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Mi primer noche con mi vecina

Hola que tal!!, soy nuevo posteando en esta comunidad aunque ya estaba registrado desde hace un buen tiempo, me gusta mucho su seccion de relatos y justo en estas vacaciones me ocurrió algo que me gustaria compartir con ustedes, espero que les guste..


Eran mis vacaciones decembrinas, hacia ya un par de meses que se había mudado una nueva vecina justo a lado de mi casa, ella era una mujer madura como de unos 35 años, tenía un hijo de seis años de edad, desde que la vi llegar con el camión de la mudanza me atrajo su físico, una mujer morena de baja estatura pero con eso que las morenas saben contonear muy bien, un culo maravilloso, redondo y perfecto, con unas nalgas que acentuaban muy bien su corta figura, unas piernas muy bien torneadas, es lo que más me atraía de ella. Sabia bien que sus encantos eran los que ya describí y solo usaba shorts cortos y faldas muy cortas, tenia el cabello teñido de rojo, quizás al ser muy morena esto no le favorecía mucho pero creo que nadie se fijaba en ese detalle por que sus atributos llamaban más la atención.

Una noche mis padres salieron a una posada navideña, yo decidí no ir y pasar mi noche tranquilo en casa, sin pensarlo entre al cuarto de mi tía que vive con nosotros y me puse a ver la televisión, de pronto caí en la cuenta que la ventana del cuarto de mi tía daba exactamente al frente de la casa de mi vecina, era una casa muy humilde y pequeñita, vi la luz de su patio prendida y me asome por la ventana, allí estaba ella, lavando su ropa, estaba sacando prendas de su lavadora y las tendía contoneándose como si estuviera bailado. La veía bailar pero no había música, traía puestos sus shorts cortos de mezclilla que hacían ver sus apretadas nalgas, muy bien paraditas, tenía una camisita blanca casi transparente, pero por la oscuridad no podía ver mas, aún así no podía dejar de ver sus hermosas piernas, estaba muy emocionado de poder ver a esa mujer bailando, hasta que pude observar lo que tendía, era su ropa interior, pude ver como se dibujaban unas pequeñas tangas y otras pantis transparentes como de encaje, ahí supe cuan cachonda era esa mujer.

Pasaban los días y yo me enfrascaba mas tiempo en espiarla por la ventana, veía cuando barría su patio y cuando salía de compras, solo imaginaba ese pedazo de culo entre mis manos o sus piernas como tenazas gigantes apretándome hacia ella. Cierto día estaba solo en casa y rápido fui a observar por la ventana de mi tía, escuchaba ruido el niño lloraba pero no podía verla, enseguida ella salió con un short diminuto, blanco y se transparentaba un calzón negro, ella estaba de espaldas y podía ver sus nalgas, en ese momento no podía pensar en nada mas y me masturbe observándola, me vine al ver sus piernas fuertes y torneadas, me estaba obsesionando con esa morena.

Ese mismo día era ya tarde, mi tía no iba a regresar a dormir a casa así que entre de nuevo a su cuarto con la esperanza de verla otra ves, para mi sorpresa ella ya estaba afuera de su casa, tenia una toalla y un bulto bajo el brazo, esta ves usaba pants verdes muy entallados, se dirigía a un baño que se encontraba fuera de la vivienda, yo solo podía ver la parte de atrás del baño, apague la luz para ver mejor y que ella no me viera pero fue un error, al apagarse la luz su mirada se dirigió hacia la ventana buscando, yo me oculté y pensé que no me había visto, ella entró al baño y me quedé esperando, después de unos minutos ella salió, y para mi gran sorpresa estaba envuelta solamente en una toalla muy pequeña de color blanco, con su cabello suelto y totalmente empapado, sus brazos y piernas desnudas brillaban con la escasa luz del foco de su patio, allí comenzó todo, de repente ella volteó hacia la ventana y yo me escondí un poco, no podía ver bien su rostro por la oscuridad, pensé que me había visto y ella se iría rápidamente, pero no fue así, ella busco en la oscuridad del cuarto y yo seguía oculto, inmóvil como una piedra, se giro y pude ver como se le caía algo, quizás su ropa que se había quitado, se agachó a recogerla, pero no como se agacharía cualquiera, se empinó totalmente con las piernas rectas mostrando todo su redondo trasero, tal y como lo hacen las bailarinas de tabledance cuando quieren que veas su culo. Yo no podía creerlo, estaba ahí viendo su hermoso culo levantado dirigiéndose a mi casi diciéndome "ven por mi", me excite mucho, lo que pareció eterno para mi solo duro unos segundos, de pronto ella se levanto y siguió su camino, justo cuando abrió su puerta ella giro y clavo su mirada en mi, la verdad no sé si en ese instante me vio pero yo quería creerlo, quería creer que todo había sido planeado y no obra de la casualidad.

En los días siguientes mi sorpresa aumentó, me la encontraba en la calle y me saludaba de manera cordial, a veces me hacía plática sobre el clima o sobre mis vacaciones, estaba decidido a ir mas allá pero no sabía como abordarla. Antes de las fiestas de navidad mis papás planeaban visitar a mi familia en la capital, yo enseguida me excuse y les hice ver que no podría ir, insistieron pero al final logre zafarme, así podría ver mas tiempo y a mis anchas a mi vecina. Ese mismo día estaba lavando el coche me sorprendió ver a mi papá hablando con la vecina, el le decía que viajarían y yo me quedaría solo y en tono de complicidad le dijo "échale un ojito a mi hijo", dándole a entender que me vigilara. Mi corazón se acelero a lo que ella contestó, "jaja claro mi hijo está con su papá así que podré cuidar al tuyo". No sabía que pensar pero por su puesto que intentaría acercarme a ella en cuanto estuviera solo.

Mis padres se fueron estaba solo, volví a aquella ventana donde podía admirarla como de costumbre, tardó en salir, estuve casi dos horas esperándola pero valió la pena, tomaba su baño nocturno antes de dormir, pero ahora deje la luz prendida, ella rápidamente noto mi presencia, se acerco al baño pero no entro se quedo afuera y por fin pudo verme, yo no sabía que hacer estaba nervioso y sacudí mi mano tontamente fingiendo un saludo, ella me lo devolvió con una gran sonrisa, se acerco a la barda que dividía ambos terrenos así que abrí la ventana, y ella dijo -espero que no andes haciendo maldades ahora que estas solito-, yo le conteste -claro que no, todo va perfecto-, ella me dijo -avísame si te sientes muy solo y quieres compañía-, no lo podía creer ella estaba ofreciéndome su compañía y no podía rechazar tal oferta, así que le dije que tenía unas cuantas películas si quería podríamos verlas juntos. Ella sonrió y asintió, dijo que se tomaría un baño y después vendría a mi casa. Rápidamente comencé a buscar en mi colección de películas alguna con escenas de sexo, recuerdo que escogí “Boogie nigths”, no se que intentaba con ello pero quería que la conversación se desviara a eso, también tomé un baño lo mas rápido que pude y prepare todo. Ella llamó a la puerta, le abrí y no pude evitar observar su cuerpo, allí estaba con su short de mezclilla corto, sandalias y una camisa roja, tenia los botones superiores abiertos y podía ver como se asomaban su par de pechos de color chocolate, casi como un par de “Kisses”, no eran muy grandes pero tenían bonita forma. La invité a pasar, ella entró a mi casa y comenzó a observarla, dando pequeños pasos y contoneándose, siempre moviendo ese culo regordete, de repente sin mirarme me dijo -¿te gusta espiar a las personas por la ventana o es solo a mi?, yo no supe que contestar, me paralicé totalmente, ella continuó –te he cachado un par de veces espiándome-, en ese momento comencé a ponerme muy nervioso, pensaba que ella solo había aceptado mi invitación para reclamarme y no sé quizás me delataría con mi familia. Pero ella continuó, -pues como tu me espiabas sin mi permiso me toca a mi vengarme-, me sorprendí he hice la pregunta más estúpida que podría haber hecho -¿vengarte?-, ella se limitó a mirarme y dijo -¿estas completamente solo verdad?- a lo que yo le contesté que si, me dijo que cerrara la puerta, y justo cuando la cerré se me acerco lentamente y se pego a mi, yo mido 1.74 así que su cara me quedaba justo en el pecho, acerco tanto sus labios que pensé que iba a besarme en el pecho pero me dijo –te confieso que me gusta que me vean, no solo me gusta, me excita, la verdad no eres mi tipo eres muy joven para mi, pero tus miradas me calientan- yo estaba pasmado, nunca una mujer me había dicho palabras parecidas, solo había tenido sexo con chicas de mi edad, universitarias como yo y eran un poco tímidas. Ella fue directo al grano -tengo ganas de cogerte- me dijo, imaginen mi reacción estaba temblando, pero mis ganas eran mas grandes que mi nerviosismo, así que le conteste -vamos a mi cuarto-, la guié hasta mi cuarto, entramos y yo enseguida me dirigí a la cama, ella revisó el cuarto, observaba mis posters de Led Zeppelin, para atraer su atención le dije –¿y como vas a vengarte de mi?- y me contestó –pues tu me viste casi desnuda esa noche que salí del baño, ahora me toca verte a ti, se acerco a mi muy despacio y comenzó a desnudarme, me quito la camisa muy rápido y también el pantalón con una habilidad pasmosa, me empezó a acariciar mi pecho y lamió mis pezones, subió hasta el cuello y pude sentir como se ponía de puntitas para darme un beso en la boca, le metí la lengua y ella la recibió envolviéndola en sus labios, fue un beso muy intenso, las comisuras de mis labios y los suyos estaban húmedos de tanta saliva, para ese momento sentí como me comenzaba a endurecer, ella me abrazó y bajo sus manos para apretarme las nalgas, yo respondí haciendo lo mismo, y allí estaba yo, mi sueño se había cumplido, no podía creer que tenia ese par de nalgas tan grande solo para mi, las apretaba pero no cabían en mis manos, ella subió su pierna y yo la agarré, la acariciaba, era tan suave, recorría su pierna con mi mano hasta su pantorrilla, eran unas piernas muy fuertes, me di cuenta que ella debería de hacer ejercicio al tener esas piernas y nalgas tan torneadas, ella se agacho frente a mi y toco mi verga sobre el boxer, yo estaba muy duro y ya lubricaba, alzó su vista hacia mi e hizo una cara maliciosa que jamás olvidaré, me sonrió y comenzó a tallar su mano en mi pene, abrió su boca e hincó sus dientes de una manera suave en mi verga, apretaba su mandíbulas de una manera en que presionaba pero no me lastimaba, sin pensarlo dos veces me bajó el bóxer y mi verga saltó hacia ella, la miró fijamente y se mordió los labios, la comenzó a tocar la envolvió en su mano y me masturbaba lentamente, se saboreó una ves mas y se la metió a la boca, chupaba mi verga como nunca nadie lo había hecho, lamia todo el glande de arriba a abajo, de pronto ella bajo mas y comenzó a lamer mis testículos nadie lo había hecho antes y fue una gran experiencia, sentía como su lengua revoloteaba en mis huevos mientras su mano me apretaba la verga, yo me retorcía del placer, ella gemía con mi verga dentro de su boca, yo la empujaba mas y mas duro hasta sentir su garganta, la llenaba de su saliva y chupaba con pasión, se levantó y me empujó a la cama yo estaba totalmente desnudo y ella tenía puesta su ropa, pensé que se la quitaría pero me dijo -voltéate, boca abajo-, yo hice caso al fin y al cabo era su venganza y yo tenía que aguantarme, así que me acosté boca abajo, ella se subió en mi y acerco su boca a mi oreja sentí su cálido aliento y me dijo -ya tenía ganas de comerme un pollito como tu-, -vas a ver lo que te voy a enseñar te va a gustar-, -así que tu flojito y cooperando- yo asentí sin imaginar lo que se venía. Ella me empezó a acariciar y a besarme la espalda bajando poco a poco hasta que llego a mis nalgas y las apretaba con sus manos, me excité y empecé a aflojar mi cuerpo a dejarme ir, pero de pronto sentí su dedo rosando un lugar al que jamás me imagine, ella estaba acariciando entre mis nalgas, si estaba acariciando mi ano, reaccioné rápidamente y le dije que se detuviera que eso no era de hombres, ella contestó –tu que sabes que es de hombres, tranquilo te va a gustar, ¿hacemos un trato?- me dijo, -si te dejas hacer todo lo que yo quiera, yo igual me dejo hacer lo que tu quieras por toda la noche, además recuerda que es mi venganza-, estaba en una encrucijada, había escuchado acerca del punto “P” y esas cosas pero no estaba seguro, pero imaginar que la tendría solo para mi toda la noche me hacia temblar, solo pensé "esta bien nadie sabrá nada esto será solo una noche y lo recordarás siempre", le dije que continuara, ella sonrió y escuche como chupaba su dedo, -ponte flojito, vas a sentir rico- me dijo, lo acercó de nuevo a mi culo y lo sentí frio, di un respingo pero me calme, ella acarició con movimientos circulares y yo empezaba a sentir cosquilleos, mi verga se ponía muy dura y empecé a disfrutar, se me erizaban los bellos y ella se dio cuenta por que soltó una risita. Poco a poco fue introduciendo su dedo, sentía como entraba poco a poco pero sentía dolor, un dolor raro, por que a la ves no quería que parara, ella saco su dedo y sentí que se movió de la cama, no me volteé pero me impresioné al sentir su aliento en mis nalgas, me sorprendí pero no me moví, con sus manos separó mis nalgas y de pronto tenia su lengua pasando entre mis nalgas, estaba lamiendo mi culo, lo hacia despacio como si lamiera un helado, hacía círculos con su lengua, se sentía suave y húmeda, subió la velocidad y cada ves presionaba con toda su lengua, fue grandioso sentí cosas inexplicables me gustó más que cuando me acarició con su dedo y no quería que parara. Ella me dijo que levantara un poco mis nalgas y metió su mano para tocarme la verga, empezó a masturbarme y sentí el cielo, no aguanté nada y de pronto su mano estaba manchada de mi semen, ella se detuvo y me volteé. Se paró y me dijo -te mereces tener esto- se toco las tetas y empezó a desnudarse, no se como lo hizo tan rápido pero ya estaba encima de mi desnuda, agarro mi verga y se la empezó a tallar en su vagina, yo me empecé a excitar de nuevo y mas al ver su cara de placer y sus gemidos muy audibles. Lamia sus tetas como si quisiera acabármelas, mordisqueaba sus pezones que eran pequeños y de color café oscuro, estaban duros húmedos después de tanto chuparlos, pero lo que mas me excitaba era tener por fin ese culo hermoso y desnudo entre mis manos, lo mas terso que he tocado en mi vida, lo apretaba a mi anchas, y lo acariciaba, introducía mi mano en medio de sus nalgas, separándolas, agarré ambas nalgas y las movía en círculos como si quisiera quitárselas y cuando entré mas en confianza hasta le daba unas palmaditas cosa que a ella le excitó mucho por que me pedía que le diera mas fuerte, la nalgueé fuerte, en todo el cuarto se escuchaba el azote de mi mano contra sus nalgas un sonido que me llenaba los oídos, también se escuchaban los gemidos de mi vecina y decía -¡así papi, pégame mas duro!-, me pidió que se la metiera, entonces introduje mi verga lentamente, resbalaba de una manera deliciosa, no me importo si quiera ponerme condón, estaba viviendo mi gran sueño, al sentir que estaba toda adentro comencé a empujar y ella al mismo tiempo montada en mi me daba sentones, los movimientos se solapaban y había mucho sudor en los cuerpos, mi pelvis chocaba con la suya mientras ella me cabalgaba como desesperada, yo no soltaba sus nalgas al contrario las apretaba mas fuerte, pero no me olvidaba de sus piernas y las acariciaba de ves en cuando, me levante y la tenía sentaba sobre mi, yo besaba sus tetas y de nuevo mordisqueaba sus pezones, noté que eso le gustaba, me sorprendió que usara palabras fuertes pero eso me excitaba mas, -¡así papito!, ¡que rico coges!, ¡que rica verga tienes!, ¡métemela mas duro!, yo entré al juego y le comencé a decir, ¡si mami, cómetela toda!, ¡di que eres mi puta!, ella contesto, ¡soy tu puta papi!, ¡me encanta ser tu puta!, ella hacia círculos con su cadera y movimientos hacia adelante y hacia atrás como una verdadera experta, me estaba cogiendo como nunca, de pronto me dice -¡cógeme como a una perra!- esas palabras me dieron un vuelco en el corazón por que a pesar de que estada gozando a lo grande quería tomar el control y como muchas noches soñé, tener su culo a mi disposición, así que la levanté y ella casi en sincronización perfecta tomó su lugar en la cama y se puso a gatas, levantando su culo hacia mi y en ese momento recordé la vez en la que ella salió del baño y supe que en efecto ella se me estaba ofreciendo y quería que se lo hiciera así, después ella me confesaría que “el perrito” era su posición preferida, lo cual era lógico así explotaba al máximo su mejor atributo. Meneaba su culito cual perra en celo yo no dejaba de admirar ese gran espectáculo y comencé a acariciar el contorno de sus nalgas que dibujaban algo parecido a un corazón, tan perfecto y simétrico, acaricié sus piernas gruesas y le di un pequeño beso en sus nalgas y comencé a lamerlas, personalmente siempre me han gustado mas las mujeres de piel blanca y mis novias por lo regular seguían ese patrón, pero por alguna razón el color de su piel me excitaba, esa piel morena casi como el chocolate quedaba perfecto con esas curvas, mi vecina me pedía no me rogaba que la penetrara, -ya dámela papi, métemela por favor-, hice caso a sus suplicas así que me coloque detrás de ella y tallé mi verga en su vagina hasta encontrar su mojada entrada, la introduje y ella soltó un gemido ahogado, moví mis caderas y sacaba mi verga de su vagina acto seguido volvía a meterla con fuerza, lo hice un par de veces mas la sacaba toda y envestía ferozmente, ella dejo escapar un chillido agudo y le pregunté si la había lastimado a lo que ella contestó con una negación con la cabeza y me dijo que siguiera –no papi, es que me tienes loca, dame mas pito, quiero comerme tu verga, métela de nuevo-, repetí el movimiento, después comenzó el mete y saca, ella levantaba su culo y presionaba hacia mi doblo sus brazos y su cara quedó prácticamente a en la cama, era una escena impresionante, parecía como si solo tuviera su culo, lo tome con ambas manos y lo apretaba, le di unas palmadas fuertes y ella volvió a chillar, -¡que buena perra!- le dije, -¡sigue papi sigue!, ¡culéame así, mas duro!-, seguía penetrando y envistiendo, nuestros cuerpos chocaban ferozmente, mis piernas y pelvis recibían el impacto de sus portentosas nalgas de chocolate, me detuve ante la inminente ola de sensaciones de orgasmo, pero ella arqueó su espalda y estiró los brazos quedó como al principio a cuatro patas y empezó a mover su culo hacia arriba y abajo, y solo recibía placer, lo hacía cada vez mas rápido, la tome del cabello y jalé su cabeza hacia atrás, esto le gustó, soltó una pequeña sonrisita y me dijo –¿te gusta dominarme verdad?, ¡me estas volviendo loca papito!, estuvimos un buen rato en esa posición pero yo ya no aguantaba más la sensación de venirme y ella se dio cuenta, sin decirme nada se volteó y se acostó boca arriba en la cama, me dijo –ven pon tu boca aquí y chupa mi vagina- abriendo sus piernas con las rodillas flexionadas tocando con sus dedos su clítoris invitándome a entrar a las puertas del paraíso. Me acosté boca abajo y acerque mi cara a su vagina por fin podía ver con detalle su conchita, era rosadita contrastaba con su piel morena, estaba húmeda y podía percibir su peculiar olor, cosa de biología o no su olor me gustaba, tenia vellos incipientes en los lados de su vagina y su pelvis parecía como si se los hubiera depilado y estuvieran creciendo pero estaban largos así que no punzaban al contacto, comencé a besar su ingle rodeando su vagina, ella se desesperaba y se arqueaba haciendo movimientos para que rosara con mi cara, ella bajo su mirada y me vio a los ojos, yo sonreí y ella también, me dijo –¡hazlo ya que me tienes loca amor!, ¡te gusta hacerme sufrir!, volví a sonreírle y posé mis labios en su vagina, dándole pequeños besitos y sintiendo con mis labios la suavidad y humedad de sus labios vaginales, ella detuvo su movimiento de cadera y comenzó a retozar y gemir, poco a poco fui aumentando a intensidad y lamia su clítoris, le pasaba la lengua tal helado de fresa, con mi punta de la lengua jugaba con su clítoris y ella comenzó de nuevo a moverse y retorcerse, esta ves sus gemidos eran mas fuertes, busque el orificio de su vagina y presioné con mi lengua, ella me tomo de la cabeza, apretó mi cabello y tiró de el -¡hay papi comete mi coño!, ¡esto es delicioso!, sigue lamiendo-, llené de saliva su vagina estaba mas húmeda que antes, me levante y toqué su vagina con mis dedos, metí mi dedo índice en su vagina explorando su interior, daba la sensación de humedad y calor, se sentía resbaloso y corrugoso en la pared superior de su vagina, cuando la toqué ahí ella se arqueó totalmente y cerró los ojos gimiendo de placer, con mi mano libre alcance su seno y empecé a apretarlo, me acerque a su pecho y me metí su pezón a mi boca, apliqué la técnica del mordisco cosa que ya sabia que le gustaba, como respuesta ella busco mi verga y la tomo con su mano izquierda, la apretó y me masturbaba con fuerza, yo estaba arrodillado a un costado de mi vecina, yo la estaba dedeando y ella me masturbaba me dijo –ven, quiero mamarte la verga-, me jaló hacia ella que seguía acostada, pase mi pierna por encima de ella quedando en una posición un tanto extraña para un hombre, me acomodé y tomo mi verga con su mano y se la metió a la boca, le devolví la caricia y empecé a lamer su vagina estábamos haciendo un sesenta y nueve pero invertido ya que yo tenia la posición que comúnmente tiene la mujer encima y ella debajo, pensé que ella tendría algún fetiche de dominar o tener el rol masculino y ya me lo había demostrado con las caricias anales del principio pero no me importo, por que mientras sentía su húmeda y suave concha en mis labios también sentía su lengua y dientes rozar mi verga y eso era lo máximo. Esa posición resultó ser beneficiosa para mi ya que podía empujar mi verga en su boca, ella gemía y hacia ruidos como de ahogo, eso me excito y seguía haciéndolo mas duro, ella se aferraba a mis nalgas y chupaba tan fuerte que se escuchaba cuando el aire contenido en su boca escapaba como un “sop”, no aguanté mas, me levanté y como estaba acostada boca arriba me encimé en ella, era fácil de dominar por su tamaño, ella se resistió pero yo era mas fuerte, lo que mas me gustaba es que se resistía pero con una sonrisa maliciosa en su cara, se mordía los labios y se lamia como saboreándose algo. Su concha estaba tan húmeda que la penetré de inmediato, era un saca y mete intenso, no se de donde sacaba tanta fuerza para envestirla pero lo estaba haciendo y muy fuerte, mi instinto animal se apodero de mi y la tenia agarrada de los brazos para que no se escapara, cosa que ella no haría nunca por que gemía demasiado fuerte casi gritaba, -¡dios, dios, que rico me coges papi!, ¡así papi, así, mas duro!, yo quería que ella llegara al orgasmo pero ya no aguantaba mas la sensación de orgasmo era incontenible, le dije al oído –me voy a venir- y me dijo -salte adentro no-, me empujó y me separó de ella rápidamente, sentí que mi orgasmo se escapaba pero aun estaba erecto, me levante de la cama y me puse de pie a su lado, ella se sento y me miro con sus ojos maliciosos de nueva cuenta, -vente en mi cara, quiero que me des tu lechita aquí- y se señalo los labios cerrados, yo me excite y me sacudía la verga y ella se arrastro hasta ponerme su cara en la verga, me masturbaba mientras ella se saboreaba, mordiéndose los labios y sacando su lengua haciendo la mímica de lamerme pero sin tocarme, me excitó y me recordó a las actrices de películas porno y cuando sentí de nuevo recorrer por mi espalda la oleada y cosquilleo del orgasmo le dije -abre tu boca, quiero que te lo tragues-, -quiero que te tomes tu leche-, ella abrió su boca y sacó su lengua, exploté, un chorro de semen blancuzco salió disparado y se deposito en su lengua, también salpicando sus mejillas y su oreja, ella sonrió lo lamió lo metió a su boca y después me volvió a mostrar la lengua para que viera que se lo había tragado, -que rica lechita papi, sabe deliciosa-. Estaba agotado y me recosté en la cama, no podía creer que tenía a esa mujer con un culo encantador desnuda y a mi lado, seguimos así toda la noche, cuando desperté no estaba, fui a la cocina y allí estaba ella desnuda haciendo el desayuno, comimos y nos bañamos juntos, cogimos de nuevo en la ducha, le metía la verga por atrás y veía como sus nalgas rebotaban en mi, la mejor imagen y la que mas recuerdos me traen de esa mañana y como si fuera una costumbre se agacho con y me mamo la verga como si quisiera comérsela, el agua caía sobre nuestros cuerpos y me vine de nuevo sobre su rostro, esta ves sobre su frente y su cabello. Ella se vistió y salió por la puerta de atrás para que no la vieran salir los vecinos, pero antes de salir me besó y dijo, -voy a volver otra ves esta noche por mas...-


-CONTINUARÁ-

Pronto subiré la segunda parte de esta historia!!

6 comentarios - Mi primer noche con mi vecina

masitasexxx
Muy caliente!!!! me encantó, van puntos.
RavensGate
buenisimo bro!! ahi van mis puntos 🙂