Anoche soñé con al alguien… soñé contigo…al levantarme estaba muy mojada. Soñé que Mi boca recorría sin tocar tu piel y mi lengua se aventura de ves en cuando a rozarte. Tus manos recorrían mi espalda y cuando juego en tu oreja aprietas mi culo y quedo con una pierna entre las suyas.
Me gustaba sentir que te excitaba, me gusta provocarte, me gusta que te excite y que yo sea el motivo de ello.
Mis manos descienden por tu espalda pero con mis uñas rozando, es como arañado pero sin hacerlo, porque es una caricia que por lo visto resulta efectiva.
Froto mi cuerpo en el tuyo y tu boca se acerca a mi oreja, me muerde suavemente el lóbulo y escucho:
-Quiero más.
Mis manos actuando por propia cuenta, y menos mal que es así, se posan sobre tu pecho y lo acarician. Mientras una permanece allí, la otra baja a tu entrepierna, lo siento a través de tu pantalón, se endurece más al acariciarlo. ¡Cómo me gusta!
Me muevo despacio frotándome en él. Buscas mi boca y juego con ello, cuando casi la atrapa bajo apenas y beso tu cuerpo.
Tus manos se posada en mi culo Juegas y me acaricias los glúteos y me estremezco.
Me estoy mojando y lo sabe, te lo demuestro con una mirada suplicante y entonces sí nos entregamos en un beso donde, pegándome a tu pecho y rodeando la nuca con mis manos, nuestras lenguas se conocen, acarician, exploran y entablan un combate digno de titanes. No es un beso cualquiera es imperioso y desata pasiones hasta ese momento sólo insinuadas.
Aprisiona mis tetas por encima del sujetador, tus dedos recorren y excitan mis pezones y se dedican a jugar en el borde del sujetador penetrando levemente.
En un momento, mientras nos besamos, una de tus manos vuelve a acariciar mi culo pero esta vez oprime mi piel. Siento tu calor, tu verga rozándome, tu mano aprisionando mi pezón y la otra en mi culo, te atraigo aún más hacia mí y chupo su lengua como si fuese su polla, el latir de tu miembro me demuestra que te agrada.
Mi boca es fuego, mi sexo es fuego, mis senos están hincados, mis pezones duros y sólo tus besos apenas logran calmar el fuego que reina en mis labios al ser aprisionados alternativamente por los suyos. Tus dientes los rozan y me estremezco.
Estoy bajando hacia tu pantalón y mis dedos rozan tu pene sobre tu ropa interior, lo siento hirviendo, hinchado, grueso, mis dedos lo acarician -buscan aún más- evitando el género para llegar a su piel y casi con timidez.
Juegas en mi oreja, la recorre con tu lengua, la penetra, sale, muerde mi lóbulo y lentamente introduces tu mano en mi interior notando así la humedad caliente de mi interior. Introduces tus dedos y acaricias mis líquidos y disfrutas al oírme gemir. Notas mi timidez y me besas para tranquilizarme. Quedo con la espalda contra la puerta sus manos han desabrochado mi sujetador, lo subes y ahora siento el calor de tus labios recorriendo mis tetas. Lo haces con ganas, por momentos lentamente apenas rozándome y luego oprimes y amasas mis senos. Tu lengua se dedica a hacerme disfrutar de la excitación que me produce el sentir como de a poco rodea mis pezones y cuando los toca siento que me derrito. Luego sólo dos palabras lo dicen todo:
-Ven conmigo
Claro que iré, en este momento no importa dónde sólo quiero eso, que me calmes y me haga gozar como lo deseo desde que me desperté.
Acaricio sobre la ropa tu pene que está caliente, grueso, lo dibujo con mi mano, lo aprieto, lo deseo.
Muerdes alternativamente mis tetas, besa mi cuello, baja y comienza a quitarme la ropa; en camino de retorno son tus manos las que oprimen mis muslos y se internan en mi entrepierna. Tú labios recorren todo mi vientre y mis pechos bajando suavemente y tus dedos acarician mis otros labios. Oleadas de fuego me cubren, transpiro y se me escapan gemidos que nos aceleran.
Me mira y pasa los dedos por mis jugos. Inmediatamente bajas y comienzas a lamberme sin déjame lugar para apártate. Estás caliente y enloquecido, me tiene entera a tus antojos , tus manos se reparten entre apretar sin temores mis tetas, pellizcar mis pezones y jugar con mis labios, recorrer con tu lengua el clítoris hasta la vagina cuando, dos de sus dedos me penetran (qué bien se siente ¡Quiero más!) De mí brota ya no un gemido, sino algo entre grito y bramido. Mueves con rapidez lo dedos y mis manos se encargan de mastúrbate con ganas.
Me giras me pones en 4 y pienso que me vas a penetrar…pero no… empiezas a lamer mi cola haciéndome gritar de placer…siento que voy a venirme…..y de repente comienzo a sentir como un liquido muy caliente resbala por mis piernas…no doy mas de calentura y tu gozas como un loco con eso…te levantas y comienzas a penetra de forma enérgica, casi no puedo moverme, mis gemidos son más altos. Sigues embistiéndome, me siento muy mojada, se desliza dentro y cada vez me caliento más. Estás duro y me quema mientras mi calor sube y sube.
Ya no nos besamos pero nuestras bocas están abiertas y cercanas, nuestra respiración es agitada los gemidos son muy intensos, mi vagina, a punto de estallar, recibe una estocada a fondo, dura y caliente que me permite un orgasmo en el momento en que tu también te derramas.
Me incorporo me abraza y veo que esta locura fue algo muy dulce. Estamos como paralizados disfrutando el uno del otro.
Acabamos, y como podemos intentamos volver a la realidad…
Una vos a lo lejos me llama y me doy cuanta que ya es hora de despertar, húmeda y muy acalorada…
Pero cuando quiera: “LO HACEMOS REALIDAD”
Me gustaba sentir que te excitaba, me gusta provocarte, me gusta que te excite y que yo sea el motivo de ello.
Mis manos descienden por tu espalda pero con mis uñas rozando, es como arañado pero sin hacerlo, porque es una caricia que por lo visto resulta efectiva.
Froto mi cuerpo en el tuyo y tu boca se acerca a mi oreja, me muerde suavemente el lóbulo y escucho:
-Quiero más.
Mis manos actuando por propia cuenta, y menos mal que es así, se posan sobre tu pecho y lo acarician. Mientras una permanece allí, la otra baja a tu entrepierna, lo siento a través de tu pantalón, se endurece más al acariciarlo. ¡Cómo me gusta!
Me muevo despacio frotándome en él. Buscas mi boca y juego con ello, cuando casi la atrapa bajo apenas y beso tu cuerpo.
Tus manos se posada en mi culo Juegas y me acaricias los glúteos y me estremezco.
Me estoy mojando y lo sabe, te lo demuestro con una mirada suplicante y entonces sí nos entregamos en un beso donde, pegándome a tu pecho y rodeando la nuca con mis manos, nuestras lenguas se conocen, acarician, exploran y entablan un combate digno de titanes. No es un beso cualquiera es imperioso y desata pasiones hasta ese momento sólo insinuadas.
Aprisiona mis tetas por encima del sujetador, tus dedos recorren y excitan mis pezones y se dedican a jugar en el borde del sujetador penetrando levemente.
En un momento, mientras nos besamos, una de tus manos vuelve a acariciar mi culo pero esta vez oprime mi piel. Siento tu calor, tu verga rozándome, tu mano aprisionando mi pezón y la otra en mi culo, te atraigo aún más hacia mí y chupo su lengua como si fuese su polla, el latir de tu miembro me demuestra que te agrada.
Mi boca es fuego, mi sexo es fuego, mis senos están hincados, mis pezones duros y sólo tus besos apenas logran calmar el fuego que reina en mis labios al ser aprisionados alternativamente por los suyos. Tus dientes los rozan y me estremezco.
Estoy bajando hacia tu pantalón y mis dedos rozan tu pene sobre tu ropa interior, lo siento hirviendo, hinchado, grueso, mis dedos lo acarician -buscan aún más- evitando el género para llegar a su piel y casi con timidez.
Juegas en mi oreja, la recorre con tu lengua, la penetra, sale, muerde mi lóbulo y lentamente introduces tu mano en mi interior notando así la humedad caliente de mi interior. Introduces tus dedos y acaricias mis líquidos y disfrutas al oírme gemir. Notas mi timidez y me besas para tranquilizarme. Quedo con la espalda contra la puerta sus manos han desabrochado mi sujetador, lo subes y ahora siento el calor de tus labios recorriendo mis tetas. Lo haces con ganas, por momentos lentamente apenas rozándome y luego oprimes y amasas mis senos. Tu lengua se dedica a hacerme disfrutar de la excitación que me produce el sentir como de a poco rodea mis pezones y cuando los toca siento que me derrito. Luego sólo dos palabras lo dicen todo:
-Ven conmigo
Claro que iré, en este momento no importa dónde sólo quiero eso, que me calmes y me haga gozar como lo deseo desde que me desperté.
Acaricio sobre la ropa tu pene que está caliente, grueso, lo dibujo con mi mano, lo aprieto, lo deseo.
Muerdes alternativamente mis tetas, besa mi cuello, baja y comienza a quitarme la ropa; en camino de retorno son tus manos las que oprimen mis muslos y se internan en mi entrepierna. Tú labios recorren todo mi vientre y mis pechos bajando suavemente y tus dedos acarician mis otros labios. Oleadas de fuego me cubren, transpiro y se me escapan gemidos que nos aceleran.
Me mira y pasa los dedos por mis jugos. Inmediatamente bajas y comienzas a lamberme sin déjame lugar para apártate. Estás caliente y enloquecido, me tiene entera a tus antojos , tus manos se reparten entre apretar sin temores mis tetas, pellizcar mis pezones y jugar con mis labios, recorrer con tu lengua el clítoris hasta la vagina cuando, dos de sus dedos me penetran (qué bien se siente ¡Quiero más!) De mí brota ya no un gemido, sino algo entre grito y bramido. Mueves con rapidez lo dedos y mis manos se encargan de mastúrbate con ganas.
Me giras me pones en 4 y pienso que me vas a penetrar…pero no… empiezas a lamer mi cola haciéndome gritar de placer…siento que voy a venirme…..y de repente comienzo a sentir como un liquido muy caliente resbala por mis piernas…no doy mas de calentura y tu gozas como un loco con eso…te levantas y comienzas a penetra de forma enérgica, casi no puedo moverme, mis gemidos son más altos. Sigues embistiéndome, me siento muy mojada, se desliza dentro y cada vez me caliento más. Estás duro y me quema mientras mi calor sube y sube.
Ya no nos besamos pero nuestras bocas están abiertas y cercanas, nuestra respiración es agitada los gemidos son muy intensos, mi vagina, a punto de estallar, recibe una estocada a fondo, dura y caliente que me permite un orgasmo en el momento en que tu también te derramas.
Me incorporo me abraza y veo que esta locura fue algo muy dulce. Estamos como paralizados disfrutando el uno del otro.
Acabamos, y como podemos intentamos volver a la realidad…
Una vos a lo lejos me llama y me doy cuanta que ya es hora de despertar, húmeda y muy acalorada…
Pero cuando quiera: “LO HACEMOS REALIDAD”
6 comentarios - Un sueño muy húmedo
Me encanta como escribis!
Espero que sigas haciendolo!
Mis humildes puntos son en representacion de todos tus relatos!
Gracias por compartir
TE sigo...
Gracias por compartir!
Besote!