ACLARO QUE NO ES UN RELATO MIO, ES ALGO QUE ENCONTRE EN LA RED Y ME PARECIÓ AGRADABLE COMPARTIR CON USTEDES :D
Tarde en la u con mi novia donde no tuvimos sexo pero si entras verás lo bien que la pasamos este día pudo parecer normal para muchos, pero no para mí.
Ya era costumbre encontrarme al mediodía con mi novia para almorzar juntos en la universidad. Por lo general su mejor amiga nos acompañaba y entre risas y charlas se hacia mas ameno el almuerzo. Normal también era que ella tan solo se quedara para almorzar y un rato más para no hacer “la del indio”, normal también era que nos recostáramos después de que ella se fuera, pero desde ahí, en ese día, el resto no fue tan normal. Ese día ella, mi novia, había llevado una sábana porque le tiene repudio a las hormigas y siempre nos hacemos en la manga. Tengo que aclarar que ninguno de los dos tiene mucha experiencia sexualmente hablando, yo tuve una novia con quien tuve uno que otro acercamiento pero a mis 21 aun soy virgen y con una desnudez que ninguna ha apreciado desde que soy yo quien decido a quien mostrarla, aunque puedo decir que estoy mas informado que muchos que tienen mas practica que yo, ella con 18 y con una que otra experiencia con ropa, según lo que me cuenta con un primo, pero casi nula ante estos temas y ante todo muy reacia según sus palabras ante cualquier contacto. Pero este día esa seria una de las cosas que dejaría de ser normal
Ya sin su mejor amiga y recostados mirando la tarde despejada comenzaron unos besos, también normales, pero con el detalle que serian el preámbulo a muchas cosas más. Un beso se extendió hasta el punto de empezar a alterar nuestras hormonas, o al menos las mías hasta ese momento. Llevábamos poco tiempo de novios y por lo que me decía sobre cero acercamientos sexuales no me decidía a hacer algo más “hot”; pero lo hice y comencé por acariciar suavemente su abdomen; me movía de arriba abajo y de un lado al otro; noté que lo disfrutaba así que quise darle mas y lo empecé a hacer por debajo de su blusa y, Oh sorpresa, encontré uno de sus puntos débiles. Lo supe al ver que agarro fuerte mi mano en señal de “no continúes” cuando tan solo rosando pasé por él; el beso se detuvo y obvio mi reacción fue un ¿qué pasó? Me dijo: nada, me da cosquillas me levante un poco a una altura como para mirarla y empecé a acariciar su cara, me acosté de nuevo y empezamos de nuevo a besarnos, no tarde mucho en continuar donde iba con mi mano y esta vez no encontré resistencia, al contrario ella me empezó a hacer lo mismo tan sólo rosándome con sus uñas y estando recostados de lado pasó ese roce a mi espalda y para mayor sorpresa mía ella encontró un punto que nadie había encontrado. Un punto débil en el que sentí unas cosquillas muy distintas a las que siento en mis pies.
Un poco mas de tiempo y mis manos pedían más, así que empecé a subir poco a poco hasta sentir la redondez de sus no muy grandes pero fascinantes pechos. Los rodeaba por debajo del brasier sin atreverme a mucho pues no quería ser atrevido; pero una vez mas contrario a lo que me decía no encontré resistencia, asi que como alpinista que tantea terreno hice lo mismo a ver hasta donde se dejaba; resumo diciendo que en poco tiempo ella misma desabrochó el “estorbo” y su seno completo puntudo y parado estaba atrapado en mi mano tal cual pelota de béisbol en guante de cátcher.
Un poco de tiempo mas, luego de hacer sus senos míos apretándolos fuerte cuando los abarcaba todos, y un poco mas suave pero haciéndole sentir que en ese instante me poseían, de nuevo mis manos querían mas pero había dos detalles; el primero era que no sabia hasta donde me permitiría llegar, y el segundo es que estábamos en un sitio publico por donde no pasaba una cantidad exagerada de gente pero si se veían almas transitar, pero a pesar de eso sentí, no sé por qué, el permiso para continuar con lo empezado, así que tome nuestros buzos y los puse donde no dejaran ver nada que escandalizara a los transeúntes, aunque creo que se notaba por encima pero igual era mejor eso. Empecé a acariciar por encima de su jean donde creía era la gloria, pero valla si demostré lo novato. A ella le pareció esto muy simpático y se rio, acto seguido sus manos pusieron la punta de uno de mis dedos en el lugar indicado e inmediatamente hice presión, mirando su cara de placer y como aceleraba su respiración un poco, y de nuevo quería mas e hice lo mas atrevido que he hecho en mi vida. Empecé a entrar por debajo del jean y la única condición fue “solo por encima del cachetero”, no dije nada tan solo emprendí la búsqueda de mi meta, no demore mucho pues debajo del jean se sentía mas. Cuan caliente cuan mojado cuan excitado lugar el que encontré, hacia presión mientras sentía mi pene tan duro como ahora escribiendo este relato mientras lo recuerdo y pienso en ella. Ella quiso retribuirme todo eso que le estaba haciendo sentir pero no se atrevía así que esta vez fue mi turno de ayudarle e hice que acariciara mi abdomen y espalda la lleve hasta allí donde ya sentía goteritas y ella con una inocencia que no demostró lo agarro muy fuerte con su pequeña mano y Señor que es esto, por un segundo tuve que parar para sentir eso, ni mis ojos fueron capaz de quedarse abiertos, ni mi respiración de continuar tranquila, pero la pausa fue tan solo un segundo y decidí jugármela toda con mi mano.
La saqué de allí y desabotone, muy lento pues de nuevo tanteaba a ver hasta donde me dejaría, los dos botones de su jean y mucho más que dejarme hacerlo ella misma bajó su cierre. Seguí cumpliendo con la condición pero una vez mas mi mano pedía más. Corrí un tanto hacia un lado el cachetero y alcance a sentir esa superficie rugosa con un tanto de vellos y totalmente húmeda, pero el cachetero no me dejaba avanzar hasta donde quería y por ultimo, después de recordar sus palabras y a donde había llegado a pesar de ellas decidí ir hasta el fondo, literalmente, y saque de nuevo mi mano. Para ese entonces mi correa botón y cierre ya permitían que su delicada inquieta y tierna mano me hiciera sentir miles de cosas encima de la pantaloneta que había antes de mi bóxer. Allí se quedo muy poco y mas rápido que la mia su mano estaba tocándolo por encima de mi bóxer y una vez mas tuve que parar pero el objetivo estaba claro y poco a poco entré dentro del cachetero, despacio, tanteando de nuevo pero sin querer parar; a mitad de camino me detuvo un seco “se te perdió el camino” a lo que respondí muy sincera y conscientemente “te equivocas” “y entonces” “este es el camino que quiero seguir”….. un pequeño silencio y ningún reproche mas, lo único que sentí fue como se acomodaba y abría un tanto las piernas. Llegué allí y todo era humedad, era la primera vez que visitaba tal lugar en toda mi vida y como niño en parque de diversiones entre casi corriendo.
Y como todo un experto inicie unos movimientos allí en la puerta y así descubrí la manera de hacerte mojar; un tanto después lo hacia con dos dedos allí encimita, simulaba mas o menos el movimiento que hacen mis pies al montar bicicleta, y cambiaba de ritmo según me lo decía mi instinto, sin entrar mucho, luego los saque y valla hasta arrugados estaban de tanta humedad. Cuando ya era innecesario producir de aquel liquido que lo sentía cada vez mas excitante rodeando mis dedos uno de ellos se fugo y decidió entrar en aquel territorio nunca explorado, note tu contracción tu respiración se aceleró, tu mano cogió la mía pero no me deje sacar, y empecé a moverme de la manera en que creía conseguiría darte mas placer, parecía que lo lograba. Recuerdo cuando lo doble un poco hacia arriba y hacía un tanto de presión sobre tu huesito. Una vez más como el titulo de este relato mi mano quería más y mientras ya su mano tocaba mi pene erecto a más no poder y como si fuera experta lo masturbaba con cierta agresividad, agresividad placentera debo aclarar, que me hacía detener en ciertos momentos para sentir el placer decidí suavemente, lentamente, mientras te observaba a ver como reaccionaría tu muy estrecha vagina a esto (les recuerdo que era virgen) ingrese otro dedo; no solo su húmeda y caliente cosita reaccionó, todo tu cuerpo lo hizo, respiración, palpitación, glándulas de sudor, su mano (la que me daba placer jugando con mi erecto excitado y venoso pene) y hasta su voz que sonó tal cual actriz porno mientras decía “oh my god baby” y su mano me apretó allí fuerte agresiva y placenteramente. Inicié una tanda de movimientos circulares que aprovechando que no pasaba nadie te hacían revolcar y te aferrabas de mi miembro como si de ello dependiera tu vida. Luego me diste la primera masturbada que hiciera en el una mano que no fuera mía al tiempo que yo abría mis dedos tocando las paredes de tu deliciosa vagina y me devolvías este placer apretando y jalando de él. Luego de tanto placer no demore mucho en terminar tuve que parar lo que hacia porque el placer que me dabas no me dejaba hacer más nada, empezaste a hacerlo rápido, cada vez mas como bola de nieve que baja de la montaña, no me controlaba estaba desesperado hasta que… aaahhhhh lo solté todo mientras tú disfrutabas los movimientos que lograbas que hiciera dándome tanto placer.
Hoy pasado algún tiempo después aún somos vírgenes pero estas experiencias se han repetido casi que cada que tenemos la oportunidad y lo puedo decir… NO PERDERIA MI VIRGINIDAD CON UNA DISTINTA A ELLA… sólo es cuestión que nos coja el momento propicio.
3 comentarios - Mi mano quería más
Te dejo todos los puntos que me quedaban