No pude evitar meterle mis dedos en su boca babeante, cosa que la desató y empezó a lamerlos lentamente pero con intensidad, llenándomelos de saliva tibia y abundante.
Era una sensación muy excitante, de alguna manera la estaba cogiendo por la boca con mi mano. Me acerqué y dejé caer un hilo de baba en su mandíbula hambrienta, a la vez que metía más profundamente la mano, provocándole pequeñas arcadas.
Con su mano apretaba mis huevos con fuerza haciendo que se llenaran de leche rápidamente. era una mezcla de dolor y placer que me volvía realmente loco.
Saqué la mano, y empecé a escupirle la cara de frente a ella, ella me miraba fijo, sonriendo y disfrutando de que le humectara la cara a base de escupidas. A su vez recogía la baba de su carita de puta y la pasaba por mi nabo a punto de explotar, acariciándolo suavemente...
Me agaché y seguí escupiendole la concha rítmicamente mientras ella se lamía los pezones y dejaba caer un hilo de baba que volvía a tragar y a soltar como una nena juguetona.
-Te gusta Papu? dijo graciosamente...
A lo que respondí apretandole el culo y enterrando mi cara en su concha depilada y jugosa.
-Ahgr!!!! me gusta Sobri...soy tu putita también, todos somos tus putitos de alguna manera...
-Vení hija de mil puta, ponete en cuatro, la concha de tu madre...! ordené mientras de los pelos la colocaba en posición...
-Sí Papu, asi?
-Sí hija de puta, vení, sentí esta barra de carne, tomá...mirá...
-Aghhhhh!- gimió la puta de mierda- dameeee!!!! asíi!!!
-Tomá Tía puta, tomá pija, tomá verga- le insistía mientras le pellizcaba las pantorrillas.
-Sos un reverendo guacho hijo de puta, cabrón de mierda! cojeme cabróoonn!!!!
En ese momento acaba de entrar Gus y apoyado en el marco de la puerta observaba sin rechistar.
(Continuará...)
Era una sensación muy excitante, de alguna manera la estaba cogiendo por la boca con mi mano. Me acerqué y dejé caer un hilo de baba en su mandíbula hambrienta, a la vez que metía más profundamente la mano, provocándole pequeñas arcadas.
Con su mano apretaba mis huevos con fuerza haciendo que se llenaran de leche rápidamente. era una mezcla de dolor y placer que me volvía realmente loco.
Saqué la mano, y empecé a escupirle la cara de frente a ella, ella me miraba fijo, sonriendo y disfrutando de que le humectara la cara a base de escupidas. A su vez recogía la baba de su carita de puta y la pasaba por mi nabo a punto de explotar, acariciándolo suavemente...
Me agaché y seguí escupiendole la concha rítmicamente mientras ella se lamía los pezones y dejaba caer un hilo de baba que volvía a tragar y a soltar como una nena juguetona.
-Te gusta Papu? dijo graciosamente...
A lo que respondí apretandole el culo y enterrando mi cara en su concha depilada y jugosa.
-Ahgr!!!! me gusta Sobri...soy tu putita también, todos somos tus putitos de alguna manera...
-Vení hija de mil puta, ponete en cuatro, la concha de tu madre...! ordené mientras de los pelos la colocaba en posición...
-Sí Papu, asi?
-Sí hija de puta, vení, sentí esta barra de carne, tomá...mirá...
-Aghhhhh!- gimió la puta de mierda- dameeee!!!! asíi!!!
-Tomá Tía puta, tomá pija, tomá verga- le insistía mientras le pellizcaba las pantorrillas.
-Sos un reverendo guacho hijo de puta, cabrón de mierda! cojeme cabróoonn!!!!
En ese momento acaba de entrar Gus y apoyado en el marco de la puerta observaba sin rechistar.
(Continuará...)
2 comentarios - Mi Tía y el putito de mi hijo (EP.2)