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Entrega a su esposa para satisfacer su morbo.

Hola poringueras y poringueros. Este relato tiene un tiempo, fue la respuesta de un seguidor que me pidió un relato por mensaje con determinadas características. La consigna era que le haría a su mujer totalmente entregada mientras duerme. Mi respuesta fue el relato que les posteo a continuación (lo publico para todos porque personalmente me gustó el relato y la idea).
La situación me calentó desde el primer minuto que me lo han propuesto allá en el kiosco cuando fui a comprar una caja de Gitanes Blondes. Al entrar a la habitación matrimonial ella dormía plácidamente boca abajo vestida unicamente con una tanga pequeña, en un ambiente iluminado solo por la tenue luz de un velador. Sus leves ronquidos llenaban el ambiente y su perfume embriagan mi olfato, me acerco y mi lengua empieza a recorrer su espalda desnuda mientras mis manos le da suaves caricias. Ella cambio el leve ronquido de su profundo sueño por un suspiro casi aprobador. Su marido se masturba con lentitud disfrutando del morbo de ver a su mujer con un extraño. Poco a poco ella se despereza y se entrega a mis apetencias sexuales, en tanto yo me sumerjo entre sus piernas para lamer su vagina. Los olores son suaves, mezcla de secreciones vaginales y un jabón de tocador. Con mis manos busco abrir más la vagina para recorrerla con mi lengua buscando el clítoris. Los suspiros de ella se transformaron en gemidos y sus manos sujetan mi cabeza para que no me despegue de ella. Sus piernas buscan cerrarse, se percibe un movimiento de su musculatura que denuncia un orgasmo y su boca grita llena de extasis. Levemente repuesta, gira su cabeza y observa a su marido sentado en una banqueta masturbándose y le dice "Gracias mi amor. Te amo."
Ella es livianita, me resulta fácil manipularla y acomodarla en la pose que quiera, así que me senté en el borde de la cama y la senté sobre mi dándome la espalda y sin mucho esfuerzo mi pene acopló dentro de su húmeda vagina, ella con un suspiro pronunciado le dio la bienvenida a mi grueso pene. Poseída, cabalga sobre mi vigoroso pene con un ritmo frenético, lo hace alocado y sostenido mientras recibe de mis manos leves pelliszcos en sus pezones. Mi pene está que explota, me resulta dificil contenerlo más y en mi esfuerzo por evitar acabar me excito aun más. Una suave cosquilleo recorre mi cuerpo, casi como un recorrido de electricidad.
La empujo sujetándola y agachada recibe todo mi esperma que inunda su vagina y empieza a chorrear.. Con sus manos toma los restos que caen por sus piernas y con una mirada de mujer fatal prueba ese néctar de vida que recibió plena.
Ya nada la detenía, sin preámbulos limpio mi pene mamándolo con suavidad. Sus labios sabían lo que hacían y sus manos acariciaban mis testículos buscando poco a poco estimular la zona prostática.
Mi cabeza no podía salir del estado de euforia y excitación; mi mente quería llevarse el premio mayor, quería hacerle ese culito que tan redondo y firme vi cuano ingresé a la habitación mientras dormía.
Yacíamos abrazados, nos besábamos apasionados y con mis dedos buscaban estimular su ano. Con paciencia mi dedo mayor ingresaba a su ano en tanto ella la invadía un ligero dolor y un estado de exciatción que la dominaba. Al poco tiempo intento sumarle otro dedo en su ano. A los pocos minutos su ano estaba listo para recibir el poder de mi pene. Lubrico su ano, le agrego a mi pene una buena cantidad de gel íntimo y empiezo a penetrar su ano con sus gritos de dolor de fondo. A todo esto su marido iba por su tercera paja, todo manchado con sus restos seminales en su pene, sus manos y un pco en el suelo.
La acomodo dejándola de cara a su marido y le sacudo su ano ritmicamente. Ella grita, su rostro se transforma en una mueca de dolor y soporta estoicamente mi pene dentro suyo.
- Rompeme toda!!!! Rompeme la cola!!!! -fueron los gritos de locura de aquella mujer desbordada por su estado de euforia. Su marido escuchaba y sonreía cómplice.
Fue fácil que llegaramos juntos a un nuevo orgasmo, recibió lo que tanto anhelaba, aquello que su marido fue incapaz de hacer, saber como tratar a una mujer bien puta. Al menos, sabiendo de sus limitaciones y lejos de todo egoísmo, supo buscar quien la satisfaga. Será en todo caso un juego sexual donde cada uno de ellos sabran disfrutar a su manera. Aun puedo ver como le temblaba las piernas y su ano expulsaba los restos de semen que no pudo albergar como si fuera un volcán. Su marido se portó muy bien, no nos interrumpió en ningún momento y se copó convidándonos una fresca cervecita para reponernos.

6 comentarios - Entrega a su esposa para satisfacer su morbo.

danymaguna +1
excelente relato !!!!!!!!
garrote2373
Gracias por el comentario.
Neotete +1
Entrega a su esposa para satisfacer su morbo.

esposa

excelente
garrote2373
Gracias por el elogio. Aguante Nicolino!!!!!!