Nos Sobra El Mundo
Demás está decir, que nos sobraba el mundo en aquel instante. Me perdí en ese beso dulce, tierno casi inocente. Sentí que me mordías. Cómo me gusta eso, ¿Sabes? No pares, por favor te pido. No lo hagas. Me aferro al sabor de tu lengua suavemente acariciando la mía, mis manos se posan sobre tu cintura. Me volves loco.
Subo un poco tu remera, siento el calor de tu piel en mis manos, tu beso se hace profundo, desesperado, voraz. Te necesito, te necesito más cerca, más fuerte, más que nunca. Acaricio tu cintura, bajando mi palma hasta apoyarla en tu cola. ¿Te gusta que la apriete así?
Siento tu mano. Buscándome. Bajas mi cierre, y te adueñas de lo que te pertenece. Para siempre. Me mordes y me soltas. Me muero por vos. Te agachas despacio, tan despacio que me haces pedir: ''Por favor''. Tus ojos miran los míos, tu lengua acaricia mi pene. Lo recorre desde abajo hacía arriba. Un beso dulce y hermoso en la puntita, antes de preguntarme, ¿Estoy linda así, acá?.
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