De souvenir, mi tanga, de regalo, mi cola! 2

PRIMERA PARTE AQUI

Tuve alto kilombo en el laburo con un cadete zarpado que me apoyó la verga. Le puse un cachetazo y un compañero, también cadete, por poco lo caga a trompadas de una al ver el abuso. Mas tarde, con mi "salvador" emprendimos el camino a casa. Nos pintaron unas ganas bárbaras de portarnos mal...
Resumiendo; terminé arrodillada ante él, tragándome su leche. Me incorporé, lo besé y...

"Me tranzó ahí sentadito, con el pito fofo, muerto como una serpiente de costado, sobre el pantalón. Me separé un momento. Me bajé las calzas hasta los tobillos. Como pude, maniobré hasta el sofá (seguía con tacos!) y me senté, abriendo bien las piernas, con la diminuta tanga mostrando mucho mas de lo que tapaba.
-Vení Marian; te toca a vos!.-Lo invité con mi voz bien sugerente, bien de trola"

Capítulo 2

Vino. Se tiró de lleno, a lengua viva. Me corrió la tanguita a un costado y hundió boca y lengua entre mis empapados labios.
-Ahhhh!!! Seeeee!!! Asiiii mi amorrrrrrr!!!.-Le grité.
Me estremecían su lengua torpe tratando de ir mas y mas profundo en mi vagina. Lo fuí llevando, le enseñé como y donde lamer, le hice un tour guiado al clítoris, le advertí su especial sensibilidad y lo instruí acerca de las mejores técnicas para estimularlo.
Al rato sentía como sus lenguetazos imitaban el mimo que yo le había regalado minutos antes a su pene. Me derretía. Mis líquidos se multiplicaron. El no me daba tregüa. Rápidamente aprendió a alternar dedos y boca, solito bajó al subsuelo a conocer el anillo de cuero. Cuando me enterró la lengua en el hoyo creí que acababa ahí mismo. Empecé a moverme enloquecida y el no podía sujetarme, sólo trataba de volver a poner su boca en mi sexo cuando en mis intensos espasmos, mi cuerpo saltaba incontrolable.
Le acabé en la boca. Me mató el pendejo. Me chupó la concha como una maquinita.
Me tuve que tapar la boca porque era para gritar a lo animal, con toda la fuerza de los pulmones, sin tapujos ni vergüenzas; pero tenía vecinos demasiado chusmas, asi que me reprimí como pude, ahogando mi goce con una mano, que apenas pudo contener tanta lujuria.
Se quedó ahí lamiéndome toda, saboreándome con dedicación.
Lo levanté y nos devoramos las bocas. Qué tarde por favor!!! Me saqué los tacos, me terminé de quitar la calza y la tanguita. Revoleé la remerita. Quedé en bolas.
El luchaba con el cierre del pantalón. Lo ayudé, lo desvestí enseguida. Se la ví de nuevo parada, lista para mas.
Me volví a calzar los tacos ( es mi locura, me encanta estar de tacos cuando me cogen ) y abollando mi tanguita en una mano, le dije:
-Este es mi souvenir por tu cumple Marian!.-Y le encajé un pico.
Me sonrió divino el muchacho!
-Es el mejor cumpleaños de mi vida!.-Me confesó.
-Vamos a hacerlo inolvidable entonces.-Le propuse.
Lo abracé por detrás, sujetándole la chota y lamiéndole el lóbulo de la oreja.
-Te voy a regalar mi cola papito! Hacela toda tuya!.-Le susurré al oído.
Me apoyé contra el respaldo del sofá, saqué culo, bien paradito, ahí si que los taquitos marcan la diferencia! Lo hamacaba hacia atrás y hacia adelante. Se lo moví lasciva, tentadoramente. Mi cadera hacia movimientos oscilantes, ondulantes, cual puta Shakira. Me arrimó el pedazo con el hilo de baba cayendo de la comisura de sus labios. Lo dejó caer entre mis nalgas mientras me tenía fuertemente tomada de la cintura. Lo restregó desde el tatuaje que tengo en el nacimiento mismo de la raya, hasta el hoyo del ojete.
-Vamos despacito bebe.-Le advertí.
Su inexperiencia sacó a la maestra que llevo dentro, comencé a instruirlo nuevamente. Le remarqué ser siempre suave y respetar los tiempos de quien le ofrendaba semejante tesoro!
-Si haces bien la cola, es mas probable que te la vuelvan a entregar Mar.- Le tiré cual sentencia de filófoso griego.
Casi que lo estaba catequizando en su primer anal.
Lo hice ensalivar el dedito índice para dilatar el agujerito. Fue una delicia sentirlo dándome dedo en el orto.
Un buen rato acostumbrando las paredes, relajando el esfínter. Sumamos dedos, seguimos laburando la zona otro rato. La verdad es que yo lo tenía bien abierto, pero quería dar un servicio a la comunidad y enviar al mundo a un flaco entrenado en el arte de hacer bien una cola. Creo que es una manera de "protegernos" entre mujeres, enseñarles como deben practicar BIEN el sexo anal.
Ya estaba aprobado en dilatación. Le agarré la verga, me dí vuelta, me bajé y se la mamé salivandola bien.
Me puse otra vez cola arriba, abierta contra el sofá. Se la fuí guiando.
La puse en la puerta, acomodando la cabeza en el hoyito.
-Despacito papi, ahora dejá que el culo vaya "comiendo". Dejá que entre sin forzar ok? Acordate que si no dilata bien me podés lastimar!
Mariano seguía mis instrucciones como un dandy. Sabía controlarse el pendejo! No se dejaba ganar por el Tsunami de hormonas que batallaban en sus hirvientes pelotas.
Asi fue como su tranca se fue perdiendo en las profundidades de mi ano. Centímetro a centímetro.
Sus bolas chocaron contra los labios de la concha.
-Splasch!.-Mi onomatopeya favorita, el dulce sonido de los testículos aplaudiendo los labios mayores!
Empezó el mete-saca. Lento, pausado.
Me emputeció. Mis dedos no esperaron la orden del cerebro y ya estaban frotando mi clítoris. Abrí las piernas un poquito mas.
-Dale papito! Dame bomba bebé!.-Le ordené.
Ahí se destapó. Entro a bombearme con una fuerza y unas ganas que pensé que me duraba 2 minutos. Pero no. Mi chico se aguantó la leche dándome murra un laaaargo rato.
-Splasch! Splasch! Splasch!.-Cada vez mas acelerado.
Yo me mordía toda para no gritar. Se me escapan gemidos y grititos, mis gomas se bamboleaban para todos lados, me ardía el orto, me ardía la concha, todo mi ser era una llama viva!
Fue un verdadero Pol-va-zo! Era delicioso, único, exquisito...
Hasta que llegó el acabóse;
-Te lleno la cola Luliiii!!!.-Me gritó.
Su verga se inflamo dentro de mi y senti un torrente de semen inundando mi culito. Su mete y saca era mas violento, mas intenso, "mas rapido y mas furioso" jijiji.
Sentí otra vez un chorrazo de semen, caliente, calientísimo.
Aminoro su bombeo, se volvió lento, suave, cariñoso...romántico diría.
Su verga seguia dura y adentro y senti un nuevo desfogue, una eyaculación tardía, espasmódica, se estremeció, me estrujó toda. Acabé como la puta madre!!!
El me estaba llenando, era una cantidad importante de semen. Ya se desbordaba del ojete, mientras yo me retorcía como una serpiente presa de fantásticos estertores.
Me rendí, volqué sofre el sofa, en un sopor dulce, electrizada la piel en las réplicas del orgasmo.
Mariano cayó encima mío. Me besó el lóbulo de la oreja, y me dijo:
-Gracias Luli, va a ser mi mejor cumpleaños!
Le dí un chupón. Lo dejé adentro de mi recto hasta que se le durmió y salió solita. De la mano lo llevé al baño, nos duchamos juntos, me volvió a lamer la concha y yo la pija.
Casi que lo tuve que echar tipo 6 de la tarde, porque ya podía caer mi marido. Nos besamos y antes de irse, me mostró la tanguita:
-Este es mi tesoro más preciado Lu!
Casi le hago otro pete, de puro gauchita.