Hola a todos los Poringueros (as), el día de hoy les traigo la continuación de mi primer experiencia con un hombre y, como lo dice el título, es la segunda parte de mi encuentro con mi compañero de la facultad, aquél que provocó que conociera mi avidez por sentir ese lado extraño que a mi cuerpo le agrada, y es que además de las ladys preciosas con todos esas cualidades, descubrí mi inclinación hacia los chicos. Bueno sin más preámbulo continúo.
Después de aquel tremendo encuentro en donde mi compañero y yo acabamos bañados en tremendos chorros de leche y después de haber pasado tan excitante situación quedaba un pequeño sentido de culpa de mi parte, bueno, al menos mi mente me engañaba en juegos que me hacían pensar que lo que había hecho era parte de maricas y no de un macho como me habían enseñado, pero ver esa polla durmiéndose y vernos desnudos en la plenitud de nuestra juventud me recalentó el cerebro y ahuyentó esos pensamientos impuestos por el tabú de la sociedad. Así decidí abrirme y decirle la frase del relato anterior: "a ver cabrón, ya me ensuciaste, ahora me limpias", y el dijo, "pues bueno, ya que insistes", y me comenzó lamer todo el cuerpo donde había leche chorreando, y al mismo tiempo le dije, "vamos a bañarnos", Hasta aquí mi cuerpo comenzaba arder de nuevo en tremenda sensación de placer y de morbo, pues estaba a punto de concretar una de mis sucias fantasías cuando veía porno, y esa era la de entrar a la ducha con otra persona y tener el mejor sexo bajo la sensación de la ducha tocando nuestros cuerpos, y pues, en un principio lo había pensado con una chica pero, ahora que se daba la oportunidad con un hombre, explotaba en tremendas emociones por ver como sería pues estaba fuera del plan.
Fue entonces que comenzó la aventura. el y yo nos fuimos besando a través del pasillo que llevaba de mi habitación a la ducha, esa sensación se sentir mis labios húmedos jugueteando en sus labios un poco carnosos hizo que mi verga se pusiera al cien de tal manera que, al pararse, tocó su verga semi-parada como si fueran dos espadas desenvainadas listas para la acción, esa sensación hizo que el se pusiera al cien y un paso antes de entrar a la ducha ambas vergas se toquetearon con los restos del semen de la corrida anterior, y fue así que por un momento quedaron pegadas rozándose una a otra. Posteriormente deje de besarlo y tomé ese enorme tronco que tenía por verga y la jalé mientras el agua caliente salia de la ducha, el no aguantó más e hizo lo mismo, una ves dentro nos volvimos a besar, sentir su lengua en la mía y su pecho comenzando a respirar más fuerte me prendió más, eso provocó en mí que le tomará de las nalgas y lo pegara a mi cuerpo fuertemente, siendo así que las vergas quedaron tan pegadas que comencé a frotarlas, mientras con mis besos iba desde la parte posterior del cuello, descendiendo hacia el pecho para mamar sus tetillas, luego su abdomen, su pubis, hasta alcanzar su verga, la cual como antes, fue pelada por mis labios, su cabeza se asomó reluciente y decidí a mamarla con mas severidad que la anterior vez, casi ahogándome, mientras con mi mano le agarraba las bolas para después comerme una por una. Él temblaba de excitación, tomaba mi cabeza y hacia movimientos de vaivén, como si me cogiera por la boca, con certeza puedo decir que ambos gozábamos estas sensaciones. Después supe que el no podía más y me levantó y me dio otro beso, uno largo, jugoso, era un beso de película porno, pues parecía una competencia por ver quien se comía a quien, nuestros labios llegaban más arriba de la boca, abiertos y sin pensarlo lo tome del cabello y lo bajé a que me mamara, pues mi verga estaba al cien, punzando, venosa, tal vez bañada en presemen; hice que la tragara toda, que comiera mis bolas tal y como yo lo había hecho. Estaba tan caliente que me pasaban pensamientos de lo más morbosos para hacer con él que estuve a punto de pedirle que se abriera para intentar penetrarlo, mi polla por explotar y supongo que la de él también; estaba tan en trance que no me di cuenta que mi celular sonaba y sonaba hasta que me percaté de eso, no le tomé importancia, quería hacer de todo con mi compañero, pero el estúpido teléfono suene y suene, eso me puso de nervios y le pedí que me hiciera el favor de esperarme, atendí al teléfono y me sorprendo al escuchar el tremendo ruido como de una fiesta y un amigo diciéndome que en quince minutos iban por mi, mi sorpresa y temor fue tal que les dije que no vinieran, que estaba cansado por el examen del día pero mi compañero al teléfono advirtió "todos estamos aquí y todos hicimos examen, así que no hay pretexto así que en quince minutos estaban ahí", después colgó. Un miedo me paralizó y me bajo la pija al grado de parecer niño, bueno no, pero la calentura se me fue a los pies por el temor a ser descubierto, así que saqué a mi amigo de la ducha y le expliqué el motivo, quedando pendiente nuestro encuentro que no pudimos consumar, con un dolor de bolas, como cuando las chicas te dejan a medias. Él afortunadamente apagó su celular, pues la maña de saber a que iba desde el principio lo hizo programar sus acciones. Que bueno que yo no apagué el mio, si no, nos hubieran encontrado en mero garche.
Bueno, amigos de Poringa, les traeré después la tercera y última parte del encuentro con mi compañero de la facultad, en esa por fin consumamos lo esperado, créanme que es mejor que las dos partes anteriores. Espero que les haya gustado, y pues puede que sea un poco aburrido pero, recuerden que es la primer vez de mis experiencias, así que se conserva la inocencia de los actos que por instinto van naciendo. Hasta la próxima.
Después de aquel tremendo encuentro en donde mi compañero y yo acabamos bañados en tremendos chorros de leche y después de haber pasado tan excitante situación quedaba un pequeño sentido de culpa de mi parte, bueno, al menos mi mente me engañaba en juegos que me hacían pensar que lo que había hecho era parte de maricas y no de un macho como me habían enseñado, pero ver esa polla durmiéndose y vernos desnudos en la plenitud de nuestra juventud me recalentó el cerebro y ahuyentó esos pensamientos impuestos por el tabú de la sociedad. Así decidí abrirme y decirle la frase del relato anterior: "a ver cabrón, ya me ensuciaste, ahora me limpias", y el dijo, "pues bueno, ya que insistes", y me comenzó lamer todo el cuerpo donde había leche chorreando, y al mismo tiempo le dije, "vamos a bañarnos", Hasta aquí mi cuerpo comenzaba arder de nuevo en tremenda sensación de placer y de morbo, pues estaba a punto de concretar una de mis sucias fantasías cuando veía porno, y esa era la de entrar a la ducha con otra persona y tener el mejor sexo bajo la sensación de la ducha tocando nuestros cuerpos, y pues, en un principio lo había pensado con una chica pero, ahora que se daba la oportunidad con un hombre, explotaba en tremendas emociones por ver como sería pues estaba fuera del plan.
Fue entonces que comenzó la aventura. el y yo nos fuimos besando a través del pasillo que llevaba de mi habitación a la ducha, esa sensación se sentir mis labios húmedos jugueteando en sus labios un poco carnosos hizo que mi verga se pusiera al cien de tal manera que, al pararse, tocó su verga semi-parada como si fueran dos espadas desenvainadas listas para la acción, esa sensación hizo que el se pusiera al cien y un paso antes de entrar a la ducha ambas vergas se toquetearon con los restos del semen de la corrida anterior, y fue así que por un momento quedaron pegadas rozándose una a otra. Posteriormente deje de besarlo y tomé ese enorme tronco que tenía por verga y la jalé mientras el agua caliente salia de la ducha, el no aguantó más e hizo lo mismo, una ves dentro nos volvimos a besar, sentir su lengua en la mía y su pecho comenzando a respirar más fuerte me prendió más, eso provocó en mí que le tomará de las nalgas y lo pegara a mi cuerpo fuertemente, siendo así que las vergas quedaron tan pegadas que comencé a frotarlas, mientras con mis besos iba desde la parte posterior del cuello, descendiendo hacia el pecho para mamar sus tetillas, luego su abdomen, su pubis, hasta alcanzar su verga, la cual como antes, fue pelada por mis labios, su cabeza se asomó reluciente y decidí a mamarla con mas severidad que la anterior vez, casi ahogándome, mientras con mi mano le agarraba las bolas para después comerme una por una. Él temblaba de excitación, tomaba mi cabeza y hacia movimientos de vaivén, como si me cogiera por la boca, con certeza puedo decir que ambos gozábamos estas sensaciones. Después supe que el no podía más y me levantó y me dio otro beso, uno largo, jugoso, era un beso de película porno, pues parecía una competencia por ver quien se comía a quien, nuestros labios llegaban más arriba de la boca, abiertos y sin pensarlo lo tome del cabello y lo bajé a que me mamara, pues mi verga estaba al cien, punzando, venosa, tal vez bañada en presemen; hice que la tragara toda, que comiera mis bolas tal y como yo lo había hecho. Estaba tan caliente que me pasaban pensamientos de lo más morbosos para hacer con él que estuve a punto de pedirle que se abriera para intentar penetrarlo, mi polla por explotar y supongo que la de él también; estaba tan en trance que no me di cuenta que mi celular sonaba y sonaba hasta que me percaté de eso, no le tomé importancia, quería hacer de todo con mi compañero, pero el estúpido teléfono suene y suene, eso me puso de nervios y le pedí que me hiciera el favor de esperarme, atendí al teléfono y me sorprendo al escuchar el tremendo ruido como de una fiesta y un amigo diciéndome que en quince minutos iban por mi, mi sorpresa y temor fue tal que les dije que no vinieran, que estaba cansado por el examen del día pero mi compañero al teléfono advirtió "todos estamos aquí y todos hicimos examen, así que no hay pretexto así que en quince minutos estaban ahí", después colgó. Un miedo me paralizó y me bajo la pija al grado de parecer niño, bueno no, pero la calentura se me fue a los pies por el temor a ser descubierto, así que saqué a mi amigo de la ducha y le expliqué el motivo, quedando pendiente nuestro encuentro que no pudimos consumar, con un dolor de bolas, como cuando las chicas te dejan a medias. Él afortunadamente apagó su celular, pues la maña de saber a que iba desde el principio lo hizo programar sus acciones. Que bueno que yo no apagué el mio, si no, nos hubieran encontrado en mero garche.
Bueno, amigos de Poringa, les traeré después la tercera y última parte del encuentro con mi compañero de la facultad, en esa por fin consumamos lo esperado, créanme que es mejor que las dos partes anteriores. Espero que les haya gustado, y pues puede que sea un poco aburrido pero, recuerden que es la primer vez de mis experiencias, así que se conserva la inocencia de los actos que por instinto van naciendo. Hasta la próxima.
6 comentarios - Descubriendo mi lado bisexual Pt. II