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Mi Tía tiene gripe (real) (Días 1 y 2)

Hace unos años estaba de paso en casa de Tía y tuvo la mala suerte de caer con una fuerte gripe en cama.

Mucha fiebre que no le permitía hacer nada y que la llevaba casi al delirio. Yo era su única conexión con la vida normal. Fueron 7 días emocionantes para mí y muy duros para ella.

Empecé a cuidarla con esmero el primer día, le preparé jugo de naranja, arroz, le tomaba la fiebre a cada momento, paños de agua fría, la acompañaba a la ducha, vuelta a la cama, etc.

El contacto y el roce con la yegua, y verla tan débil hizo que empezaran a rondarme ideas extrañas. De alguna manera era una oportunidad única de poder jugar con ella a mi antojo.

El segundo día las cosas comenzaron a cambiar...


Por la mañana le preparé un brebaje con huevo, vino dulce y una tremenda acabada de mi verga que mezclé con fruición. Le insistí que era bueno para su garganta, y sentado a su lado se lo fui dando en cucharaditas. Me excitaba verla a la muy puta tragarse mi leche tan lentamente y que esa leche le masajee la garganta.

No sospechó nada y además apenas podía hablar por la fiebre.

Al rato mientras le ponía paños de agua fría, empecé a hacerle masajes en el pecho para ayudarla con la tos, obviamente le saqué la remerita y quedó con sus tetazas al aire. Creo que un poco empezó a sospechar pero de alguna manera el masaje la favorecía. Era tan puta la pobre...


Antes del mediodía le preparé un baño caliente y la acompañé yo mismo, ayudandola a desvestirla y meterse en la ducha para que no se cayera. El miedo que le entró dada su debilidad hizo que me tuviera que meter con ella en la bañera, colocandome detrás suyo, y bañandola como a una bebota.

De alguna manera ella notaba mi pija dura apoyada en su espalda, pero el placer que sentía en ese momento con el agua impidió que protestara.

Al acostarla de nuevo, se emocionó y me agradeció que estuviera ahí. Al final era una pobre desgraciada, solterona y no tenía nada. Al abrazarnos le besé el cuello como si fuera su amante. Cosa que la hizo reaccionar un poco y separarme suavemente de su cara.

Como me mataba a pajas, tenía leche suficiente para empacharla. Al mediodía le preparé un arroz blanco con queso de rallar y mi leche abundante y tibia que mezclé para disimular. Lo saboreó lentamente y me felicitó por lo bien que manejaba la cocina.

A la tarde le daba un sedante bastante fuerte que la dejaba prácticamente desmayada. Era la hora de la siesta y era la hora de mi diversión.

Cuando estaba completamente dormida, me le acercaba desnudo y la empezaba a frotar con mi verga por donde se me ocurría, el culo, la cara, las manos, los pies. Era hermoso tener a mi merced a semejante trola de mierda.

Le chupaba bien las gomas, le escupía el orto, la puerteaba. Parecía una muñeca inflable por lo inerte.Finalmente me la garchaba lentamente un buen rato hasta llenarle de leche la concha.

Era hermoso, y recién comenzaba.


(Continuará....)

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