Mi necesidad de contar esto a alguien me ha hecho descubrir esta pagina estupenda de relatos, mis dudas sobre publicar mi historia me ha llevado varias semanas en tomar mi decisión, al final he decidido contarlo y haceros partícipes de mis "secretas aventuras" con hombres a los que pido algo a cambio.
Me casé con Isidoro hace ya diez años, nuestra posición económica siempre ha sido debil y escasa, más aún cuando tuvimos a nuestra hija Yaiza, las deudas y lo corto de nuestros sueldos de Panadero el y limpiadora en ocasiones yo hacía que pasáramos necesidades todos los meses, claro todo esto hasta el cuarto año de matrimonio, que aunque muy enamorada y satisfecha de mi marido descubrí lo que algunos hombres estaban dispuestos hacer solo por sexo.
Mi jefe era un hombre de cincuenta años, seguro de si mismo y muy agradable al trato, tenía fama de mujeriego, aunque casado y con tre hijos nunca nadie podia haber demostrado nada de sus infidelidades.
Yo sabía de su afición a las mujeres y una compañera de trabajo me contó que Claudio, así se llama, le había propuesto tener relaciones con ella a cambio de dinero.
Esa idea de convertirme en puta me asqueaba al mismo tiempo que el morbo de estar con otros hombres más aún a cambio de dinero me rondaba bastante la cabeza debido a las necesidades ecónomicas que teníamos en los últimos meses, y sobre todo por mi hija Yaiza.
Decidida a dar el paso llegué a la oficina de Claudio y sin rodeos le conté que me hacía falta dinero y que necesitaba un aumento de sueldo, es más le dije también que si podía hacerme un préstamo y que se lo devolvería con mis nóminas.
- Verás Claudio, me hace falta dinero, mucho dinero y los bancos no están dispuestos a darme nada, por lo que necesito que alguien me preste dinero. ( yo )
- Bueno la verdad es que el sueldo no te lo puedo subir mucho más, y con respecto al préstamo lo veo dificil, ya que te puedo dar el dinero y no volverte a ver nunca más. ( Claudio )
- Bueno yo soy una mujer de una vez y no sería capaz de engañar a nadie ( Yo )
- No lo dudo pero, es que ya me han engañado en otra ocasiones y no estoy dispuesto a que vuelva a ocurrir. ( Claudio )
La negativa de Claudio hizo que mi vena de puta indecente me saliese a borbotones, y sin pensarlo me puse a llorar allí sentada, lo que ocasionó que Claudio se levantase y viniese a mi silla a consolar mis falsas lágrimas de "cocodrilo".
- Perdón, perdón Claudio , no quería llorar pero es que mi necesidad es grande ( yo )
- No se que puedo hacer para ayudarte, es muy dificil mi situación ( Claudio )
Yo me encontraba sentada en una silla y Claudio de pié junto a mi, me consolaba acariciando mi hombro y tratando de dar ánimos.
Me llené de valentía y con decisión coloqué mis manos en sus piernas y continué la conversación :
- No se que puedo hacer Claudio estaría dispuesta a cualquier cosa por dinero ( yo )
Conforme decía esta frase mis manos se acercaban timidamente a su bragueta.
Con titubeos y algo indeciso Claudio sorprendido por mi acción comenzó a tartamudear y por unos segundos fue incapaz de articular palabra alguna, lo que aproveché para frotar mis manos sobre su bragueta.
- Como te he dicho sería capaz de lo que sea por dinero ( yo )
- Bueno la verdad es que hay cosas que me harían muy feliz y te proporcionarían algunos ingresos extras ( Claudio )
- Yo se lo que te haría feliz Claudio ( yo )
Diciendo estas palabras a Claudio mis manos bajaban ya la cremallera del pantalon de Claudio, que debido a mis masajes con la mano en su bragueta podía adivinar como su miembro viril había aumentado considerablemente de tamaño, solo tuve que meter mi mano dentro del pantalón y descubrir la grandeza de aquel erecto falo.
- Me parece que has entendido perfectamente todo lo que te he dicho , creo que tu y yo vamos a ser grandes amigos, nos vamos a llevar muy bién y estoy seguro de que tus problemas ecónomicos comenzarán a menguar en breve ( Claudio )
Todavía no había terminado la frase cuando agarrando y rodeando su falo con mi mano lo introduje por completo en mi boca, dejando mi mente en blanco lo único que pensaba era en los beneficios que podía darme esa mamada y sus posteriores consecuencias.
Con su pene en mi boca Claudio comenzó a mover su cintura emulando los movimientos del coito pero con su falo dentro de mi boca, el sostenía mi cabeza mientras seguía allí sentada y el de pié frente a mi sacando e introduciendo una y otra vez su miembro de mi boca, mis manos acariciaban sus testículos al mismo tiempo que masturbaba el falo dentro de mi boca, mi lengua juagaba con la punta del glande , de todos modos Claudio aceleró sus movimientos de penetración de su pene en mi boca hasta que comencé a sentir como un liquido caliente y viscoso inundaba mi boca.
El muy cabrón se estaba corriendo dentro de mi boca y no se había preocupado ni de avisarme, un sentimiento de asco y repugnancia pasó por todo mi cuerpo, pero el saber que posiblemente mi acto sería remunerado me hizo sentir fuerte y seguir como si tal cosa con su pene escupiendo lefa dentro de mi boca.
- Aaaaaah, que gusto aaaaaaaaaaah, toma mi leche y bebetelá ( Claudio )
Asqueada pero segura de mi misma tragué toda la lefa que Claudio depositó en mi boca, conforme su lefa pasaba por mi garganta pensaba en las cosas que podía comprar a mi hija con el sucio dinero de Claudio.
- Lo vés Mónica, como lo hemos pasado bien los dos, ( Claudio )
Secando su pene con un pañuelo de papel que ni si quiera me ofreció para limpiar mi boca el muy cabrón me ofreció un billete de 50 € .
- A partir de este momento si tu quieres y solo si estás dispuesta a que nos conozcamos "algo más" el precio de tus horas subirá tres euros más, y regalos como el que te he dado hoy se duplicarán si tu quieres y lo pasamos bién los dos ( Claudio )
La oferta de Claudio suponía un aumento de unos 240 € al mes, más los "regalitos" que claudio me prometió entrgandome a el sexualmente, supuse que mis ingresos mensuales subirían en total unos 400 0 500 € , ese dinero me vendría muy bien para paliar mis gastos y poder llegar mas holgada a final de mes. Me pidió que le diese mi respuesta al dia siguiente.
Cuando llegué a casa le conté a mi marido que me habían subido algo el sueldo , se puso contento y comprendí que realmente amaba a mi marido y lo de mi jefe lo hacía solo por dinero, debido a nuestra precaria situación ecónomica pensé en toda la noche la respuesta que daría a Claudio.
- Buenos dias claudio ( yo )
- Buenos dias Mónica
- Verás después de pensar toda la noche he decidido aceptar tus condiciones ( yo )
- No te arrepentirás, te lo aseguro, a partir de hoy tienes una hora más de trabajo y tres euros más la hora, además te prometí que te haría alguna propinilla de vez en cuando, pues toma la primera, y cuando se vayan todos te diriges al comedor ( claudio )
Claudio me regaló en esta ocasión dos billetes de 50 € , me sentía una verdadera prostituta, pero me daba igual el caso es que me daba dinero y me venía bien. La hora de que todos se marchasen llegó y haciendo caso a sus peticiones me dirigí de inmediato al comedor, donde me senté en un banco a esperar su llegada, debo de admitir que me encontraba realmente nerviosa.
A través de un espejo pude ver como Claudio se acercaba por mi espalda donde me encontraba sentada, vestida con una fina bata de limpieza y con mi ropa interior como únicas prendas que llevaba puestas, decidí permanecer sentada en aquel banco hasta que el propusiera algo, pero en realidad no hizo falta .
Se acercó a mi espalda, no dijo nada, cruzó sus manos por delante de mi y comenzó a quitar los botones de mi bata, con los botones quitados arrojó la bata encima de la mesa, no me dejó que me diese la vuelta, y me abrazó por detrás metiendo sus manos debajo de mi sujetador y masajeando mis senos, me encontraba algo asustada pero decidida a pasar el trago con ese hombre por dinero.
Podía notar la erección de Claudio con su pene rozando mi trasero, en cualquier caso el seguía vestido, una de sus manos estaba dentro de mi sujetador magreando mis senos y con su otra mano la introdujo dentro de mis bragas y comenzó a estimular mi zona genital, al mismo tiempo su lengua besaba mi cuello y mi nuca, no podía ver su cara pero notaba que le gustaba lo que hacía y para no mentir decir que comencé a sentir algo de placer con ese hombre metiendome mano desde atrás.
Los movimientos de sus dedos dentro de mis bragas hacían que me humedeciese por segundos, el morbo de tener a un hombre en mi espalda y masturbando mi genital que no fuese mi marido hacía que mi libido subiese de puntuación, y realmente comencé a sentirme sumamente muy excitada, en cualquier caso nos encontrábamos los dos de pié, yo delante y el detrás de mí.
Claudio me pidió que me apoyase con mis manos en la mesa, allí me incliné y dejé reposar mis pechos encima de la mesa, Claudio bajó mis bragas a la altura de mis tobillos y dejó mi trasero al descubierto, giré mi cabeza y vi como claudio bajó sus pantalones hasta sus rodillas dejando ver su erecto falo, me pidió que volviese mi cabeza y no mirase hacía atrás.
Pero iba a pasar algo con lo que no contaba, yo pensaba que claudio penetraría mii vagina desde atrás pero mi sorpresa llegó en forma de sensación de dedos humedos lubricando mi orificio anal.
- ¡ NO CLAUDIO , NO , POR EL CULO NOOOO ! ¡ POR FAVOR EL CULO NOOO !
Haciendo caso omiso a mis súplicas Claudio prosiguió engrasando el orificio que en realidad estaba destinado solo como salida y no como entrada, es cierto que si que había practicado sexo anal en algunas ocasiones con mi marido pero hacía ya tiempo que no lo practicaba y no esperaba que Claudio pensara en penetrar mi trasero, sin hacer caso a mis súplicas Claudio enfrentó su falo a la entrada de mi estrecho orificio anal y comenzó a empujar con fuerza al mismo tiempo que sentía como su pene se iba introduciendo en mi culo.
- ¡ AAAAAAAAAAAAH, ME DUELE, ME DUELE, PARAAAAAAAA , NO ME LA METAS POR EL CULO !
Demasiado tarde, su pene estaba ya completamente abrazado por las paredes de mi recto, su mano izquierda abrazaba mi abdomen desde atrás mientras su mano derecha masturbaba mi genital, el dolor que me ocasionaba el falo dentro de mi agujerito anal era solo superado por el placer que sus dedos propinaban a mis labios vaginales .
Por un lado me sentía como si me estuviese violando de alguna manera pués el dolor de mi ano era indiscutible , pero por otro lado el muy cabrón me excitaba con sus dedos y el morbo de ser entregada a sus deseos en forma de sexo violento y no consentido me excitaba, era un encuentro de extrañas sensaciones, Claudio no decía nada y solo se limitaba a jadear mientras empujaba su falo con fuerza dentro de mi trasero .
El aumento de frotación de sus dedos al mismo tiempo que aumentaba el ritmo del coito sobre mi trasero consigiueron que cuando comencé a notar mi trasero lleno de liquido el orgasmo por mi parte fuera ya una realidad, mis gritos de dolor se convirtieron en gemidos de placer y aprobación por mi parte, al mismo tiempo que Claudio me abrazaba desde atrás terminando de exprimir el liquido blanco que depositó dentro de mis intestinos, sin sacar su pene de mi trasero me corrí como una zorra .
Con toda su lefa depositada en mi culo Claudio subió sus pantalones y se marchó de allí sin decir absolutamente nada, yo me quedé un rato allí inclinada en esa mesa intentando de que ese dolor desapareciese de mi agujero, al mismo tiempo notaba como al hacer algo de fuerza ese liquido comenzó a chorrear por mis muslos hasta llegar a mis piés, me limpié con una servilleta, subí mis bragas y me coloqué de nuevo la bata de limpieza, la cual volví a cambiarla de nuevo en los vestuarios por mi ropa de calle. Llegué a casa y con algo de dolor todavía terminé de limpiar los restos de semen que Claudio había dejado en mi culo, besé a mi marido, a mi hija y les dije que los quería, el almuerzo lo había preparado mi marido y como una familia normal y corriente nos dispusimos a comer, en realidad si que éramos una familia normal y corriente , un marido , una hija una esposa, puta pero a fin de cuantas una esposa preocupada por la felicidad y el bienestar de su familia.
Fuente: monica pz.
Me casé con Isidoro hace ya diez años, nuestra posición económica siempre ha sido debil y escasa, más aún cuando tuvimos a nuestra hija Yaiza, las deudas y lo corto de nuestros sueldos de Panadero el y limpiadora en ocasiones yo hacía que pasáramos necesidades todos los meses, claro todo esto hasta el cuarto año de matrimonio, que aunque muy enamorada y satisfecha de mi marido descubrí lo que algunos hombres estaban dispuestos hacer solo por sexo.
Mi jefe era un hombre de cincuenta años, seguro de si mismo y muy agradable al trato, tenía fama de mujeriego, aunque casado y con tre hijos nunca nadie podia haber demostrado nada de sus infidelidades.
Yo sabía de su afición a las mujeres y una compañera de trabajo me contó que Claudio, así se llama, le había propuesto tener relaciones con ella a cambio de dinero.
Esa idea de convertirme en puta me asqueaba al mismo tiempo que el morbo de estar con otros hombres más aún a cambio de dinero me rondaba bastante la cabeza debido a las necesidades ecónomicas que teníamos en los últimos meses, y sobre todo por mi hija Yaiza.
Decidida a dar el paso llegué a la oficina de Claudio y sin rodeos le conté que me hacía falta dinero y que necesitaba un aumento de sueldo, es más le dije también que si podía hacerme un préstamo y que se lo devolvería con mis nóminas.
- Verás Claudio, me hace falta dinero, mucho dinero y los bancos no están dispuestos a darme nada, por lo que necesito que alguien me preste dinero. ( yo )
- Bueno la verdad es que el sueldo no te lo puedo subir mucho más, y con respecto al préstamo lo veo dificil, ya que te puedo dar el dinero y no volverte a ver nunca más. ( Claudio )
- Bueno yo soy una mujer de una vez y no sería capaz de engañar a nadie ( Yo )
- No lo dudo pero, es que ya me han engañado en otra ocasiones y no estoy dispuesto a que vuelva a ocurrir. ( Claudio )
La negativa de Claudio hizo que mi vena de puta indecente me saliese a borbotones, y sin pensarlo me puse a llorar allí sentada, lo que ocasionó que Claudio se levantase y viniese a mi silla a consolar mis falsas lágrimas de "cocodrilo".
- Perdón, perdón Claudio , no quería llorar pero es que mi necesidad es grande ( yo )
- No se que puedo hacer para ayudarte, es muy dificil mi situación ( Claudio )
Yo me encontraba sentada en una silla y Claudio de pié junto a mi, me consolaba acariciando mi hombro y tratando de dar ánimos.
Me llené de valentía y con decisión coloqué mis manos en sus piernas y continué la conversación :
- No se que puedo hacer Claudio estaría dispuesta a cualquier cosa por dinero ( yo )
Conforme decía esta frase mis manos se acercaban timidamente a su bragueta.
Con titubeos y algo indeciso Claudio sorprendido por mi acción comenzó a tartamudear y por unos segundos fue incapaz de articular palabra alguna, lo que aproveché para frotar mis manos sobre su bragueta.
- Como te he dicho sería capaz de lo que sea por dinero ( yo )
- Bueno la verdad es que hay cosas que me harían muy feliz y te proporcionarían algunos ingresos extras ( Claudio )
- Yo se lo que te haría feliz Claudio ( yo )
Diciendo estas palabras a Claudio mis manos bajaban ya la cremallera del pantalon de Claudio, que debido a mis masajes con la mano en su bragueta podía adivinar como su miembro viril había aumentado considerablemente de tamaño, solo tuve que meter mi mano dentro del pantalón y descubrir la grandeza de aquel erecto falo.
- Me parece que has entendido perfectamente todo lo que te he dicho , creo que tu y yo vamos a ser grandes amigos, nos vamos a llevar muy bién y estoy seguro de que tus problemas ecónomicos comenzarán a menguar en breve ( Claudio )
Todavía no había terminado la frase cuando agarrando y rodeando su falo con mi mano lo introduje por completo en mi boca, dejando mi mente en blanco lo único que pensaba era en los beneficios que podía darme esa mamada y sus posteriores consecuencias.
Con su pene en mi boca Claudio comenzó a mover su cintura emulando los movimientos del coito pero con su falo dentro de mi boca, el sostenía mi cabeza mientras seguía allí sentada y el de pié frente a mi sacando e introduciendo una y otra vez su miembro de mi boca, mis manos acariciaban sus testículos al mismo tiempo que masturbaba el falo dentro de mi boca, mi lengua juagaba con la punta del glande , de todos modos Claudio aceleró sus movimientos de penetración de su pene en mi boca hasta que comencé a sentir como un liquido caliente y viscoso inundaba mi boca.
El muy cabrón se estaba corriendo dentro de mi boca y no se había preocupado ni de avisarme, un sentimiento de asco y repugnancia pasó por todo mi cuerpo, pero el saber que posiblemente mi acto sería remunerado me hizo sentir fuerte y seguir como si tal cosa con su pene escupiendo lefa dentro de mi boca.
- Aaaaaah, que gusto aaaaaaaaaaah, toma mi leche y bebetelá ( Claudio )
Asqueada pero segura de mi misma tragué toda la lefa que Claudio depositó en mi boca, conforme su lefa pasaba por mi garganta pensaba en las cosas que podía comprar a mi hija con el sucio dinero de Claudio.
- Lo vés Mónica, como lo hemos pasado bien los dos, ( Claudio )
Secando su pene con un pañuelo de papel que ni si quiera me ofreció para limpiar mi boca el muy cabrón me ofreció un billete de 50 € .
- A partir de este momento si tu quieres y solo si estás dispuesta a que nos conozcamos "algo más" el precio de tus horas subirá tres euros más, y regalos como el que te he dado hoy se duplicarán si tu quieres y lo pasamos bién los dos ( Claudio )
La oferta de Claudio suponía un aumento de unos 240 € al mes, más los "regalitos" que claudio me prometió entrgandome a el sexualmente, supuse que mis ingresos mensuales subirían en total unos 400 0 500 € , ese dinero me vendría muy bien para paliar mis gastos y poder llegar mas holgada a final de mes. Me pidió que le diese mi respuesta al dia siguiente.
Cuando llegué a casa le conté a mi marido que me habían subido algo el sueldo , se puso contento y comprendí que realmente amaba a mi marido y lo de mi jefe lo hacía solo por dinero, debido a nuestra precaria situación ecónomica pensé en toda la noche la respuesta que daría a Claudio.
- Buenos dias claudio ( yo )
- Buenos dias Mónica
- Verás después de pensar toda la noche he decidido aceptar tus condiciones ( yo )
- No te arrepentirás, te lo aseguro, a partir de hoy tienes una hora más de trabajo y tres euros más la hora, además te prometí que te haría alguna propinilla de vez en cuando, pues toma la primera, y cuando se vayan todos te diriges al comedor ( claudio )
Claudio me regaló en esta ocasión dos billetes de 50 € , me sentía una verdadera prostituta, pero me daba igual el caso es que me daba dinero y me venía bien. La hora de que todos se marchasen llegó y haciendo caso a sus peticiones me dirigí de inmediato al comedor, donde me senté en un banco a esperar su llegada, debo de admitir que me encontraba realmente nerviosa.
A través de un espejo pude ver como Claudio se acercaba por mi espalda donde me encontraba sentada, vestida con una fina bata de limpieza y con mi ropa interior como únicas prendas que llevaba puestas, decidí permanecer sentada en aquel banco hasta que el propusiera algo, pero en realidad no hizo falta .
Se acercó a mi espalda, no dijo nada, cruzó sus manos por delante de mi y comenzó a quitar los botones de mi bata, con los botones quitados arrojó la bata encima de la mesa, no me dejó que me diese la vuelta, y me abrazó por detrás metiendo sus manos debajo de mi sujetador y masajeando mis senos, me encontraba algo asustada pero decidida a pasar el trago con ese hombre por dinero.
Podía notar la erección de Claudio con su pene rozando mi trasero, en cualquier caso el seguía vestido, una de sus manos estaba dentro de mi sujetador magreando mis senos y con su otra mano la introdujo dentro de mis bragas y comenzó a estimular mi zona genital, al mismo tiempo su lengua besaba mi cuello y mi nuca, no podía ver su cara pero notaba que le gustaba lo que hacía y para no mentir decir que comencé a sentir algo de placer con ese hombre metiendome mano desde atrás.
Los movimientos de sus dedos dentro de mis bragas hacían que me humedeciese por segundos, el morbo de tener a un hombre en mi espalda y masturbando mi genital que no fuese mi marido hacía que mi libido subiese de puntuación, y realmente comencé a sentirme sumamente muy excitada, en cualquier caso nos encontrábamos los dos de pié, yo delante y el detrás de mí.
Claudio me pidió que me apoyase con mis manos en la mesa, allí me incliné y dejé reposar mis pechos encima de la mesa, Claudio bajó mis bragas a la altura de mis tobillos y dejó mi trasero al descubierto, giré mi cabeza y vi como claudio bajó sus pantalones hasta sus rodillas dejando ver su erecto falo, me pidió que volviese mi cabeza y no mirase hacía atrás.
Pero iba a pasar algo con lo que no contaba, yo pensaba que claudio penetraría mii vagina desde atrás pero mi sorpresa llegó en forma de sensación de dedos humedos lubricando mi orificio anal.
- ¡ NO CLAUDIO , NO , POR EL CULO NOOOO ! ¡ POR FAVOR EL CULO NOOO !
Haciendo caso omiso a mis súplicas Claudio prosiguió engrasando el orificio que en realidad estaba destinado solo como salida y no como entrada, es cierto que si que había practicado sexo anal en algunas ocasiones con mi marido pero hacía ya tiempo que no lo practicaba y no esperaba que Claudio pensara en penetrar mi trasero, sin hacer caso a mis súplicas Claudio enfrentó su falo a la entrada de mi estrecho orificio anal y comenzó a empujar con fuerza al mismo tiempo que sentía como su pene se iba introduciendo en mi culo.
- ¡ AAAAAAAAAAAAH, ME DUELE, ME DUELE, PARAAAAAAAA , NO ME LA METAS POR EL CULO !
Demasiado tarde, su pene estaba ya completamente abrazado por las paredes de mi recto, su mano izquierda abrazaba mi abdomen desde atrás mientras su mano derecha masturbaba mi genital, el dolor que me ocasionaba el falo dentro de mi agujerito anal era solo superado por el placer que sus dedos propinaban a mis labios vaginales .
Por un lado me sentía como si me estuviese violando de alguna manera pués el dolor de mi ano era indiscutible , pero por otro lado el muy cabrón me excitaba con sus dedos y el morbo de ser entregada a sus deseos en forma de sexo violento y no consentido me excitaba, era un encuentro de extrañas sensaciones, Claudio no decía nada y solo se limitaba a jadear mientras empujaba su falo con fuerza dentro de mi trasero .
El aumento de frotación de sus dedos al mismo tiempo que aumentaba el ritmo del coito sobre mi trasero consigiueron que cuando comencé a notar mi trasero lleno de liquido el orgasmo por mi parte fuera ya una realidad, mis gritos de dolor se convirtieron en gemidos de placer y aprobación por mi parte, al mismo tiempo que Claudio me abrazaba desde atrás terminando de exprimir el liquido blanco que depositó dentro de mis intestinos, sin sacar su pene de mi trasero me corrí como una zorra .
Con toda su lefa depositada en mi culo Claudio subió sus pantalones y se marchó de allí sin decir absolutamente nada, yo me quedé un rato allí inclinada en esa mesa intentando de que ese dolor desapareciese de mi agujero, al mismo tiempo notaba como al hacer algo de fuerza ese liquido comenzó a chorrear por mis muslos hasta llegar a mis piés, me limpié con una servilleta, subí mis bragas y me coloqué de nuevo la bata de limpieza, la cual volví a cambiarla de nuevo en los vestuarios por mi ropa de calle. Llegué a casa y con algo de dolor todavía terminé de limpiar los restos de semen que Claudio había dejado en mi culo, besé a mi marido, a mi hija y les dije que los quería, el almuerzo lo había preparado mi marido y como una familia normal y corriente nos dispusimos a comer, en realidad si que éramos una familia normal y corriente , un marido , una hija una esposa, puta pero a fin de cuantas una esposa preocupada por la felicidad y el bienestar de su familia.
Fuente: monica pz.
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