Hola chicoss!!!! Bienvenidos a mi primer post 🙂
Bueno, aca les dejo un relato que encontre en Internet y me encanto, y que queria compartir con ustedes. Un besoteee!!!!
Esa Rubia Debilidad parte 1
Suena el despertador…
- Demonios!
Atontado por el sueño estiro mi mano hasta alcanzarlo…
- Las 9 de la mañana.
Y vuelvo a despatarrarme en la cama.
Es domingo y el sol brilla con fuerza…tÃpica mañana de verano.
Hoy me toca verla…ver a mi princesa.
Ese pensamiento me motiva y me levanto de la cama de un salto. Entro a la ducha y luego desayuno. Me siento animado, como todos los domingos, como todos nuestros domingos.
Suena el teléfono y corro a atender la llamada, se que es ella.
- Hola amor!
Dios! Esa voz si que tenÃa el poder de alegrar mi dÃa…
- Hola princesa!
- Que voz de dormido tienes! Jaja! Apuesto a que recién te despiertas picarón.
- Algo asÃ…- confieso sonriendo.
- Amor, tengo una mala noticia- Se queja con voz de niña, creÃa estar viendola con su cara de puchero.- Hoy no podremos vernos, mi padre se levantó hoy con la idea de un almuerzo en familia y quiere ir a visitar a la abuela…yo le dije que hoy era nuestro dÃa, pero se enojó tanto…dijo que sólo me estaba pidiendo un domingo, y bueno…ya sabes…no quiero que se ponga malo conmigo.
Las "buenas nuevas" me sentaron muy mal e hicieron que todo el buen humor que podÃa tener hasta el momento desapareciera en cuestión de segundos…permanecà callado por la molestia que me causó la noticia tratando de digerirla.
- Amor, estas ahÃ?
- Si Serena…qué quieres que te diga?
- No te enojes tu también por favor, será sólo este domingo…
- "Será sólo este domingo"- La reparé yo- Pero tú sabes bien que no nos quedan muchos dÃas juntos hasta que yo tenga que…- Y me paré en seco sintiendo un nudo en el estómago.
Ahora era ella quien se quedaba callada…
- Sere…discúlpame, no te hagas problema. Ve y disfruta con tu familia, nosotros nos veremos mañana un rato después de tus clases.
- Ok Darien, que tengas un buen dÃa. Adiós.
Demonios! Lo habÃa arruinado todo con mi estupidez.
Decidà hacer algo productivo con mi dÃa y me dispuse a estudiar, pero la conversación telefónica con Serena volvÃa recurrentemente a mi cabeza. Ella ya me habÃa pedido varias veces que no toquemos el tema de mi viaje a Estados Unidos, cada vez que hablábamos sobre eso el clima se volvÃa tenso y echaba a perder la atmósfera mágica que se creaba cada vez que estábamos juntos. Pero yo soy un convencido de que las cosas deben hablarse, siempre, y mas aún cuando implicaba nuestro futuro, nuestra relación. Realmente hubiera deseado no tener que marcharme de Japón, pero si querÃa ser un buen médico, el mejor, y querÃa darle un buen porvenir a Serena tenÃa que hacerlo.
A las 3 de la tarde ya mi estómago rugÃa del hambre y me dispuse a prepararme un sándwich, nada que demande mucho esfuerzo, odio cocinar.
Me tiro en el sofá del living con mi "almuerzo", si es que puede llamársele de ese modo y enciendo la TV. Hago zapping pero, como todos los domingos, no hay nada entretenido. Por ahà engancho una pelÃcula…Rambo III…que mas da!
Al cabo de una hora y pico ya se habÃan acabado el sándwich y Rambo, de manera que apago la TV y me dirijo a mi dormitorio dispuesto a tomar una siesta, y es que no tenÃa muchas opciones.
PodrÃa haber llamado a Andrew, pero era mas que seguro que se encontrarÃa con Lita y no deseaba arruinar su dÃa.
Una vez en mi cama, y en el letargo en el que uno cae antes del sueño en sÃ, me puse a recordar como fue que la conocà a Serena. Reà al revivir en mi mente la imagen de ella roja y enfurecida por la manera en que yo la hacÃa enfadar, y es que me comportaba con un chiquillo tratando de llamar su atención y no encontraba otra forma de hacerlo que burlándome de ella y haciendo estallar su ira. Aunque inclusive enfadada podÃa llegar a ser tierna…mi cabeza de chorlito…
Es extraño, como un hombre como yo, que siempre se supo serio y maduro, podÃa volverse tan infantil por amor.
Realmente intenté resistirme a ella, continuamente me decÃa a mi mismo que era una niña, "Darien por todos los cielos, sólo tiene 14 años", pero todas mi defensas se desmoronaban cuando la veÃa con sus falditas y sus remeritas de tirantes ajustadas a ese cuerpo que distaba mucho de ser el cuerpo de una niña. Sus interminables piernas, su cinturita pequeña, su trasero firme y redondo y sus pechos…que visión! Pero todo este cuerpo de infarto coronado por su dulce e inocente rostro, sus enormes ojos celestes, sus pestañas que le daban a su mirada una expresión angelical, su narÃz pequeña y sus coletas…¨Es una niña Darien! Y tu…24 años…un viejo verde!"…Todo se caÃa al piso…pero luego, su boca, un infierno…la única forma de autocontrol que me quedaba era hacerla enfadar para que me odie.
Y pensar que jamás hubiésemos llegado a nada si no fuera por Drew. El no tenÃa tantos complejos ni reparos en cuanto a la edad, y no dudó un minuto en iniciar su relación con Lita, aunque ella no era tan pequeña como Serena.
Un dÃa me llamó diciendo que tenÃa una mujer para presentarme y pensé que quizás esa serÃa una buena oportunidad para quitarme de la cabeza a mi rubia debilidad…por eso pensé que el destino me estaba jugando una broma macabra cuando el dÃa de la cita a ciegas veo doblar la esquina a Andrew y Lita caminando hacia mi y por detrás nada mas y nada menos que al motivo de mis tormentos.
Al principio me mostré indiferente y estúpidamente serio, pero no tardé mucho en caer rendido ante la simpatÃa y frescura de Serena, lo cual concluyó en una cita al dÃa siguiente, esta vez los dos solos, en la cual ella me confesó roja como un tomate su devoción hacia mi persona desde la primera vez que nos vimos. Eso bastó para derribar todos mis estúpidos prejuicios y rendirme ante el amor de mi vida…y es que estoy seguro que eso es lo que esa niña representa en mi vida hasta el dÃa de hoy…y ya han pasado 8 meses desde aquel dÃa.
Con ese pensamiento caà en un profundo sueño…
Me despertó de repente el estruendo de un relámpago.
Abro los ojos y puedo notar a través de la ventana de mi habitación como habÃa oscurecido afuera y el dÃa se habÃa vuelto gris.
Otro estruendo mas y el diluvio que se larga de repente.
Genial! Lo único que faltaba para completar uno de los mejores dÃas que recuerde…
Miro el reloj, las siete treinta de la tarde, pensé que era mas tarde aún.
Me levanto apesadumbrado, evidentemente la siesta no mejoró en nada mi estado de ánimo.
Me tiro en el sofá en boxers como estaba (OMG que no darÃa por esa visión!), y enciendo nuevamente la TV…como hace un par de horas atrás, nada de nada…Paso los canales, me paseo por toda la grilla una y otra vez y nada…que harÃa otro hombre en mi misma situación? Ver porno, claro!
Sintonizo el canal condicionado y la escena mostraba a un hombre masacrando sin piedad a una rubia…si, lo se, lo se…pero no pude evitar imaginarme a mi mismo en esa situación con mi princesa…soy un pervertido, también lo se.
Serena no es tan exuberante como la "dama" de la condicionada, pero yo la prefiero asà tal cual es, con esa figura exquisita.
Hace ya ocho meses que empezamos nuestra relación y jamás sucedió absolutamente nada entre nosotros, y cuando digo absolutamente nada es justamente eso. Ni siquiera un revolcón, una caricia. Nada! Y es que Serena jamás insinuó nada en cuanto a materia sexual, no es que sea una santurrona, o una reprimida, porque al menos si asà fuera tendrÃa yo alguna esperanza de arrastrarla a esos terrenos, pero no, la palabra sexo directamente no existe en el diccionario mental de mi princesa…cuando dije que ella es una niña es porque lo es y en absolutamente todos los sentidos. De manera que tuve que conformarme siempre con un noviazgo ni siquiera adolescente, sino infantil en su totalidad.
Confieso que es una autentica tortura, tengo 24 años y sin hacer alarde de nada, un prontuario sexual bastante amplio. Nunca tuve problemas en conseguir amante, porque sólo fueron eso, amantes, ya que jamás me vinculé sentimentalmente con ninguna de aquellas señoritas.
Cuando Serena llegó a mi vida la puso patas para arriba por completo, dejé de dedicarme a esos trámites para poner toda mi concentración en esta niña maravillosa…pero por mas que trato de no pensar en ella de "esa manera" es en vano, no lo logro y me hace sentir muy avergonzado porque es un ser totalmente puro e inocente.
No voy a negar que alguna que otra vez, en nuestras salidas piratas con Andrew y Nicholas, no hicimos de las nuestras…y créanme que no es algo de lo cual me enorgullezca, sino todo lo contrario, pero cielos! Es tan difÃcil, soy de carne y hueso y cada vez que ella se va de mi departamento yo siento una frustración tan grande, mis cambios de humor para con ella la entristecen terriblemente, yo lo noto, pero no puedo hablarle de lo que me pasa porque saldrÃa corriendo y la perderÃa para siempre. No puedo darme ese lujo.
Andrew ya abandonó hace rato las trampas porque Lita se apiadó de él, por decirlo de alguna manera, y Nicholas y yo…bueno, hace ya mucho que no caemos en la tentación. Rei no es inocente como mi Serena, lo de ella simplemente es una negativa rotunda al sexo por su dizque vocación de sacerdotisa, lo cual el pobre de Nicholas soporta estoicamente, sólo por el hecho de que está absolutamente convencido de que Rei desistirá de la idea en algún momento.
Definitivamente él tiene cien veces mas chance que yo con Serena.
Pero aunque lo sufro no me quejo, porque esa niña es el sol de mi vida…
Y asà estaba yo pasando mi tarde, de capa caÃda como quien dice, el único que no estaba decaÃdo era "mi amigo" debido a las imágenes que mi cerebro procesaba…De repente el timbre, salté del sillón como quien es descubierto en algo indebido y por la mirilla de la puerta la vi a ella parada del otro lado, pero que conveniente era esta niña siempre!
- En un momento te abro!
Y corrà como alma que lleva el diablo a mi habitación a ponerme los jeans.
Apago la TV claro, y le abro.
La imagen que apareció ante mi en ese momento era la prueba fehaciente de que Dios no estaba de mi lado.
Serena estaba totalmente empapada por la lluvia, con el cabello suelto y revuelto, un vestidito que apenas le cubrÃa su colita y todo pegado al cuerpo por el agua. "Por qué a mi?" me lamenté yo por mis adentros.
Ella me saludó con un simple "hola" sin establecer contacto corporal conmigo y pude notar el rubor en sus mejillas y apenas levantaba la mirada.
POV SERENA
Cuando Darien me abre la puerta lo veo descalzo y con sólo sus jeans puestos. El cabello azabache revuelto y esos ojos zafiro…
Jamás, nunca antes lo habÃa visto sin remera. La visión me dejó aturdida. Ese hombre era realmente una escultura! "Serena tonta! Que estás pensando?"
No pude evitar sonrojarme por la situación y a penas sà podÃa sostener su mirada.
-Hola Darien- logré por fin decir – Volvimos antes de la casa de mi abuela y yo pensé que quizás podÃa pasar a verte un rato, espero no incomodarte…
-Como puedes si quiera pensar eso princesa?- dijo con su dulce voz- No sabes el gusto que me da que hayas venido…y con este diluvio afuera…- él sonreÃa, con esa sonrisa maravillosa y esos ojos…Yo le devolvà el gesto.
Siento el calor de su cuerpo al abrazarme…me reconforta tanto…su perfume…como lo amo!
-Darien no, estoy toda mojada.- El me mira con cara de circunstancia, no entiendo por qué.
-Ven, pasa al baño, sécate y te presto algo de ropa para que te pongas, no querrás enfermarte verdad?
Asentà con una sonrisa.
POV DARIEN
Verla tan sonrojada por la situación me hizo reÃr para mis adentros, no pude resistir el impulso de abrazarla.
- Darien no, estoy toda mojada- me dijo.
Por todos los santos! Que frase fue a pronunciar esta niña!
Como pude traté de hilvanar palabra y la invité a que pasara al baño y se secara, no querÃa que se fuera a resfriar, aunque para ser sincero podrÃa tenerla asà como estaba para mi deleite sensorial toda una vida.
Fui hasta la habitación y pensé qué prenda harÃa que se viera menos sexy para poder terminar con mi tortura…
- Mi camiseta de los Green Bay Packers!- Mascullé
Toco la puerta del baño
- Sere, aquà te traigo algo para que te pongas
Saca su brazo por la pequeña abertura de la puerta y le paso mi camiseta
-Gracias Darien!
Me pongo a preparar algo de café para que caliente su cuerpo y la imagen que aparece frente a mi hace que la taza que llevaba en las manos se destruya en el suelo en mil pedazos.
- Oh Darien! Te lastimaste?
- N-no princesa. No pasa nada.- Logré decir.
Descalza, con el pelo suelto y mi camiseta puesta…si asà pensé que iba a quedar menos sexy como serÃa si le hubiese dado algo provocativo para que se pusiera…Por todos los cielos! Esa niña era el morbo en persona…
- Déjame ayudarte Darien- Dijo avanzando hacia mi .
Yo como acto reflejo di varios pasos hacia atrás. Ella me miraba extrañada…qué podÃa yo decirle?
Pero que estúpido soy!
Antes que Serena se agachara a recoger los restos de la taza me adelanté a hacerlo yo y ella me siguió a la cocina.
- Preparemos mas café – Me guiña el ojo divertida
Yo a todo esto no podÃa articular palabra coherente…estaba en shock.
Terminamos de hacer el café en silencio, Serena de tanto en tanto me lanzaba una mirada de reojo.
Nos dirigimos al sofá con sendas tazas en las manos.
Ella toma el mando del televisor y yo se lo arrebato de las manos. Me mira sorprendida sin entender mi reacción brusca. Y es que si llegaba a ver con lo que yo me estaba entreteniendo justo antes de su llegada a mi departamento…de sólo pensarlo se me hizo un nudo en el estomago.
- Mejor pongo algo de música, te parece? En la tele no hay nada bueno hoy…- Hablé por fin.
Ella asintió.
Aerosmith comenzó a sonar.
Vuelvo al sillón junto a Serena. PermanecÃamos los dos en silencio simulando que dentro de nuestras tazas sucedÃan cosas interesantes como para dejar de mirarlas…
Bueno, aca les dejo un relato que encontre en Internet y me encanto, y que queria compartir con ustedes. Un besoteee!!!!
Esa Rubia Debilidad parte 1
Suena el despertador…
- Demonios!
Atontado por el sueño estiro mi mano hasta alcanzarlo…
- Las 9 de la mañana.
Y vuelvo a despatarrarme en la cama.
Es domingo y el sol brilla con fuerza…tÃpica mañana de verano.
Hoy me toca verla…ver a mi princesa.
Ese pensamiento me motiva y me levanto de la cama de un salto. Entro a la ducha y luego desayuno. Me siento animado, como todos los domingos, como todos nuestros domingos.
Suena el teléfono y corro a atender la llamada, se que es ella.
- Hola amor!
Dios! Esa voz si que tenÃa el poder de alegrar mi dÃa…
- Hola princesa!
- Que voz de dormido tienes! Jaja! Apuesto a que recién te despiertas picarón.
- Algo asÃ…- confieso sonriendo.
- Amor, tengo una mala noticia- Se queja con voz de niña, creÃa estar viendola con su cara de puchero.- Hoy no podremos vernos, mi padre se levantó hoy con la idea de un almuerzo en familia y quiere ir a visitar a la abuela…yo le dije que hoy era nuestro dÃa, pero se enojó tanto…dijo que sólo me estaba pidiendo un domingo, y bueno…ya sabes…no quiero que se ponga malo conmigo.
Las "buenas nuevas" me sentaron muy mal e hicieron que todo el buen humor que podÃa tener hasta el momento desapareciera en cuestión de segundos…permanecà callado por la molestia que me causó la noticia tratando de digerirla.
- Amor, estas ahÃ?
- Si Serena…qué quieres que te diga?
- No te enojes tu también por favor, será sólo este domingo…
- "Será sólo este domingo"- La reparé yo- Pero tú sabes bien que no nos quedan muchos dÃas juntos hasta que yo tenga que…- Y me paré en seco sintiendo un nudo en el estómago.
Ahora era ella quien se quedaba callada…
- Sere…discúlpame, no te hagas problema. Ve y disfruta con tu familia, nosotros nos veremos mañana un rato después de tus clases.
- Ok Darien, que tengas un buen dÃa. Adiós.
Demonios! Lo habÃa arruinado todo con mi estupidez.
Decidà hacer algo productivo con mi dÃa y me dispuse a estudiar, pero la conversación telefónica con Serena volvÃa recurrentemente a mi cabeza. Ella ya me habÃa pedido varias veces que no toquemos el tema de mi viaje a Estados Unidos, cada vez que hablábamos sobre eso el clima se volvÃa tenso y echaba a perder la atmósfera mágica que se creaba cada vez que estábamos juntos. Pero yo soy un convencido de que las cosas deben hablarse, siempre, y mas aún cuando implicaba nuestro futuro, nuestra relación. Realmente hubiera deseado no tener que marcharme de Japón, pero si querÃa ser un buen médico, el mejor, y querÃa darle un buen porvenir a Serena tenÃa que hacerlo.
A las 3 de la tarde ya mi estómago rugÃa del hambre y me dispuse a prepararme un sándwich, nada que demande mucho esfuerzo, odio cocinar.
Me tiro en el sofá del living con mi "almuerzo", si es que puede llamársele de ese modo y enciendo la TV. Hago zapping pero, como todos los domingos, no hay nada entretenido. Por ahà engancho una pelÃcula…Rambo III…que mas da!
Al cabo de una hora y pico ya se habÃan acabado el sándwich y Rambo, de manera que apago la TV y me dirijo a mi dormitorio dispuesto a tomar una siesta, y es que no tenÃa muchas opciones.
PodrÃa haber llamado a Andrew, pero era mas que seguro que se encontrarÃa con Lita y no deseaba arruinar su dÃa.
Una vez en mi cama, y en el letargo en el que uno cae antes del sueño en sÃ, me puse a recordar como fue que la conocà a Serena. Reà al revivir en mi mente la imagen de ella roja y enfurecida por la manera en que yo la hacÃa enfadar, y es que me comportaba con un chiquillo tratando de llamar su atención y no encontraba otra forma de hacerlo que burlándome de ella y haciendo estallar su ira. Aunque inclusive enfadada podÃa llegar a ser tierna…mi cabeza de chorlito…
Es extraño, como un hombre como yo, que siempre se supo serio y maduro, podÃa volverse tan infantil por amor.
Realmente intenté resistirme a ella, continuamente me decÃa a mi mismo que era una niña, "Darien por todos los cielos, sólo tiene 14 años", pero todas mi defensas se desmoronaban cuando la veÃa con sus falditas y sus remeritas de tirantes ajustadas a ese cuerpo que distaba mucho de ser el cuerpo de una niña. Sus interminables piernas, su cinturita pequeña, su trasero firme y redondo y sus pechos…que visión! Pero todo este cuerpo de infarto coronado por su dulce e inocente rostro, sus enormes ojos celestes, sus pestañas que le daban a su mirada una expresión angelical, su narÃz pequeña y sus coletas…¨Es una niña Darien! Y tu…24 años…un viejo verde!"…Todo se caÃa al piso…pero luego, su boca, un infierno…la única forma de autocontrol que me quedaba era hacerla enfadar para que me odie.
Y pensar que jamás hubiésemos llegado a nada si no fuera por Drew. El no tenÃa tantos complejos ni reparos en cuanto a la edad, y no dudó un minuto en iniciar su relación con Lita, aunque ella no era tan pequeña como Serena.
Un dÃa me llamó diciendo que tenÃa una mujer para presentarme y pensé que quizás esa serÃa una buena oportunidad para quitarme de la cabeza a mi rubia debilidad…por eso pensé que el destino me estaba jugando una broma macabra cuando el dÃa de la cita a ciegas veo doblar la esquina a Andrew y Lita caminando hacia mi y por detrás nada mas y nada menos que al motivo de mis tormentos.
Al principio me mostré indiferente y estúpidamente serio, pero no tardé mucho en caer rendido ante la simpatÃa y frescura de Serena, lo cual concluyó en una cita al dÃa siguiente, esta vez los dos solos, en la cual ella me confesó roja como un tomate su devoción hacia mi persona desde la primera vez que nos vimos. Eso bastó para derribar todos mis estúpidos prejuicios y rendirme ante el amor de mi vida…y es que estoy seguro que eso es lo que esa niña representa en mi vida hasta el dÃa de hoy…y ya han pasado 8 meses desde aquel dÃa.
Con ese pensamiento caà en un profundo sueño…
Me despertó de repente el estruendo de un relámpago.
Abro los ojos y puedo notar a través de la ventana de mi habitación como habÃa oscurecido afuera y el dÃa se habÃa vuelto gris.
Otro estruendo mas y el diluvio que se larga de repente.
Genial! Lo único que faltaba para completar uno de los mejores dÃas que recuerde…
Miro el reloj, las siete treinta de la tarde, pensé que era mas tarde aún.
Me levanto apesadumbrado, evidentemente la siesta no mejoró en nada mi estado de ánimo.
Me tiro en el sofá en boxers como estaba (OMG que no darÃa por esa visión!), y enciendo nuevamente la TV…como hace un par de horas atrás, nada de nada…Paso los canales, me paseo por toda la grilla una y otra vez y nada…que harÃa otro hombre en mi misma situación? Ver porno, claro!
Sintonizo el canal condicionado y la escena mostraba a un hombre masacrando sin piedad a una rubia…si, lo se, lo se…pero no pude evitar imaginarme a mi mismo en esa situación con mi princesa…soy un pervertido, también lo se.
Serena no es tan exuberante como la "dama" de la condicionada, pero yo la prefiero asà tal cual es, con esa figura exquisita.
Hace ya ocho meses que empezamos nuestra relación y jamás sucedió absolutamente nada entre nosotros, y cuando digo absolutamente nada es justamente eso. Ni siquiera un revolcón, una caricia. Nada! Y es que Serena jamás insinuó nada en cuanto a materia sexual, no es que sea una santurrona, o una reprimida, porque al menos si asà fuera tendrÃa yo alguna esperanza de arrastrarla a esos terrenos, pero no, la palabra sexo directamente no existe en el diccionario mental de mi princesa…cuando dije que ella es una niña es porque lo es y en absolutamente todos los sentidos. De manera que tuve que conformarme siempre con un noviazgo ni siquiera adolescente, sino infantil en su totalidad.
Confieso que es una autentica tortura, tengo 24 años y sin hacer alarde de nada, un prontuario sexual bastante amplio. Nunca tuve problemas en conseguir amante, porque sólo fueron eso, amantes, ya que jamás me vinculé sentimentalmente con ninguna de aquellas señoritas.
Cuando Serena llegó a mi vida la puso patas para arriba por completo, dejé de dedicarme a esos trámites para poner toda mi concentración en esta niña maravillosa…pero por mas que trato de no pensar en ella de "esa manera" es en vano, no lo logro y me hace sentir muy avergonzado porque es un ser totalmente puro e inocente.
No voy a negar que alguna que otra vez, en nuestras salidas piratas con Andrew y Nicholas, no hicimos de las nuestras…y créanme que no es algo de lo cual me enorgullezca, sino todo lo contrario, pero cielos! Es tan difÃcil, soy de carne y hueso y cada vez que ella se va de mi departamento yo siento una frustración tan grande, mis cambios de humor para con ella la entristecen terriblemente, yo lo noto, pero no puedo hablarle de lo que me pasa porque saldrÃa corriendo y la perderÃa para siempre. No puedo darme ese lujo.
Andrew ya abandonó hace rato las trampas porque Lita se apiadó de él, por decirlo de alguna manera, y Nicholas y yo…bueno, hace ya mucho que no caemos en la tentación. Rei no es inocente como mi Serena, lo de ella simplemente es una negativa rotunda al sexo por su dizque vocación de sacerdotisa, lo cual el pobre de Nicholas soporta estoicamente, sólo por el hecho de que está absolutamente convencido de que Rei desistirá de la idea en algún momento.
Definitivamente él tiene cien veces mas chance que yo con Serena.
Pero aunque lo sufro no me quejo, porque esa niña es el sol de mi vida…
Y asà estaba yo pasando mi tarde, de capa caÃda como quien dice, el único que no estaba decaÃdo era "mi amigo" debido a las imágenes que mi cerebro procesaba…De repente el timbre, salté del sillón como quien es descubierto en algo indebido y por la mirilla de la puerta la vi a ella parada del otro lado, pero que conveniente era esta niña siempre!
- En un momento te abro!
Y corrà como alma que lleva el diablo a mi habitación a ponerme los jeans.
Apago la TV claro, y le abro.
La imagen que apareció ante mi en ese momento era la prueba fehaciente de que Dios no estaba de mi lado.
Serena estaba totalmente empapada por la lluvia, con el cabello suelto y revuelto, un vestidito que apenas le cubrÃa su colita y todo pegado al cuerpo por el agua. "Por qué a mi?" me lamenté yo por mis adentros.
Ella me saludó con un simple "hola" sin establecer contacto corporal conmigo y pude notar el rubor en sus mejillas y apenas levantaba la mirada.
POV SERENA
Cuando Darien me abre la puerta lo veo descalzo y con sólo sus jeans puestos. El cabello azabache revuelto y esos ojos zafiro…
Jamás, nunca antes lo habÃa visto sin remera. La visión me dejó aturdida. Ese hombre era realmente una escultura! "Serena tonta! Que estás pensando?"
No pude evitar sonrojarme por la situación y a penas sà podÃa sostener su mirada.
-Hola Darien- logré por fin decir – Volvimos antes de la casa de mi abuela y yo pensé que quizás podÃa pasar a verte un rato, espero no incomodarte…
-Como puedes si quiera pensar eso princesa?- dijo con su dulce voz- No sabes el gusto que me da que hayas venido…y con este diluvio afuera…- él sonreÃa, con esa sonrisa maravillosa y esos ojos…Yo le devolvà el gesto.
Siento el calor de su cuerpo al abrazarme…me reconforta tanto…su perfume…como lo amo!
-Darien no, estoy toda mojada.- El me mira con cara de circunstancia, no entiendo por qué.
-Ven, pasa al baño, sécate y te presto algo de ropa para que te pongas, no querrás enfermarte verdad?
Asentà con una sonrisa.
POV DARIEN
Verla tan sonrojada por la situación me hizo reÃr para mis adentros, no pude resistir el impulso de abrazarla.
- Darien no, estoy toda mojada- me dijo.
Por todos los santos! Que frase fue a pronunciar esta niña!
Como pude traté de hilvanar palabra y la invité a que pasara al baño y se secara, no querÃa que se fuera a resfriar, aunque para ser sincero podrÃa tenerla asà como estaba para mi deleite sensorial toda una vida.
Fui hasta la habitación y pensé qué prenda harÃa que se viera menos sexy para poder terminar con mi tortura…
- Mi camiseta de los Green Bay Packers!- Mascullé
Toco la puerta del baño
- Sere, aquà te traigo algo para que te pongas
Saca su brazo por la pequeña abertura de la puerta y le paso mi camiseta
-Gracias Darien!
Me pongo a preparar algo de café para que caliente su cuerpo y la imagen que aparece frente a mi hace que la taza que llevaba en las manos se destruya en el suelo en mil pedazos.
- Oh Darien! Te lastimaste?
- N-no princesa. No pasa nada.- Logré decir.
Descalza, con el pelo suelto y mi camiseta puesta…si asà pensé que iba a quedar menos sexy como serÃa si le hubiese dado algo provocativo para que se pusiera…Por todos los cielos! Esa niña era el morbo en persona…
- Déjame ayudarte Darien- Dijo avanzando hacia mi .
Yo como acto reflejo di varios pasos hacia atrás. Ella me miraba extrañada…qué podÃa yo decirle?
Pero que estúpido soy!
Antes que Serena se agachara a recoger los restos de la taza me adelanté a hacerlo yo y ella me siguió a la cocina.
- Preparemos mas café – Me guiña el ojo divertida
Yo a todo esto no podÃa articular palabra coherente…estaba en shock.
Terminamos de hacer el café en silencio, Serena de tanto en tanto me lanzaba una mirada de reojo.
Nos dirigimos al sofá con sendas tazas en las manos.
Ella toma el mando del televisor y yo se lo arrebato de las manos. Me mira sorprendida sin entender mi reacción brusca. Y es que si llegaba a ver con lo que yo me estaba entreteniendo justo antes de su llegada a mi departamento…de sólo pensarlo se me hizo un nudo en el estomago.
- Mejor pongo algo de música, te parece? En la tele no hay nada bueno hoy…- Hablé por fin.
Ella asintió.
Aerosmith comenzó a sonar.
Vuelvo al sillón junto a Serena. PermanecÃamos los dos en silencio simulando que dentro de nuestras tazas sucedÃan cosas interesantes como para dejar de mirarlas…
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