Les traigo la continuación de mi historia con "Roberto"... si leyeron mi post anterior, sabrán que me considero heterosexual, pero por alguna razón, siempre he sentido un morbo y curiosidad increíbles. Y cuando se presentó la situación con Roberto, afloro en mi un sentimiento de “putita” que no conocía; no loca, no afeminado, solo de “puta”.
Aquel día después de habérsela chupado a Roberto; el se fue y durante un par de semanas no tuve noticias de el. Hasta que un viernes en la noche me hablo por teléfono y me dijo que había estado ocupado, y todo, pero que si salíamos a tomar unas cervezas o algo, yo le dije que saldría tarde de trabajar y que no creía estar de ánimo para ir a bailar o a tomar; así que me dijo, bueno si quieres paso por ti a la salida del trabajo, y te paso a dejar a tu casa.
La insistencia de que nos viéramos definitivamente me dio la señal, y por supuesto en ese momento me calenté
Le dije que estaba bien, que salía como a las 10 de la noche; y en efecto paso por mi y me llevo a la casa, ya ahí le dije ¿Quieres una cerveza? -Si, me contesto, y nos pasamos a la casa.
Como siempre, encendimos la Tele, yo traje unas cervezas y nos sentamos en el sillón; el estaba como nervioso.
- ¿Que tienes wey? (le pregunté haciendo como si nunca hubiera pasado nada entre nosotros)
- Nada, ¿por que?
- Pues es que estas raro.
- Es que la verdad llevo tiempo pensando en lo que paso el otro día
A mi se me subieron los colores a la cabeza, y se fue mi teatrito para disimular que no había pasado nada
- Pues ya wey, paso y ya. (le dije yo súper nervioso); no la habrás dicho a nadie ¿verdad?
- Claro que no!!!, pero la verdad es que he estado pensando mucho en eso
- ¿Y que piensas? (le pregunté)
- Pues que la verdad es que me gusto… mira (me dijo), no me lo tomes a mal, la verdad es que si me gusto, y mucho, pero lo que me gustó fue verte, y sentirte haciéndolo, ósea (Roberto se empezó a poner rojo), me gusto que tu me la chuparas, (Tartamudeaba al decir estas cosas) como te explico, es que…
- Ósea que te gustó que te la chupara, pero no te gustaría chuparla tu (lo interrumpí)
- Si, eso… no me lo tomes a mal.
Le dije que no había problema, que la verdad es que a mi no me llamaba la atención que me la chupara, y que de hecho, no tenia intención de pedirle jamás que me devolviera el favor.
- Pero ¿entonces no te molesta? (me preguntó)
- No para nada (le conteste sonriendo, para darle confianza)
- y si te pidiera que me la chuparas otra vez ¿lo harías? (pregunto al fin armándose de valor)
Yo pensé que jamás lo pediría, y cuando lo escuche decir eso, sentí como un calor me invadió el cuerpo, hasta me volvieron a temblar las manos.
Ni siquiera le contesté, solo puse mi mano sobre su paquete por encima del pantalón y comencé a masajear. El ya tenia una enorme erección, supongo que por la plática.
No quise esperar demasiado así que en esta ocasión no fui tan despacio, le desabotoné el pantalón y me levanté para bajarle de un tirón el pantalón y la ropa interior, no quería que nada se interpusiera entre esa verga y yo.
Me puse de rodillas en el suelo frente a el, mientras el se tiraba hacia atrás en el sillón y tome su verga con mis dos manos y lo empecé a masturbar un poco, pero en seguida se antojó meterme a la boca ese miembro grande, limpio y bien erecto que tenia en las manos.
Abrí la boca y empecé a mamar, mientras con la mano derecha lo sujetaba firmemente.
Roberto gemía suavemente, y a veces ponía sus manos sobre mi cabeza, como tratando de que me metiera toda su verga a la boca, eso me excitaba demasiado.
A veces me la sacaba de la boca para recórrele el miembro con mi lengua, desde la base hasta la punta, y luego jugando un poco con el glande, pero después volvía a meterme esa verga preciosa en la boca.
De pronto, Roberto me tomó por la cabeza como pidiendo que me detuviera y me dijo
-Espera, ¿quieres que te la meta?
Por supuesto que quería, pero nunca lo había hecho.
-No se… nunca he hecho esto
-pues yo tampoco, pero si quieres podemos intentar…
-Ok, (le dije), pero con cuidado…
LE dije que fueramos a la recamara, Le dije a Roberto que buscara un condón en mi mesa mientras yo me quitaba el pantalón y la ropa interior, me puse de rodillas sobre la cama, dándole la espalda, y entonces el puso su miembro duro entre mis nalgas… me temblaban las piernas, pero tenia unas ganas de que me la metiera.
Primero, empezó a empujar, y la verdad es que me dolió bastante, estaba constando trabajo (Ya les dije que nunca lo había hecho, y era medio estúpido)… como Roberto vio que me estaba doliendo me pregunto que si no tenia lubricante… entonces tome una crema para manos, se la puse en la verga a Roberto y me volví a poner de rodillas sobre la cama, tratando de exponer mas mi culo para que entrara.
Por fin Roberto lo empezó a meter, despacio, haciendo movimientos para que entrara poco a poco, a mi me dolía pero era una sensación maravillosa.
No me di cuenta cuando el dolor dejó paso solo al disfrute, cuando me di cuenta, Roberto me tenia tomado de la cadera con las dos manos y arremetía contra mi culo rápidamente…
Yo solo sentía como esa verga me abría cada vez mas y mas, entonces de pronto Roberto me la saco, y se me acostó en la cama, y me dijo que quería que me sentara en el.
Yo me volví a lubricar la cola, y lentamente me senté sobre esa verga; me sentía como toda una señorita cabalgando a su macho; y asi prácticamente de cuclillas hacia que ese tronco entrara y saliera de entre mi culo.
De pronto Roberto me dijo: Ya, voy a terminar ¿Me la quieres chupar?… Así que me levante, sacando la verga de Roberto de mi cola, le quite el condón y empecé a mamársela otra vez; sentí de nuevo su miembro hinchándose en mi boca mientras me llenaba con su leche.
Me esta vez fue tanto y tan fuerte que todo se me escurría entre los labios, entonces cual hembra después de ordeñar a su hombre con mis dedos junte el semen que se me escapo entre los labios, para regresarlo a mi boca (Ya les dije que esta situación sacaba lo mas puta de mi hombría) .
Roberto quedo tendido, mientras yo me quede sentado a su lado, masturbando suavemente esa erección que poco a poco retrocedía lentamente.
Roberto me pregunto que si estaba bien, le conteste que maravillosamente, aunque no había tenido un orgasmo en ese momento, la experiencia había sido mas maravillosa que muchos orgasmos juntos, por primera me habían cojido, y fue maravilloso.
En próximos relatos, les contaré mas historias con Roberto, y otros relatos mas.
Saludos!!!
Aquel día después de habérsela chupado a Roberto; el se fue y durante un par de semanas no tuve noticias de el. Hasta que un viernes en la noche me hablo por teléfono y me dijo que había estado ocupado, y todo, pero que si salíamos a tomar unas cervezas o algo, yo le dije que saldría tarde de trabajar y que no creía estar de ánimo para ir a bailar o a tomar; así que me dijo, bueno si quieres paso por ti a la salida del trabajo, y te paso a dejar a tu casa.
La insistencia de que nos viéramos definitivamente me dio la señal, y por supuesto en ese momento me calenté
Le dije que estaba bien, que salía como a las 10 de la noche; y en efecto paso por mi y me llevo a la casa, ya ahí le dije ¿Quieres una cerveza? -Si, me contesto, y nos pasamos a la casa.
Como siempre, encendimos la Tele, yo traje unas cervezas y nos sentamos en el sillón; el estaba como nervioso.
- ¿Que tienes wey? (le pregunté haciendo como si nunca hubiera pasado nada entre nosotros)
- Nada, ¿por que?
- Pues es que estas raro.
- Es que la verdad llevo tiempo pensando en lo que paso el otro día
A mi se me subieron los colores a la cabeza, y se fue mi teatrito para disimular que no había pasado nada
- Pues ya wey, paso y ya. (le dije yo súper nervioso); no la habrás dicho a nadie ¿verdad?
- Claro que no!!!, pero la verdad es que he estado pensando mucho en eso
- ¿Y que piensas? (le pregunté)
- Pues que la verdad es que me gusto… mira (me dijo), no me lo tomes a mal, la verdad es que si me gusto, y mucho, pero lo que me gustó fue verte, y sentirte haciéndolo, ósea (Roberto se empezó a poner rojo), me gusto que tu me la chuparas, (Tartamudeaba al decir estas cosas) como te explico, es que…
- Ósea que te gustó que te la chupara, pero no te gustaría chuparla tu (lo interrumpí)
- Si, eso… no me lo tomes a mal.
Le dije que no había problema, que la verdad es que a mi no me llamaba la atención que me la chupara, y que de hecho, no tenia intención de pedirle jamás que me devolviera el favor.
- Pero ¿entonces no te molesta? (me preguntó)
- No para nada (le conteste sonriendo, para darle confianza)
- y si te pidiera que me la chuparas otra vez ¿lo harías? (pregunto al fin armándose de valor)
Yo pensé que jamás lo pediría, y cuando lo escuche decir eso, sentí como un calor me invadió el cuerpo, hasta me volvieron a temblar las manos.
Ni siquiera le contesté, solo puse mi mano sobre su paquete por encima del pantalón y comencé a masajear. El ya tenia una enorme erección, supongo que por la plática.
No quise esperar demasiado así que en esta ocasión no fui tan despacio, le desabotoné el pantalón y me levanté para bajarle de un tirón el pantalón y la ropa interior, no quería que nada se interpusiera entre esa verga y yo.
Me puse de rodillas en el suelo frente a el, mientras el se tiraba hacia atrás en el sillón y tome su verga con mis dos manos y lo empecé a masturbar un poco, pero en seguida se antojó meterme a la boca ese miembro grande, limpio y bien erecto que tenia en las manos.
Abrí la boca y empecé a mamar, mientras con la mano derecha lo sujetaba firmemente.
Roberto gemía suavemente, y a veces ponía sus manos sobre mi cabeza, como tratando de que me metiera toda su verga a la boca, eso me excitaba demasiado.
A veces me la sacaba de la boca para recórrele el miembro con mi lengua, desde la base hasta la punta, y luego jugando un poco con el glande, pero después volvía a meterme esa verga preciosa en la boca.
De pronto, Roberto me tomó por la cabeza como pidiendo que me detuviera y me dijo
-Espera, ¿quieres que te la meta?
Por supuesto que quería, pero nunca lo había hecho.
-No se… nunca he hecho esto
-pues yo tampoco, pero si quieres podemos intentar…
-Ok, (le dije), pero con cuidado…
LE dije que fueramos a la recamara, Le dije a Roberto que buscara un condón en mi mesa mientras yo me quitaba el pantalón y la ropa interior, me puse de rodillas sobre la cama, dándole la espalda, y entonces el puso su miembro duro entre mis nalgas… me temblaban las piernas, pero tenia unas ganas de que me la metiera.
Primero, empezó a empujar, y la verdad es que me dolió bastante, estaba constando trabajo (Ya les dije que nunca lo había hecho, y era medio estúpido)… como Roberto vio que me estaba doliendo me pregunto que si no tenia lubricante… entonces tome una crema para manos, se la puse en la verga a Roberto y me volví a poner de rodillas sobre la cama, tratando de exponer mas mi culo para que entrara.
Por fin Roberto lo empezó a meter, despacio, haciendo movimientos para que entrara poco a poco, a mi me dolía pero era una sensación maravillosa.
No me di cuenta cuando el dolor dejó paso solo al disfrute, cuando me di cuenta, Roberto me tenia tomado de la cadera con las dos manos y arremetía contra mi culo rápidamente…
Yo solo sentía como esa verga me abría cada vez mas y mas, entonces de pronto Roberto me la saco, y se me acostó en la cama, y me dijo que quería que me sentara en el.
Yo me volví a lubricar la cola, y lentamente me senté sobre esa verga; me sentía como toda una señorita cabalgando a su macho; y asi prácticamente de cuclillas hacia que ese tronco entrara y saliera de entre mi culo.
De pronto Roberto me dijo: Ya, voy a terminar ¿Me la quieres chupar?… Así que me levante, sacando la verga de Roberto de mi cola, le quite el condón y empecé a mamársela otra vez; sentí de nuevo su miembro hinchándose en mi boca mientras me llenaba con su leche.
Me esta vez fue tanto y tan fuerte que todo se me escurría entre los labios, entonces cual hembra después de ordeñar a su hombre con mis dedos junte el semen que se me escapo entre los labios, para regresarlo a mi boca (Ya les dije que esta situación sacaba lo mas puta de mi hombría) .
Roberto quedo tendido, mientras yo me quede sentado a su lado, masturbando suavemente esa erección que poco a poco retrocedía lentamente.
Roberto me pregunto que si estaba bien, le conteste que maravillosamente, aunque no había tenido un orgasmo en ese momento, la experiencia había sido mas maravillosa que muchos orgasmos juntos, por primera me habían cojido, y fue maravilloso.
En próximos relatos, les contaré mas historias con Roberto, y otros relatos mas.
Saludos!!!
7 comentarios - Mi segunda vez con un hombre; lo entregué (Gay)