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Secretos de hermanos...

Ésta es la historia de una de las experiencias sexuales mas intensas de mi vida.

Por aquel entonces yo tenía diecinueve años y hacía poco había empezado a trabajar en la oficina de mi hermana como repartidor, por lo que pasábamos mucho tiempo juntos. Normalmente yo llegaba antes para empezar a clasificar el correo en cada despacho y así tardar menos en terminar mi trabajo y salir antes. Mi hermana tiene cuarto años más que yo y, francamente, tiene un cuerpo de muerte. Es morena, tiene unos increíbles ojos azules y mide 1´65 aproximadamente; acude todos los días al gimnasio una hora y media, por lo que podéis imaginar como es físicamente

Un día a la hora del descanso, cuando los demás se habían marchado de la sala común, nos quedamos solos. Empezamos a hablar de todo un poco; mucho trabajo, el despido de uno de los empleados y finalmente salió el tema de su exnovio. Me comento que le echaba mucho de menos, sobre todo por las noches que pasaba sola. Hacia unos meses que lo habían dejado por que discutían mucho y pensaba que jamás encontraría pareja. Yo intentaba animarla pero ella cada vez estaba mas triste, hasta que, sin pensarlo le solté: “con ese cuerpazo, lo que me extraña es que no se tiren los tíos a tu cuello…”.

Se me quedó mirando fijamente a los ojos y empecé a sentir vergüenza por que ni había pensado la frase antes de decirla… pero poco a poco su boca empezó a dibujar una sonrisa. Sin decir palabra se acerco a mí y me dio un beso en la mejilla para después marcharse dejándome solo en el cuarto.

A los dos días nos reunimos toda la familia en el chalet de mis tíos para celebrar el cumpleaños de mi primo pequeño. La fiesta duró hasta altas horas de la noche y los primos mayores nos fuimos a una discoteca cercana que era de unos amigos de la familia. Allí todo era oscuridad y ruido, muchísimo ruido. Yo me llegue con Alberto, el hijo del dueño del local y esperamos al resto mientras tomábamos unas copas. Fueron llegando poco a poco y nos fuimos saludando otra vez… cuando de repente vi aparecer a mi hermana; fue como si el tiempo empezase a ir mas despacio. Llevaba un vestido blanco muy corto, que apenas le tapaba los muslos, con un gran escote que insinuaba sus perfectos pechos, redondos y no demasiado grandes. Debajo se apreciaba a simple vista que sólo llevaba un tanga. Todo el mundo allí se quedó mirando embobado según pasaba.

Sin prestar atención apenas a los demás se acercó a mí y me dijo que le pidiese algo mientras iba al baño. Al volver ya teníamos los dos una copa. Para mi vodka con cola y para ella pedí ron con limón. Empezamos a hablar animadamente y a reírnos. En alguna ocasión se acercaba algún hombre para invitarla a bailar pero ella les decía que no, que ya estaba acompañanada. Como no paraban de intentar invitarla constantemente me pidió que fuésemos a su piso y hablar tranquilamente allí por que no estaba lejos. A todo esto, ya íbamos un poco bebidos. Al llegar se descalzo y nos sentamos en el sofa…

Me miro fijamente en silencio y me dijo “aun tiene que explicarme eso de lo de mi cuerpazo…”. Yo me quedé sin habla y ella rió un poco. Al final tragué saliva y le dije “está claro; estas buenísima”.

Se levantó del sofá sin quitar su mirada de mis ojos y se quito los tirantes del vestido. Yo me levanté rápidamente y grite “¿pero que haces?” ella me empujó al sofá y me hizo sentar… “si nunca me has visto desnuda no puedes opinar”. Finalmente te bajo el vestido hasta quedarse únicamente con el tanga puesto. Yo no me lo creía, era el ser mas perfecto que había visto. Sus pezones eran pequeños y claritos… tenia unos músculos tersos y marcados. Note como empezaba a entraba una erección y de repente… desabrochó un pequeño clip que tenía en un lado de el tanga y se quedo desnuda totalmente. Tenia totalmente depilado el coño… en seguida se me notó el pantalón abultado y ella lo miro fijamente. Me dijo que ahora me tocaba a mí enseñar algo.

Yo no podía reaccionar, así que se puso de rodillas, entre mis piernas y me desnudó completamente de cintura abajo. Mi polla estaba completamente empalmada, dura como una piedra y palpitante. Me miro fijamente a los ojos y me empezó a masturbar suavemente. Yo terminé de quitarme el resto de la ropa y cuando me di cuenta me empezó a lamer los testículos pasando toda su lengua mientras no paraba de meneármela. Poco a poco fue bajando hasta introducir su lengua en mi ano… jamás en mi vida había experimentado algo parecido. Note como todos los músculos de mi cuerpo se tensaban mientras mi polla se ponía aun mas dura. Estuvo varios minutos pasando su lengua por ahí hasta que por fin se metió mi polla entera en la boca. Empezó a mamar de manera frenética, se la metía hasta la garganta provocando que saliese mucha saliva. Me encantaba notar sus labios y su lengua saboreando mi rabo a punto de estallar.

Cuando volví en mi la agarré con fuerza y la puse en el suelo a cuatro patas. Coloqué la punta de mi polla en su vagina y la penetré sin miramientos. Ella soltó un gran gemido y, mientras la agarraba de la cintura la penetre fuertemente. Cada golpe entraba más y más profundamente. Notaba como sus fluidos salían sin control mientras me la follaba. Cada vez estábamos más calientes. La agarre de los hombros para empujar mi polla con más fuerza dentro de ella cuando de repente note como una gran corrida la llenaba el coño. Yo no podía parar… había llenado a mi propia hermana de leche y aun quería mas. Saque mi polla y se la empecé a meter por el culo. Primero la punta y luego el resto poco a pocos empecé a bombear muy fuerte mientras ella seguía gimiendo de placer. Note como la mi corrida empezó a salir poco a poco de su coño cada vez que la penetraba… al final conseguí que ella también se corriese y terminé mi segundo orgasmo corriéndome en su boca…

Hasta hoy ha sido el polvo más espectacular de mi vida y he querido compartir mi experiencia con vosotros… aunque no ha sido la única. Espero que os haya gustado. Un saludo.

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