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Fantasia realizada - la profe del colegio

Debo decir que, sin ninguna duda, fue de los mejores polvos de mi vida.
Tengo 27 años, y debo decir que durante 10 años tuve la intermitente fantasía de cojerme a una amiga, una mina más grande que yo. Resulta que esa misma mina había sido profesora mía en el secundario. Nos llevamos 11 años, ella tiene 38, pero no parece llegar a 30.
A ella la llamaré Kika. Yo estaba en el último año del secundario, y ella fue mi profesora en una materia. Ya la había visto en los dos años anteriores en el colegio. Era la profesora joven y linda que muchos alumnos miraban. No era el típico minón de profesora que uno fantasea. Era chiquita, flaquita, de un rostro muy lindo, sonrisa sexy, estilosa. Hablaba con voz finita, simpática, y semi difónica. Muy muy sexy.
Mientras fue mi profesora tuvimos buena onda. Compartíamos muchas cosas, pero sin más, siempre con distancia. Yo era un pendejo de 17 años, ella tenia 28. La fantasía del pibe, obvio.
Al terminar el colegio, seguimos en contacto. A veces nos veiamos, hablábamos más algunas épocas, otras menos. Nos veíamos más algunas épocas, otras menos. Y así siguió nuestro contacto durante los años.
Año pasado, luego de mucho tiempo sin vernos y de unas últimas semanas conversando bastante en el face, le comento a Kika de un bar que estaba yendo, y que a ella le hubiese gustado ir por varias razones. Ella me dice que iría el viernes siguiente con sus amigas.
Al final resulta que no voy, me cuelgo en otro bar a la vuelta con amigos. Ella pasa a saludarme, ya que hacía mucho no nos veíamos. Salgo a saludarla. Yo estaba bastante en pedo, pero igual ella estaba divina. Toda vestidita de negro, con un vestido y un saco por afuera, el pelo negro largo lacio, flequillo, los anteojos, el piercing en la nariz. Divina. Nos saludamos, hablamos un rato, le dice que le encanta ese bar, que hubieran venido más temprano, etc etc. Se va.
Durante la semana siguiente hablamos algunas veces más por chat. Le digo que vamos a ir a ese bar de vuelta, si quería venir. Ella dice que sí.
Llega el viernes, estoy ahí con mis amigos. La noche arranca cortamambo: mi ex novia está ahí. Pero me da igual. Ella llega, con sus amigas. Juntamos grupos de gente, la típica: todos hablan, normalmente.
Llegada cierta hora (temprana, era after office) sus amigas se quieren ir, pq se tienen que levantar temprano para un curso que hacía. Ella no. Yo le digo a ella que estábamos por ir al otro bar, de la vuelta. Ella se queda pensativa, a lo cual una de sus amigas me dice "Sí, nosotras ahora vamos para allá". "Bueno", les digo. Y vamos.
A los 10 minutos pasa ella con la amiga. Éramos una mesa de 6, y las dos se sientan conmigo, Kika a mi lado, su amiga a su lado. Después de unos instantes, la amiga me dice que se va, pero que ella se queda. Me lo dice a mi directo. Yo ya empezaba a pensar que esto antes no pasaba, antes, con esta misma mujer con la cual admito, más de una vez me hice una paja pensando en ella, no había este tipo de clima. Pero tampoco me dejé llevar.
Seguimos en el bar, tomando, y tomando. Ella no toma mucho alcohol, pero ese día se emborracha un poco. Me dice que reconoció a mi ex novia de fotos, y que le parecía muy atractiva, y ese tipo de comentarios.
Llega la hora de irse, yo propongo un shot de una bebida más, al cual todos accedemos. Ella dudando, pero accede. Luego le ofrezco llevarla a la casa.
En el auto entramos en una discusión tonta, ella decía una cosa, yo decía otra, y decidimos apostar. Ella me dice "vas a ver, vayamos a mi casa y lo vemos en google, ahora". Ella segura que tenía razón. Yo sabía que no.
Subimos. Averiguamos. Ella se rie tímida, pq no cree que perdió. Yo insinúo que lo que queria de la apuesta era un beso. Ella se pone tímida. Le da cosa, supongo que mismo habiendo pasado más de 10 años, le daba cosa que yo hubiese sido su alumno del secundario. Ya a esa altura no me importaba nada: le di un beso.
Empezamos a besarnos bien suavemente al principio, lentamente, despacito. Los labios rozandose, bien húmedos. Luego empezaron los lenguetazos, y empezamos a comernos bien profundo, con respiración jadeante en nuestras bocas. Ella se para, me agarra de la mano y me lleva para el cuarto.
Allá, me lleva a la cama. Me empuja por sobra la cama y viene por encima mío. Empieza a besarme, y yo empiezo a acariciar su cuerpo. Su cuerpo es divino. Tiene 38 años y todo en su lugar. Flaquita, durita. Tetas medianas, paraditas, duritas. Colita chiquita, pero bien redondita y perfecta. Piernas duras, firmes. Yo ya estaba ultra caliente.
Se saco las medias y la bombacha, por debajo del vestido. Cuando la toco siendo lo mojada que está y me vuelvo loco. La agarro y la acuesto en la cama. Le levanto el vestido hasta sacarselo y tenerla desnuda. La empiezo a besar en la boca, y sentirle las tetas con las manos. Su boca chupa mi lengua de forma tan sexy que no puedo describirlo. Esa chica flaquita, muy linda pero tal vez ignorando lo cuando lo es, tímida, tranquila, parecía haber desaparecido. Gemía profundo, mientras tambien pasaba sus manos por mi cuerpo y ponía su mano dentro de mi pantalón, para sentirme la pija bien dura.
Empecé a chuparle los pezones: se retorcía de placer. Seguí tocándola. Volví a besarla. Mientras la besaba, acerqué mis dedos muy muy húmedecidos por tocarla (ella estaba mojadísima) a nuestros labios, y mientras le chupaba la lengua, pasé mi dedos llenos de sus flujos por sus labios. Ella se excitó mucho. Gemía, chupaba, lamía. Parecía esa misma chica tímida, pero hecha una auténtica putita.
Empecé a chuparle la conchita. En ese momento mi pija casi explota. Que rica era esa conchita por favor. Toda mojada, perfectita, con un gustito maravilloso. Se la chupé con mucho placer. Pasé mi lengua por su clítoris, entre sus labios. Le metía uno, dos dedos mientras la chupaba. Por momentos eran besos de lengua, pero entre sus piernas. Ella tuvo la primer acabada. No me lo dijo, pero no hacía falta. Se retorció toda. Yo estaba volviéndome loco.
Se tiró encima mío y empezó a bajarme los pantalones. Sacó mi pija de los calzonsillos, y empezó a chupármela. Y puedo asegurarlo: esa boquita hermosa y sexy sabía lo que hacía. Tenía ritmo, tenía saliva, tenía lengua, tenía labios, tenía profundidad. Me la chupó despacito como rápido. Me la chupó con y sin las manos. Cuando me la chupaba y me hacía la paja, su mano resbalaba toda por mi pija. Estuve fácil, 2 veces a punto de acabar. Ella parecía saberlo, disminuía la intensidad, pero no dejaba de chuparmela. Esa boquita chiquita se llevo toda mi pija hasta el fondo más de una vez, y cada vez q lo hacía más sentía que mis bolas se llenaban cada vez más de leche.
La agarré del pelo mientras me la chupaba y vi que le gustó. Siguió chupándomela gimiendo con más profundidad. A ese punto yo ya estaba descontrolado: la llevé del pelo a estar boca abajo en la cama y me monté arriba de ella. Puse la punta de mi pija de 17 cm, bastante gorda, entre sus labios. Empecé a frotarla. Cuando sentí realmente lo mojada que estaba, no aguanté: se la metí toda de una. Ella largó un gemido sordo, pero intenso. Sentí como se me inflaba la pija y que en cualquier momento iba a explotar dentro de ella, pero me tuve que aguantar. No quería acabar todavía, y no estabamos usando protección.
Empecé a darle con todo. A ella le encantaba. Pedía más y más.
Yo iba a su oído, se lo chupaba, le decía "como me calentás, que rico, me encanta cojerte".
Ella me decía "me estás matando, estoy muy caliente. Cojeme más, que rico, cojeme".
Cuando más fuerte la agarraba del pelo, mas se retorcía. Me mordía los brazos, que estaban apoyados a su lado. Yo embestia desde atrás, mirando ese culito divino levantado, pero con casi todo su cuerpo apoyado sobre la cama. La tiré del pelo hacia arriba. Ella largó un grave y profundo "ayy siiii", que otra vez casi hizo que me acabe todo encima. Pero me aguanté una vez más. Puso mis manos en sus tetas: tenía los pezones durísimos! Me subí por encima de ella y seguí dándole. Le tocaba las tetas, le tocaba el clítoris. Me tocaba la pija mientras me la cojía y me llenaba los dedos de sus flujos, que eran muchísimos, y se los pasaba por los labios. Ella se calentaba más y más. Después la besaba, nuestras lenguas lamían mutuamente mis dedos llenos de sus jugos. Nos chupábamos las bocas.
Volví a agarrarla del pelo, con fuerza. Empecé a darle con todo. Miraba como ese culito rebotaba contra mi cintura, y como mis bolas golpeaban sus nalgas. Mis ganas eran de hacerla mierda, de violarla. ME volví a tirar encima suyo, pero esta vez puse todo su cuerpo contra el colchón. Puse una mano en su nuca, y la agarré bien fuerte del pelo. Empecé a darle con todo, con furía. Cuanto más fuerte le daba, mas fuerte le agarraba del pelo. Ella gemía con fuerza, pero con su fina y difónica voz. Largaba profundos gemidos sordos, como si estuviese tan caliente que no pudiera salirle la voz. Seguí dándole con todo hasta que ella volvió a acabar.
Yo estaba muerto. Dejé mi cuerpo caer sobre el de ella. Tenía la pija todavía durísima, pq yo no había acabado. Pero no podía más. Ni siquiera cuando saqué mi pija de su conchita y me di cuenta que la tenía toda blanca, de los flujos de ella (de tanto flujo que le había bajado), que puedo asegurar que me dejó ultra caliente, pude seguir cojiéndomela. Estabamos los dos exaustos, completamente transpirados. Ella no dejaba de gemir y retorcerse en la cama. Se chupaba los dedos. Se reía sola por momentos. Yo me reía con ella. Me moví apenas para chuparle un pezón: se retorció toda. Me miró y se empezó a reir. Me dijo "eso fue muy cruel". Nos reímos los dos, sin aire. Ella me miró y me dijo: "Esto no es justo. No vale que yo sola la pase bien".
Empezó a bajar... Y empezó a chupármela. Lo primero que me volvió loco fue como ella saboreó bien todo su blanco flujo que había cubierto mi pija. Frotó mi pija toda embadurnada por ella misma por sus labios, mientras me hacía la paja. Y la forma que me hacía la paja... Como su mano resbalaba por mi pija.... Era increíble. Sentía la pija cada vez más inchada, mientras ella me la chupaba. Su cabeza iba y venia. Mi pija aparecia y desaparecía entre sus labios. Su mano subia y bajaba en mi pija.
Empecé a gemir más fuerte, y más fuerte. Ella no sacaba mi pija de su boca. Hasta que no aguanté más..
Fueron, sin exagerar, 4 o 5 chorros fuertes, densos, de mucho semen. Y luego 3 o 4 más chorritos, que sacan lo último. El primero fue todo en su boca... Ella siguió chupando. El segundo, todo en su boca... Siguió chupando... El semen empezó a bajar por mi pija... El tercero... Ella chupandomela... apenas la saca de su boca... gran parte del chorro de semen cae adentro.. otra parte mancha sus labios.. cae un poco por su mejilla.. sigue chupándola... la saca de su boca y la apunta a sus tetas... el último o los dos últimos fuertes chorros de semen manchan sus tetas... ella tiene la boca llena de semen, y sigue pajeandome.. vuelve a chuparmela... los demás chorros salen cuando no la tiene en su boca... pero su boca ya está llena... ella sigue chupándomela... semen cae por la comisuda de su boca.. cae por mi pija... pero ella todavía la chupa. Yo me estoy retorciendo en una acababa de no creerse, mientras ella sigue chupándome la pija. Termina que todo el semen cae de su boca mientras me la chupa. Su boca queda manchada con algunas salpicadas de semen, al igual que su mejilla. Ella juega con su lengua en mi pija. Deja varias lineas de saliva y semen entre mi pija y su lengua. Las lame. Me la chupa. Luego recuesta su cabeza en mi pierna, pero sigue tocándome la pija, llena de semen.
Nos empezamos a reir. No entendemos como pasó eso.
La noche siguió intensa. Cojimos unas 2 o 3 veces más. En un momento yo ya no podía más, ella estaba acostada boca arriba, encima mío, y yo la masturbaba. Se retorció y se acabó toda, una vez más. Me dijo que ese día tuvo unos 5 o 6 orgasmos. Andá a saber si fueron ciertos, pero lo cierto es que cojimos mucho.
Nos vimos muchas veces más. En una me confesó que fui el primer tipo que ella dejó que le acabara en la boca en mucho tiempo. Y bueno, debo decir que por mi suerte, tampoco fue la última vez que lo hice.
Todas nuestras juntadas eran antológicas. Un martes cualquiera, de 8 de la noche a 3, 4 de la mañana. Garchando en la ventana de su casa, en el living, con la puerta del balcón abierta. Se que más de una vez nos vieron, y si bien ella es muy tímida, se que el hecho que nos vieran la excitó mucho. Su timidez desaparecía cuando tenía mi pija en su boca. Cuando la agarraba del pelo. Cuando pasaba mis dedos húmedos de sus jugos por sus labios. Cuando una vez, después de haber cojido con mucha fuerza, me hizo una paja fuerte, su mano resbalando mucho por mi pija, y a la vez ella golpeaba mi pija en su cara, en sus labios, y cuando yo acabé cubrio y boca y parte de su rostrito divino, de chica "buena" y tímida, con mi semen. Su timidez desapareció cuando una vez, teniéndola boca abajo, agarrándola del pelo fuerte, manteniendo su cabeza contra el colchón, escupí su culito, le meti un dedo, luego dos, luego la puntita de mi pija. Me pidió que vaya despacio, hasta que no aguantó y empezó a repetir "cojeme, cojeme, cojeme!". Su timidez desaparecía en esos momentos, y se transformaba en una putita divina.
Y esa putita divina, fue una mina con la cual, intermitentemente, me hice la paja durante más de 10 años. Y que luego, cuando relamente loguré cojermela, me di cuenta de algo muy impresionante: que corto que me había quedado con esas pajas. Que buen polvo!

2 comentarios - Fantasia realizada - la profe del colegio

ren6o
Muy bueno loco!
cojer