Nos conocimos gracias a un grupo con el que frecuentabamos recitales de una banda de punk rock de acá. Un día en uno de esos recis ví que charlaba con un pibe de mi grupo, y me pareció realmente hermosa. Así que cuando llegué a mi casa lo unico que tuve que hacer es entrar al fotolog del pibe y ver si la piba le había firmado. Efectivamente la tenía entre sus contactos, así que la agregué y empezamos a chatear. Estuvimos unos meses hablando y un día me dice si la acompañaba a ver a una banda que tocaba bastante lejos. Yo le dije que sí, porque me parecía muy bonita y quería tranzarmela. Entonces llegado el día nos encontramos en Constitución y fuimos. Yo no lo podía creer, de cerca estaba mucho mejor: piel blanca y un pelo muy negro, sus ojos tambien son negros y su boca es bien grande, carnosa y roja, en ese entonces usaba un piercing en el labio que la hacía aún más deseable. Ese día llevaba puesto un pantalón negro ajustado que marcaba sus caderas y le marcaba un culo enorme que te dan ganas de cojertelo todo el día (apenas lo ví sentí ganas de agarrarlo), y una remerita sin escote pero que marcaba muy bien sus tetitas.
Ya estando en el lugar y luego de haber tomado unas birras, como faltaba un par de bandas más antes de que tocara la que nos gustaba le propuse ir al fondo de todo que no había casi gente y así veía si me la podía agarrar. Ya era de noche y la banda tocaba en una plaza, el fondo de todo era el pastito que está al lado de los juegos de los nenes. Entonces yo le digo si no se copaba y nos tirabamos a ver las estrellas. Mientras mirabamos al cielo, sentíamos esa sensación tan copada que te dan un par de cervezas y empezamos a mirarnos cada tanto a los ojos y a acercarnos un poquito más. En una de esas yo le digo que cierre los ojos, que le tenía una sorpresa. Ella los cierra con toda la confianza del mundo, y yo la agarré de la cintura y la traje más hacía mí. Lucía siguió con los ojos cerraditos y yo comenzé a besarla. Era riquísimo, sentir esos labios tan carnosos que me respondían con igual pasión y que de a poco se abrían aún más como queriendose devorar los míos. Yo quería ir de a poco, pero enseguida noto como me empieza a meter la lengua a full, y me la movía dentro de la boca. Entonces nuestras lenguas comenzaron a danzar y dejé de tomarla de la cintura para poner mi mano sobre su muslo e ir despacito a tocar esa cola. A medida que mi mano se deslizaba, el beso se hacía aún más intenso. Sus labios se separaban cada tanto y me pegaban un pequeño mordisco, lo que me hacía calentar aún más. Seguimos besandonos así, hasta que se me dió por zarparme un poco más y ponerme encima de ella. Entonces de a poquito saqué mi mano de ese manjar y giré por encima de Lu. Al estar arriba, nuestros cuerpos comenzaron a moverse comenzando un franeleo intenso. Yo trataba de acomodar la altura de mi pija hacia la conchita de ella que estaba protejida por el pantalón. Una vez logrado la dejé ahí y nos seguimos moviendo. Dejé de besarla en los labios y comenzé a besarla en el cuello y en la oreja como un desaforado, mientras ella cerraba los ojos y se mordía el labio como diciendo que le encantaba. En el mejor momento ella escucha que la banda comienza a tocar y me corta el mambo diciendome despacito "Ahí empieza." Yo tenía ganas de contestarle, bueno dale nosotros también, pero no sé por qué me pintó decirle "Bueno, vamos." Y estuvo bueno, porque nos levantamos re calientes y nos fuimos de la mano hacia donde estaba tocando la banda. En el camino ella me dice.
- Fer, me re gustó tu sorpresa, cuando termine Superuva yo te voy a dar otra.
En ese momento no sé que onda pero no le contesté nada, sólo sonreí y seguí caminando.
Tocó la banda, pogueamos un poco y nos mirabamos cada tanto. Pero ella estaba en la suya, y yo en la mía. En ese entonces yo era de ir al pogo y sacarme la remera y transpirar todo, así que ese día no fue la excepción. Al terminar el recital me encuentro con Lucía a la salida de la plaza y me dice
- Fer estas todo transpirado.
Y se muerde el labio en esa partecita que tiene el piercing.
- Sí, necesito tomar algo.
Mientras noto que me miraba con deseo de arriba a abajo.
- Bueno dale. - Me dice. - De paso te doy la sorpresa que tengo para vos.
Compramos una birra, la tomamos y empezamos a caminar por las calles de Lanús, que eran todas despobladas y bastante oscuras. Cada tanto parabamos en alguna esquina y tranzabamos un poco y después seguíamos. Tambien notaba que al pasar las cuadras los besos se hacían más largos y las caricias más intensas. En una de esas llegamos a una casa que parecía abandonada y tenía un arbol gigante que cubría toda la entrada. Entonces al ver que no nos iba a ver nadie la tiro contra la pared de la casa y la empiezo a besar como antes, primero con los labios y luego ella abría su boca para jugar con su lengua. Nos mordíamos y nos apretabamos. Yo agarraba su cola y ella me pasaba sus uñas largas por el cuello lo que me provocaba una especie de electricidad que me encantaba. Era tan linda la sensación de besarla, estaba tan caliente.. que de a poco haciendome el tonto le iba abriendo el boton del pantalon y bajandole el cierre. Ella seguía jugando con mi cuello y me acariciaba los brazos. Comenzé por meterle de a poquito la mano entre el pantalon y la bombacha, que después me dí cuenta que era un culotte porque toque sus nalgas y enterré bien las manos en ese manjar. Al introducir los dedos entre el pantalon y el culotte me dí cuentaba que estaba super mojada, y que sus besos me cada vez más intensos me decían "Dame más, seguí, dale.". Entonces seguí adentrandome hasta llegar a su clitoris, comenzé a rozarlo por encima del culotte y noté que le gustaba. Seguí unos momentos así hasta que comenze a bajarle un poquito más el pantalon y a correrle la bombachita para que sintiera la piel de mis manos. Deslizé mis dedos más allá de su clitoris y llegué a sus labios, eran divinos al tacto. Me calentaba mucho que estuviera tan mojada, así que comenzé a frotarle los dedos un poquito más rápido. En eso noto que Lu comienza a gemir despacito, y a cerrar los ojos como diciendo "mmm mmm". Con mi otra mano levanté como pude esa remera y me encontré con un corpiño de encajo negro, hundí mi rostro en el medio de sus pechos y comenzé a besarlos. De a poco me hacía lugar con mis cachetes para bajarle el corpiño para disfrutar de sus senos, cuando lo conseguí me dí cuenta que eran unos senos enormes y bien paraditos por la exitación. Comenzé a chuparlos y a morderlos suavemente. Lu estaba a full, se mordía ese lindo piercing y sus ojos estaban completamente cerrados. Entonces abandoné el masaje vaginal que le estaba dando y le metí dos dedos de una. Ella abrió los ojos y me emujo con sus manos en mi pecho para atrás. Dijo "aaaahh" y se me quedó mirando. Pero imposible safarze, yo la tenía bien enganchada con mis dos dedos, así que comenzé a sacarlos y meterlos rápidamente. La conchita de Lucía no ofrecía ninguna resistencia, estaba mojadísima. Me dejó de mirar y me tomó del cuello y me trajo contra su cuerpo. Me abrazó como si estuvieramos bailando un lento y se dejó llevar por el momento. No nos importaba la gente, no nos importaba nada. Seguí metiendole los dedos hasta que notó que me empieza a bañar de jugos la mano y me abraza muy fuerte clavando sus uñas en mi espalda y dejando escurrir un leve "aaah....". Era un gemido de alivio, había tenido un bonito orgasmo y quedamos abrazados por unos momentos. Luego se separó y se subió de nuevo esos pantalones negros. Me miró a los ojos y me dijo.
- Bueno Fer, como me hiciste acabar tan rico ahora me toca a mí. Te voy a dar tu sorpresa.
En eso me toma de los hombros e invertimos los roles. Me llevo contra la pared y me empujó con decisión. Me miró a los ojos y se arrodilló ante mí. Me sacó el cinturón de tachas y me desprendió el pantalon como una genia. Metió su mano en mi boxer y enseguida salto mi pija que estaba re parada y con las venas a punto de estallar. Comenzó a pajearla, primero despacito y después con mas ímpetu. Me arrastraba la piel hasta el fondo y me la volvía a poner en su lugar. Mi glande se ponía re hinchado y yo me volvía loco. Sin decir nada se metió la pija en la boca y comenzó a chuparla. Entraba y salía de su boca lentamente, entraba y salía de esa boca tan carnosa y tan roja y con ese piercing que pensaba que quería explotarle la cara con leche ahora. Ella no se desesperaba, le daba besitos, le pasaba la lengua por encima y cada tanto se la volvía a meter nuevamente. Su mano acompañaba a sus labios pajeandome. Yo la miraba y ella me leventaba la vista y me clavaba la mirada, me clavaba esos ojos negros dentro de todo mi ser. Sin dejar de mirarme comenzaba a metersela más adentro y a chuparla más rápido. Yo sentía que iba a explotar en cualquier momento. Sacó sus labios de mi verga y sin dejar de pajearme me dijo.
- Te gusta Fer?
- Ahh, sii, me encanta. - Le respondí todo excitado.
- Quiero que me acabes en la boca Ferchu, me la quiero tragar toda.
Y se zambuyó con esa boca roja y carnosa dentro de mi pene. Se lo tragó casí por completo y yo comenzé a sentir que acabava.Primero con pequeños bombeos y después cada vez más intensos y más rápidos. Un oceano de semen salió despedido de mi pija y ella se lo tragó todito. Me miraba mientras se lo tragaba, y al terminar se limpío un poquito que había quedado en el cachete y que recojió con su dedo gordo y dijo "Mmm.. que rico Fernando."
Después de eso nos besamos y volvimos a la estación.
Ya estando en el lugar y luego de haber tomado unas birras, como faltaba un par de bandas más antes de que tocara la que nos gustaba le propuse ir al fondo de todo que no había casi gente y así veía si me la podía agarrar. Ya era de noche y la banda tocaba en una plaza, el fondo de todo era el pastito que está al lado de los juegos de los nenes. Entonces yo le digo si no se copaba y nos tirabamos a ver las estrellas. Mientras mirabamos al cielo, sentíamos esa sensación tan copada que te dan un par de cervezas y empezamos a mirarnos cada tanto a los ojos y a acercarnos un poquito más. En una de esas yo le digo que cierre los ojos, que le tenía una sorpresa. Ella los cierra con toda la confianza del mundo, y yo la agarré de la cintura y la traje más hacía mí. Lucía siguió con los ojos cerraditos y yo comenzé a besarla. Era riquísimo, sentir esos labios tan carnosos que me respondían con igual pasión y que de a poco se abrían aún más como queriendose devorar los míos. Yo quería ir de a poco, pero enseguida noto como me empieza a meter la lengua a full, y me la movía dentro de la boca. Entonces nuestras lenguas comenzaron a danzar y dejé de tomarla de la cintura para poner mi mano sobre su muslo e ir despacito a tocar esa cola. A medida que mi mano se deslizaba, el beso se hacía aún más intenso. Sus labios se separaban cada tanto y me pegaban un pequeño mordisco, lo que me hacía calentar aún más. Seguimos besandonos así, hasta que se me dió por zarparme un poco más y ponerme encima de ella. Entonces de a poquito saqué mi mano de ese manjar y giré por encima de Lu. Al estar arriba, nuestros cuerpos comenzaron a moverse comenzando un franeleo intenso. Yo trataba de acomodar la altura de mi pija hacia la conchita de ella que estaba protejida por el pantalón. Una vez logrado la dejé ahí y nos seguimos moviendo. Dejé de besarla en los labios y comenzé a besarla en el cuello y en la oreja como un desaforado, mientras ella cerraba los ojos y se mordía el labio como diciendo que le encantaba. En el mejor momento ella escucha que la banda comienza a tocar y me corta el mambo diciendome despacito "Ahí empieza." Yo tenía ganas de contestarle, bueno dale nosotros también, pero no sé por qué me pintó decirle "Bueno, vamos." Y estuvo bueno, porque nos levantamos re calientes y nos fuimos de la mano hacia donde estaba tocando la banda. En el camino ella me dice.
- Fer, me re gustó tu sorpresa, cuando termine Superuva yo te voy a dar otra.
En ese momento no sé que onda pero no le contesté nada, sólo sonreí y seguí caminando.
Tocó la banda, pogueamos un poco y nos mirabamos cada tanto. Pero ella estaba en la suya, y yo en la mía. En ese entonces yo era de ir al pogo y sacarme la remera y transpirar todo, así que ese día no fue la excepción. Al terminar el recital me encuentro con Lucía a la salida de la plaza y me dice
- Fer estas todo transpirado.
Y se muerde el labio en esa partecita que tiene el piercing.
- Sí, necesito tomar algo.
Mientras noto que me miraba con deseo de arriba a abajo.
- Bueno dale. - Me dice. - De paso te doy la sorpresa que tengo para vos.
Compramos una birra, la tomamos y empezamos a caminar por las calles de Lanús, que eran todas despobladas y bastante oscuras. Cada tanto parabamos en alguna esquina y tranzabamos un poco y después seguíamos. Tambien notaba que al pasar las cuadras los besos se hacían más largos y las caricias más intensas. En una de esas llegamos a una casa que parecía abandonada y tenía un arbol gigante que cubría toda la entrada. Entonces al ver que no nos iba a ver nadie la tiro contra la pared de la casa y la empiezo a besar como antes, primero con los labios y luego ella abría su boca para jugar con su lengua. Nos mordíamos y nos apretabamos. Yo agarraba su cola y ella me pasaba sus uñas largas por el cuello lo que me provocaba una especie de electricidad que me encantaba. Era tan linda la sensación de besarla, estaba tan caliente.. que de a poco haciendome el tonto le iba abriendo el boton del pantalon y bajandole el cierre. Ella seguía jugando con mi cuello y me acariciaba los brazos. Comenzé por meterle de a poquito la mano entre el pantalon y la bombacha, que después me dí cuenta que era un culotte porque toque sus nalgas y enterré bien las manos en ese manjar. Al introducir los dedos entre el pantalon y el culotte me dí cuentaba que estaba super mojada, y que sus besos me cada vez más intensos me decían "Dame más, seguí, dale.". Entonces seguí adentrandome hasta llegar a su clitoris, comenzé a rozarlo por encima del culotte y noté que le gustaba. Seguí unos momentos así hasta que comenze a bajarle un poquito más el pantalon y a correrle la bombachita para que sintiera la piel de mis manos. Deslizé mis dedos más allá de su clitoris y llegué a sus labios, eran divinos al tacto. Me calentaba mucho que estuviera tan mojada, así que comenzé a frotarle los dedos un poquito más rápido. En eso noto que Lu comienza a gemir despacito, y a cerrar los ojos como diciendo "mmm mmm". Con mi otra mano levanté como pude esa remera y me encontré con un corpiño de encajo negro, hundí mi rostro en el medio de sus pechos y comenzé a besarlos. De a poco me hacía lugar con mis cachetes para bajarle el corpiño para disfrutar de sus senos, cuando lo conseguí me dí cuenta que eran unos senos enormes y bien paraditos por la exitación. Comenzé a chuparlos y a morderlos suavemente. Lu estaba a full, se mordía ese lindo piercing y sus ojos estaban completamente cerrados. Entonces abandoné el masaje vaginal que le estaba dando y le metí dos dedos de una. Ella abrió los ojos y me emujo con sus manos en mi pecho para atrás. Dijo "aaaahh" y se me quedó mirando. Pero imposible safarze, yo la tenía bien enganchada con mis dos dedos, así que comenzé a sacarlos y meterlos rápidamente. La conchita de Lucía no ofrecía ninguna resistencia, estaba mojadísima. Me dejó de mirar y me tomó del cuello y me trajo contra su cuerpo. Me abrazó como si estuvieramos bailando un lento y se dejó llevar por el momento. No nos importaba la gente, no nos importaba nada. Seguí metiendole los dedos hasta que notó que me empieza a bañar de jugos la mano y me abraza muy fuerte clavando sus uñas en mi espalda y dejando escurrir un leve "aaah....". Era un gemido de alivio, había tenido un bonito orgasmo y quedamos abrazados por unos momentos. Luego se separó y se subió de nuevo esos pantalones negros. Me miró a los ojos y me dijo.
- Bueno Fer, como me hiciste acabar tan rico ahora me toca a mí. Te voy a dar tu sorpresa.
En eso me toma de los hombros e invertimos los roles. Me llevo contra la pared y me empujó con decisión. Me miró a los ojos y se arrodilló ante mí. Me sacó el cinturón de tachas y me desprendió el pantalon como una genia. Metió su mano en mi boxer y enseguida salto mi pija que estaba re parada y con las venas a punto de estallar. Comenzó a pajearla, primero despacito y después con mas ímpetu. Me arrastraba la piel hasta el fondo y me la volvía a poner en su lugar. Mi glande se ponía re hinchado y yo me volvía loco. Sin decir nada se metió la pija en la boca y comenzó a chuparla. Entraba y salía de su boca lentamente, entraba y salía de esa boca tan carnosa y tan roja y con ese piercing que pensaba que quería explotarle la cara con leche ahora. Ella no se desesperaba, le daba besitos, le pasaba la lengua por encima y cada tanto se la volvía a meter nuevamente. Su mano acompañaba a sus labios pajeandome. Yo la miraba y ella me leventaba la vista y me clavaba la mirada, me clavaba esos ojos negros dentro de todo mi ser. Sin dejar de mirarme comenzaba a metersela más adentro y a chuparla más rápido. Yo sentía que iba a explotar en cualquier momento. Sacó sus labios de mi verga y sin dejar de pajearme me dijo.
- Te gusta Fer?
- Ahh, sii, me encanta. - Le respondí todo excitado.
- Quiero que me acabes en la boca Ferchu, me la quiero tragar toda.
Y se zambuyó con esa boca roja y carnosa dentro de mi pene. Se lo tragó casí por completo y yo comenzé a sentir que acabava.Primero con pequeños bombeos y después cada vez más intensos y más rápidos. Un oceano de semen salió despedido de mi pija y ella se lo tragó todito. Me miraba mientras se lo tragaba, y al terminar se limpío un poquito que había quedado en el cachete y que recojió con su dedo gordo y dijo "Mmm.. que rico Fernando."
Después de eso nos besamos y volvimos a la estación.
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