Fin de semana movidito

Pase tres días en Bs As con Laura, encerrados en la habitación del hotel, cogimos de todas las formas posibles, cuanto más la cogía, más dura y más hinchada se me ponía la pija, ella estaba sacada. Por la mañana iba a trabajar, se quedaba todas la tarde, pasamos una noche juntos, uno de esos días la llamo y le digo que se venga solo con el abrigo. Ella una funcionaria de alto rango se vino desde su trabajo totalmente en bolas y totalmente excitada, le gusta sentirse puta , el marido llamó un par de veces y ella estaba encima de mí. El sábado a la tarde yo estaba agotado pero la miraba y me calentaba su espalda , su culo redondito y su piel de bebe. Si se daba vuelta, sus ojos me mataban, me la comía a besos y la calentura nos volvía a ganar. A punto de dejar el hotel, se pone en pose y mi dice “me haces la cola?”. En veintipico de años de esa relación extramatrimonial (con conocimiento de mi esposa) muy pocas veces le pude hacer el culito, parte porque no la entusiasmaba y gran parte porque tenía una concha que acaparaba todo. La cuestión es que después de proponérmelo, vio como tenía la pija y le cambio la cara y se arrepintió… tarde. Empecé metiéndosela en la concha que a esta altura era un charco la puse de pie contra la pared y se la metí despacito en el culo. Se calentó mal, después de bombearla un rato me la llevé así ensartada hasta la cama, y empezó una serruchada salvaje, estábamos literalmente abotonados, con una mano empecé a jugar con los dedos en su concha y acabó bestialmente, yo lo hice a los pocos segundos y literalmente le llené el culo de leche. Se nos hacía tarde , alcance a darme una ducha, estaba molido, ella se vistió y se volvía para su casa, donde la esperaba su marido, su cara la vendía y encima chorreaba leche por ambos agujeros, hasta el día de hoy no sé si el no se da cuenta , se hace el boludo o que. Después de despedirnos, llegué a la terminal , me subí al micro y antes de caer desmayado de sueño suena el celular, era mi mujer, preguntándome como estaba, como me había ido y para avisarme que iba a salir con una pareja amiga a un boliche SW para ver qué opinaba yo, después de como lo había pasado, hubiese sido una turrada decirle que no me gustaba la idea, además habíamos intercambiado esposas varias veces, me imaginaba que mi mujer iba para hacerle la gamba a el porque la esposa a veces atendía la barra. Cuando yo viajaba, mi mujer solía hacerse unas pajas monumentales con un consolador en la concha y otro en el culo (me voló la cabeza el día que me mostró como lo hacía) y cuando llegaba quería si o si su ración de pija. Cuando corté quede dormido y no me desperté hasta llegar a destino a la mañana siguiente. Estaba algo más descansado pero la entrepierna parecía muerta. Cuando llegué a casa me sorprendió en primer lugar que mi mujer tenía el pelo mojado lo que indicaba que no hacía mucho que había vuelto, lo segundo es que normalmente se abalanzaba a comerme la pija, cogíamos a lo bestia, y después dormíamos hasta el mediodía. Cuando empecé a acariciarla se pegó a mi haciendo cucharita y queriendo dormirse, le pasé un dedo entre las nalgas y el NO fue rotundo, en el fondo, agradecí el poder recuperar fuerzas. Me despertaron sus besos y sus mimos, el mate en l cama, todo bien pero de coger nada. Me preguntó en detalle cómo me fue, le conté y cuando fue su turno me dijo que lo había pasado bien y que había estado con nuestro amigo mientras la mujer atendía. A la noche ya repuesto me fui al ataque y siguieron las sorpresas, le quise chupar la concha y no, después de cogerla gloriosamente quise el segundo en la cola, algo en lo que ella es toda una profesora, tiene un culo de campeonato , que yo estrené y que después ella entregó generosamente, pero que esta vez me negaron , me conformé con un segundo polvo en la conchita y después mimos y noni. La vida discurrió normalmente, ella estaba sin amigovio por lo que tenía toda su atención y cogíamos de diez. Como a los quince días, esta pareja no invita a los dos al mismo boliche y aceptamos de una. Pasamos a buscarlos con el coche llegamos y cuando nos sentamos en la mesa, nuestra amiga no tenía ganas de trabajar quería estar conmigo, me voy a buscar bebidas, y cuando me estoy yendo de la barra y el dueño del boliche me pregunta si yo estaba enterado que mi mujer había estado hacía dos semanas. Me llamó la atención la pregunta bastante desubicada y se lo comenté a los chicos, el cruce miradas entre las mujeres y la cara de boludo que puso el me confirmaron que algo pasó. No era para hacer escandalo pero la curiosidad me mataba. Mi mujer está muy fuerte, una morocha muy sensual en la que se destacan la belleza de su cara, su pelo, su figura y su culo, así y todo no me cerraba que con la cantidad de minas que pasan por ese boliche el otro se acordara de ella exactamente. Encontré la punta del ovillo cuando empecé a besar y franelear a nuestra amiga sabiendo que la perdía que yo le chupara la concha, cuando la tenía a punto caramelo paraba y preguntaba , como era un juego y ella sabía que no habría consecuencias algo dijo sobre que mi mujer estuvo en el jacuzzi y después bailó desnuda y se fue a la zona oscura. Mi esposa vio que charlábamos y me preguntó si estaba todo bien. Un profundo beso y mi mano en su culo fue mi respuesta, entonces me prometió que me iba a contar todo. La noche siguió con muy buen sexo de intercambio, tríos y una doble penetración a mi esposa. Entrada la madrugada nos fuimos, llevamos a nuestros amigos a su casa y de vuelta, mi bombón empezó a confesarse. Me contó que en esos días llegó a hacerse tres pajas por noche con el consolador más grande que tiene metido en el culo y otro en la concha que había llegado al boliche recaliente , excitada empezó a jugar con la amiga, bailaron en el caño en ropa interior, se bañaron juntas en la ducha a la vista de todos, en fin puta total. Cuando salieron de la ducha la amiga se fue con un tipo y mi mujer y nuestro amigo se sentaron en bolas a tomar algo en los sillones. En el boliche había alguno que otro conocido, y que a su vez tienen conocidos, la cosa es que cuenta esta tierna madre que cuando se quiso dar cuenta estaba en el jacuzzi con más o menos cuatro tipos rodeándola y metiéndole mano a mas no poder. En ese punto es cuando ella se transforma y pierde noción de lo que hace, y de lo que le hacen. De las manos pasaron a hacerle chupar la pija a cada uno y cuando salieron del agua se dedicaron a practicarle un gang bang. Cuando mencionó quienes estaban habló de cinco o seis conocidos pero la realidad es que no tiene en claro si le acabaron una o tres o cuatro veces en el culo, ni cuantos en la concha. Si tiene claro que uno solo terminó en su boca y que siguieron hasta que el boliche cerró y se dio cuenta que tenía que estar cuando yo llegara, o sea que si ese día no era el de mi vuelta ella seguía cogiendo hasta la tarde. Y que después de salir uno de los que había participado la alcanzó en el auto hasta casa y que como agradecimiento, le fue chupando la pija en el camino. Me dejo helado con su relato, me la cogí todo el resto del fin de semana. No me sentí cornudo porque yo estuve haciendo lo mío pero a veces siento que a diferencia de la mayoría de los hombres que salen a buscar una putita fiestera fuera de su casa, yo vivo con una, y si sumamos a Laurita, vivo en el paraiso.