Este es mi segundo post esta es una de las cosas mas extrañas que me paso.
Todavia no sé como me animé a hacerlo, tampoco como me animé a compartirlo con la comunidad.
Había salido con dos amigos al pool a un lugar en la Avenida Callao cerca del Congreso. Cuando entramos, en el bar que funciona adelante, vimos un grupo de cinco chicas con aire intelectual bohemio muy lindas que ni siquiera nos miraron. Jugamos y nos tomamos una cervecita. Como no queriamos seguir jugando nos sentamos adelante con la idea de ver si podiamos levantarnos a esas minitas. A decir verdad nos fue bastante mal. Ninguna de estas chicas se mostraba interesada. Entablar una conversación era muy dificil. En eso, nos llega un mensaje de texto de otro amigo, Ezequiel, el fachero del grupo. Le decimos donde estamos y le ordenamos que venga. Llegó en veinte minutos.
A pesar de nuestros cálculos a las chicas no les interesó Eze. Pero por suerte habíamos empezado a hablar; lo malo de ello es que todo giraba en torno a política (comunismo, socialismo, marxismo...).
Dejé de gastar energía y Eze propuso ir a otro lado. Las chicas aceptaron. Terminamos en un barsucho cerca de Anchorena y Santa fe. Las chicas se soltaron un poco, pero nada más. Cerca de las cuatro de la mañana nos separamos cada grupa para su lado. Roxana, una de ellas, se mostro mas simpática. Nada paso entre nosotros pero intercambiamos celulares.
Llegué a mi casa y deje el celular prendido y fue justamente su timbre lo que me desperto al otro dia. Eran cerca de las once y media. El celu sonaba y en la pantalla aparecia "número privado". No atendi. Volvio a sonar.
-Hola.- Digo.
-¿Estabas durmiendo?- me pregutan del otro lado.
Era la voz de Roxana, inconfundible. Me habia llamado para invitarme a que la acompañe al Parque Rivadavia a ver unas cosas. Acepto. quedamos en encontrarnos en Acoyte y Rivadavia a las tres.
Pasamos la tarde en el parque y me termina invitando a tomar unos mates a su casa ceca de Cid Campeador aprovechando la ausencia de sus padres. Fuimos. Cuando llegamos y entramos, ya sin nada que perder, la beso. Nos besamos un buen rato. Nos comenzamos a desnudar con caricias. Me lleva a la pieza, se acuesta en la cama y yo le saco los pantalones y le bajo la bombachita. Tenia una vagina hermosa. Como una ostra de mar, semidepilada con un triangulo invertido en la parte superior. Comienzo a besarle los labios verticales. Estaba deliciosa.
-Deja que ahora te bese yo.- Me dice reincorporandose.
Yo de estaba de pie y ella sentada en el borde de la cama. Me desabrocha el pantalon y, fuerte, me muerde la pija a traves del calzoncillo. La saca por un costado del boxer y se la mete en la boca.
-Yo sabia que tenias buena pija.- Dice.
Con esas palabras casi me mata. La empujo con suavidad con mi mismo peso corporal. Quedamos acostados sobre la cama acariciandonos y besandonos con lujuria.
-¿No te vas a poner nada?- Me pregunta haciendo alusion al preservativo.
-Claro.- Respondo y me voy a buscarlos al pantalon que estaba en el piso.
Antes de poder ponermelo me la chupa un poco mas. Y sin darme cuenta, mientras lo desenrrolo, saca un consolador pequeño.
-¿Te gustan los juguetes?- Me pregunta.
-Nunca habia visto uno. Me da un poco de impresion.- Le respondo.
Lo chupa, me lo ofrece.
-Ayudame a lubricarlo asi me lo meto.- Me dice, lo chupo. Se lo metio por delante, se lo saco le meto mi pene. Se lo mete en la cola y repito lo hecho antes. Jugamos largo rato. Roxana, yo... y el consolador.
-Date vuelta que te voy a chupar el culito.- Me susurro.
No reacione. Me dejé llevar. Fue hermoso. Fue la primera vez que alguien me besaba el ano. Mientras, yo besaba el consolador como si fuese una pija de verdad.
-¿Puedo?- Pregunto Roxana que cuando no encontro respuesta volvio a preguntar.
-¿Que?- Pregunte algo nervioso.
-Relajate.- Me dijo desde atras.
Senti como su lengua jugaba con mi ano y de golpe comence a sentir como, lentamente, me iba metiendo un dedo. Al principio me dolio un poco, pero, como me habia dicho antes, trate de relajarme.
-¿Tenes otro forro?- Me pregunto y tomo uno nuevo que abrio y desenrrollo en el consolador.
-Esto te va a encantar.- Me dijo besando mi oreja. apoyando el falso pene en mis gluteos.
Siguio besando mi ano e introduciendome el dedo. El momento habia llegado. Me abrio las nalgas y me ordeno que las mantenga asi con mis manos.
-Abri bien las nalgas.- Escuche, y eso hice.
El concolado estaba frio. La presion hizo que me orine unas gotas.
-No sabes que hermoso es ver como te entra.- Crei escuchar.
Y empezo a bombearme profundo. Me dolia pero la aguantaba bastante bien. No podia evitar gemir de dolor. Escuchaba tambien sus gemidos.
-¡Que placer! Cogeme con el consolador metido.- Me dijo.
Y eso hice.
Todavia no sé como me animé a hacerlo, tampoco como me animé a compartirlo con la comunidad.
Había salido con dos amigos al pool a un lugar en la Avenida Callao cerca del Congreso. Cuando entramos, en el bar que funciona adelante, vimos un grupo de cinco chicas con aire intelectual bohemio muy lindas que ni siquiera nos miraron. Jugamos y nos tomamos una cervecita. Como no queriamos seguir jugando nos sentamos adelante con la idea de ver si podiamos levantarnos a esas minitas. A decir verdad nos fue bastante mal. Ninguna de estas chicas se mostraba interesada. Entablar una conversación era muy dificil. En eso, nos llega un mensaje de texto de otro amigo, Ezequiel, el fachero del grupo. Le decimos donde estamos y le ordenamos que venga. Llegó en veinte minutos.
A pesar de nuestros cálculos a las chicas no les interesó Eze. Pero por suerte habíamos empezado a hablar; lo malo de ello es que todo giraba en torno a política (comunismo, socialismo, marxismo...).
Dejé de gastar energía y Eze propuso ir a otro lado. Las chicas aceptaron. Terminamos en un barsucho cerca de Anchorena y Santa fe. Las chicas se soltaron un poco, pero nada más. Cerca de las cuatro de la mañana nos separamos cada grupa para su lado. Roxana, una de ellas, se mostro mas simpática. Nada paso entre nosotros pero intercambiamos celulares.
Llegué a mi casa y deje el celular prendido y fue justamente su timbre lo que me desperto al otro dia. Eran cerca de las once y media. El celu sonaba y en la pantalla aparecia "número privado". No atendi. Volvio a sonar.
-Hola.- Digo.
-¿Estabas durmiendo?- me pregutan del otro lado.
Era la voz de Roxana, inconfundible. Me habia llamado para invitarme a que la acompañe al Parque Rivadavia a ver unas cosas. Acepto. quedamos en encontrarnos en Acoyte y Rivadavia a las tres.
Pasamos la tarde en el parque y me termina invitando a tomar unos mates a su casa ceca de Cid Campeador aprovechando la ausencia de sus padres. Fuimos. Cuando llegamos y entramos, ya sin nada que perder, la beso. Nos besamos un buen rato. Nos comenzamos a desnudar con caricias. Me lleva a la pieza, se acuesta en la cama y yo le saco los pantalones y le bajo la bombachita. Tenia una vagina hermosa. Como una ostra de mar, semidepilada con un triangulo invertido en la parte superior. Comienzo a besarle los labios verticales. Estaba deliciosa.
-Deja que ahora te bese yo.- Me dice reincorporandose.
Yo de estaba de pie y ella sentada en el borde de la cama. Me desabrocha el pantalon y, fuerte, me muerde la pija a traves del calzoncillo. La saca por un costado del boxer y se la mete en la boca.
-Yo sabia que tenias buena pija.- Dice.
Con esas palabras casi me mata. La empujo con suavidad con mi mismo peso corporal. Quedamos acostados sobre la cama acariciandonos y besandonos con lujuria.
-¿No te vas a poner nada?- Me pregunta haciendo alusion al preservativo.
-Claro.- Respondo y me voy a buscarlos al pantalon que estaba en el piso.
Antes de poder ponermelo me la chupa un poco mas. Y sin darme cuenta, mientras lo desenrrolo, saca un consolador pequeño.
-¿Te gustan los juguetes?- Me pregunta.
-Nunca habia visto uno. Me da un poco de impresion.- Le respondo.
Lo chupa, me lo ofrece.
-Ayudame a lubricarlo asi me lo meto.- Me dice, lo chupo. Se lo metio por delante, se lo saco le meto mi pene. Se lo mete en la cola y repito lo hecho antes. Jugamos largo rato. Roxana, yo... y el consolador.
-Date vuelta que te voy a chupar el culito.- Me susurro.
No reacione. Me dejé llevar. Fue hermoso. Fue la primera vez que alguien me besaba el ano. Mientras, yo besaba el consolador como si fuese una pija de verdad.
-¿Puedo?- Pregunto Roxana que cuando no encontro respuesta volvio a preguntar.
-¿Que?- Pregunte algo nervioso.
-Relajate.- Me dijo desde atras.
Senti como su lengua jugaba con mi ano y de golpe comence a sentir como, lentamente, me iba metiendo un dedo. Al principio me dolio un poco, pero, como me habia dicho antes, trate de relajarme.
-¿Tenes otro forro?- Me pregunto y tomo uno nuevo que abrio y desenrrollo en el consolador.
-Esto te va a encantar.- Me dijo besando mi oreja. apoyando el falso pene en mis gluteos.
Siguio besando mi ano e introduciendome el dedo. El momento habia llegado. Me abrio las nalgas y me ordeno que las mantenga asi con mis manos.
-Abri bien las nalgas.- Escuche, y eso hice.
El concolado estaba frio. La presion hizo que me orine unas gotas.
-No sabes que hermoso es ver como te entra.- Crei escuchar.
Y empezo a bombearme profundo. Me dolia pero la aguantaba bastante bien. No podia evitar gemir de dolor. Escuchaba tambien sus gemidos.
-¡Que placer! Cogeme con el consolador metido.- Me dijo.
Y eso hice.
6 comentarios - Un raro polvo bohemio vuelta y vuelta.