El sobrino de mi marido

El sábado 17 de Febrero tuvimos el cumpleaños de 70 de mi suegra en el country Septiembre. Había parientes y amigos de la familia.
La consigna de la noche fue, después de la torta, terminar todos en la pileta.
Me vestí como si fuera a un casamiento. Rodete, vestido negro pegado al cuerpo, que delataba que no llevaba ropa interior, y zapatos taco aguja.
El escote del vestido apenas podía retener mis tetas.
Gran parte de la noche mi marido y yo la pasamos hablando con el sobrino de El, Martín, que vive en Canadá. Vino por 3 meses y viajo especialmente para el cumpleaños de su abuela.
Morocho de pelo corto, alto y muy buen mozo, ya no era aquel adolescente del 2003 que habíamos visto por última vez en nuestro casamiento.
Pasadas las 12, varios presentes se pusieron la malla y se empezaron a tirar a la pileta.
Martín se acerco a preguntarme si me iba a meter al agua y comenzó, sutilmente, a histeriquearme. Esteban, a pesar que tenia una borrachera importante, se dio cuenta de esto, se acerco y, amablemente, le dijo algo al oído que no pude percibir.
Luego de esto Martín se retiro unos metros y Esteban vino hacia mí para preguntarme si me agradaría estar con su sobrino.
El pendejo me resultaba muy lindo y tenia toda la pinta de ser un buen amante. Esta intuicion hizo que acepte con la propuesta de mi marido.
Después de esta respuesta Esteban volvio con su sobrino e impuso las reglas de como seria. Yo por mi parte tenia que esperarlo totalmente desnuda en la habitación que generalmente usamos cuando nos quedamos a dormir.
Debo reconocer que para las dos experiencias anteriores buscamos hombres dotados pero Martin era una incognita.
Entre a la casa, subí las escaleras y me dirigí hasta el cuarto.
En segundos me quede sin ropa solo matuve los zapatos taco aguja y el anillo de casada.
Me sente en la cama a esperar a mi nuevo semental esperando que tuviera una buena verga.
Martin llego a los pocos minutos y quedo boquiabierto cuando me vio asi. Esteban llego detrás de él con una botella de champagne y tres copas. Brindamos, hablamos banalidades para romper un poco el hielo y después el pendejo se empezo a sacar la ropa.
Cuando quedo completamente desnudo no pude salir de mi asombro. Tenia una verga impresionante. No era tan larga como la de Ramon pero era igual de impactante. Gorda, robusta y poderosa, ya estaba dura como para romper con todo lo que se le atravesara.
Martin comenzó a besarme en el cuello y luego paso a mis pezones donde se detuvo un buen rato. Los chupaba de tal manera que hacia que me estremeciera con cada pequeño mordisco.
Luego se sentó al pie de la cama y, sin darme mucha chance, me puso de rodillas y mi boca quedo a tiro de su verga.
Trague saliva, se me entrecorto la respiración y sin dudarlo comencé a chupar esa pieza gigantesca. Lo hice por varios minutos.

-COMO ME GUSTA TU PIJA, QUE RICA ES!!!!! me salio decirle mientras que con su mano él me ayudaba a tragármela toda.

Después la puse entre mis tetas. Me llene de saliva el canal que hay entre ellas y comence a hacerle “una turca”. Martin no podia creer que su enorme verga se perdiera entre mis pechos.
Después, Martin, termino de recostarse en la cama y yo me le sente arriba.
Cuando entro toda, la pude sentir en el estomago y empece a temblar.
Lo comencé a montar con furia y mis tetas se sacudían pegandole en la cara.
Me lo estuve cogiendo asi un buen rato.
Luego me hizo poner en cuatro y me dejo lista para recibir un lindo pijazo.
Se coloco detrás de mi, me apoyo su cabeza en forma de hongo y me la fue poniendo lentamente.

-HIJO DE PUTA!, QUE PIJA QUE TENES!, le dije sin dejar de mirarlo mientras me cogia lentamente.

A partir de esa frase, “mi sobrino” empezó a moverse mas intensamente empujando aun mas su cadera. Yo mordia la almohada para no delatarme. Martin me dominaba por completo, esa verga me podia y la sentia mucho mas placentera que la de Ramon o la del cadete.
Luego con su dedo mayor comenzo a juguetear con mi ano hasta que termino introduciendolo por completo. En ese momento empece a tener multiples orgasmos e hice en corto circuito.

-ME ENCANTA QUE ME COJAN ASI! le repetia una y otra vez.

Esteban se puso delante mio, me tomo de la nuca y me hizo chuparle la verga. En pocos segundos mi marido me comenzo a llenar la boca de leche. Mientras tanto su sobrino aprovechaba y delicadamente me la empezaba a meter por el culo.
Cuando la empeze a sentir por dentro, que avanzaba de a poco, creí que me iba a desgarrar toda, entonces le pedi que no siguiera. A Martin poco le importo y siguió, con su pija de caballo, abriendome el culo. Mi marido le ordeno que siguiera, que no me hiciera caso. Al minuto la tremenda verga de Martin entraba entera e iba y venia en forma mas fluida. Yo mordia la almohada para no delatarme. Su pelvis pegaba contra mis cantos y el dolor que habia sentido se habia convertido en el mas lindo de los placeres.

-POR FAVOR!, NO ME LA SAQUES DE AHÍ EN TODA LA NOCHE!, le suplique mientras me partia el culo.

Al mismo tiempo que yo llegaba a mi cuarto orgasmo, “mi sobrino” me aviso que iba a acabar.
Me senté en la cama y le ofrecí mis tetas. Él en cambio me apunto a la cara. Yo subi la apuesta y abri bien grande la boca.
En pocos segundos la pija de Martin empezo a escupir con furia grandes bombazos de leche que rebotaban en mi lengua y en mi paladar.
Luego de tragarme ese mar blanco, bese a mi marido y le dije que esta era la vez que mas habia disfrutado la verga de otra persona. Esteban se sonrio y me dijo que era el quien mas lo habia disfrutado.
Luego de esto, tio y sobrino bajaron a la fiesta y se unieron al grupo.
Yo en cambio me quede recostada, admirada porque me habian pegado la cogida de mi vida.
Al rato baje con mi bikini negra y me uni a ellos tambien.
Después de esa noche, Martin nos llamo un par de veces para vernos pero todavía no hemos encontrado el momento para volver a estar.
Seguramente el primer fin de semana de Marzo lo invitaremos a pasar unos días a Punta del Este y así poder estar un poco más relajados los tres.