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Se me hizo el milagro.

"Sexo, sexo, sexo... es la palabra que ronda mi mente cuando pienso en Paulo, del cual les conté en el relato anterior..."

No saben cuánto anhelo tener su verga dentro de mí, es una NECESIDAD.

Cada vez que iba a dormir recordaba con lejanía aquello que sólo mis sábanas presenciaron. Me masturbaba pensando en cada una de las caricias que di al bulto de Paulo. Me excitaba solamente ver su cuenta en alguna de sus múltiples redes sociales.

Lo que había sucedido entre nosotros nos distanció mucho, tanto así que él se fue a vivir a otra ciudad. No pasaba de un mensaje de texto cordial, nada más. Ninguna llamada, ningún chat, aunque yo cada día revisaba lo que él publicaba, como una novia obsesiva.

Ayer regresó a mi casa, luego de lo que ocurrió la vez anterior, sólo nos veíamos fuera de la ciudad, y era ocasionalmente, nada regular o rutinario. Verlo en la puerta de mi casa fue un impacto grande ya que para mí era inevitable recordar lo que había sucedido en mi cama, aunque regresaban a mi mente esos momentos de juego, de chiste e incredulidad entre los dos.

-Hola... Jenny

-Hola Paulo, qué sorpresa verte de nuevo, ¿qué tal estás? ¿Cómo te ha tratado la vida?

-Mal, muy mal.

En ese momento me abraza y llora desconsolado. Lo invité a pasar a mi casa mientras abrazados como en aquel tiempo de estudiantes caminábamos hasta la sala. La primera pregunta que me hizo me dejó fría:

- ¿Recuerdas la última vez que nos vimos?

- Cla.... claro. ¿Qué pasa con eso?

- Ese día quería hablarte de algo muy importante, algo que llevo años guardando y que no puedo ocultar más.

- Dime, te escucho.

En eso se levanta del sillón y un escalofrío recorrió mi cuerpo de punta a punta.

- Levántate Jenny, por favor.

Como pude me levanté. Mi mayor sorpresa fue que él lentamente se acercaba a mí.

- Esto es algo que llevo deseando por tanto tiempo.

Mi mayor sorpresa fue el beso apasionado que me estampó. Mis piernas temblaron como dos gelatinas. Tuve un orgasmo silencioso cuando sus labios rozaron los míos.

- oye... y esta... sorpresa?

- Jenny, quiero decirte que eres la mujer más maravillosa que he conocido, que he visto en mi vida, eres el más hermoso capítulo de mí. Por eso quiero decirte por qué te rechacé ese día.

Aún de pie y besano mi cuello alternadamente a su relato me contó:

- Ese día había cuadrado salir con Mónica (la susodicha mujer) pero no estaba seguro de mis sentimientos, de mis emociones. Vine porque sabía que ella y tú se llevaban muy bien y quise ver qué te decía ella referente a mí. Así que decidí venir a ayudarte, pedí mi día libre en el trabajo, dispuesto a pasar el día contigo esperando alguna llamada o algún mensaje de ella.

Yo no salía de mi asombro, en eso el dejó de besarme, se sentó en el sofá confidente conmigo y me siguió contando:

- Cuando vi su mensaje en tu teléfono quise revisarlo a la primera pero te diste cuenta antes te seguí el juego. Llegué a tu cama y vi el mensaje a medias, justo después de que me sorprendieras lamiendo mi oreja, me enfoqué en eso y borré el mensaje del móvil antes que lo vieras y bueno, pasó lo que pasó.

De más está decir que busqué las mil y una formas de ver qué era lo que ese enigmático mensaje decía, lo mandé a 8 servicios técnicos que no pudieron revisar

- Por eso me alejé de tí , para poner en orden mis ideas, comenzar un nuevo negocio, que por cierto es muy fructífero, y reorganizarme, pero me siento fracasado prque en la única persona en la cual he pensado todo este tiempo has sido tú. Ahora quiero hacerte una pregunta, y quiero que me respondas con total sinceridad, y que puedas escuchar mi verdad.

Ya a estas alturas estaba super húmeda, aunque con cierta expectativa.

- Sí dime Paulo.

- ¿Me amas?

No sabía qué decir, si contar todo lo que ha pasado en estos años de una amistad infiltrada.

- Te amé desde el primer día en que te ví, te amo por quien eres y te amaré por lo que...

- Por qué, completa lo que ibas a decir.

- ... por lo que seremos.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no de tristeza, sino de alegría. Me tomó y me besó de nuevo.

- Te amo, te amo mi Jenny, te amo, desde el primer día, eres maravillosa.

Me desabrochó la blusa que llevaba, me quitó el sostén no dejaba de besar mis pechos, gemía con cada caricia, él era todo lo que mi cuerpo deseaba, todo lo que pedía.

- Bésame Paulo, bésame.

Un beso profundo que llenó de vida mi ser fue el inicio de aquella hermosa noche. Besó todo mi cuerpo, desabroché su camisa y su pantalón, le di una mamada de los dioses. Sus gemidos a la par con los míos eran un concierto de placer.

- Dame más, quiero sentirte dento de mí, quiero sentirteeeee.... Aaaaahhhh.....

- Te amo Jenny, te amo....

Sólo me podía decir que me amaba. Las mujeres de aquí de Poringa! me darán la razón si eso no es hermoso que te digan que te aman mientras andan en el sexo. Seguí con su palo duro entre mis manos cuando sentí que sus manos rozaban mis hombros hasta que me lanzó contra el sofá me quitó el pantalón y empezó a tocarme aún por encima de mi panty.

- ¿Quieres que lo haga de una vez? Haré lo que me pidas.

Sus palabras desataron mi imaginación, cuántas cosas podríamos hacer...

- Lámela, lamela muy bien, hazme llegar al cielo.... ahhhhhh....

Comenzó con una sesión de sexo oral tan excitante y placentera que tuve dos orgasmos seguidos, tuve que decirle que parara, quería guardar energías para cabalgar sobre su sabrosa pija.

Lo llevé a mi habitación, bajé las luces y le dije que se acostara en la cama. Guié su pene hasta la entrada de mi conchita y le dije al oído:

- Eres el primero y el último.

En eso me detuvo y su cara de asombro fue épica.

- ¿Cómo que el primero y el último? ¿Aún eres virgen?

- Me estuve reservando para alguien especial y ya lo he conseguido.

- Mereces una primera vez muy especial, ya regreso.

Se vistió y bajó a su auto a buscar una botella de vino y condones, aparte de una misteriosa bolsa de papel, digamos que de un tamaño mediano. Me dio algo de tiempo para ponerme un baby doll, con olor a guardado que estaba metido en mi maleta de mudanza. Cuando llegó lo recibí con un beso ligero pero provocativo, me preguntó dónde estaban las copas y sirvió el vino.

- Por nosotros y por tí que eres la mujer más excelente que existe sobre la faz de la tierra.

- Por nosotros y por tí que eres el hombre más detallista y amoroso que conozco.

brindamos e inmediatamente continuamos con aquello que dejamos pendiente. Regresamos a mi habitación y dejó en la mesa de noche esa bolsa de papel que trajo del auto, no le presté mayor atención a lo que contenía esa bolsa. Nos besamos ardientemente volví a estimularlo ya que su palo se puso fláccido por bajar al auto y todo lo que se había tardado. Cuando ya estabamos a tono me colocó boca arriba en la cama, me abrazó y me dijo:

- Mi princesa, esta es la primera vez de muchas que vendrán. Me dio un tierno beso en la frente y fue entrando poco a poco a mi cerrada conchita, sentir su sexo dentro de mí... es algo inexplicable.

Entró lento pero decidido, yo sentí un dolor que daba gusto tenerlo, cómo esa abertura herméticamente cerrada se rompía a cada milímetro de su duro pene.

Solté un grito de dolor y Paulo me preguntó cómo estaba, sólo asentí con la cabeza y continuamos.

Toda la noche fue un sin fin de orgasmos, leche y mega cogidas, ya en la madrugada estábamos exhaustos. Luego Paulo se levantó a buscar esa misteriosa bolsa de papel, pero ya habrá tiempo para contarles qué tenía esa bolsa, y cómo ha sido nuestra vida desde entonces.

Continuará...

BESOS A TODOS

2 comentarios - Se me hizo el milagro.

morfeus2009
Excelente relato. Al fin se concretó... Menos mal... Esta parte me encantó y calentó 🔥 🔥 🔥
"Entró lento pero decidido, yo sentí un dolor que daba gusto tenerlo, cómo esa abertura herméticamente cerrada se rompía a cada milímetro de su duro pene". Felicitaciones 👍 👍 😉 😉