Todo sucedió en una noche de otoño, mientras caminaba para mi casa por la calle del costado de la vía...tenía que caminar al menos 7 cuadras, ya que a esa hora no pasaba ningún colectivo porque había salido bastante tarde de la oficina...el último cliente se había retrasado y no podía dejar de atenderlo. Ese día me había vestido muy formal, de camisa blanca muy ajustada, pollera y medias negras...el único ruido que se escuchaba era el de mis tacos al pisar la vereda...de repente escuché pasos y al darme vuelta, ya casi temerosa, vi que un hombre caminaba aproximándose cada vez más...empecé a acelerar mis pasos y volví a darme vuelta, pero esta vez, tuve una rara sensación, entre excitación y miedo. Casi cuando estaba a punto de correr, sentí su aliento en mi hombro, pegado a mi, con sus manos en mi cintura...se respiraba sexo, se podía sentir la tensión sexual que había entre los dos. A los pocos segundos se desató una tormenta que nos obligó a guarecernos en una obra en construcción..casi no podía verlo, pero sus manos empezaban a jugar con mi piel, con mi ropa y lograba que dejará el formalismo y le diera rienda suelta a la pasión...me olvidé de todo y le desabroché el pantalón, como una gata en celo, comencé a chuparle la pija, a devorarla de tanto deseo...no hizo falta mucho para que me hiciera levantar y darme vuelta contra la pared que se notaba hacia poco estaba revocada. De un tirón me levantó la pollera y me arrancó las medias y con esa pija que ya había tenido en mi boca, comenzó a cogerme de una manera voraz, salvaje, mientras se escuchaba la lluvia de fondo y el viento, adentro donde estábamos nosotros, se desataba el fuego y el deseo desenfrenado. Luego de unos minutos, ardiendo de tanto placer acabé muy fuerte, gimiendo y sin importarme nada...en ese momento sacó su pija dura de mi concha y sin decir ni media palabra me penetró analmente, ahí terminé de volverme loca y le hablé por primera vez, solo para decirle- rompeme el culo y dejame toda la leche- él no me contestó, pero cumplió a rajatabla mi pedido, dándome su pija hasta el fondo, hasta los huevos, hasta casi desgarrarme, hasta dejarme una catarata de leche adentro... con el corazón saliendose del pecho y la ropa a medio arreglar, salí de ese lugar, todavía me faltaban dos cuadras hasta mi casa...y mientras caminaba sin medias podía sentir como no solamente me mojaba por la lluvia, sino que también me mojaba por la leche que caía por mis piernas.
15 comentarios - Un día de lluvia inolvidable!
ME DEJASTEE CON LA TEMPERATURA MAS QUE ELEVADA..:!
😉
:buenpost:
Te fuiste con la cola llena de leche hmm genial! jaja
Gracias por compartir 🙂
Muuuy caliente!!
Gracia spor comparitr