Este es mi primer post y les voy a contar lo que me pasó hace algún tiempo con una vecina medio veterana que no se animaba a gozar de la vida.
Marina era una veterana casada y aburrida, el marido tenia toda la pinta de ser muy machista, tenia un tallercito de carpintería en el pueblo vecino y se ve que no le daba mucha bola a la mujer, estaban juntos por costumbre y por conveniencia, el la mantenía y ella le lavaba la ropa, le cocinaba y le mantenía arreglada y limpia la casa y le criaba los hijos, tenían dos hijos adolescentes que entre la escuela y los amigos paraban poco en la casa.
Marina estaba sola casi todo el día.
Mi contacto con ella viene en una época que me quedé transitoriamente sin trabajo y no quería quedarme sin plata, si bien estaba solo y tenía unos ahorros, no me los quería gastar. Comencé a hacer changas para ganarme unos pesos y me enteré que ella estaba buscando un jardinero.
La primavera se venía con todo y el pasto crecía mucho así que me hice cargo de su jardín y allí iba una vez por semana.
Ella era una persona muy amable, tenía cincuenta y pico de años y era una mina normal, un buen par de tetas, un poco de panza flácida y una buena cola, aunque un poco celulítica, Se notaba un poco de dejadez en su aspecto, algo así como un desinterés de estar linda y arreglada para alguien, estaba siempre sola y su marido no le daba tanta bolilla.
Yo nunca fui a un gimnasio, y no tengo el cuerpo marcado, pero soy delgado y tengo buena figura.
El primer día note como me observaba por la ventana, yo estaba transpirado y mi remera se me pegaba al cuerpo y ella me miraba como con deseo. A media tarde me traía jugo fresco para tomar y su mirada seguía siendo la misma. En ese pequeño descanso aprovechaba para darme charla y después se excusaba diciendo que estaba muy sola y que no tenía con quien hablar. Después de decirle que no me molestaba, la animaba a que saliera un poco y que se divirtiera, pero me decía que no, que ya estaba acostumbrada así y cosas por el estilo.
Cuando me fui me pagó y me saludó con un beso muy cariñosamente.
Mi mente podrida comenzó a imaginar situaciones y a mirarla con otros ojos pero al rato me distraje con otras cosas y fue. Pero una mente como la mía, una vez que se le cruza algo, no para hasta que se haga realidad y esa señora desalineada que no despertaba nada en mi pasó a ser un objeto de deseo casi bizarro.
A la semana siguiente fui y cuando vi que me miraba comencé el show, hacía bastante calor y me saque la remera, ella se me quedó mirando absorta, ya no era de pasada como en el día anterior. Yo me hacía el gil como que no me daba cuenta y paseaba mi cuerpo transpirado delante de sus ojos como si fuera un chongo musculoso de los que salen en las revistas.
Mas tarde me trajo jugo y su mirada era mas caliente que la otra vez. Cuando ya había terminado me dijo si me daba maña para cambiarle un tomacorrientes que tenía en el living y que el marido nunca tenía tiempo para hacerlo. Agarro la remera para ponérmela y ella me dice: - No hace falta que te pongas la remera para entrar a casa, por favor, estás trabajando, sentite cómodo.
Empecé el trabajo y ella me decía : Que suerte que te das maña para todo, mi marido no me da bolilla, me tengo que arreglar sola para todo, y muchas cosas por el estilo.
Yo le respondí que por suerte me le había cruzado en el camino y que me iba a hacer cargo de todas las cosas que su marido no quería atender.
Me arrepentí de haber dicho eso, a ver si se enoja, pensé, Pero al momento me dijo: - En serio te queres hacer cargo de todo lo que mi marido desatiende? y mientras decía eso me acarició la espalda jugando con sus dedos
me di vuelta sorprendido y acariciándome ahora el pecho me dijo: Me hiciste perder la cabeza, cojeme ahora antes de que me arrepienta!
La traje contra mi y la besé y mientras mi lengua penetraba en su boca le empecé a acariciar el culo grande y apretado dentro del jean. Después me despegué un poquito de ella y con una mano desabroche el botón de la cintura de su pantalón y metí la mano sin mas directo hacia su concha, me encontré con una concha muy caliente y por la cantidad de jugos que largaba ya estaba a full desde hacía rato.
Con dos acariciadas de clítoris acabó en un mar de espasmos, tanto que se le aflojaron las rodillas y la tuve que agarrar para que no se caiga. Quedamos así medio abrazados y me confesó que hacía mucho tiempo que no tenía un orgasmo. La llevé hacia el sofá y la ayudé a desnudarse. La empecé a besar recorriendo su cuerpo con mis húmedos labios, ella gemía como si nunca la hubieran besado así y en verdad era eso, nunca la habían besado así, llegué a su concha y la lamí muy despacio, como jugando con su clítoris, en cada lamida larga y lenta que le hacía ella parecía tener escalofríos que le corrían por el cuerpo.
Me gritó :- cojeme!! cojeme que no puedo mas!!! me saque los pantalones y el slip dejé al descubierto mi pija ella la miró y la agarró con sus manos, la acariciaba y me decía:- mi marido me pide que se la chupe y a mi me da asco pero a esta la quiero probar, le besó la punta y se la metió en la boca y comenzó a bombearmela despacio. Le dije. -Te gusta mi pija golosa? - que rica pija tenes!! me dijo y al rato volvió a insistir que se la ponga, le apoye la cabeza en la puerta de su concha y con un golpe de cadera se la metí toda hasta los huevos, ella pegó un grito de placer y yo le dí dos o tres bombazos fuertes para después comenzar una lentísima bombeada como para quedarme a vivir adentro de su concha, rocé su clítoris con mis dedos y ella explotó en otro orgasmo prolongado, le seguí dando parejito y fui aumentando la velocidad de las bombeadas hasta convertirse en un ritmo infernal, sus jadeos se convirtieron en gritos y en el sumun de pasión acabé toda mi leche caliente dentro de su concha, al sentir que se le llenaba la concha de leche volvió a acabar y me abrazó con fuerzas y así quedamos un rato, luego me dijo: - mejor anda porque en una hora llega mi marido y quiero borrar todo vestigio de este encuentro, hace muchísimo que no me sentía así, no me arrepiento de haber cuerneado a mi marido porque el me negó esta pasión todos esos años. Volves la semana próxima? -si por supuesto, le dije.
A la otra semana volví y mientra estaba cortando el pasto se acercó con jugo y me dijo: .Que cagada, hoy mi hijo no tiene clases y está en casa no podemos hacer nada.
- Dejame ver, ahora te digo. Le contesté.
En el fondo tenían un galponcito para guardar los trastes viejos y le hice seña para vernos ahí.
La arrinconé contra la pared y le desabroché la blusa, me prendí a sus tetas con mucho placer chupando y mordisqueando esos pezones grandes y oscuros que tenía. Luego le desabroché el pantalón y empecé a jugar con su clítoris, ella gemía en vos baja y gozaba como loca, cuando la tenía bien caliente la di vuelta y la apoyé contra un mueblecito que había dejándola con la cola parada y se la puse por detrás. La cabalgaba con furia porque no teníamos mucho tiempo y ver su culo redondo y paradito me tentó, escupí en su agujero y le apoye la cabeza, cuando Marina se dio cuenta lo que iba a hacer ya la tenía adentro, gritó y se retorció y en la segunda bombeada se la metí hasta el fondo, otro grito de dolor y otro bombazo y así la bombee´cada vez mas fuerte, ella se tensaba y me puteaba, y yo le acariciaba el clítoris hasta ponerla a full.
Me decía: - Dale, matame, partime el culo con tu pija!! la quiero toda!!!!! Dale mas!!!!
Le acabé bien adentro del culo y cuando se levanto me beso en la boca y me dijo: -Te llevaste lo único que me quedaba virgen.
Se vistió y se fue derechito y medio rengueando para la casa. Cuando me fui me dijo que esto le sirvió para reflexionar sobre su vida sexual y reconoció que ella también era culpable de su insatisfacción
-Esta noche lo agarro al Cholo y lo dejo culo para arriba...nunca mas va a gozar el solo!!!.
Marina era una veterana casada y aburrida, el marido tenia toda la pinta de ser muy machista, tenia un tallercito de carpintería en el pueblo vecino y se ve que no le daba mucha bola a la mujer, estaban juntos por costumbre y por conveniencia, el la mantenía y ella le lavaba la ropa, le cocinaba y le mantenía arreglada y limpia la casa y le criaba los hijos, tenían dos hijos adolescentes que entre la escuela y los amigos paraban poco en la casa.
Marina estaba sola casi todo el día.
Mi contacto con ella viene en una época que me quedé transitoriamente sin trabajo y no quería quedarme sin plata, si bien estaba solo y tenía unos ahorros, no me los quería gastar. Comencé a hacer changas para ganarme unos pesos y me enteré que ella estaba buscando un jardinero.
La primavera se venía con todo y el pasto crecía mucho así que me hice cargo de su jardín y allí iba una vez por semana.
Ella era una persona muy amable, tenía cincuenta y pico de años y era una mina normal, un buen par de tetas, un poco de panza flácida y una buena cola, aunque un poco celulítica, Se notaba un poco de dejadez en su aspecto, algo así como un desinterés de estar linda y arreglada para alguien, estaba siempre sola y su marido no le daba tanta bolilla.
Yo nunca fui a un gimnasio, y no tengo el cuerpo marcado, pero soy delgado y tengo buena figura.
El primer día note como me observaba por la ventana, yo estaba transpirado y mi remera se me pegaba al cuerpo y ella me miraba como con deseo. A media tarde me traía jugo fresco para tomar y su mirada seguía siendo la misma. En ese pequeño descanso aprovechaba para darme charla y después se excusaba diciendo que estaba muy sola y que no tenía con quien hablar. Después de decirle que no me molestaba, la animaba a que saliera un poco y que se divirtiera, pero me decía que no, que ya estaba acostumbrada así y cosas por el estilo.
Cuando me fui me pagó y me saludó con un beso muy cariñosamente.
Mi mente podrida comenzó a imaginar situaciones y a mirarla con otros ojos pero al rato me distraje con otras cosas y fue. Pero una mente como la mía, una vez que se le cruza algo, no para hasta que se haga realidad y esa señora desalineada que no despertaba nada en mi pasó a ser un objeto de deseo casi bizarro.
A la semana siguiente fui y cuando vi que me miraba comencé el show, hacía bastante calor y me saque la remera, ella se me quedó mirando absorta, ya no era de pasada como en el día anterior. Yo me hacía el gil como que no me daba cuenta y paseaba mi cuerpo transpirado delante de sus ojos como si fuera un chongo musculoso de los que salen en las revistas.
Mas tarde me trajo jugo y su mirada era mas caliente que la otra vez. Cuando ya había terminado me dijo si me daba maña para cambiarle un tomacorrientes que tenía en el living y que el marido nunca tenía tiempo para hacerlo. Agarro la remera para ponérmela y ella me dice: - No hace falta que te pongas la remera para entrar a casa, por favor, estás trabajando, sentite cómodo.
Empecé el trabajo y ella me decía : Que suerte que te das maña para todo, mi marido no me da bolilla, me tengo que arreglar sola para todo, y muchas cosas por el estilo.
Yo le respondí que por suerte me le había cruzado en el camino y que me iba a hacer cargo de todas las cosas que su marido no quería atender.
Me arrepentí de haber dicho eso, a ver si se enoja, pensé, Pero al momento me dijo: - En serio te queres hacer cargo de todo lo que mi marido desatiende? y mientras decía eso me acarició la espalda jugando con sus dedos
me di vuelta sorprendido y acariciándome ahora el pecho me dijo: Me hiciste perder la cabeza, cojeme ahora antes de que me arrepienta!
La traje contra mi y la besé y mientras mi lengua penetraba en su boca le empecé a acariciar el culo grande y apretado dentro del jean. Después me despegué un poquito de ella y con una mano desabroche el botón de la cintura de su pantalón y metí la mano sin mas directo hacia su concha, me encontré con una concha muy caliente y por la cantidad de jugos que largaba ya estaba a full desde hacía rato.
Con dos acariciadas de clítoris acabó en un mar de espasmos, tanto que se le aflojaron las rodillas y la tuve que agarrar para que no se caiga. Quedamos así medio abrazados y me confesó que hacía mucho tiempo que no tenía un orgasmo. La llevé hacia el sofá y la ayudé a desnudarse. La empecé a besar recorriendo su cuerpo con mis húmedos labios, ella gemía como si nunca la hubieran besado así y en verdad era eso, nunca la habían besado así, llegué a su concha y la lamí muy despacio, como jugando con su clítoris, en cada lamida larga y lenta que le hacía ella parecía tener escalofríos que le corrían por el cuerpo.
Me gritó :- cojeme!! cojeme que no puedo mas!!! me saque los pantalones y el slip dejé al descubierto mi pija ella la miró y la agarró con sus manos, la acariciaba y me decía:- mi marido me pide que se la chupe y a mi me da asco pero a esta la quiero probar, le besó la punta y se la metió en la boca y comenzó a bombearmela despacio. Le dije. -Te gusta mi pija golosa? - que rica pija tenes!! me dijo y al rato volvió a insistir que se la ponga, le apoye la cabeza en la puerta de su concha y con un golpe de cadera se la metí toda hasta los huevos, ella pegó un grito de placer y yo le dí dos o tres bombazos fuertes para después comenzar una lentísima bombeada como para quedarme a vivir adentro de su concha, rocé su clítoris con mis dedos y ella explotó en otro orgasmo prolongado, le seguí dando parejito y fui aumentando la velocidad de las bombeadas hasta convertirse en un ritmo infernal, sus jadeos se convirtieron en gritos y en el sumun de pasión acabé toda mi leche caliente dentro de su concha, al sentir que se le llenaba la concha de leche volvió a acabar y me abrazó con fuerzas y así quedamos un rato, luego me dijo: - mejor anda porque en una hora llega mi marido y quiero borrar todo vestigio de este encuentro, hace muchísimo que no me sentía así, no me arrepiento de haber cuerneado a mi marido porque el me negó esta pasión todos esos años. Volves la semana próxima? -si por supuesto, le dije.
A la otra semana volví y mientra estaba cortando el pasto se acercó con jugo y me dijo: .Que cagada, hoy mi hijo no tiene clases y está en casa no podemos hacer nada.
- Dejame ver, ahora te digo. Le contesté.
En el fondo tenían un galponcito para guardar los trastes viejos y le hice seña para vernos ahí.
La arrinconé contra la pared y le desabroché la blusa, me prendí a sus tetas con mucho placer chupando y mordisqueando esos pezones grandes y oscuros que tenía. Luego le desabroché el pantalón y empecé a jugar con su clítoris, ella gemía en vos baja y gozaba como loca, cuando la tenía bien caliente la di vuelta y la apoyé contra un mueblecito que había dejándola con la cola parada y se la puse por detrás. La cabalgaba con furia porque no teníamos mucho tiempo y ver su culo redondo y paradito me tentó, escupí en su agujero y le apoye la cabeza, cuando Marina se dio cuenta lo que iba a hacer ya la tenía adentro, gritó y se retorció y en la segunda bombeada se la metí hasta el fondo, otro grito de dolor y otro bombazo y así la bombee´cada vez mas fuerte, ella se tensaba y me puteaba, y yo le acariciaba el clítoris hasta ponerla a full.
Me decía: - Dale, matame, partime el culo con tu pija!! la quiero toda!!!!! Dale mas!!!!
Le acabé bien adentro del culo y cuando se levanto me beso en la boca y me dijo: -Te llevaste lo único que me quedaba virgen.
Se vistió y se fue derechito y medio rengueando para la casa. Cuando me fui me dijo que esto le sirvió para reflexionar sobre su vida sexual y reconoció que ella también era culpable de su insatisfacción
-Esta noche lo agarro al Cholo y lo dejo culo para arriba...nunca mas va a gozar el solo!!!.
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