Lo que les cuento a continuación es algo que me paso personalmente y al dia de hoy, todavía pienso que fue un sueño.
Si uno quisiera que cosas como esta le pasaran, por mas que lo intentara, le resultaria imposible. La cuestion es que, en determinado momento de mi vida, me quede sin trabajo y para vivir, tuve que salir a trabajar como remisero.
Un buen dia, llama un cliente y cuando levanto al pasajero, resulta que era la esposa del pasajero habitual. Con una cara de pocos amigos me indica una direccion. Al llegar, me hace esperar y vuelve con un paquete e indica de ir a la otra punta de la ciudad.
Hasta medio viaje, mas o menos, no abrio la boca cuando en un momento larga un
¡Pero a ustede le parece!
¿Qué si me parce que? –pregunto desconcertado…
¡Lo que me hacen hacer!
Yo no entendia nada hasta que la mujer dice:
¡Y encima de comprarlo, se lo tengo que llevar!
Y ahí me cuenta que habia pescado al marido con una jovencita, en el auto, y que le habia querido pegar un sopapo, con tal mala suerte que le rompio el espejito y que lo habia ido a comprar y ahora se lo llevaba al trabajo para reponerlo. Que lo sospechaba desde hacia rato, pero nunca lo habia pescado. Que no debia ser la primera vez y que bla bla …
Y siguió quejandose asi, por el estilo hasta que llegamos a destino. Ahí me dice que espere nuevamente que volvemos a su casa. Si cuando salio de su casa tenia cara de pocos amigos, ahora venia hecha una furia.
Ni bien se subio al auto siguió con su queja y que “si a usted le parece”, que “si es para matarlo” y asi sucesivamente, a lo que yo contestaba con monosilabos o respuestas diplomaticas, pero ya me tenia bastante podrido y en una de esas cuando dice que se iba a vengar, pero no sabia como, le contesto que le pagara con la misma moneda.
Ahí se callo la boca y se quedo, como pensando en lo que le habia dicho. En un momento me indica de seguir un camino determinado, mas largo que el que nos llevaba a su casa y como el cliente siempre tiene razon, lo tome.
Aca tengo que destacar algo. Cuando esto paso, yo tenia 56 años, soy un tipo flaco y alto y en aquel momento tenia pelo, castaño, y barba, pelirroja. Medianamente pinton, pero nada del otro mundo. Esta mujer tenia, como me entere después, 50 años, morocha, grandota pero esbelta, con todo lo que hay que tener y donde tiene que estar, solo que yo no me habia fijado en ella. Era una pasajera y nada mas.
Estamos cruzando un viaducto cuando me indica de doblar a la derecha y a las tres o cuatro cuadras a la izquierda. Cuando termino de doblar, pasamos frente a un hotel alojamiento y me dice, de modo imperativo “metete ahí”
¡Me quede duro! Y cuando doy vuelta la cabeza para preguntar algo, me mira y me dice:
Dale, que yo tengo ganas y vos tambien…
Como se podrán suponer, no dije que no y me meti, ella pido la habitación (y después la pago), estaciono y nos metemos en la habitación. No terminamos de entrar y ya se estaba desnudando. Y la miraba atonito y notaba como el bicho se empezaba a poner duro. Se da vuelta, ya totalmente desnuda y me mira como diciendo “¿Qué esperas?” y se pone a sacarme camisa y pantalón.
Fue una cosa mecanica y rapidisima, me tiro arriba de la cama, se me tiro encima, se ensarto la poronga y me cabalgo hasta llegar al orgasmo. Acaba, mojandome todo, y se me tira encima suspirando. Yo no habia podido acabar y andaba con una calentura mas que fenomenal y Sofi (se llamaba Sofia) lo notaba y le gustaba.
Alli le preste atención y me di cuenta de su figura. Por los 50 años y tres hijos, era un hembron. Carnes firmes, caderas amplias, un culo espectacular y un par de tetas preciosas, que me ocupe en chupar avidamente mientras los pezones se le iban poniendo duros y parados. Poco a poco, Sofi se iba aflojando y empezaba a disfrutar de las caricias. Escabulli una mano por atrás, acariciandole el ojete y siguiendo de largo hasta la concha. ¡Se le puso piel de gallina!
Le encajo un beso de lengua y se la saco, dejandola acomodarse como a ella le gustara y se puso en cuatro. Me agache a lamerle la concha, toda jugosa y mojada y le pase, ahora la lengua, por el ojete. ¡Fue como si metiera los dedos en el enchufe! No espere mas y la ensarte por la concha, despacito. Empujaba un poquito y la sacaba, otro poquito y afuera, hasta que ella empujo para metersela toda. Me inclino, con toda la pija metida y le agarro las tetas y se las masajeo y pellizco con fuerza. ¡Se retorcia toda y empujaba mas fuerte!. Se la empiezo a sacar y meter hasta el fondo, cuando llega a su segundo orgasmo y simultáneamente yo le acabo bien en el fondo, todo lo que tenia.
Se sale y dandose vuelta , me agarra el ganso y asi como estaba, me lo chupa como si fueralo ultimo que hiciera en la vida. Casi instantáneamente se volvio a poner duro y le llenaba la boca totalmente.
Sin sacarsela de la boca, me acomodo y entramos en un 69 en el que yo le volvi a lamer el culo y le meti la puntita de los dedos, moviendolos, como para relajar el ojete. Me contesto de la misma manera ¡Me metio dos dedos en el orto! ¡Que sensación! Se me puso como de fierro y yo me volvi loco, la di vuelta, la puse en cuatro, le hice bajar la cabeza, se la acomode en el ojete y empece a empujar.
Suave guacho, suave. –decia
Toma puta reventada –le contestaba yo
Me estas partiendo, turro
Pero te gusta, Sofi, te gusta. –le digo
Ahhhh!!!!! Oughhhhh!!!!! Duele, paraaa…..
Ni loco, aguanta
¡Para que me cago!
Ahí me quede quieto, esperando a ver que pasaba y note que ella hacia fuerza como para cagar y yo trataba de evitar que me empujara la pija afuera, hasta que en un momento en que se relajo un instante le pego un empujon a fondo que la hacer gritar.
Aaaaayyyyyyy!!!! Hijo de mil putas, me partis el orto!!! Para que me duele, mal parido
Y ahí, con la pija totalmente metida, me quede quieto, acariciandole la espalda y pasandole un dedo por el anillo anal, completamente dilatado, lo que hacia que se estremeciera toda. Me incline y le pase la lengua por la espalda y le pellizque los pezones, cuando ella solita empezo con un mete-saca, cada vez mas rapido y violento y pedia “la mano, la mano” hasta que me di cuenta que queria la mano en la concha. Cuando le meti tres dedos adentro, empezo a acabar entre suspiros grititos y gruñidos, largando una cantidad de flujo clarito y liquido que parecia una meada, mojando toda la sabana.
Cuando se le pasaron los espasmos, se estira sobre la cama y su propia acabada y me dice que se la saque, se da vuelta y abriendos bien de piernas me pide que se la meta en la concha asi como estaba. Me abraza con brazos y piernas y dandome un beso de lengua que casi me la arranca, me dice:
Debe hacer como cinco años que no acabo asi, como una perra…
Te dire que fue hermoso coger con vos…-le contesto.
Pero a vos todavía te dura…
Y…otro polvito se podria…
¿Queres?
Nos volvimos a trenzar en una cojida, lenta, suava, llena de caricias y sin apuro, y cuando acabamos, lo hicimos casi al mismo tiempo y entre gritos y gemidos de ambos.
Nos bañamos y salimos, terminando el viaje en la puerta de su casa, como si nada hubiera pasado. A ls dos semanas, mas o menos, llaman de la misma casa, pidiendo específicamente por mi. Cuando llego, estaba Sofi, ya esperando y al subirse me pregunta
¿Tenes ganas de repetir? Y hace 6 años que lo hacemos dos veces al mes.
Si uno quisiera que cosas como esta le pasaran, por mas que lo intentara, le resultaria imposible. La cuestion es que, en determinado momento de mi vida, me quede sin trabajo y para vivir, tuve que salir a trabajar como remisero.
Un buen dia, llama un cliente y cuando levanto al pasajero, resulta que era la esposa del pasajero habitual. Con una cara de pocos amigos me indica una direccion. Al llegar, me hace esperar y vuelve con un paquete e indica de ir a la otra punta de la ciudad.
Hasta medio viaje, mas o menos, no abrio la boca cuando en un momento larga un
¡Pero a ustede le parece!
¿Qué si me parce que? –pregunto desconcertado…
¡Lo que me hacen hacer!
Yo no entendia nada hasta que la mujer dice:
¡Y encima de comprarlo, se lo tengo que llevar!
Y ahí me cuenta que habia pescado al marido con una jovencita, en el auto, y que le habia querido pegar un sopapo, con tal mala suerte que le rompio el espejito y que lo habia ido a comprar y ahora se lo llevaba al trabajo para reponerlo. Que lo sospechaba desde hacia rato, pero nunca lo habia pescado. Que no debia ser la primera vez y que bla bla …
Y siguió quejandose asi, por el estilo hasta que llegamos a destino. Ahí me dice que espere nuevamente que volvemos a su casa. Si cuando salio de su casa tenia cara de pocos amigos, ahora venia hecha una furia.
Ni bien se subio al auto siguió con su queja y que “si a usted le parece”, que “si es para matarlo” y asi sucesivamente, a lo que yo contestaba con monosilabos o respuestas diplomaticas, pero ya me tenia bastante podrido y en una de esas cuando dice que se iba a vengar, pero no sabia como, le contesto que le pagara con la misma moneda.
Ahí se callo la boca y se quedo, como pensando en lo que le habia dicho. En un momento me indica de seguir un camino determinado, mas largo que el que nos llevaba a su casa y como el cliente siempre tiene razon, lo tome.
Aca tengo que destacar algo. Cuando esto paso, yo tenia 56 años, soy un tipo flaco y alto y en aquel momento tenia pelo, castaño, y barba, pelirroja. Medianamente pinton, pero nada del otro mundo. Esta mujer tenia, como me entere después, 50 años, morocha, grandota pero esbelta, con todo lo que hay que tener y donde tiene que estar, solo que yo no me habia fijado en ella. Era una pasajera y nada mas.
Estamos cruzando un viaducto cuando me indica de doblar a la derecha y a las tres o cuatro cuadras a la izquierda. Cuando termino de doblar, pasamos frente a un hotel alojamiento y me dice, de modo imperativo “metete ahí”
¡Me quede duro! Y cuando doy vuelta la cabeza para preguntar algo, me mira y me dice:
Dale, que yo tengo ganas y vos tambien…
Como se podrán suponer, no dije que no y me meti, ella pido la habitación (y después la pago), estaciono y nos metemos en la habitación. No terminamos de entrar y ya se estaba desnudando. Y la miraba atonito y notaba como el bicho se empezaba a poner duro. Se da vuelta, ya totalmente desnuda y me mira como diciendo “¿Qué esperas?” y se pone a sacarme camisa y pantalón.
Fue una cosa mecanica y rapidisima, me tiro arriba de la cama, se me tiro encima, se ensarto la poronga y me cabalgo hasta llegar al orgasmo. Acaba, mojandome todo, y se me tira encima suspirando. Yo no habia podido acabar y andaba con una calentura mas que fenomenal y Sofi (se llamaba Sofia) lo notaba y le gustaba.
Alli le preste atención y me di cuenta de su figura. Por los 50 años y tres hijos, era un hembron. Carnes firmes, caderas amplias, un culo espectacular y un par de tetas preciosas, que me ocupe en chupar avidamente mientras los pezones se le iban poniendo duros y parados. Poco a poco, Sofi se iba aflojando y empezaba a disfrutar de las caricias. Escabulli una mano por atrás, acariciandole el ojete y siguiendo de largo hasta la concha. ¡Se le puso piel de gallina!
Le encajo un beso de lengua y se la saco, dejandola acomodarse como a ella le gustara y se puso en cuatro. Me agache a lamerle la concha, toda jugosa y mojada y le pase, ahora la lengua, por el ojete. ¡Fue como si metiera los dedos en el enchufe! No espere mas y la ensarte por la concha, despacito. Empujaba un poquito y la sacaba, otro poquito y afuera, hasta que ella empujo para metersela toda. Me inclino, con toda la pija metida y le agarro las tetas y se las masajeo y pellizco con fuerza. ¡Se retorcia toda y empujaba mas fuerte!. Se la empiezo a sacar y meter hasta el fondo, cuando llega a su segundo orgasmo y simultáneamente yo le acabo bien en el fondo, todo lo que tenia.
Se sale y dandose vuelta , me agarra el ganso y asi como estaba, me lo chupa como si fueralo ultimo que hiciera en la vida. Casi instantáneamente se volvio a poner duro y le llenaba la boca totalmente.
Sin sacarsela de la boca, me acomodo y entramos en un 69 en el que yo le volvi a lamer el culo y le meti la puntita de los dedos, moviendolos, como para relajar el ojete. Me contesto de la misma manera ¡Me metio dos dedos en el orto! ¡Que sensación! Se me puso como de fierro y yo me volvi loco, la di vuelta, la puse en cuatro, le hice bajar la cabeza, se la acomode en el ojete y empece a empujar.
Suave guacho, suave. –decia
Toma puta reventada –le contestaba yo
Me estas partiendo, turro
Pero te gusta, Sofi, te gusta. –le digo
Ahhhh!!!!! Oughhhhh!!!!! Duele, paraaa…..
Ni loco, aguanta
¡Para que me cago!
Ahí me quede quieto, esperando a ver que pasaba y note que ella hacia fuerza como para cagar y yo trataba de evitar que me empujara la pija afuera, hasta que en un momento en que se relajo un instante le pego un empujon a fondo que la hacer gritar.
Aaaaayyyyyyy!!!! Hijo de mil putas, me partis el orto!!! Para que me duele, mal parido
Y ahí, con la pija totalmente metida, me quede quieto, acariciandole la espalda y pasandole un dedo por el anillo anal, completamente dilatado, lo que hacia que se estremeciera toda. Me incline y le pase la lengua por la espalda y le pellizque los pezones, cuando ella solita empezo con un mete-saca, cada vez mas rapido y violento y pedia “la mano, la mano” hasta que me di cuenta que queria la mano en la concha. Cuando le meti tres dedos adentro, empezo a acabar entre suspiros grititos y gruñidos, largando una cantidad de flujo clarito y liquido que parecia una meada, mojando toda la sabana.
Cuando se le pasaron los espasmos, se estira sobre la cama y su propia acabada y me dice que se la saque, se da vuelta y abriendos bien de piernas me pide que se la meta en la concha asi como estaba. Me abraza con brazos y piernas y dandome un beso de lengua que casi me la arranca, me dice:
Debe hacer como cinco años que no acabo asi, como una perra…
Te dire que fue hermoso coger con vos…-le contesto.
Pero a vos todavía te dura…
Y…otro polvito se podria…
¿Queres?
Nos volvimos a trenzar en una cojida, lenta, suava, llena de caricias y sin apuro, y cuando acabamos, lo hicimos casi al mismo tiempo y entre gritos y gemidos de ambos.
Nos bañamos y salimos, terminando el viaje en la puerta de su casa, como si nada hubiera pasado. A ls dos semanas, mas o menos, llaman de la misma casa, pidiendo específicamente por mi. Cuando llego, estaba Sofi, ya esperando y al subirse me pregunta
¿Tenes ganas de repetir? Y hace 6 años que lo hacemos dos veces al mes.
7 comentarios - Un viaje en remis
Gracias
mañana leo mas o a la noche, gracias por comentar en el mio
Gracias por seguirme, puntuar y recomendar
Despues te dejo unos puntos
Besitos
muy arjónico, pero muy bueno !!
Gracias @KaluraCD
😉
Jaja
Gracias x pasar