Adrián había notado el cambio en Victoria su mujer. Habían comenzado sus vacaciones yendo a la playa donde alquilaron una cabaña para estar tranquilos. Los primeros días fueron normales y la verdad hasta algo rutinario pero después Victoria había mudado de un carácter algo distante a una euforia permanente, estaba excitada y a veces aun estando juntos ella se sonreía, sin saber Adrián cual era el motivo.
Adrián era de levantarse tarde y Victoria al contrario, lo hacia temprano e iba a correr por la playa. Eran días de mucho calor así que solo iba con su diminuto traje de baño y a veces con una remera ligera que tapaba algo de su lindo cuerpo. Una mañana de esas se cruzo con Diego que también corría por la playa. Se miraron la primera vez, al otro día se saludaron y con el correr de los días comenzaron a cruzar algunas palabras hasta que por fin una mañana los hallo sentados en la playa mirando el mar y conversando.
Diego era un chico mas joven que ella, tendría unos 22 años contra los 35 que acusaban tanto Adrián como Victoria. Era moreno, con un cuerpo bien desarrollado, ligeramente marcado, acostumbrado al ejercicio sin exageraciones. El pelo color castaño le caía suelto sobre sus hombros y había en su gesto algo de picardía permanente. No era lindo de rostro pero si atractivo y a Victoria le gustaban mucho como le quedaba un arito en su lóbulo izquierdo y un tatuaje que recorría su brazo derecho. Después de esa mañana ya se hizo costumbre que se encontraran en ese tiempo que ella corría por la playa antes de que Adrián se despertara para desayunar juntos.
Faltaban pocos días para que emprendieran la vuelta de sus vacaciones cuando una mañana la cosa pasó más allá de una conversación. El mar los vio tirados en la playa besándose apasionadamente. La playa estaba solitaria y ellos estaban en su mundo. Los besos eran calientes y sus lenguas se cruzaban por momentos con ternura y otras con furia en una lucha que se desarrollaba en sus bocas. Las manos de Diego ya había logrado recorrer el cuerpo de Victoria totalmente y ella lo había dejado hacer. Después se levantaron y fueron a un grupo de rocas gigantes que formaban una especie de cueva abierta y allí entraron. Victoria se arrodillo y bajo el traje de baño y trago la pija de su amante. Él se saco la remera con lo que quedo completamente desnudo. Sin sacarse la verga de la boca Victoria miro ese cuerpo que tanto le gustaba. Después se paro para besar a Diego mientras él le sacaba el traje de baño. Esa mañana, los dos desnudos, Diego la cogió con una vehemencia desconocida para Victoria y ella se entrego sin dudar...
Una hora mas tarde mientras Adrián se duchaba primero y luego preparaba el desayuno para los dos, Victoria tragaba leche de Diego, saboreando cada centímetro de su pija. Y después Diego la acostó sobre el piso de la cueva y la penetro hasta el fondo y para dejarle otra vez su semen en su interior.
Victoria había cambiado y Adrián lo notaba a cada instante hasta que se animo a preguntarle. Y Victoria se lo conto. Se escuchaba a si misma contándole a su esposo con lujo de detalles como la habían cogido y no podía creer que eso pasara. Ese día no hablaron más y Adrián salió de la cabaña para volver a la noche tarde. Todo esto le daba vueltas en la cabeza y no sabia si estaba enojado, caliente o quizás las dos cosas.
Cuando se acoto junto a Victoria ella espero a ver que pasaba. Y entonces cogieron, como nunca ya que la calentura de la situación era inmensa.
-Así que te acostaste con otro puta. Le decía el entrando y saliendo de su concha
-Si?si... Me gusta mucho Diego. Victoria lo beso a Adrián y este acelero el ritmo.
-No te basta una pija. Decía el casi llegando al final para acabarle en la concha de su mujer. Allí donde ella había consentido que Diego le dejara toda su leche.
-No es eso. Es que nos gustamos, nada más. Victoria sintió la explosión de Adrián adentro suyo y también tuvo un orgasmo.
Al otro día Victoria no fue a correr y se quedo con Adrián. Desayunaron y conversaron.
-Entonces te gusta mucho como te coge ese guacho. Dijo Adrián
- Si. Mucho. Lo miro sin bajar la mirada.
-Entonces tráelo acá y que lo haga delante mio. Quiero verte cogida por ese macho.
-Estas seguro. Dijo ella con un brillo en los ojos.
-Si. Quiero estar cuando te coge. Quiero ver lo puta que sos.
Y después de esa conversación así quedaron. Esa noche Victoria se encontró con Diego y pasearon por la playa y cuando el comenzó a tocarla y besarla, ella le dijo todo lo que había pasado.
-Adrián quiere vernos cogiendo.
-¿Y vos? Queres que tu marido te vea revolcándote conmigo. Acentuando ese gesto pícaro que tenía.
-Si. Me encantaría que nos vea cogiendo. Y lo beso en la boca. Diego bajo su mano al culo de Victoria y levanto su pollerita par tocarle su carne caliente. Después fueron a la cabaña donde esperaba Adrián.
El encuentro entre Adrián y Diego fue frio, pero Victoria se mostro mimosa con los dos. Tomaron algo casi sin hablar hasta que fueron al dormitorio.
-Me voy a coger a tu mujer delante tuyo. Dijo Diego como probando la reacción.
-Lo se. Dijo el.
-Háganlo de una vez.
Victoria se denudo y se extendió en la cama mostrando cada parte de su cuerpo. Se retorcía mimosa y caliente mientras los dos machos llegaban a su máxima erección sin esfuerzo.
Diego se denudo sin pensarlo y se tiro sobre ella que rio divertida antes de que la lengua de Diego le invadiera la boca. Fueron largos minutos de caricias, besos, de restregar sus cuerpos, de revocarse en la cama rodando sobre ella. Las manos trabajaban urgentes tocando cada uno de sus rincones íntimos y las lenguas no dejaban de encontrase en la boca o fuer a de ella. Diego finalmente llego a la concha de Victoria y comenzó a chupársela haciendo que ella gimiera y jadeara casi inmediatamente.
Con Diego ocupado Victoria lo miro a Adrián que también desnudo a un costado de la cama se masturbaba lentamente.
Casi al punto de llevarla a un orgasmo Diego interrumpió su tarea y también miro a Adrián.
-Sabias que tu mujer era tan puta. Dijo el chico mientras la luz que entraba por la ventana resaltaba su cuerpo bien cuidado. Luego se levanto y abriendo las piernas de Victoria exhibió su verga erecta, larga y gruesa.
-La queres ahora Victoria. Dijo el a la mujer caliente que tenia a su disposición.
-Si la quiero toda. Dijo ella agarrándolo con sus piernas para que la penetrara ya.
Diego entro en la concha de Victoria y la cogió haciéndola gritar, jadea y gemir. Mientras Adrián trataba de contener su corrida...
Victoria lo miro a su marido. Este le dijo
-Te gusta mucho estar con otro.
-Me encanta y que me mires
? mírame como me coge.
La leche de Adrián salto por los aires y Diego se metió bien adentro de la concha de su mujer para hacerle sentir bien su poronga.
-Donde queres que termine Vicky. Dijo el a punto de terminar en la concha de ella.
-Quiero tomármela toda y que después me acabes en mi conchita.
Pero Diego no hizo a tiempo y acabo todo en el interior de Victoria que lo recibió gozosa.
-Te voy a preñar. Le dijo en forma entrecortada.
Diego quiso separarlos pero Victoria abrazo a Diego con brazos y piernas, dejando que su corrida no se perdiera fuera de ella. Diego se sacudía en una acabada infernal y Victoria quería sentirse la mujer de ese macho.
Minutos después Diego salió de ella y se quedo sentado sobre la cama mirando a Adrián. Este no dijo nada y se tiro sobre Victoria y la penetro para dejarle a los minutos también su semen.
Un ahora más tarde Adrián pudo ver las tetas, la cara y la boca de su esposa llena de leche de Diego, que ella saboreaba lasciva y satisfecha.
Esa mañana no corrieron por la playa. Los tres durmieron en la misma cama y al aclarar Victoria se monto sobre la pija de Adrián mientras Diego se la metía por el culo. Esa doble penetración los volvió locos a los tres y no salieron n en todo el día de la cabaña teniendo sexo una y otra vez. Después se ducharon los tres hasta que Diego la penetro nuevamente a victoria y entonces Adrián los dejo solos para verlos. Victoria llego a un orgasmo impresionante y Diego metido hasta el fondo de la concha de su amante la lleno una vez más de semen.
-Te voy a preñar. Fue lo último que dijo antes de acabar.
-Dale hacelo. Dijo ella.
Adrián exploto también casi sin tocarse.
Las vacaciones llegaban a su fin y todo realmente había cambiado
Adrián era de levantarse tarde y Victoria al contrario, lo hacia temprano e iba a correr por la playa. Eran días de mucho calor así que solo iba con su diminuto traje de baño y a veces con una remera ligera que tapaba algo de su lindo cuerpo. Una mañana de esas se cruzo con Diego que también corría por la playa. Se miraron la primera vez, al otro día se saludaron y con el correr de los días comenzaron a cruzar algunas palabras hasta que por fin una mañana los hallo sentados en la playa mirando el mar y conversando.
Diego era un chico mas joven que ella, tendría unos 22 años contra los 35 que acusaban tanto Adrián como Victoria. Era moreno, con un cuerpo bien desarrollado, ligeramente marcado, acostumbrado al ejercicio sin exageraciones. El pelo color castaño le caía suelto sobre sus hombros y había en su gesto algo de picardía permanente. No era lindo de rostro pero si atractivo y a Victoria le gustaban mucho como le quedaba un arito en su lóbulo izquierdo y un tatuaje que recorría su brazo derecho. Después de esa mañana ya se hizo costumbre que se encontraran en ese tiempo que ella corría por la playa antes de que Adrián se despertara para desayunar juntos.
Faltaban pocos días para que emprendieran la vuelta de sus vacaciones cuando una mañana la cosa pasó más allá de una conversación. El mar los vio tirados en la playa besándose apasionadamente. La playa estaba solitaria y ellos estaban en su mundo. Los besos eran calientes y sus lenguas se cruzaban por momentos con ternura y otras con furia en una lucha que se desarrollaba en sus bocas. Las manos de Diego ya había logrado recorrer el cuerpo de Victoria totalmente y ella lo había dejado hacer. Después se levantaron y fueron a un grupo de rocas gigantes que formaban una especie de cueva abierta y allí entraron. Victoria se arrodillo y bajo el traje de baño y trago la pija de su amante. Él se saco la remera con lo que quedo completamente desnudo. Sin sacarse la verga de la boca Victoria miro ese cuerpo que tanto le gustaba. Después se paro para besar a Diego mientras él le sacaba el traje de baño. Esa mañana, los dos desnudos, Diego la cogió con una vehemencia desconocida para Victoria y ella se entrego sin dudar...
Una hora mas tarde mientras Adrián se duchaba primero y luego preparaba el desayuno para los dos, Victoria tragaba leche de Diego, saboreando cada centímetro de su pija. Y después Diego la acostó sobre el piso de la cueva y la penetro hasta el fondo y para dejarle otra vez su semen en su interior.
Victoria había cambiado y Adrián lo notaba a cada instante hasta que se animo a preguntarle. Y Victoria se lo conto. Se escuchaba a si misma contándole a su esposo con lujo de detalles como la habían cogido y no podía creer que eso pasara. Ese día no hablaron más y Adrián salió de la cabaña para volver a la noche tarde. Todo esto le daba vueltas en la cabeza y no sabia si estaba enojado, caliente o quizás las dos cosas.
Cuando se acoto junto a Victoria ella espero a ver que pasaba. Y entonces cogieron, como nunca ya que la calentura de la situación era inmensa.
-Así que te acostaste con otro puta. Le decía el entrando y saliendo de su concha
-Si?si... Me gusta mucho Diego. Victoria lo beso a Adrián y este acelero el ritmo.
-No te basta una pija. Decía el casi llegando al final para acabarle en la concha de su mujer. Allí donde ella había consentido que Diego le dejara toda su leche.
-No es eso. Es que nos gustamos, nada más. Victoria sintió la explosión de Adrián adentro suyo y también tuvo un orgasmo.
Al otro día Victoria no fue a correr y se quedo con Adrián. Desayunaron y conversaron.
-Entonces te gusta mucho como te coge ese guacho. Dijo Adrián
- Si. Mucho. Lo miro sin bajar la mirada.
-Entonces tráelo acá y que lo haga delante mio. Quiero verte cogida por ese macho.
-Estas seguro. Dijo ella con un brillo en los ojos.
-Si. Quiero estar cuando te coge. Quiero ver lo puta que sos.
Y después de esa conversación así quedaron. Esa noche Victoria se encontró con Diego y pasearon por la playa y cuando el comenzó a tocarla y besarla, ella le dijo todo lo que había pasado.
-Adrián quiere vernos cogiendo.
-¿Y vos? Queres que tu marido te vea revolcándote conmigo. Acentuando ese gesto pícaro que tenía.
-Si. Me encantaría que nos vea cogiendo. Y lo beso en la boca. Diego bajo su mano al culo de Victoria y levanto su pollerita par tocarle su carne caliente. Después fueron a la cabaña donde esperaba Adrián.
El encuentro entre Adrián y Diego fue frio, pero Victoria se mostro mimosa con los dos. Tomaron algo casi sin hablar hasta que fueron al dormitorio.
-Me voy a coger a tu mujer delante tuyo. Dijo Diego como probando la reacción.
-Lo se. Dijo el.
-Háganlo de una vez.
Victoria se denudo y se extendió en la cama mostrando cada parte de su cuerpo. Se retorcía mimosa y caliente mientras los dos machos llegaban a su máxima erección sin esfuerzo.
Diego se denudo sin pensarlo y se tiro sobre ella que rio divertida antes de que la lengua de Diego le invadiera la boca. Fueron largos minutos de caricias, besos, de restregar sus cuerpos, de revocarse en la cama rodando sobre ella. Las manos trabajaban urgentes tocando cada uno de sus rincones íntimos y las lenguas no dejaban de encontrase en la boca o fuer a de ella. Diego finalmente llego a la concha de Victoria y comenzó a chupársela haciendo que ella gimiera y jadeara casi inmediatamente.
Con Diego ocupado Victoria lo miro a Adrián que también desnudo a un costado de la cama se masturbaba lentamente.
Casi al punto de llevarla a un orgasmo Diego interrumpió su tarea y también miro a Adrián.
-Sabias que tu mujer era tan puta. Dijo el chico mientras la luz que entraba por la ventana resaltaba su cuerpo bien cuidado. Luego se levanto y abriendo las piernas de Victoria exhibió su verga erecta, larga y gruesa.
-La queres ahora Victoria. Dijo el a la mujer caliente que tenia a su disposición.
-Si la quiero toda. Dijo ella agarrándolo con sus piernas para que la penetrara ya.
Diego entro en la concha de Victoria y la cogió haciéndola gritar, jadea y gemir. Mientras Adrián trataba de contener su corrida...
Victoria lo miro a su marido. Este le dijo
-Te gusta mucho estar con otro.
-Me encanta y que me mires
? mírame como me coge.
La leche de Adrián salto por los aires y Diego se metió bien adentro de la concha de su mujer para hacerle sentir bien su poronga.
-Donde queres que termine Vicky. Dijo el a punto de terminar en la concha de ella.
-Quiero tomármela toda y que después me acabes en mi conchita.
Pero Diego no hizo a tiempo y acabo todo en el interior de Victoria que lo recibió gozosa.
-Te voy a preñar. Le dijo en forma entrecortada.
Diego quiso separarlos pero Victoria abrazo a Diego con brazos y piernas, dejando que su corrida no se perdiera fuera de ella. Diego se sacudía en una acabada infernal y Victoria quería sentirse la mujer de ese macho.
Minutos después Diego salió de ella y se quedo sentado sobre la cama mirando a Adrián. Este no dijo nada y se tiro sobre Victoria y la penetro para dejarle a los minutos también su semen.
Un ahora más tarde Adrián pudo ver las tetas, la cara y la boca de su esposa llena de leche de Diego, que ella saboreaba lasciva y satisfecha.
Esa mañana no corrieron por la playa. Los tres durmieron en la misma cama y al aclarar Victoria se monto sobre la pija de Adrián mientras Diego se la metía por el culo. Esa doble penetración los volvió locos a los tres y no salieron n en todo el día de la cabaña teniendo sexo una y otra vez. Después se ducharon los tres hasta que Diego la penetro nuevamente a victoria y entonces Adrián los dejo solos para verlos. Victoria llego a un orgasmo impresionante y Diego metido hasta el fondo de la concha de su amante la lleno una vez más de semen.
-Te voy a preñar. Fue lo último que dijo antes de acabar.
-Dale hacelo. Dijo ella.
Adrián exploto también casi sin tocarse.
Las vacaciones llegaban a su fin y todo realmente había cambiado
6 comentarios - unas vacaciones diferentes
Muuuy caliente!!
Gracias por compartir