que me bajara el "calor". En ese momento, vi venir a un muchacho de unos 19 años, que traía unos apuntes de facultad y caminaba apurado, como si llegara tarde a una clase. Tenía un aspecto bastante... lastimoso... Era feo, desgarbado, no vestía con buen gusto y se notaba desde lejos que era lo que llamamos: "un perdedor". Yo soy una mujer de unos 30, que visto muy bien y tengo una figura... digamos... pasable 😉

Le pregunté si tenía fuego, y me dijo que sí. Al encenderme el cigarrillo, le vi los nervios. Temblaba un poquito y me miraba con ansias, pero era muy tímido o yo debo haberlo asustado. Me dio tanta... mmmmm...¿cómo decirlo?... lástima no era... "instinto maternal", tampoco... No sé cómo definirlo...

Me dije a mí misma: "¿Y si te das el gusto de cumplir tu fantasía regalándole algo inolvidable a éste loser"?. Fue pensarlo y empezar a excitarme. Algo debe haber notado el chico, porque se puso tenso y retiró la mano con el encendedor. Le dije que no se pusiera nervioso y que se sentara a mi lado. Así lo hizo.

Le pregunté:

-¿Tenés novia?
-No... me contestó medio acobardado
-¿Por qué?
- Es que... no tengo tiempo....Debo estudiar...

Hablamos de su estudio, le conté (sin darle muchos datos personales) a qué me dedico y lo miraba fijamente a los ojos. Le vi empezar a transpirar, de los nervios. En un momento, decidí que ESE sería el "afortunado". Así que le pregunté directamente:

-¿Te gustaría hacer el amor con una mujer como yo?

Pobrecito... casi salió corriendo....

Cuando se le pasó la sorpresa, le expliqué mi fantasía, vi como empezaba a excitarse pero lo disimulaba. Le conté que había soñado con hacerlo, muchas veces, pero que nunca me había animado y que hoy, ahí, se me antojó que ESE era el momento. Le tomé la mano y se la hice poner entre mis piernas. Sintió mi tanga mojada y quiso retirar la mano enseguida. Ahí me di cuenta de que no tenía experiencia sexual, o tenía muy poquita.

Le pregunté y me dijo que solo lo había hecho un par de veces con una compañera del secundario del pequeño pueblo del campo de donde venía, pero que nunca había tenido sexo completo. todo había sido siempre a las apuradas y en el asiento del auto del padre.

Así que, sin más conversaciones, le dije: "Te llevo a un lugar en mi auto y te voy a dar el mejor regalo de tu vida". Subimos a mi auto, que lo tenía a un par de cuadras, y lo llevé a un lugar que conozco, para estar cómodos. No a mi departamento (por otra historia que alguna vez contaré)

Llegamos, nos duchamos y lo miré desnudo. Su aspecto no era para volverse loca de lujuria y, por un momento estuve a punto de arrepentirme. Pero me dije: "llegaste hasta acá, ya no vas a retroceder".

Lo llevé a la enorme cama de la suite que yo había alquilado (él no tenía un peso...) y le hice acostar. Estaba tan asustado, pobrecito, que no sabía si taparse su pito con las manos o tocarme. Tomé su mano, se la puse en uno de mis pechos y le dije: "caricias, tenés que darme". Empezó a acariciarme con mucha timidez, casi con susto. Sentía su mano transpirada. Era un poco desagradable sentirla en mi piel, pero decidí que iba a darle mi "regalo".

Lo hice recostarse de espaldas, con su pito al aire y se lo miré. Era normal. Nada extraordinario. Ni grande ni chico y no estaba torcido, que ese es un dato importante para mí. No me gustan los penes torcidos. Tenía una leve erección, así que, me incliné sobre él y metí de un golpe su pito en mi boca y se lo empecé a chupar, muy, pero muy suavecito.

¡Pobre!. Parecía que había tocado un cable pelado del salto que pegó. Se contrajo entero y sentí que empezaba a gemir. Al principio, suavecito, pero luego sus gemidos parecían lamentos. Se lo empecé a chupar con fuerza, cada vez más. Se lo apretaba con mis labios, tiraba para afuera despacito, y lo soltaba cuando salía de mi boca. Y le pasaba la lengua por la punta, lamiéndoselo como un helado, Eso lo volvía loco!

Así que seguí regalándole la primera mamada que había recibido en su vida. Porque si su amiga del pueblo se la había chupado, o lo hizo sin ganas o no sabía lo que es chuparse una buena pija hasta hacer explotar a un tipo.

Yo subía y bajaba con su pene adentro de mi boca , mientras él, recostado, solo gemía y se retorcía de placer. Quise dale un poco más: empecé a chuparle los huevos con todas las ganas del mundo. Eso pareció matarlo!!!

Empezó a retorcerse como si le quemara la cama y y, al verlo tan excitado, le chupaba sus huevos con tmás ganas, todavía, mientras lo masturbaba suavecito (para que no acabara ahí nomás), porque no hay nada más lindo para una mujer que sentir a un hombre gimiendo del placer que una le está dando.

Debemos haber estado jugando entre sus bolas y su pene, durante unos 15 minutos. Se las chupé, tanto y con tantas ganas, que lo sentía que estaba a punto de estallar. En un momento, se contrajo de golpe y se quedó muy quieto. Todo su cuerpo se arqueó hacia arriba, se quedó duro y sin decir nada, explotó adentro de mi boca, llenándola de leche. Explotó en serio, no es una manera de decir. En mi vida me habían acabado así adentro de mi boquita tan cuidada y fina!!

¡¡Era algo increíble!!. Nunca sentí a un hombre largar tanta leche!!! Me llenó la boca y me tragué la mitad, porque entró hasta el fondo de mi garganta con la potencia de su acabada. Fue algo muy impresionante. Ahora que lo estoy escribiendo, me vuelvo a excitar como una loca y estoy mojando el sillón de mi escritorio, pero no me importa.

Era una leche bastante espesa, de esas que llevan mucho tiempo "guardadas", jaja

Pero me encantó sentirlo acabar tantísima leche adentro de mi boca. Tenía un gusto raro, como siempre pasa, que cambia el sabor. Pero no me importó y la disfruté tanto, que empecé a juntar con mi lengua toda la que había caído sobre sus bolas, estómago y piernas, porque quería tragarme hasta la última gota. Él estaba duro, quietito, callado, como si se hubiera muerto o toda su fuerza se hubiera ido en esa terrible acabada.

Tomé toda su leche, me la tragué y me acosté a su lado. Había guardado un poquito de leche adentro de mi boca y la hacía jugar. Haciendo como buchecitos 🙂

Él tardó un largo rato en respirar normalmente. No hablaba nada. Solo gemía suavecito, suavecito. Lo abracé, lo acaricié y le dije:

-"Descansemos un ratito que hoy no te dejo ir por varias horas"

Volvió a gemir, como asustando y se quedó en silencio. Ni loca iba a dejar escapar a semejante manantial de leche!!

Hasta mañana...