Yo sentía una sensación extraña, mi cuerpo emanaba adrenalina por lo que acababa de presenciar hace unos instantes y en mi mente solo recodaba aquella imagen, me preocupaba por que quizás Alejandro me habría visto espiándolo, si así fuera que pensaría de mi y que le diría para explicarle que hacia viendo.
Esa noche casi no dormí pensando en eso, y la escena asquerosa de esa prostituta dejándose humillar por algunos billetes. Al otro día no vi que estuviera Alejandro por ahí, sabia que la familia estaría una semana en la montaña, así que mejor para mí, para poder evitarlo.
Habían pasado varios días, hasta que llego el viernes, ese día estuve apuradísima, preparando todo, ya que después de un largo día de cursado, llego a mi casa y salgo a bailar, entre tanto todo rápido que hice, salí sin llave, no me preocupe mucho ya que siempre había alguien en mi casa. El problema fue que ese día todos fueron a ayudar a mi papa con su trabajo, cuando volví a mi casa, en ese día que llovía a mas no poder, me encontré con que no había nadie, y encima sin llave, toda mojada con el guardapolvos de la facultad, rápidamente decidí sacarme el guardapolvos mojado para no enfermar y lo metí con las carpetas por una ventana que siempre estaba media entre abierta, y decidí quedarme bajo techo esperando que llegaran, no debían tardar tanto supuse. Las horas pasaban y cada vez sentía mas frío, ya que estaba vestida para salir, con una remerita blanca muy escotada cortita que no tapaba mi ombligo, unos pantalones ajustados de jean y unas sandalias un poco altas. No sabia que hacer esperando el regreso de ellos, de pronto pensé en decirle a mis vecinos que me dejaran entrar por su patio, pero si estaba Alejandro me diría algo por lo del otro día, así que no me anime y me quede tomando frío ahí sola. El tiempo pasaba y nadie llegaba a mi casa, entonces tome valor y decidí ir a pedirle ayuda a los vecinos, corrí hasta al lado y la lluvia me mojo totalmente por mas que era poco el trecho, toque timbre y nadie salía, mientras que me seguía mojando, estaba a punto de volver debajo del techo donde estaba, cuando de repente se abrió la puerta y apareció Alejandro, rápidamente me miró y me dijo que pasara, yo lo hice sin dudar solo pensando en la lluvia y el frío.
Rápidamente fuimos hacia la cocina, cuando estuvimos en ella, su mirada se dirigió directamente a mis pechos, eso me molesto mucho, pero supuse que con el gran escote que tenia no podía quejarme. Luego recorrió mi cuerpo con la mirada y me dijo que me sentara. Yo lo hice, mientras que el preparaba café, me di cuenta como volteaba para verme, me devoraba con los ojos. Yo estaba muy nerviosa e incomoda por lo que lo había visto el otro día y rogaba que no me dijera nada. Como no quería mirarlo, mire para todos lados, hasta que me mire a mi y entendí porque me miraba así, mas insistentemente que nunca, es que la lluvia me había mojado entera mi camisa y esta estaba pegada a mis pechos, y mis pezones estaban duros por el frío, era obvio que se iba a deleitar con la mirada.
De pronto me pidió que me acercara a probar el café, a ver si estaba bien de azúcar, yo me acerque muy nerviosa, empecé a probar el café de a poco, y vi como sus ojos me miraban descaradamente mis pechos, en sus ojos pude notar su excitación, o mejor dicho se le notaba la calentura, me miraba tan fijo que parecía que me quería comer mis pechos. Yo luego de probar el café, bueno en realidad me lo tome todo, porque tenia mucho frío, le pedí otro, pero que por favor con mas azúcar, entonces el me dijo, que detrás mío había, yo me di vuelta y abrí la alacena poniéndome en puntas de pie porque no llegaba, era conciente que el me miraba de atrás y seguramente directamente a mi cola, pero una extraña sensación atravesaba todo mi cuerpo, el frío había desaparecido, y el calor se hacia sentir, sentía como mis orejas se ponían rojas y un calor que me invadía por dentro, dándome sed, mientras que seguía buscando el azúcar, el dijo de pronto rompiendo el silencio -¡¡Tenes unas piernas preciosas!! Yo me quede helada, y dijo luego -Espero no te moleste que te lo diga. Yo totalmente nerviosa conteste – No, estaba inmóvil, sin saber que hacer, entonces el dijo -¡¡Y esa cintura!! ¿Vas al gimnasio? Yo le dije –No. Cortantemente. Paso un rato y no podía encontrar el azúcar, cuando de nuevo rompió el silencio y dijo -¡¡Y esa cola, discúlpame que te lo diga, pero es fantástica!! Trague saliva, estaba demasiado nerviosa para contestar algo, al ver que yo no contestaba siguió hablando -¡¡Tenes un cuerpazo, te deben decir muchas groserías en la calle!! Yo estaba demasiado incomoda y asentí con la cabeza, sin saber que hacer, de pronto el se acerco diciendo -¡A ver, te voy a ayudar! Y se puso detrás mió y sentí como el muy descarado apoyo su bulto en mi cola, pude sentir sobre mis nalgas su excitación, el sujeto estaba aprovechando de mi y yo intente salir de esa situación, pero mi cuerpo no respondía.
De pronto sin perder tiempo dijo sobre mi oído, algo que me dejo perpleja -¡¡Y Cintia que te pareció como el otro día, esa putita me la estaba chupando, te gusto por eso observabas con la boca abierta!! Yo me quede paralizada, muerta de miedo, mi corazón se puso a latir mas, no sabia que decir ni que hacer ante aquella aclaración me quede muda, entonces el dijo -¿¿Que pasa?? ¿¿No va a decir nada?? Yo seguía muda pero rápidamente detuve las acusaciones con voz segura y le conteste -¡¡Que te pasa Alejandro, estas loco no se de que me hablas, dejame en paz!! Pero el lejos de soltarme, comenzaron sus manos a recorrer mi espalda, yo ante el miedo y casi llorando ya, le dije casi suplicando -¡¡Por favor, soltame, no me hagas nada Alejandro!! Pero creo que eso lo avivo mas, ya que sus manos comenzaron a recorrer mi cuello y con un movimiento rápido sus manos me rodearon hasta atrapar mis pechos y me dijo al oído -¡¡Que buenas tetas tenes Cintia!! Yo ante tal acoso grite -¡¡Ya basta, soltameeeeeeeeee!! Pero el seguía en su labor y sus manos me apretaba los pechos fuertemente, los amasaba fuertemente murmurándome al oído -¡¡Que grandes tetas tenes y que duras están!! El calor me invadía mas ahora que el estaba abusando de mi, no se porque, pero estaba media excitada ante tal acoso, pensaba en lo morboso de la situación; ese tipo mayor, gordo y sucio que casi todas las noches se iba de putas, y casi ni ellas debían dejarse tocar por el, ahora tenia un cuerpo mucho más joven y bien para manosear, y ese cuerpo era mío, una chica con 10 años menos que el, debía sentirse en la gloria el maldito..
parte 3
Estuvo un rato masajeándome los pechos y apretando una y otra vez su paquete contra mi trasero. Yo estaba excitada, por mas que mi cabeza intentaba soltarse de mi opresor, mi cuerpo no respondía, de pronto una de sus manos se apoyo sobre la parte superior de mi muslo derecho, de a poco fue bajando hasta poder acariciar mi hermosa cola, me la acaricio con bravura, yo me di vuelta un momento y vi su rostro enfermizo, parecía un lunático, su boca abierta casi babeando delataba un placer morboso, Alejandro con casi un grito me dijo -¡¡Vamos pará el culo Cintia!! Yo con miedo lo hice y me puse mas en punta de pies, mientras que comenzaba a llorar lentamente, el se reía y decía -¡¡Eso, muéstrame el rico culo que tenes!! Mientras seguía admirando mi cola, tomo mis nalgas, las separó y siguió apoyando mas fuerte su bulto sobre la línea de mi cola, yo podía notar las palpitaciones de su excitado miembro, mientras mi hermosa cola se enterraba bajo su enorme barriga. Me tomó de las caderas y me seguía apoyando su paquete con fuerza, ya después de un rato me dijo -¡¡Vamos, move suavemente tu culo contra mi pedazo!! Yo no podía casi controlar a mi cuerpo que se sentía mas excitado aun y con un poco de miedo obedecí, pare lo mas que pude la cola y la empecé a mover suavemente de lado a lado sintiendo todo su miembro duro en mi pantalón, no se porque, pero se me dio por voltearme a ver su rostro un instante; y vi como Alejandro se veía que disfrutaba mas y mas.
Yo con un poco de miedo, deje de moverme, pero el rápidamente me grito -¡¿Qué pasa?!, no he dicho que pares, ¡sigue meneando el culo perra rica! Yo entre lágrimas le dije defendiéndome y gritándole -¡¡Basta, dejame y no me digas así cabrón!! Pero el se reía y me decía -¡Te digo como quiero puta...no eres más que una pendeja puta que tiene un cuerpazo y yo voy a disfrutarlo! Yo lloraba al escuchar decir todo eso sobre mi, pero mi cuerpo estaba totalmente encendido y no podía hacer nada para evitarlo, la sensación extraña atravesaba todo mi cuerpo, no podía creer la situación de estar con el hermano de mi mejor amiga, siendo un sujeto que no era ni siquiera atractivo y estando yo con mi pantalón súper ajustado siendo apoyada totalmente y mi camisa blusa mojada que se pegaba a mis pechos y parada sobre mis altos tacos. Mientras que el me miraba, sonreía de manera enfermiza. Mientras que seguía apoyándome y me decía al oído -¡Estas muy buena Cintia!
De pronto me tomó por la cintura y me volteo violentamente, quedando a la altura de su pecho, siendo el mucho mas alto que yo, rápidamente sus manos se metieron debajo de mi camisa para apretarme los pechos, yo lloraba ante el abuso y sentía sus fuertes apretones que despertaban poco a poco mis pezones; el al darse cuenta rápidamente de la erección de ellos, me dijo -¿Te gusta que te manoseen las tetas putita? Yo no respondí, pero sentí que mi cara se sonrojo, era evidente que eso le había contestado, en un movimiento rápido sus manos me despojaron de mi camisa y mi sostén, intente cubrirme, pero el estaba muy cerca y mis manos no las podía levantar, el se quedo boca abierto mirándome un rato y luego dijo en tono eufórico -¡¡Que buenas tetas Cintia, son mejor de lo que creía!!
Y luego de esto me las apretó con fuerza, mientras que comenzó a lamerlas descontroladamente, luego de aprovechar mucho de mis pechos, los soltó y sus manotas se fueron a mi cola, me la apretaba y manoseaba violentamente, mientras que me miraba y me decía sonriendo vilmente -¡¡Que culo tenes, que bueno esta, tenes un culazo ...¿te gusta que te toquen el culo? Yo ahora no sentía nada, ni tampoco tenia ganas de que lo hiciera, odiaba esa forma de tratarme, pero mi cuerpo parecía que no. Como pude le grité -¡¡Ya basta!!! ¡¡Soltame no estas bien, por favor!! Pero el se reía y me decía -¡Que puta que sos, me decís que pare, pero estas mas caliente que yo!! ¡¡Te mereces un regalito!! ¿Te gustaría que te premie con mi lechita? Yo lloraba más y más, pero Alejandro seguía y comenzó a desabrochar su cinturón y cuando se iba a desabrochar el pantalón, me tomo una de mis manos y me dijo -¡¡Vamos Cintia, busca lo que te gusta!! Yo estaba asustada completamente, pero no me podía resistir tanto, no se porque, el siguió llevando mi mano hasta llegar a su gran bulto de sus pantalones, yo estaba como ida ante la situación, no quería pensar, solo quería irme, mientras que sentía esa barra de carne palpitaba y estaba muy caliente. De pronto, el me tomó de la barbilla y me dio un beso violento, su asquerosa lengua se metió por completo en la mía, yo me lo intente sacar de encima y lo logré, pero el luego lamió mi cara y mis lagrimas, era totalmente asqueroso y humillante.
Poco a poco, me fue llevando hacia la mesa, yo intentaba pelear contra mi cuerpo y el suyo, para soltarme, pero no podía, no sabia porque, cuando llegamos cerca de la mesa, el me inclino sobre la mesa, dejándome apoyada casi en un vértice de la mesa, mi cabeza colgaba hacia abajo y mi cola apuntaba al cielo por el otro lado. Mientras me acariciaba mi cola, el muy vil, sacó su miembro, que era totalmente venoso y gordo, luego lo acercó a mi cara, para empezar a darme pequeños golpes con ella, yo no paraba de llorar, era muy humillante y el gozaba mas y mas, diciéndome en tono de burla -¿Qué te parece como me tenes perrita? Yo solo gimoteaba rechazo y asco, pero estaba muy atragantada con mis lagrimas, sus manotas de pronto comenzaron a darme unos fuertes palmazos en mi cola, que lo tenia obsesionado, podía sentirlo en los apretones o palmadas que me daba.
De pronto se fue y se paró detrás mío, yo lloraba constantemente, entonces el maldito de pronto desprendió mi pantalón, yo ahí supe que no había vuelta atrás, el maldito iba a violarme y mi cuerpo no respondía para negarme, solo mi cabeza, bajó mi pantalón suavemente, yo me di vueltas como puede y lo vi como estaba mirándome la cola fijamente, luego su mano acaricio mi entre pierna sintiendo los jugos de mi cuerpo, el se rió y me dijo algo que me hizo entender todo -¡¡Ahhh, que caliente estas!! ¡¡Esas pastillas que te puse en el café, funcionaron a la perfección!! Yo al escuchar eso, comencé a llorar mas y a insultarlo, era verdad sentía mucho calor y excitación, pero mi cabeza no, era mi cuerpo, era obvio que el sabia que mi cuerpo buscaría saciarse, la situación era indignante, pero no había nada que hacer, el hasta seguía riéndose de mi desgracia y me decía -¡¡Que precioso culo tenes Cintia!!
Al terminar de decir eso, agarro gordo miembro ya muy duro y empezó a darme golpes en mis nalgas y con la otra mano me las manoseaba, de pronto se detuvo y en un movimiento rápido, jalo de los tirantes de mi tanga y la bajo hasta mis tobillos, se quedo quieto un segundo y acotó -¡¡Que culo tenes Cintia, esta bien rico páralo y volvelo a menear!! Y me dio una fuerte nalgada, yo con mucho miedo comencé a moverlo en círculos, pero fue por muy poco tiempo ya que el rápidamente tomo mis nalgas con sus manotas y puso la punta de su gordo miembro en la entrada de mi vagina y poco a poco comenzó a abrirse paso, yo me quede estática, así que poco a poco fue metiendo su miembro dentro de mi vagina y el dolor comenzó a subir, estaba muy gorda para mi y me hizo gritar de dolor -¡¡Aaaahhhhgggggggg, sacala cabrón!! El metió hasta el final su miembro dentro mío y dijo medio entre cortado -¡¡Ahhhggg que apretadita estas, que rico me la aprieta Ahhhhh!! Yo sentía un dolor fuerte y un poco de falta de aire, sentía como su miembro parecía que me partía pero mi cuerpo parecía gustarle mas y rápidamente mis pezones se pusieron muy duros y por momentos se me pasaba por la cabeza, el sentirme tan deseada. En un movimiento rápido voltee hacia atrás y pude ver prenda intima en el suelo y mis piernas abiertas, realmente me tenia totalmente expuesta para el, estaba a su total disposición, después me tomo por las caderas y empezó a penetrarme lentamente y de pronto comenzó a hacerlo cada vez mas rápido, sentía como con cada embestida de ese miembro gordo y grande me llenaba.
mañana la parte 4
autor:cintia
Esa noche casi no dormí pensando en eso, y la escena asquerosa de esa prostituta dejándose humillar por algunos billetes. Al otro día no vi que estuviera Alejandro por ahí, sabia que la familia estaría una semana en la montaña, así que mejor para mí, para poder evitarlo.
Habían pasado varios días, hasta que llego el viernes, ese día estuve apuradísima, preparando todo, ya que después de un largo día de cursado, llego a mi casa y salgo a bailar, entre tanto todo rápido que hice, salí sin llave, no me preocupe mucho ya que siempre había alguien en mi casa. El problema fue que ese día todos fueron a ayudar a mi papa con su trabajo, cuando volví a mi casa, en ese día que llovía a mas no poder, me encontré con que no había nadie, y encima sin llave, toda mojada con el guardapolvos de la facultad, rápidamente decidí sacarme el guardapolvos mojado para no enfermar y lo metí con las carpetas por una ventana que siempre estaba media entre abierta, y decidí quedarme bajo techo esperando que llegaran, no debían tardar tanto supuse. Las horas pasaban y cada vez sentía mas frío, ya que estaba vestida para salir, con una remerita blanca muy escotada cortita que no tapaba mi ombligo, unos pantalones ajustados de jean y unas sandalias un poco altas. No sabia que hacer esperando el regreso de ellos, de pronto pensé en decirle a mis vecinos que me dejaran entrar por su patio, pero si estaba Alejandro me diría algo por lo del otro día, así que no me anime y me quede tomando frío ahí sola. El tiempo pasaba y nadie llegaba a mi casa, entonces tome valor y decidí ir a pedirle ayuda a los vecinos, corrí hasta al lado y la lluvia me mojo totalmente por mas que era poco el trecho, toque timbre y nadie salía, mientras que me seguía mojando, estaba a punto de volver debajo del techo donde estaba, cuando de repente se abrió la puerta y apareció Alejandro, rápidamente me miró y me dijo que pasara, yo lo hice sin dudar solo pensando en la lluvia y el frío.
Rápidamente fuimos hacia la cocina, cuando estuvimos en ella, su mirada se dirigió directamente a mis pechos, eso me molesto mucho, pero supuse que con el gran escote que tenia no podía quejarme. Luego recorrió mi cuerpo con la mirada y me dijo que me sentara. Yo lo hice, mientras que el preparaba café, me di cuenta como volteaba para verme, me devoraba con los ojos. Yo estaba muy nerviosa e incomoda por lo que lo había visto el otro día y rogaba que no me dijera nada. Como no quería mirarlo, mire para todos lados, hasta que me mire a mi y entendí porque me miraba así, mas insistentemente que nunca, es que la lluvia me había mojado entera mi camisa y esta estaba pegada a mis pechos, y mis pezones estaban duros por el frío, era obvio que se iba a deleitar con la mirada.
De pronto me pidió que me acercara a probar el café, a ver si estaba bien de azúcar, yo me acerque muy nerviosa, empecé a probar el café de a poco, y vi como sus ojos me miraban descaradamente mis pechos, en sus ojos pude notar su excitación, o mejor dicho se le notaba la calentura, me miraba tan fijo que parecía que me quería comer mis pechos. Yo luego de probar el café, bueno en realidad me lo tome todo, porque tenia mucho frío, le pedí otro, pero que por favor con mas azúcar, entonces el me dijo, que detrás mío había, yo me di vuelta y abrí la alacena poniéndome en puntas de pie porque no llegaba, era conciente que el me miraba de atrás y seguramente directamente a mi cola, pero una extraña sensación atravesaba todo mi cuerpo, el frío había desaparecido, y el calor se hacia sentir, sentía como mis orejas se ponían rojas y un calor que me invadía por dentro, dándome sed, mientras que seguía buscando el azúcar, el dijo de pronto rompiendo el silencio -¡¡Tenes unas piernas preciosas!! Yo me quede helada, y dijo luego -Espero no te moleste que te lo diga. Yo totalmente nerviosa conteste – No, estaba inmóvil, sin saber que hacer, entonces el dijo -¡¡Y esa cintura!! ¿Vas al gimnasio? Yo le dije –No. Cortantemente. Paso un rato y no podía encontrar el azúcar, cuando de nuevo rompió el silencio y dijo -¡¡Y esa cola, discúlpame que te lo diga, pero es fantástica!! Trague saliva, estaba demasiado nerviosa para contestar algo, al ver que yo no contestaba siguió hablando -¡¡Tenes un cuerpazo, te deben decir muchas groserías en la calle!! Yo estaba demasiado incomoda y asentí con la cabeza, sin saber que hacer, de pronto el se acerco diciendo -¡A ver, te voy a ayudar! Y se puso detrás mió y sentí como el muy descarado apoyo su bulto en mi cola, pude sentir sobre mis nalgas su excitación, el sujeto estaba aprovechando de mi y yo intente salir de esa situación, pero mi cuerpo no respondía.
De pronto sin perder tiempo dijo sobre mi oído, algo que me dejo perpleja -¡¡Y Cintia que te pareció como el otro día, esa putita me la estaba chupando, te gusto por eso observabas con la boca abierta!! Yo me quede paralizada, muerta de miedo, mi corazón se puso a latir mas, no sabia que decir ni que hacer ante aquella aclaración me quede muda, entonces el dijo -¿¿Que pasa?? ¿¿No va a decir nada?? Yo seguía muda pero rápidamente detuve las acusaciones con voz segura y le conteste -¡¡Que te pasa Alejandro, estas loco no se de que me hablas, dejame en paz!! Pero el lejos de soltarme, comenzaron sus manos a recorrer mi espalda, yo ante el miedo y casi llorando ya, le dije casi suplicando -¡¡Por favor, soltame, no me hagas nada Alejandro!! Pero creo que eso lo avivo mas, ya que sus manos comenzaron a recorrer mi cuello y con un movimiento rápido sus manos me rodearon hasta atrapar mis pechos y me dijo al oído -¡¡Que buenas tetas tenes Cintia!! Yo ante tal acoso grite -¡¡Ya basta, soltameeeeeeeeee!! Pero el seguía en su labor y sus manos me apretaba los pechos fuertemente, los amasaba fuertemente murmurándome al oído -¡¡Que grandes tetas tenes y que duras están!! El calor me invadía mas ahora que el estaba abusando de mi, no se porque, pero estaba media excitada ante tal acoso, pensaba en lo morboso de la situación; ese tipo mayor, gordo y sucio que casi todas las noches se iba de putas, y casi ni ellas debían dejarse tocar por el, ahora tenia un cuerpo mucho más joven y bien para manosear, y ese cuerpo era mío, una chica con 10 años menos que el, debía sentirse en la gloria el maldito..
parte 3
Estuvo un rato masajeándome los pechos y apretando una y otra vez su paquete contra mi trasero. Yo estaba excitada, por mas que mi cabeza intentaba soltarse de mi opresor, mi cuerpo no respondía, de pronto una de sus manos se apoyo sobre la parte superior de mi muslo derecho, de a poco fue bajando hasta poder acariciar mi hermosa cola, me la acaricio con bravura, yo me di vuelta un momento y vi su rostro enfermizo, parecía un lunático, su boca abierta casi babeando delataba un placer morboso, Alejandro con casi un grito me dijo -¡¡Vamos pará el culo Cintia!! Yo con miedo lo hice y me puse mas en punta de pies, mientras que comenzaba a llorar lentamente, el se reía y decía -¡¡Eso, muéstrame el rico culo que tenes!! Mientras seguía admirando mi cola, tomo mis nalgas, las separó y siguió apoyando mas fuerte su bulto sobre la línea de mi cola, yo podía notar las palpitaciones de su excitado miembro, mientras mi hermosa cola se enterraba bajo su enorme barriga. Me tomó de las caderas y me seguía apoyando su paquete con fuerza, ya después de un rato me dijo -¡¡Vamos, move suavemente tu culo contra mi pedazo!! Yo no podía casi controlar a mi cuerpo que se sentía mas excitado aun y con un poco de miedo obedecí, pare lo mas que pude la cola y la empecé a mover suavemente de lado a lado sintiendo todo su miembro duro en mi pantalón, no se porque, pero se me dio por voltearme a ver su rostro un instante; y vi como Alejandro se veía que disfrutaba mas y mas.
Yo con un poco de miedo, deje de moverme, pero el rápidamente me grito -¡¿Qué pasa?!, no he dicho que pares, ¡sigue meneando el culo perra rica! Yo entre lágrimas le dije defendiéndome y gritándole -¡¡Basta, dejame y no me digas así cabrón!! Pero el se reía y me decía -¡Te digo como quiero puta...no eres más que una pendeja puta que tiene un cuerpazo y yo voy a disfrutarlo! Yo lloraba al escuchar decir todo eso sobre mi, pero mi cuerpo estaba totalmente encendido y no podía hacer nada para evitarlo, la sensación extraña atravesaba todo mi cuerpo, no podía creer la situación de estar con el hermano de mi mejor amiga, siendo un sujeto que no era ni siquiera atractivo y estando yo con mi pantalón súper ajustado siendo apoyada totalmente y mi camisa blusa mojada que se pegaba a mis pechos y parada sobre mis altos tacos. Mientras que el me miraba, sonreía de manera enfermiza. Mientras que seguía apoyándome y me decía al oído -¡Estas muy buena Cintia!
De pronto me tomó por la cintura y me volteo violentamente, quedando a la altura de su pecho, siendo el mucho mas alto que yo, rápidamente sus manos se metieron debajo de mi camisa para apretarme los pechos, yo lloraba ante el abuso y sentía sus fuertes apretones que despertaban poco a poco mis pezones; el al darse cuenta rápidamente de la erección de ellos, me dijo -¿Te gusta que te manoseen las tetas putita? Yo no respondí, pero sentí que mi cara se sonrojo, era evidente que eso le había contestado, en un movimiento rápido sus manos me despojaron de mi camisa y mi sostén, intente cubrirme, pero el estaba muy cerca y mis manos no las podía levantar, el se quedo boca abierto mirándome un rato y luego dijo en tono eufórico -¡¡Que buenas tetas Cintia, son mejor de lo que creía!!
Y luego de esto me las apretó con fuerza, mientras que comenzó a lamerlas descontroladamente, luego de aprovechar mucho de mis pechos, los soltó y sus manotas se fueron a mi cola, me la apretaba y manoseaba violentamente, mientras que me miraba y me decía sonriendo vilmente -¡¡Que culo tenes, que bueno esta, tenes un culazo ...¿te gusta que te toquen el culo? Yo ahora no sentía nada, ni tampoco tenia ganas de que lo hiciera, odiaba esa forma de tratarme, pero mi cuerpo parecía que no. Como pude le grité -¡¡Ya basta!!! ¡¡Soltame no estas bien, por favor!! Pero el se reía y me decía -¡Que puta que sos, me decís que pare, pero estas mas caliente que yo!! ¡¡Te mereces un regalito!! ¿Te gustaría que te premie con mi lechita? Yo lloraba más y más, pero Alejandro seguía y comenzó a desabrochar su cinturón y cuando se iba a desabrochar el pantalón, me tomo una de mis manos y me dijo -¡¡Vamos Cintia, busca lo que te gusta!! Yo estaba asustada completamente, pero no me podía resistir tanto, no se porque, el siguió llevando mi mano hasta llegar a su gran bulto de sus pantalones, yo estaba como ida ante la situación, no quería pensar, solo quería irme, mientras que sentía esa barra de carne palpitaba y estaba muy caliente. De pronto, el me tomó de la barbilla y me dio un beso violento, su asquerosa lengua se metió por completo en la mía, yo me lo intente sacar de encima y lo logré, pero el luego lamió mi cara y mis lagrimas, era totalmente asqueroso y humillante.
Poco a poco, me fue llevando hacia la mesa, yo intentaba pelear contra mi cuerpo y el suyo, para soltarme, pero no podía, no sabia porque, cuando llegamos cerca de la mesa, el me inclino sobre la mesa, dejándome apoyada casi en un vértice de la mesa, mi cabeza colgaba hacia abajo y mi cola apuntaba al cielo por el otro lado. Mientras me acariciaba mi cola, el muy vil, sacó su miembro, que era totalmente venoso y gordo, luego lo acercó a mi cara, para empezar a darme pequeños golpes con ella, yo no paraba de llorar, era muy humillante y el gozaba mas y mas, diciéndome en tono de burla -¿Qué te parece como me tenes perrita? Yo solo gimoteaba rechazo y asco, pero estaba muy atragantada con mis lagrimas, sus manotas de pronto comenzaron a darme unos fuertes palmazos en mi cola, que lo tenia obsesionado, podía sentirlo en los apretones o palmadas que me daba.
De pronto se fue y se paró detrás mío, yo lloraba constantemente, entonces el maldito de pronto desprendió mi pantalón, yo ahí supe que no había vuelta atrás, el maldito iba a violarme y mi cuerpo no respondía para negarme, solo mi cabeza, bajó mi pantalón suavemente, yo me di vueltas como puede y lo vi como estaba mirándome la cola fijamente, luego su mano acaricio mi entre pierna sintiendo los jugos de mi cuerpo, el se rió y me dijo algo que me hizo entender todo -¡¡Ahhh, que caliente estas!! ¡¡Esas pastillas que te puse en el café, funcionaron a la perfección!! Yo al escuchar eso, comencé a llorar mas y a insultarlo, era verdad sentía mucho calor y excitación, pero mi cabeza no, era mi cuerpo, era obvio que el sabia que mi cuerpo buscaría saciarse, la situación era indignante, pero no había nada que hacer, el hasta seguía riéndose de mi desgracia y me decía -¡¡Que precioso culo tenes Cintia!!
Al terminar de decir eso, agarro gordo miembro ya muy duro y empezó a darme golpes en mis nalgas y con la otra mano me las manoseaba, de pronto se detuvo y en un movimiento rápido, jalo de los tirantes de mi tanga y la bajo hasta mis tobillos, se quedo quieto un segundo y acotó -¡¡Que culo tenes Cintia, esta bien rico páralo y volvelo a menear!! Y me dio una fuerte nalgada, yo con mucho miedo comencé a moverlo en círculos, pero fue por muy poco tiempo ya que el rápidamente tomo mis nalgas con sus manotas y puso la punta de su gordo miembro en la entrada de mi vagina y poco a poco comenzó a abrirse paso, yo me quede estática, así que poco a poco fue metiendo su miembro dentro de mi vagina y el dolor comenzó a subir, estaba muy gorda para mi y me hizo gritar de dolor -¡¡Aaaahhhhgggggggg, sacala cabrón!! El metió hasta el final su miembro dentro mío y dijo medio entre cortado -¡¡Ahhhggg que apretadita estas, que rico me la aprieta Ahhhhh!! Yo sentía un dolor fuerte y un poco de falta de aire, sentía como su miembro parecía que me partía pero mi cuerpo parecía gustarle mas y rápidamente mis pezones se pusieron muy duros y por momentos se me pasaba por la cabeza, el sentirme tan deseada. En un movimiento rápido voltee hacia atrás y pude ver prenda intima en el suelo y mis piernas abiertas, realmente me tenia totalmente expuesta para el, estaba a su total disposición, después me tomo por las caderas y empezó a penetrarme lentamente y de pronto comenzó a hacerlo cada vez mas rápido, sentía como con cada embestida de ese miembro gordo y grande me llenaba.
mañana la parte 4
autor:cintia
5 comentarios - mi vecino asqueroso parte 2 y 3
🤤 🤤 🤤
Falta q escuchen otros vecinos y se unan a cojerla