Dos sesiones en un spa.

Hola, hoy les quiero contar algo que me pasó en un spa donde me fui a hacer unos masajes.
Pedí unos masajes descontracturantes y me hicieron pasar a un box donde me esperaba un muchacho, normal, nada que me llamase la atención, me dijo queme quite la ropa y el corpiño y que me acostara boca abajo, me dejó una sabanita para taparme y se retiró para que me desvista tranquila.
Me saque la ropa y lo esperé como me pidió. En el box había un hornillo con aceites esenciales muy embriagantes, invitaban a la relajación, seguro era una mezcla de aceites para tal efecto, me gustó.
Entró el muchacho y descubrió mi espalda, sus manos firmes comenzaron a extender un exquisito aceite, muy aromático en mi piel y una sensación de bienestar recorrió mi cuerpo.
Sus manos comenzaron la tarea de desatar mis nudos con suavidad pero con firmeza, y el relax que estaba logrando me empezó a llenar tanto que quise que esas manos no dejen de tocarme....será posible que en solo una hora dejen de hacerlo??? yo quiero esto para siempre!!!! mi mente pensaba esto mientras que mi cuerpo comenzaba a darme señales de excitación....esas manos me estaban volviendo loca....y solo estaban acariciando mi espalda.
Casi media hora después terminó con mi espalda dejandomela nueva, yo estaba muy caliente, se lo hacia saber con gemiditos y suspiros pero él era muy profesional y si se había dado cuenta no dijo nada. Yo quería hacer algo que lo dejara duro para que se de cuenta del estado en que me había dejado, pero no se me ocurría nada.
Me tapó la espalda y destapó mis piernas y mi cola, sentirme descubierta me calentó más aun, extendió un poco de aceite por mis piernas y como tenía un culotte en vez de mis acostumbradas tangas me pidió permiso para correrlo un poco para masajear mejor el comienzo de mis piernas. Y ahí supe lo que tenía que hacer!!. le dije: - dejá que mejor me lo saco así no te molesta.
Y antes de que reaccione, de un movimiento me saque el culotte dejando mi culo al aire.
El quedó sorprendido y me dijo: -Bien, como quieras...mirá que me arreglo igual...
Y yo le respondí:- Está bien, así me masajeas bien los glúteos que siempre estoy mucho tiempo sentada
En silencio comenzó por los muslos, cuando lo hizo en la cara interna de los mismos sus dedos pasaban a milímetros de mi muy mojada concha, imposible que no viera como estaba...sus manos en los glúteos me dejaron muy loca sus dedos rozaron un par de veces mi ano y no pude contener un profundo suspiro.
Después siguió por los pies, muy placentero pero yo ya estaba en otro lado. Volvió a recorrer mis piernas, mis glúteos, mi ano....mas suspiros....estoy seguro que lo hacia apropósito, sabia que estaba entregada.
Ya boca arriba, me tapé con la sabana mientras él se dio vuelta, muy respetuoso, luego hizo algo que me terminó de quemar la mente, me cubrió los ojos con una especie de almohadita rellena con semillas y hierbas, sentí olor a lavanda y a romero, pero había más.
El quedar a ciegas me dejó totalmente en sus manos... fue muy excitante...
Mis pezones durísimos se marcaban por debajo de la sabana y, aunque no veía, creo que la mojadura de mi concha debía estar enchastrandola por como la sentía.
Corrió un poco la sabana en el medio y masajeó muy suavemente mi panza, casa pasada de sus manos arrancaban fuego de mi piel, mis suspiros eran uno tras otro y si bien no lo podía ver, él debía estar ya bastante trastornadito,.
Fue para mis piernas dejándome descubierto mi pubis y yo las abrí para que trabaje cómodo y viera como estaba.
El aceite se mezcló con mi propio lubricante que para esta altura resbalaba por mis piernas.
Cuando comenzó con la otra pierna no pude más y agarrándole la mano me la mandé a la concha diciéndole: -No puedo más!!!! esto es una dulce tortura que no soporto....haceme acabar por favor!!!!
Voló la sabana y la almohadita al piso y el me pidió que por favor no gima fuerte porque no quería tener problemas ahí, si se daban cuenta de lo que pasaba lo iban a echar.
Sus dedos recorrieron mi concha muy suavemente por afuera y luego entraron entre los labios muy lentamente, con la otra mano acariciaba mis tetas y en un momento se agacho a mordisquearlas, un par de veces gemí medio fuerte y el en tono de suplica llegó hasta besarme para acallarme.
Cuando lo tuve a mano manotee por debajo de su pantalón su pija enorme y muy dura y en un movimiento firme ya la tenía en mi boca. Je! ahora el que gemía era él, yo tenia la boca bien ocupada!!.
Se ve que también estaba muy caliente porque al ratito me llenó la boca de leche mientras yo me sacudía entre los espasmos de una monumental acabada.
No quiso cobrarme sus servicios extras y solo pagué por el masaje normal en la recepción.

Al tiempito volví pero el muchacho no estaba.
Me pasaron con una chica petisita y muy linda, lindo par de tetas y una cola muy apetecible, muy simpática, volvimos con la rutina de prepararnos para el masaje. Esta vez me puse en bolas de una y me tapé con la sabana.
Yo estaba medio frustrada por no haber encontrado al masajista pero con el primer contacto de esta chica mi piel sintió un hormigueo que me fascinó. Su energía era muy potente, sus manos eran cosa de otro mundo, me relajaron en dos minutos y me calentaron en cuatro!!!! Soy una calentona incorregible y esta chiquita lo notó mas rapidamente.
La masajista sabia muy bien lo que hacia y lo que yo quería...yo ronroneaba como un gatito y ella con sus manos hacia maravillas.
Cuando se dirigió a mis piernas y mi culo no se cuidó como el muchacho, mandó mano rozando mi concha y mi culo y ante cada suspiro mio sonreía. Ella sabía muy bien lo que yo quería y estaba dispuesta a dármelo
Cuando me hizo dar vuelta boca arriba ya me dejó sin sabana, empezó muy diestramente con sus manos a dejarme en un éxtasis total .Masajeó muy suave y firmemente mis tetas y mis suspiros se convirtieron en jadeos.
Me dijo: - Si mal no creo, queres que siga por acá, no? y diciendo eso deslizó su mano por mi panza hasta que fue de una hasta mi concha, mojada y caliente. Le dije si entre suspiros y ella me pajeo de una manera majestuosa. Acabé al instante...ella me besó y se sacó la ropa. sus hermosas tetas rosadas y redondas me invitaban a besarlas y eso hice por un rato, hasta que se subió encima mio y entrecruzando nuestras piernas uso su concha sobre la mía y nos pegamos la mejor de las cogidas. Acabamos y quedamos abrazadas.
Le dejé mi teléfono y varias veces me vino a casa a visitarme.