Les cuento
cómo fué que mi mujer pasó de no querer tener relaciones
muy seguido a permitirme que le acabara en la boca.
Todo comenzó
hace unos meses, cuando tuvimos nuestra última discusión
y le confesé que la había engañado hace 2 años.
Ella se puso como loca y aseguró que se iría de casa, comencé
a pensar en cómo sería hacer vida de soltero nuevamente,
pero llegada la noche todo cambió. Me dijo que quería comenzar
todo de nuevo, que se dió cuenta que estaba haciendo las cosas mal
por lo que estaba dispuesta a cambiar. Ella tiene 29 años y es muy
atractiva, morocha de pelo largo, tiene unos pechos enormes, pero lo que
más me atrae es su culo bien formado y tan grande que no me canso
de manosear nunca.
Cuando volví
de trabajar al otro día me estaba esperando, había dejado
a nuestra hija en la casa de su madre para ir a buscarla al otro día,
mi mujer estaba vestida con un enterito suelto, sus pechos querían
escaparse del vestidito y ella no hacía nada por evitarlo, me ofreció
un poco de jugo pero fué la excusa para abrir la heladera y agacharse
con el culo bien arriba mostrándome que no tenía ropa interior,
por lo que pude ver esa bulba que se asomaba debajo del orto. Enseguida
me puse al palo, ella se sentó en la silla de la cocina y me empezó
a acariciar el pene por encima del pantalón, para luego bajar la
cremallera y meter la mano, tomandome la pija del tronco la sacó
y al ver lo grande y dura que se había puesto comenzó a lamerla
desde las bolas hasta la cabeza con una cara de felicidad sorprendente
para luego metérsela en la boca todo lo que podía. Estuvo
mamando durante varios minutos mientras me pajeaba a la vez por lo que
le advertí que estaba por acabar, tras lo cual comenzó a
pajearme más rápido y su lengua jugaba con la pija dentro
de su boca, entendí lo que buscaba y comencé a llenarle la
boca de leche que ella saboreaba tragando lo que podía y pasándose
la pija aún acabando por la cara se empapó del líquido
blanco. Me dijo que la esperara en el sofá mientras se lavaba un
poco, la esperé desnudo y cuando volvió yo estaba al palo
nuevamente pensando en la tarde que pasaríamos, ella volvió
a lamerme el tronco y se me subió sacándose el enterito,
comenzó a cabalgar y sus enormes tetas saltaban delante de mis ojos
por lo que no pude resistirme a chuparselas ella comenzó a gemir
a los gritos y sentí sus jugos calientes desbordando de su conchita,
como pudo se levantó y agarrando el respaldar del sofá se
puso en posición de perrito y me dijo "ahora por la colita", algo
que hacía rato no entregaba. Cuando me levanté para penetrarla
aprovechó para saborear mi pija nuevamente, la dejó bien
lubricada y comencé con el trabajito, de un solo empujón
la cogí por el culito metiéndosela toda hasta que mis huevos
sintieron la humedad de su conchita, estuvimos un rato cogiendo como locos
la agarré de las caderas para penetrarla hasta el fondo para que
gritara pero ella lo único que hacía era reir de felicidad
gritando "cogeme, coge esta putita tuya que está recaliente" cuando
empezé a acabar dentro de esa colita que tanto me calienta. Al sacársela
me dijo que no la dejaría así ya que tenía ganas de
coger toda la tarde, me llevó al baño, nos pusimos debajo
de la ducha y me la labó aprovechando para pajearme con gel de baño,
cuando mi berga estuvo enjuagada me dijo "aver si está limpita"
y se la volvió a tragar, yo estaba loco de felicidad, me la estaba
mamando debajo de la ducha y me estaba poniendo más al palo que
nunca, fuimos al dormitorio todo mojados y comenzamos con un 69, se puso
mi pija entre sus tetas aprovechando a pasarle la punta de la lengua cada
vez que podía, se acostó boca arriba y me ofreció
toda la conchita abierta para hacerme la fiesta, mientras me decía
lo feliz que se sentía de haberse convertido en mi puta y del tiempo
que habíamos perdido pero del tiempo que vendría de ahora
en más. Habremos estado como dos horas haciendo todas las poses
que se conozcan y retiré mi berga para acabarle en las tetas, pero
ella se apuró y al primer chorro me empezó a mamar tragando
esta vez todo. Tanto ella como yo habíamos acabado varias veces
por lo que no nos quedaron fuerzar ni para taparnos, por lo que amanecimos
desnudos y abrazados al día siguiente. Esto se repitió todos
los días cada vez que quedamos solos y no hay día que no
le dé su ración de lechita. Ahora tengo ganas de concretar
mi fantasía de incorporar otra mujer en la cama ya que ella me está
tirando indirectas para que me anime, por lo que espero escribir pronto
con la nueva aventura.
cómo fué que mi mujer pasó de no querer tener relaciones
muy seguido a permitirme que le acabara en la boca.
Todo comenzó
hace unos meses, cuando tuvimos nuestra última discusión
y le confesé que la había engañado hace 2 años.
Ella se puso como loca y aseguró que se iría de casa, comencé
a pensar en cómo sería hacer vida de soltero nuevamente,
pero llegada la noche todo cambió. Me dijo que quería comenzar
todo de nuevo, que se dió cuenta que estaba haciendo las cosas mal
por lo que estaba dispuesta a cambiar. Ella tiene 29 años y es muy
atractiva, morocha de pelo largo, tiene unos pechos enormes, pero lo que
más me atrae es su culo bien formado y tan grande que no me canso
de manosear nunca.
Cuando volví
de trabajar al otro día me estaba esperando, había dejado
a nuestra hija en la casa de su madre para ir a buscarla al otro día,
mi mujer estaba vestida con un enterito suelto, sus pechos querían
escaparse del vestidito y ella no hacía nada por evitarlo, me ofreció
un poco de jugo pero fué la excusa para abrir la heladera y agacharse
con el culo bien arriba mostrándome que no tenía ropa interior,
por lo que pude ver esa bulba que se asomaba debajo del orto. Enseguida
me puse al palo, ella se sentó en la silla de la cocina y me empezó
a acariciar el pene por encima del pantalón, para luego bajar la
cremallera y meter la mano, tomandome la pija del tronco la sacó
y al ver lo grande y dura que se había puesto comenzó a lamerla
desde las bolas hasta la cabeza con una cara de felicidad sorprendente
para luego metérsela en la boca todo lo que podía. Estuvo
mamando durante varios minutos mientras me pajeaba a la vez por lo que
le advertí que estaba por acabar, tras lo cual comenzó a
pajearme más rápido y su lengua jugaba con la pija dentro
de su boca, entendí lo que buscaba y comencé a llenarle la
boca de leche que ella saboreaba tragando lo que podía y pasándose
la pija aún acabando por la cara se empapó del líquido
blanco. Me dijo que la esperara en el sofá mientras se lavaba un
poco, la esperé desnudo y cuando volvió yo estaba al palo
nuevamente pensando en la tarde que pasaríamos, ella volvió
a lamerme el tronco y se me subió sacándose el enterito,
comenzó a cabalgar y sus enormes tetas saltaban delante de mis ojos
por lo que no pude resistirme a chuparselas ella comenzó a gemir
a los gritos y sentí sus jugos calientes desbordando de su conchita,
como pudo se levantó y agarrando el respaldar del sofá se
puso en posición de perrito y me dijo "ahora por la colita", algo
que hacía rato no entregaba. Cuando me levanté para penetrarla
aprovechó para saborear mi pija nuevamente, la dejó bien
lubricada y comencé con el trabajito, de un solo empujón
la cogí por el culito metiéndosela toda hasta que mis huevos
sintieron la humedad de su conchita, estuvimos un rato cogiendo como locos
la agarré de las caderas para penetrarla hasta el fondo para que
gritara pero ella lo único que hacía era reir de felicidad
gritando "cogeme, coge esta putita tuya que está recaliente" cuando
empezé a acabar dentro de esa colita que tanto me calienta. Al sacársela
me dijo que no la dejaría así ya que tenía ganas de
coger toda la tarde, me llevó al baño, nos pusimos debajo
de la ducha y me la labó aprovechando para pajearme con gel de baño,
cuando mi berga estuvo enjuagada me dijo "aver si está limpita"
y se la volvió a tragar, yo estaba loco de felicidad, me la estaba
mamando debajo de la ducha y me estaba poniendo más al palo que
nunca, fuimos al dormitorio todo mojados y comenzamos con un 69, se puso
mi pija entre sus tetas aprovechando a pasarle la punta de la lengua cada
vez que podía, se acostó boca arriba y me ofreció
toda la conchita abierta para hacerme la fiesta, mientras me decía
lo feliz que se sentía de haberse convertido en mi puta y del tiempo
que habíamos perdido pero del tiempo que vendría de ahora
en más. Habremos estado como dos horas haciendo todas las poses
que se conozcan y retiré mi berga para acabarle en las tetas, pero
ella se apuró y al primer chorro me empezó a mamar tragando
esta vez todo. Tanto ella como yo habíamos acabado varias veces
por lo que no nos quedaron fuerzar ni para taparnos, por lo que amanecimos
desnudos y abrazados al día siguiente. Esto se repitió todos
los días cada vez que quedamos solos y no hay día que no
le dé su ración de lechita. Ahora tengo ganas de concretar
mi fantasía de incorporar otra mujer en la cama ya que ella me está
tirando indirectas para que me anime, por lo que espero escribir pronto
con la nueva aventura.
1 comentarios - mi mujer se volvio puta!!