Bien putita y obediente

Bien putita y obediente

Cada vez que hablabamos nos calentabamos mucho, por eso no nos pudimos resistir y un día nos encontramos, pongamosle que se llama blanca, de tez muy blanca, 110 petisa morocha de pelo lacio, y como dice el título bien putita y obediente.

Quedamos que cuando viniera a casa iba a ser muy aplicada con mis órdenes, y que iba a venir con unas cosas que le vi puestas en unas fotos y me encantaron, una mini de cuero negra abierta a los costados, una remera de red bastante transparente y aparte de eso se puso unas botas largas, apareció con eso y un tapado en la puerta de mi casa, la primera vez que la veo en persona, claro que con el tapado no sabía lo que habia abajo, pero ella ya me lo habia anticipado así que los ratones estaban a mil y el cabezon como loco queriendo abrirse paso...

Entramos, le dije "sentate donde quieras", la verdad estaba bastante nervioso, me fui a la cocina a preparar algo para tomar, dos fernet, y mientras pensaba que me tenía que relajar porque yo tenía que dominar la situación, era lo que ella venia a buscar y lo que yo quería darle... salí de la cocina, entré al comedor, la miré fijo a los ojos mientras le dejaba el vaso en la mesa y le decía "vos prometiste ser muy obediente, así que esto empieza así" y acto seguido me senté. siempre mirandola a los ojos y tratando de ponerla más dócil porque tenía una mirada muy fuerte, "cada vez que quieras hablar me vas a pedir permiso... si alguna situación llega a un extremo en el que no podés soportar más vas a decir la palabra celeste... y mientras te tomás ese fernet, sacate ese tapado y exhibite como una buena putita..." y eso fué lo que pasó, se paró, se sacó ese tapado y tenia esa remera transparente con esas tetas hermosas que había tenido el privilegio de ver antes por una pantalla, era hermoso verla así toda indefensa conmigo que era un desconocido, ahí fué que tomé más coraje y me di cuenta que iba a hacer lo que quería con ella.

Se quedó mirandome esperando instrucciones, y ahí fué donde me perdí, había pensado hacerle tantas cosas, y ahora que la tenía al lado mio no sabia por donde arrancar, así que mi mente ágil y veloz se dió cuenta que una buena putita debe tener como primera característica chupar bien la pija, le dije "sentate, bajame un poco esto, agarrala con una mano y olela".

Siempre obediente Blanca, me los bajó y la agarró con esas manitos chiquitas y la empezó a oler, y la verdad me calienta tanto eso, la deje un ratito así hasta que me miró como preguntadome si me la podía chupar, juro que sus ojos decian eso... no le dije nada pero se la saqué de la mano, me arrodillé en el piso y quedé cara a cara con ella, le meti el dedo índice en la boca y le dije "mostrame como chupas putita", en ese momento sentí una lengua recorrer mi dedo que me hacia vibrar hasta los pelos del tuges, y ya no aguanté más, le dije "te la ganaste putita, hacelo así como con el dedito pero metetelá hasta el fondo de la garganta" y me levanté y se la metí en la boca y me la empezé a coger, primero despacito, pero cuando fuí entrando en confianza la agarraba de los pelos despacio y la hacía que se la coma un poquito más adentro, ya le faltaba muy poquito y le entraba toda, en ese momento bajo y le digo al oido "las buenas putitas se la comen hasta el fondo, yo quiero que seas una buena putita así que te voy a ayudar, sabes?", me levanté de vuelta y se la metí en la boca, y esta vez si le entró toda, que placer tan grande atragantar toda a una linda putita, y sobre todo cuando te mira a los ojos pidiendo por favor que la saques, sin decirlo pero con los ojos llorosos...

En el medio de esta hermosa chupada tuve que parar porque sinó iba a durar poco y tenía muchos planes, así que la agarré, la paré y le dije al oido "vamos para arriba... para que no te pierdas te voy meter este dedito en el culo" y se lo di para que lo chupe, pasé atraves de esa mini de cuero apretada, de las medias de red y de esa tanga negra, le meti un dedito que entró tan comodo que me hizo sentir que faltaba lo mejor...

Entramos a la habitación y le dije "acostate boca abajo", en ese momento agarré unas hermosas sogas que tengo hace muchos años y empezé a atarla, la muñeca derecha con el tobillo derecho y la muñeca izquierda con el tobillo izquierdo, para que quedara arqueada y como en esa posición sólo podía estar comoda bien abierta se le levantó la mini y quedaron esas medias de red con esa tanga de encaje que me hicieron volar... no pude contenerme y me tiré de cabeza a bajarle esas medias y esa tanga y lamerle un culito que estaba preciosamente depilado, que placer lamer esa cola y saber que me la iba a coger toda, le pasaba la lenguita, la metia un poquito, se la sacaba, le di unos lenguetazos en la conchita que estaba bastante mojada ya...

Paré porque me di cuenta que la estaba haciendo gozar mucho y recién empezabamos, me senté atras de ella y me quedé mirandola, era una imagen hermosa ese culo con esas medias y así atadita para mi... agarré un pasamontaña que tengo que está cosido en los ojos, se lo puse y sólo le quedó la boca visible, ahí se me escapó un beso que fue muy bien correspondido, hasta pareció que hubo amor, y de vuelta me di cuenta que me tenía que poner un poco más duro porque la putita me iba a salir muy ilesa...

Pasé otra soga por los dos nudos que le había hecho, del lado derecho y el izquierdo y la levanté un poquito, cuando me di cuenta que le dolió la levanté un poco más y la mantuve un rato toda arqueada, se quejaba despacito y me encantaban esos quejiditos, pero no podía parar de mirarle la cola así que tuve que dejar eso y empezar a trabajar en esa cola.

Le bajé de vuelta las medias y con una tijera que había dejado a mano, le corte la tanga, me mojé un dedo con saliva, se lo metí bien adentro de una, me acerqué al oido y le dije "una buena putita conmigo siempre sale con la colita bien rotita sabes?" y en ese momento me dice "si", paré, le saqué el dedo de la cola, la levanté de los pelos y le dije al oido, "no te dije putita que me tenias que pedir permiso para hablar?", me asintió con la cabeza y me di cuenta que tenia una necesidad de que la cojan que fué casi irresistible, pero tenía que seguir abriendo ese cola.

Cada dedo que le sumaba en la cola, le ponía también otro mas en la boca, llevaba dos y dos, y con el tercero puso un poquito de resistencia la cola pero enseguida aflojo, en la boca seguia moviendo la lengua y chupandolos, el cuarto entró bastante facil porque fué como en el medio de los otros, ahí le meti los cuatro dedos del culo bien fuerte y bien adentro, se escuchó un quejido fuerte y me encantó, me moria de ganas de hacerle la cola violentamente, pero le tenía que dar un poquito más de dolor y de placer todavía...

Si les gustó les cuento como terminó, no puedo seguir escribiendo ahora, pero no saben lo contenta y rota que quedó... yo creo que pronto vuelve a casa por más...

Braulio del Monte