infidelidad

Como no recordar aquel día que La conocí, si su mirada me intimidaba no sabía que hacer, y solo atine a decirle
-disculpa pero te hallo cara de conocida, ¿puede ser que nos conozcamos de algún lugar?
- no creo (respondió)
- trabajo para chicos … y le entregue mi tarjeta.
Pasaron algunos días hasta que por fin recibí un mensaje, yo estaba en lo de mi suegro, la cosa no venía muy bien con mi novia y no sabía cómo hacer para responder a su mensaje, no quería que me delatara mi cara ya que soy demasiado demostrativo, el mensaje solo preguntaba si trabajaba en el circo amarillo. Y me decía que había visto a un chico igual a mí en un acto en Córdoba.
Pasaron algunos días y regrese a mi ciudad natal y me llamo por cel de su oficina y los llamados se volvieron más frecuentes y nuestras conversaciones más intensas, recuerdo que me decía que se encontraba en su oficina sola, y yo lamentaba no estar a su lado pero quise acompañarla y con algunas palabras lo hice de tal manera que me dijo que no aguantaba que su dedo estaba en su vagina la que estaba mojada quise seguir alimentando esa caricias y asi que la anime por teléfono, su gemidos en mi oreja por el auricular me estaban calentando demasiado no podía tocarme como ella lo hacía en ese momento.
Al llegar a la casa de mis padres no pude aguantar la sensación y me tuve que masturbar recordando aquella escena en la que ella me decía que estaba en el sillón de la oficina con sus piernas abiertas metiéndose los dedos y probando sus jugos
Volví a la ciudad en donde vivía que era la misma que habías elegido ella para hacer su vida, y estando ahí como no volver a verla recuerdo que nos pusimos de acuerdo para vernos, una amiga me prestaría su dpto., esa mañana fui al súper mercado compre unas botellas de gancias y unas frutillas, quería pasarla muy bien con ella ese día.
Llegue a lo de mi amiga me dio algunas indicaciones respecto al dpto. y al rato llego ella una blusa, color marrón estampada, una falda y unas medias de red que en mi subconsciente decían ella quiere guerra y es lo que tendrá.
Mi amiga se retiro del departamento, ( no debe haber puesto un pie en la vereda cuando mis labios acariciaron los suyos), mi mano empezó acariciar su cuerpo el cual no oponía resistencia alguna, sus manos devolvían de manera generosa las caricias que le brindaba, un colchón en el suelo fue nuestro cómplice. Mis manos soltaron su corpiño, sus pezones con una dulzura y una dureza propia de la excitación se mojaron por mi saliva, mi boca devoraba sus senos y la otra mano acariciaba su entrepierna, podía sentir como estaba mojada, nuestras lenguas se juntaban sus manos acariciaban mi falo que estaba erecto, y no tardo en meter la punta en su boca solo la punta y luego un poco mas y un poco más. Sin darme cuenta estaba besando su sexo mi boca se llenaba de tus jugo era un sesenta y nueve eterno.
En un par de vueltas estaba montada cabalgándome y podía sentir como se entregabas y me entregaba era la persona más dulce y bella, sus ojos picaros me miraron un segundo antes del orgasmo parecía que nos conociéramos de toda la vida, y me pregunto
-me vas a mear (idea que hasta el día de hoy no puedo sacar de mi mente) .
No supe que responder o solo dije
- no se nunca lo hice.
Cabalgaba sobre mi sentía tus jugos mojarme y luego una gran inundación me mojo la ingle y juntos alcanzamos las estrellas desde ese momento, supe que empezaría entre nosotros una gran historia de amor.
Me había enamorado de esa mujer que en la cama era la puta mas puta, la que se entregaba la que me acariciaba el pelo la que estaba pendiente de mi. La que haría mis días diferentes.
Ese día me despedí pero al otro día volví a verla, y así se fueron sucediendo los días, era buscar el momento para robarnos un beso.