Extasis de placer

Mucho tiempo en mi cama, sintiendo sensaciones extrañas que recorren mi cuerpo, fantaseando con momentos íntimos, inalando comencé a suspirar, la excitación comenzaba a llegar, explorando con mi mano por mi cuerpo fuí a dar, esperando el momento para que mi abdomen se contrajera, y sentir un puño que estruja mi ser.
Mi cuerpo liberando líquido, el cual contenía placer, deseo y un sazón indescriptible de pura pasión. Con mis manos comencé a recorrer mi cuerpo, lentamente baja a las caderas y subiendo por el abdomen hasta llegar a mis pechos, con mis dedos juego suavemente con mis pezones. Acerco mi rostro a ellos, apoyándome con las manos para alcanzarlos y así besarlos.
Poco a poco esas sensaciones fueron aumentando, mis tentaciones fueron subiendo, hasta que no aguanté las ganas de deslizar mi mano por mi abdomen hasta llegar a mi sexo, con mis dedos comencé a frotarlo, suavemente y sentir más sensaciones que liberaba esa acción que producía, emanando dicha placentera, sintiendo que volaba como un sueño, que había causado por las sensaciones extrañas que contenía mi cuerpo.
De momento a otro mi abdomen comenzaba a contraerse, como estímulo de la sensación que se producía al frotar mi dedo con mi sexo. Empecé abrir las piernas, para que mi cuerpo se sintiese más libre, y poco a poco bajé y con el dedo de mi mano izquierda, lo introduje dentro de mi, aumentando la densidad de las sensaciones, provocando el éxtasis de del placer, estremeciéndome introduje otro dedo más y ambos los sacaba e introducía, produciendo esos ruidos extraños que provenían de mi ser, mientras que con la otra mano frotaba apasionadamente mi sexo, produciendo una sensación más intensa, que me hacía aumentar la producción de los ruidos extraños, aumentando su volúmen y convirtiéndose a sonidos más altos, los que le llamaba "gritos de placer".
Aumentaba la velocidad de ambas manos, para así lograr que mis líquidos internos o fluidos corporales salieran de mí con mucha desesperación. Más y más se contraía mi abdomen, todo giraba entorno a mi, mis iris y pupilas empezaron a girar, incliné mi cabeza en sentido contrario, para que las sensaciones produjeran más toxinas de placer, provocando que mi cuerpo se humedezca de su líquido exterior, gozando del climax de la entrega de mi ser con mi alma, fusionándose de tal manera que me llevara a tocar el cielo con las manos, volando alrededor y estremecerme de dicha y pasión.