Un poco de mí.

La primera vez que tuve a mi disposición 2 RICAS VERGAS, fue hace como 3 años. Empezaba a disfrutar apenas mi vida como cross, lo gay lo había disfrutado bastante bien por lo que darme a dos gays, lesbianas, cross o shemales era algo que en mi cabeza daba vueltas constantemente, esa fantasía la tenía que cumplir como fuera. Platicando con una de mis amigas, ésta me dijo que ya había pasado por eso y que me ayudaría a realizar la mía. Quedamos de acuerdo en ir a un bar gay que conocíamos, ahí mi amiga tenía unos conocidos que podrían estar dispuestos a “ayudarme” en mis propósitos. Me advirtió que seguramente me pedirían que fuera lo más sumisa posible y que acatará todas las cosas que me pidieran. De solo pensarlo mi cuerpo empezaba a calentarse demasiado. El día convenido me puse lo más bella que pude, estaba convencida que esa noche iba a ser la más caliente de mi vida, no me equivoqué.
Llegando al bar mi amiga pidió tragos para las dos y echó un vistazo al lugar, encontró lo que quería y me dijo: Espérame, ahorita regreso. Un momento después regresó con dos chicos tomados de la mano muy agradables, se presentaron y sin más el dominante me dijo: Ya sabemos lo que quieres, no le demos largas y si estás puesta, vamos a nuestro departamento. Sin pensarlo mucho e impulsada por la calentura que ya sentía les dije: Por supuesto, vamos.
En el departamento nos quedamos parados a un lado del sofá, nos abrazamos y comenzamos a besarnos, sus manos fueron a mi caliente cola, mientras yo ponía las mías en las suyas. Estaba convencida, por mi experiencia gay, que estaba con chicas a las que les encanta que les calienten las nalgas, ya después nos podríamos atascar de verga. Yo les quité de un jalón las camisas que llevaban y dirigí mi boca hacia sus tetillas, mientras Manuel (el dominante) me bajó los mallones que traía puestos, dirigiendo su mano directo a mi ano que ya pedía atención. Paco se hincó buscando la verga de su pareja, bajó el cierre del pantalón y dejó al aire una verga de muy buen tamaño. Manuel se quitó los pantalones, quedando desnudo se sentó y me ordenó que en lo que Paco le mamaba la verga, yo me pusiera detrás de él y le lamiera el culo. La calentura empezó a subir. Manuel después de un rato me pidió que acercara mi cola hacia él, me subí al sofá dándole la espalda y abriendo mis piernas para acercar mi culo a su boca. Su lengua se metió en mi ano provocándome olas de placer. Inclinada le seguí metiendo mis dedos a la cola de Paco, metiéndolos y después sacándolos para llevarlos a mi boca. L@s tres estábamos locos de placer y deseosos de más. Ya desnud@s Manuel me ordenó que me pusiera en cuatro para poder meterme la verga, al mismo tiempo le dijo a Paco que me acercara la verga (también de buen tamaño) a la boca para que en lo que él me la metía yo le mamará la verga a Paco. Yo no cabía de felicidad, por primera vez tendría 2 vergas a mi disposición. Manuel no tuvo más que ponerse un poco de saliva en la cabeza de su verga para dejarla ir sobre mi culo, pues mi cola ya estaba hecha agua. Dilatado mi culo como estaba no tuvo problemas para dejar entrar esa rica verga bien parada, de un solo empujón me la metió hasta las bolas haciéndome ver las estrellas. Ya bien empalada dirigí mi atención a la verga de Paco que ya quería entrar a mi boca, le empecé a lamer todo el palo y tocar con mis manos sus huevos que le colgaban frente a mí, lo fui metiendo hasta el fondo de mi garganta. Estaba loca de placer, una verga caliente cogiéndome por la boca y la otra partiéndome el culo. Era tal la calentura de nuestros cuerpos que ambos no tardaron en llenarme de leche la boca y lo más profundo de mi ano. Manuel sacó su verga de mi ano y le pidió a Paco que limpiara su semen de mi cola, mientras lo hacía, fue directamente a mis labios para que él también pudiera compartir el semen que todavía escurría de mi boca. Sabía que todavía no iba a terminar nuestra sesión. Fuimos a la recamara y Paco le suplicó a Manuel que se lo cogiera así que lo acostó sobre la cama haciendo que le diera la espalda, me tomó de la mano y dirigiéndose a mi dijo: Ahora te corresponde a ti darme placer, al mismo tiempo que se la meta tú me la vas a meter a mí. No tuvo que insistir, rápidamente espere a que se acomodará detrás de Paco y se lo empezará a clavar, para yo hacer lo mismo con Manuel. Allí estábamos los 3 llevando primero un ritmo lento, la verga de Manuel en el culo de Paco y la mía en el culo de Manuel. Nuevamente subió la calentura y por supuesto el ritmo subió de intensidad. Los temblores que presagian la explosión incontrolable se hicieron presentes, los movimientos ya eran desenfrenados y claro, la regada de leche llegó con toda intensidad. Nos quedamos abrazados con las colas palpitando por un rato. Después me levanté, con unos besitos mostré mi agradecimiento, me vestí y todavía llevando sus jugos en mi cuerpo salí en busca de mi amiga.