Fiesta patagónica.

Hace ya bastantes años, estando de novio con Andrea (hoy la vamos a llamar así) nos fuimos de vacaciones al sur de mochileros.
No fuimos haciendo dedo, fuimos en micro, pero recorrimos buena parte de esos hermosos lugares con mochila y carpa. A veces conseguíamos alguna cabaña a buen precio y estaba bueno poder dormir en una cama y tener baño para uno, pero normalmente dormíamos en carpa, en algún camping y por suerte no tocaron bastantes días de calor.
Saliendo de Bariloche fuimos para el sur, queríamos llegar al Bolsón y luego entrar a Chubut.
Luego de un par de días en el Bolsón seguimos por la ruta 40 hasta Lago Puelo y allí, en el pueblito conseguimos una cabañita bastante económica. Era muy cómoda y muy cálida y nos quedamos algunos días.
Era un pequeño complejo de 4 cabañas de troncos a cargo de una señora de unos 70 años que creo, era su dueña.
En la cabaña de al lado estaba una pareja de unos 25 años, él, bastante fachero, de buen cuerpo y ella bajita y apenas gordita, con un hermoso par de tetas y un culo redondito pero no muy grande.
No les conté que Andrea era alta, con buena figura y un culo para el recuerdo, de esos que uno se da vuelta a mirar y se queda con la boca abierta y con un hilito de baba corriendole por la comisura.
Los saludamos amablemente él se llamaba Luis y ella Teresita.
Dejamos el equipaje y nos fuimos a pasar el día al lago.
Al atardecer volvimos a la cabaña, nos duchamos y comimos algo, la noche estaba cálida, muy raro para la zona, y nos quedamos afuera charlando, allí estaban nuestros vecinos y cruzamos alguna palabra, eran muy amables y charlamos de algunas banalidades. Noté como Luis no podía sacarle los ojos del culo de mi novia, pero con ese culo yo ya estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones. Pero además, yo no dejaba de mirar el escote de Teresita, su remera cuello en v bien apretada le marcaban sus tetas de manera infartante, y con su cara llena de pecas y su sonrisa dulce la hacían muy apetecible.
Ellos se fueron a dormir primero y al rato nos fuimos nosotros.
Las cabañas estaban una pegada a la otra y una pared de troncos separaba la nuestra de la de ellos.
Mientras nos desvestíamos para dormir sentimos como se empezaban a divertir los vecinos.
Los jadeos de Teresita retumbaban en el silencio de la noche, parecía como que Luis le estaba comiendo la concha, nos tumbamos en la cama a escuchar en silencio. Al ratito era Luis el de los jadeos y Teresita la del silencio, supusimos que tenía la boca ocupada. Al rato silencio total: -69!! dijo mi novia.
Luego, los jadeos de ambos típicos de una hermosa cojida, el espectáculo musical nos puso muy calientes y al ratito no más estábamos nosotros en la misma.
Mientras escuchábamos gozar a los vecinos nuestras manos encontraron nuestros sexos calientes y nos empezamos a masturbar mutuamente, me di vuelta y metí mi cabeza entre las piernas de Andrea y le empecé a comer la concha. Mientras mi lengua recorría sus labios y se frenaba en su clítoris ella empezó a gemir fuertemente y notamos que los vecinos se callaron. -Ah guachos, nos están escuchando a nosotros!! le dije a mi novia.
Ahí nomas se comenzaron a escuchar los gemidos de nuevo y nosotros retomamos lo nuestro. Era un concurso de haber quien gemía mas fuerte. Mi novia se puso en cuatro y la empecé a cojer desde atrás, me gusta mucho esa posición porque puedo jugar con mis manos, con una mano empecé a acariciar su clítoris y ella acabó enseguida, cebada como estaba por la guerra de gemidos, su orgasmo fue entre gritos y sacudidas. Mientras tanto aproveché para parar de bombearla y dedicarme la lamer su culo con toda la intención de entrarle por retaguardia y hacerla gritar con ganas. Volví con mi pija en su concha y con un dedito empecé a agrandar su dulce agugerito, mi nena gemía con gusto y ahí saque mi poronga de su concha y se la apoyé en su culo. Ella hizo silencio y ahí empecé a empujar, le metí la cabeza y dio un grito, la empujé hasta la mitad y gritó aun mas fuerte, empecé a meterla y sacarla y en cada metida se la entraba un poco más, así hasta que entró toda y la empecé a bombear en forma, sus gemidos se convirtieron en lamentos y eso me calentaba muchísimo, comencé una cabalgata furiosa, los gritos de Andrea retumbaban en toda la cabaña y de al lado le eran correspondidos por los vecinos.
Yo estaba tan caliente que cojía ese culo con furia hasta que mi verga explotó en un chorro de leche caliente que inundó el culo de Andrea. Caímos en la cama rendidos, ya no se escuchaban ruidos de al lado y nos quedamos dormidos, bueno Andrea se durmió y yo me quedé pensando un rato en Teresita, imaginando como cojía y gemía y se me empezó a parar de nuevo, pero mi novia dormía y me dio lastima despertarla.
A la mañana siguiente salimos a tomar unos mates al parque y allí estaban los vecinos, nos saludamos y en un momento que las chicas no nos escuchaban me dijo Luis: -Que fiestita tuvieron anoche eh? y yo le respondí -Bueh! ustedes no se quedaron atrás!! y luis rió.
Paseamos todo el día y a la noche, después de cenar nos llaman nuestros vecinos.
-Los invitamos a nuestra cabaña a tomar algo - dijo Luis.
-Que amables son, dijo mi novia con mucha inocencia, mientras yo pensaba que querían fiesta, y de solo pensar de comerme a la preciosa de Teresita me hizo aceptar de una.
Ya en su cabaña nos invitaron con un fernet casero que habían comprado en el pueblo, muy rico pero de sabor algo distinto al que usualmente tomamos.
La charla se hizo distendida y amena y el fernet hacía su trabajo de tirar abajo todas las trabas.
Noté como miraba mi novia a Luis, le gustaba y no lo podía disimular, la petisa me regalaba sonrisitas y a esta altura eso me estaba calentando.
En un momento de la charla Luis tira el tema de una: -Chicos, que fiestita se mandaron anoche!!!
-Bueno, ustedes empezaron antes! - dijo mi novia.
-Si tienen razón y por lo visto la pasamos bomba los cuatro!! -dijo Teresita-
-Si y tengo que reconocer que sus gemidos nos incentivaron bastante - dije yo
-A nosotros también los de ustedes, con Teresita nos pareció bueno que los revivamos esta noche pero sin pared de por medio.-dijo Luis.
-Excelente idea -dijo mi novia sorprendiéndome, desinhibida por el fernet, ya se relamía con Luis. y seguro que Luis no quería perdonar el culo de Andrea.
En la cabaña había un largo sofá donde nos pusimos las dos parejas, empezando con besos y caricias, de a poco iba desapareciendo la ropa, las tetas de Teresita eran algo de otro mundo, enormes y llenas de pequitas.
y el amigo Luis tenía un arma considerable, mas fina que la mía, pero bastante mas larga.
Andrea estaba sentada en el sillón y yo me corrí hasta abajo para comerle la concha muy despacio como la tenía acostumbrada, en cambio Luis estaba medio arrodillado en el sillón ofreciéndole su pija a Teresita que la devoraba con pasión. Andrea gemía hasta que dejó de hacerlo y levantando la cabeza vi como Luis le estaba comiendo la boca, metiendole su lengua hasta la garganta. Andrea manoteó su pija y comenzó a pajearla, yo me paré y Luis se acomodó para que Andrea le chupe la pija. Al correrse me le fui al humo a Teresita y me prendí de sus tetas lamiendoselas y mordisqueando sus duro pezones, una dulzura!! Ella agarró mi pija y comenzó a menearla y yo metí un dedo en su húmeda conchita y jugueteaba con su cuevita y su clítoris. Con la otra mano fui a la concha de mi novia. Que lindo era jugar con las dos conchas a la vez.
Acabaron las dos casi juntas, y después me di el gustazo de meter mi pija entre esas tetas y cojerselas alocadamente, acabandole en su cara y en sus tetas, un hermoso espectáculo.
Al ratito Luis le acabó en la boca a mi novia y ahí pasó algo que me voló la cabeza, Teresita comenzó a besar en la boca a Andrea y a compartir la leche de ambos en sus bocas, Andrea bajó hasta sus tetas y lamió toda la leche salpicada. Ver a las dos mujeres besándose apasionadamente me calentó en extremo y noté que a Luis le pasaba lo mismo, nuestras vergas estaban durisimas de nuevo y dispuestas para otro round. Me sumergí entre las piernas de Teresita para comerle ese precioso coño bien depiladito y Luis hizo lo mismo con mi novia. Las chicas gemían pero no dejaban de besarse.
Agarré a Teresita y la llevé hasta la cama y tirándola boca arriba le ensarté mi pija en su conchita mientras seguí saboreando sus tetas, en eso vi que los otros nos seguían y se ponían a cojer al lado nuestro. Era un hermoso dúo de gemidos y jadeos, esta vez sin pared de por medio.
De pronto Teresita empezó a gritar: -Quiero que me cojan los dos juntos, quiero sentir como me parten los dos!!
Andrea se corrió un poco y Teresita se montó encima de Luis tragándose su pija con su concha y levantando la cola me la ofreció para que le entre por atrás. Le lubriqué con sus propios jugos su agujero y se la metí de apoco. Hermosa cabalgada le pegamos, ella gemía como nunca y acabó como dos veces, Andrea se arrodilló sobre la cara de Luis para que este le chupe la concha y mientras besaba en la boca a Teresita. Un hermoso cuarteto.
Al rato nos separamos para cambiar de dama, vi como Luis se desesperaba por poseer el culo de mi novia y le cedí la posibilidad. Me acosté boca arriba y Andrea se me subió encima se la enterré en su mojadisima concha y Luis le entró por atrás. Nunca vi ni nunca volví a ver esa cara de satisfacción en Andrea, se la estaban cojiendo dos tipos por primera vez en la vida y sus sensaciones se mezclaban en su cabeza. La pija de Luis era larga y le sacaba quejidos anta cada arremetida. Teresita hizo con migo lo mismo que Andrea, se me sentó encima para que le coma la concha y siguieron besándose con Andrea.
Cuando estábamos por acabar,nos salimos y le acabamos en la boca a cada una de las chicas y ellas volvieron a repetir el show lesbico de besarse y compartirse la lechita.
Nos quedamos dormidos y a la mañana siguiente al despertar me encuentro a Luis de espectador de un fabuloso 69 que se estaban dando las chicas. Tremendo espectáculo que no pudimos coronar de otra forma mejor que con una buena cojida, cada uno con la mujer del otro, a modo de despedida ya que a las 10 debíamos dejar las cabañas.
Antes de despedirnos nos intercambiamos las direcciones para seguirla en otra oportunidad, no vivíamos tan cerca. Resultó que ellos al tiempo se separaron y allí se perdió la magia de volvernos a encontrar. Luego Andrea y yo seguimos por otros caminos y allí terminó todo.