Dedicado a R.G.M. (por San Valentín)

Hola poringuera. Anoche me fui a bañar después que terminó la peli en la tele, me cepillé los dientes y me fui a acostarme. Vos ya estabas dormida como siempre, boca abajo con tu cara tapada por la maraña de rulos que tenés y tu colita que me da la bienvenida a nuestra cama. Te observo enamorado y excitado y mi pene empieza a acusar recibo de ver tanta belleza recostada en un franco reposo. Me dejo llevar por mis impulso sin respetar tu dulce sueño y empiezo a recorrer con mi lengua tu cuerpo hasta llegar a tu cola. Con un suspiro perdonás mi conducta y una leve sonrisa me indica que aceptás mi trato. Estás dormida aún, lo se, pero casi por instinto arqueás tu espalda y levantás tu cola para que pueda explorar tu vagina y tu ano. Lentamente vas abriendo los ojos mientras tus manos están prendidas de las sábanas. Mi boca ahora te da suaves besos en la espalda y mi mano es la encargada de estimular tu vagina que a esa altura empieza a mostrarse húmeda. Te das vuelta y tus pechos pequeños y hermosos esperan ansiosos mis caricias. Le dedico leves mordiscos a tus pezones que se muestran parados y desafiantes. Luego de unos minutos tu boca pide casi a gritos encargarse de mi pene, que a esa altura está pleno de vigor. Cada uno de los centímetros de mi pene están dentro de tu boca saturada y tus manos buscan ansiosas mi cola para jugar con el. Me acomodo para que me dediques unos besos negros que dejan mi miembro a punto de estallar. Ya estamos listos. Te pones en cuatro y esperás las embestidas de tu salvaje amante, quien te ama y admira. Me dejo llevar, tu cuerpo que el paso del tiempo intenta corromper no hace más que exhibirse orgulloso mostrando toda la belleza de una mujer madura. Ansiosa me pedis que te la mande hasta el fondo cosa que hago con entusiasmo como cada noche que me lo pedis.
Con ritmo frenético empiezo a darle bomba a esa vagina tierna y húmeda, tu cuerpo responde claramente a los estímulos y tu boca larga sonidos que rompe la quietud de la noche.
Tus gritos ahogan los míos y nuestro sudor se hace uno solo. La veo con movimientos espasmódicos, sus manos se aferran al respaldo de la cama y su vagina se contrae en un pronunciado orgasmo haciendo que no resista mucho tiempo más. Sabiendo tus gustos saco mi pene de tu interior y largo toda mi esperma en tus pechos para que con tus manos te lo desparrames por todo el cuerpo. Viciosa limpias tus manos y mi pene de restos de semen con tu boca. Aprovecho y, como un contorsionista, empiezo a estimular tu ano con mis dedos.
Trabajando como un artesano del amor me dedico pacientemente a brindarte placer en ese agujero que me entregás sin tabúes ni complejos, tan solo llevada por el extasis. Fue estimulante ver como acabaste varias veces tan solo con meterte un par de dedos. Paulatinamente empiezo a penetrar tu ano con mi grueso pene y de tu boca sale un alarido que denuncia dolor y placer casi al mismo tiempo. "Rompeme toda" te escucho en un hilo de voz.
MInutos más tardes, fundidos en nuestros gritos acabamos casi en simultaneo. Fue muy duro el día con nuestras obligaciones laborales y de padres pero nos merecíamos esos minutos en el que uno y otro se fundieron en un solo cuerpo. Merecíamos prolongar la noche pero mañana es otro día. Y de paso me guardo un poquito de ganas para hoy. Mi amor, te amo.

Hoy mi relato está dedicada a la poringuera de mi corazón, la que es mi amiga y amante, la que me perdona, me consiente, me dedica sus sonrisas porque cada una de esas cosas lo hace con amor. En este San Valentín va mi relato y mi amor para vos. (Al resto de los poringueros y poringueras ya les dedicaré más historias)

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