Este relato que voy a regalarles, no es verídico, es solo un recuerdo patente de un hermoso sueño, una hermosa fantasía...
...es algo suave, pero a mí se me antojó intenso, espero lo disfruten como yo al escribirlo...
Era un lunes por la mañana, minuciosamente me coloco la espuma de afeitar, me afeito suavemente, como un ritual diario, librando mi rostro de toda vellosidad, con mi mano me recorro, revisando que no haya asperezas...
Me visto más formal de lo habitual, traje, maletín, un buen nudo doble en la camisa, perfume dulce de verano... ...iba a una entrevista, no sé por qué, pero sé que deseaba mucho el cambio de trabajo.
Tampoco tenía mi auto y, por algún motivo, eso se sentía algo normal; salgo de mi edificio y me voy a tomar el subte que me llevaba a mi entrevista.
Estaba relajado, tanto que siquiera ver la multitud de gente y prever lo apiñados que íbamos a estar a viajar me saco de estado de trance.
Pasó un tiempo, no se cuanto, llega el subte y subo entre empujones, escuchando alguna que otra maldición, intento hacerme un lugar hasta las puertas de enfrente, buscando algo de paz, lejos de tanta gente... ...no sin esfuerzo, logro mi cometido, no era el único que buscaba eso, una chica joven, de cabellos rojizo intentaba lo mismo... ...como todo un caballero, le ofrecí el caño de la puerta, para que pudiese sostenerse sin hacer tanta fuerza...
...el tiempo transcurre de esa forma irreal que pasa en los sueños, o sería que yo tenía la cabeza en otra parte, quien sabe... ...un roce me arranca de las fauces del ensimismamiento, miro, sin entender y la chica enfrente mío me está rozando mi pantalón de vestir... ...intenté correrme hacia atrás, pero había demasiada gente, la miro, como excusándome, ella me mira por sobre su hombro y apoya mejor su mano... ...la fina tela de mi pantalón de vestir se entibió de golpe al contacto de sus dedos... ...sin saber que hacer, seguía mirándola, embobado... ...ahora viendo uno de sus hombros desnudos, apreciando sus bucles, sintiendo el aroma de un perfume embriagador... ...su mano se posa completamente entre mis piernas, una nueva mirada por sobre su hombro, me revela verdes ojos, enmarcados en unas pestañas largas... ...incitantes... ...involuntariamente mi cadera se mueve hacia adelante, mientras siento que sus dedos se cierran sobre mí, definiendo mi miembro que cobra forma en su mano... ...me veo oliendo el perfume entre sus cabellos, veo sus manos hacia al frente, aferrándose, busco las mías y descubro una en su cintura, atrayéndola hacia mí, siento su respiración jadeante, soy consciente de mi erección total, casi dolorosa... ...apretada contra su cola, dura, tibia, de sus movimientos cortos de cadera... ...acariciándome con sus nalgas... ...siento sus movimientos más y más acelerados... ...como mueve su cintura frenéticamente, como su falta se atora en mi cinturón, dejándome sentir su cuerpo aún mejor, se mueve hacia arriba... ...hacia abajo... ...hacia arriba... ...de lado...
...mmm que rico se sentía!
Extrañamente, amplificado en mi cabeza, llega el sonido de unos gemidos ahogados, veo sus labios mordidos, sus músculos tenso, toda ella en una exhalación se relaja contra mí... ...la puerta que estaba frente a ella se abre, yo todavía sin entender... ...ella gira, y por primera vez puedo verla... ...preciosa... ...tacos, piernas preciosas y torneadas, sin medias, pollera negra, algo corta para ser formal, una blusa suelta, que dejaba un hombro el descubierto, una remerita negra, de escote bajo, enmarcaban unas pecas preciosas, mis ojos siguen subiendo, como acariciando su piel... ...me topo con sus labios, curvados en una sonrisa que solo nosotros entendíamos... ...su ojos verdes, sus pestañas, todo era atrapante, embriagador... ...uno de sus ojos se cierra, y yo logro comprender que es un guiño demasiado tarde, la puerta se cierra y el subte se aleja...
...mi mirada la busca en la distancia mientras todo se hace borroso... ...miro hacia abajo y descubro mi erección, aún ahí, dolorosa... ...con asombro descubro que me había pasado... ...bajo sin entender, camino sin sentido, pero sabiendo que voy al lugar correcto, cubriendo con el maletín el rastro de esa excitación que se niega a abandonarme, con su perfume aún en mi mente, debilitándose poco a poco...
...llego a mi destino, me anuncio, tomo un ascensor como autómata...
...el perfume se hace más intenso en mi cabeza, otra mala jugada de mis sentidos, embotados...
...veo una oficina, enorme, un escritorio negro imponente, una mujer de espaldas que habla distraídamente por teléfono...
...la silla gira...
...no podía ser otra que ella... ...de nuevo la sonrisa asoma a sus labios, ahora me parece lobuna... ...se levanta, pasa a mi lado y cierra la puerta...
Continuará...
...es algo suave, pero a mí se me antojó intenso, espero lo disfruten como yo al escribirlo...
Era un lunes por la mañana, minuciosamente me coloco la espuma de afeitar, me afeito suavemente, como un ritual diario, librando mi rostro de toda vellosidad, con mi mano me recorro, revisando que no haya asperezas...
Me visto más formal de lo habitual, traje, maletín, un buen nudo doble en la camisa, perfume dulce de verano... ...iba a una entrevista, no sé por qué, pero sé que deseaba mucho el cambio de trabajo.
Tampoco tenía mi auto y, por algún motivo, eso se sentía algo normal; salgo de mi edificio y me voy a tomar el subte que me llevaba a mi entrevista.
Estaba relajado, tanto que siquiera ver la multitud de gente y prever lo apiñados que íbamos a estar a viajar me saco de estado de trance.
Pasó un tiempo, no se cuanto, llega el subte y subo entre empujones, escuchando alguna que otra maldición, intento hacerme un lugar hasta las puertas de enfrente, buscando algo de paz, lejos de tanta gente... ...no sin esfuerzo, logro mi cometido, no era el único que buscaba eso, una chica joven, de cabellos rojizo intentaba lo mismo... ...como todo un caballero, le ofrecí el caño de la puerta, para que pudiese sostenerse sin hacer tanta fuerza...
...el tiempo transcurre de esa forma irreal que pasa en los sueños, o sería que yo tenía la cabeza en otra parte, quien sabe... ...un roce me arranca de las fauces del ensimismamiento, miro, sin entender y la chica enfrente mío me está rozando mi pantalón de vestir... ...intenté correrme hacia atrás, pero había demasiada gente, la miro, como excusándome, ella me mira por sobre su hombro y apoya mejor su mano... ...la fina tela de mi pantalón de vestir se entibió de golpe al contacto de sus dedos... ...sin saber que hacer, seguía mirándola, embobado... ...ahora viendo uno de sus hombros desnudos, apreciando sus bucles, sintiendo el aroma de un perfume embriagador... ...su mano se posa completamente entre mis piernas, una nueva mirada por sobre su hombro, me revela verdes ojos, enmarcados en unas pestañas largas... ...incitantes... ...involuntariamente mi cadera se mueve hacia adelante, mientras siento que sus dedos se cierran sobre mí, definiendo mi miembro que cobra forma en su mano... ...me veo oliendo el perfume entre sus cabellos, veo sus manos hacia al frente, aferrándose, busco las mías y descubro una en su cintura, atrayéndola hacia mí, siento su respiración jadeante, soy consciente de mi erección total, casi dolorosa... ...apretada contra su cola, dura, tibia, de sus movimientos cortos de cadera... ...acariciándome con sus nalgas... ...siento sus movimientos más y más acelerados... ...como mueve su cintura frenéticamente, como su falta se atora en mi cinturón, dejándome sentir su cuerpo aún mejor, se mueve hacia arriba... ...hacia abajo... ...hacia arriba... ...de lado...
...mmm que rico se sentía!
Extrañamente, amplificado en mi cabeza, llega el sonido de unos gemidos ahogados, veo sus labios mordidos, sus músculos tenso, toda ella en una exhalación se relaja contra mí... ...la puerta que estaba frente a ella se abre, yo todavía sin entender... ...ella gira, y por primera vez puedo verla... ...preciosa... ...tacos, piernas preciosas y torneadas, sin medias, pollera negra, algo corta para ser formal, una blusa suelta, que dejaba un hombro el descubierto, una remerita negra, de escote bajo, enmarcaban unas pecas preciosas, mis ojos siguen subiendo, como acariciando su piel... ...me topo con sus labios, curvados en una sonrisa que solo nosotros entendíamos... ...su ojos verdes, sus pestañas, todo era atrapante, embriagador... ...uno de sus ojos se cierra, y yo logro comprender que es un guiño demasiado tarde, la puerta se cierra y el subte se aleja...
...mi mirada la busca en la distancia mientras todo se hace borroso... ...miro hacia abajo y descubro mi erección, aún ahí, dolorosa... ...con asombro descubro que me había pasado... ...bajo sin entender, camino sin sentido, pero sabiendo que voy al lugar correcto, cubriendo con el maletín el rastro de esa excitación que se niega a abandonarme, con su perfume aún en mi mente, debilitándose poco a poco...
...llego a mi destino, me anuncio, tomo un ascensor como autómata...
...el perfume se hace más intenso en mi cabeza, otra mala jugada de mis sentidos, embotados...
...veo una oficina, enorme, un escritorio negro imponente, una mujer de espaldas que habla distraídamente por teléfono...
...la silla gira...
...no podía ser otra que ella... ...de nuevo la sonrisa asoma a sus labios, ahora me parece lobuna... ...se levanta, pasa a mi lado y cierra la puerta...
Continuará...
5 comentarios - En el subte...
Y gracias por los puntos 😬
Gracias por los puntos también 😬