Temporada de exàmenes, unas cervezas y una verga caliente. Mi amiga y yo vivìamos, jutno con otro amigo, en un departamente cerca de la universidad. Eran temporada de exàmenes y todos estàbamos muy tensos, cuando por fin, un viernes tuvimos nuestro ultimo examen. Mi amigo se fue a pasar el fin de semana con su familia, y regresarìa la semana pròxima para ver los resultados. Asì que ese fin de semana estarìamos Melisa y yo solos. Melisa era una chava no muy alta, blanca, de ojos verdes, algunas pecas, tetas muy paraditas y esbelta. Estaba como querìa la vieja, pero era muy reservada, apenas se iba a dormir y cerraba su cuarto bajo llave, jamàs la veìas en pijama sin traer una bata adicional, etc. Era mi mejor amiga, podìamos estar horas charlando, ibamos al cine, hablaba con ella de mis novias y nos ayudabamos cuando tenìamos problemas. Era mi mejor amiga, pero la verdad es que cuando se arreglaba con ese top tan ajustado y esa falda que dejaba al descubierto un pedazo de piel que me sacaba de quizio, dejaba de pensar en ella como amiga y lo que màs deseaba era tener mi verga dentro de su concha y cogermela toda la noche.
Ese fin de semana se fue Jorge, y nos quedamos solos Melisa y yo. Esa nocha hicimos una fiesta, invitando a varios amigos mios y de ella para festejar el fin de exàmenes. La fiesta estuvo bien, cerveza en exceso y todos muy agusto. Caty, una amiga de Melisa que es un poco puta, habìa convencido a Melisa de tomar màs de la cuenta, asì que cuando todos se fueron, quedamos Melisa, un poco ebria, y yo, que no lo estaba tanto.
Melisa, limpiadora compulsiva, querìa que recogièramos todo en ese momento, pero la convencì de que era mejor seguir disfrutando y que mañana recogerìamos todo. Le di otra cerveza màs, que la tomò con gusto, se estaba poniendo realmente ebria, ya no era tan tìmida y pronto empezamos a hablar de temas que para ella eran una especie de tabù. Me preguntò que cuando fue la primera vez que me hice una paja y que si habìa tenido relaciones con las novias que ella conocìa. Yo le preguntè lo mismo, y no me sorprendì al saber que no habìa hecho nada de eso. Ella llevaba una blusa abotonada, y una falda de mezclilla. Le veìa la cara de àngel que tenìa adormilada, asì que le dije que la llevaba a dormir, la carguè y la llevè a su cuarto.
Ahi, tenida en su cama, ebria y valièndome madres mi relaciòn de amigos, la besè, y para mi sorpresa ella me rechazò pero al volverla a besar me devolviò el beso. Empecè por besarle la boca, el cuello, las orejas, olìa tan rico. Mientras, con mi mano tocaba sus tetas, por fuera de su blusa, y sentì como se endurecìan sus pezones. Bajè mis labios hasta la blusa y con la boca empezè a desabotonarla, le quitè el brasier y mea bri paso a sus tetas, duras y exitadas, las mordisquiè, lamì , besè y tocaba.
- Matias, que estàs haciendo, para.
- Vale, tienes que aprender a sentir esto, te va a gustar.
Tenìa un abdomen hermoso, pues hacìa mucho ejercicio, jugaba baloncesto en el equipo de la escuela. Le besè todo el estòmago, y me dirigì a lo que màs querìa, su concha hermosa. Le quitè el pesquero, y la tanguita de engaje que traìa. Le abrì sus piernas y me undì en esa raja hùmeda y caliente que tenìa enfrente. Empezè alamerle suavemente, luego con movimientos màs bruscos, y ella gemìa y me decìa ke parara, pero, aunque tuviera ke violarla, esa concha tendria ke ser mia. Pronto se relajò y empezpo a gosar, ùssè su clìtoris como un especie de chupòn y con eso Melisa gritaba. Le metì un dedo, luego dos, y con el tercero Melisa se quejaba de dolor. Me hubiera gustado seguir en ese lugar, pero, mi verga demandaba atenciòn, asì que le dije a Melisa que me la tocara, ella no quiso, tomè su mano y la puse sobre mi verga. Parecìa que Melisa jamàs habia tocado una, la tocò como si quisiera conocerla, sujetò mis testiculos y los aplastò suavemente. Le dije que me hiciera una mamada, y accediò, con su boca exquisita tomò la cabeza de mi pene y lo deslizaba suavemente por su boca, iba despacio, pero yo no podia ir tanto, asi que le empujaba la cabeza hasta llegar hasta la base de mi pene. Estaba por irme, saquè mi verga caliente y palpitante y me chorree en su cara. Denuevo comencè a besarla, y le metì mis dedos a su boca, ella los lamiò apasionadamente, ya no era la Melisa que conocìa, se los metì en su raja y ella emmpezaba a gemir de placer. Volvì de nuevo a saciar mi sed con sus jugos calidos, pronto mi verga volviò a ponerse dura asì que decidì penetrarla por la concha.
Me puse encima de ella, lo hice suavemente, veìa en suc ara una mueca de dolor, le dije que pronto se quitarìa y que iba a gozar màs que nunca. Topè con la barrera de su virginidad, y de una estocada fuerte me deshice de ella, yl a penetrè hasta el fondo, ella gritò y un chorrito de sangre salìa de su concha. Empezè a bombear, subì el ritmo y pronto ella estaba gritando de placer, me enterraba las uñas en la espalda, y yo besaba sus tetas, con sus pezones durisimos y erguidos. Sentì que se vino, y yo estaba por venirme, asi ke saquè mi verga y se la metì en la boca, me vine. El semen le chorreaba por la comisura de su boca, y se desbordò hasta su pecho. Estuvimos besandonos y jguuetè un rato con sus tetas. Mi verga se puso de nuevo dura, y la puse en posiciòn de perrrito, la penetrè por el ano y ella gritaba del dolor, y me pedìa ke parara, yo no podìa,estaba demasiado caliente. Asi que dfurè como 5 minutos en su ano, luego me pasè a su concha, y me vine en ella.
Seguimos siendo amigos, pero màs que eso, somos amantes, y ella es mi puta ke uso cuando estoy caliente. Ya no usa la bata arriba de su pijama, y, cuando ella està caliente, me deja abierta la puerta de su cuarto, o aveces va al mio despertàndome con una mamada increible.
Ese fin de semana se fue Jorge, y nos quedamos solos Melisa y yo. Esa nocha hicimos una fiesta, invitando a varios amigos mios y de ella para festejar el fin de exàmenes. La fiesta estuvo bien, cerveza en exceso y todos muy agusto. Caty, una amiga de Melisa que es un poco puta, habìa convencido a Melisa de tomar màs de la cuenta, asì que cuando todos se fueron, quedamos Melisa, un poco ebria, y yo, que no lo estaba tanto.
Melisa, limpiadora compulsiva, querìa que recogièramos todo en ese momento, pero la convencì de que era mejor seguir disfrutando y que mañana recogerìamos todo. Le di otra cerveza màs, que la tomò con gusto, se estaba poniendo realmente ebria, ya no era tan tìmida y pronto empezamos a hablar de temas que para ella eran una especie de tabù. Me preguntò que cuando fue la primera vez que me hice una paja y que si habìa tenido relaciones con las novias que ella conocìa. Yo le preguntè lo mismo, y no me sorprendì al saber que no habìa hecho nada de eso. Ella llevaba una blusa abotonada, y una falda de mezclilla. Le veìa la cara de àngel que tenìa adormilada, asì que le dije que la llevaba a dormir, la carguè y la llevè a su cuarto.
Ahi, tenida en su cama, ebria y valièndome madres mi relaciòn de amigos, la besè, y para mi sorpresa ella me rechazò pero al volverla a besar me devolviò el beso. Empecè por besarle la boca, el cuello, las orejas, olìa tan rico. Mientras, con mi mano tocaba sus tetas, por fuera de su blusa, y sentì como se endurecìan sus pezones. Bajè mis labios hasta la blusa y con la boca empezè a desabotonarla, le quitè el brasier y mea bri paso a sus tetas, duras y exitadas, las mordisquiè, lamì , besè y tocaba.
- Matias, que estàs haciendo, para.
- Vale, tienes que aprender a sentir esto, te va a gustar.
Tenìa un abdomen hermoso, pues hacìa mucho ejercicio, jugaba baloncesto en el equipo de la escuela. Le besè todo el estòmago, y me dirigì a lo que màs querìa, su concha hermosa. Le quitè el pesquero, y la tanguita de engaje que traìa. Le abrì sus piernas y me undì en esa raja hùmeda y caliente que tenìa enfrente. Empezè alamerle suavemente, luego con movimientos màs bruscos, y ella gemìa y me decìa ke parara, pero, aunque tuviera ke violarla, esa concha tendria ke ser mia. Pronto se relajò y empezpo a gosar, ùssè su clìtoris como un especie de chupòn y con eso Melisa gritaba. Le metì un dedo, luego dos, y con el tercero Melisa se quejaba de dolor. Me hubiera gustado seguir en ese lugar, pero, mi verga demandaba atenciòn, asì que le dije a Melisa que me la tocara, ella no quiso, tomè su mano y la puse sobre mi verga. Parecìa que Melisa jamàs habia tocado una, la tocò como si quisiera conocerla, sujetò mis testiculos y los aplastò suavemente. Le dije que me hiciera una mamada, y accediò, con su boca exquisita tomò la cabeza de mi pene y lo deslizaba suavemente por su boca, iba despacio, pero yo no podia ir tanto, asi que le empujaba la cabeza hasta llegar hasta la base de mi pene. Estaba por irme, saquè mi verga caliente y palpitante y me chorree en su cara. Denuevo comencè a besarla, y le metì mis dedos a su boca, ella los lamiò apasionadamente, ya no era la Melisa que conocìa, se los metì en su raja y ella emmpezaba a gemir de placer. Volvì de nuevo a saciar mi sed con sus jugos calidos, pronto mi verga volviò a ponerse dura asì que decidì penetrarla por la concha.
Me puse encima de ella, lo hice suavemente, veìa en suc ara una mueca de dolor, le dije que pronto se quitarìa y que iba a gozar màs que nunca. Topè con la barrera de su virginidad, y de una estocada fuerte me deshice de ella, yl a penetrè hasta el fondo, ella gritò y un chorrito de sangre salìa de su concha. Empezè a bombear, subì el ritmo y pronto ella estaba gritando de placer, me enterraba las uñas en la espalda, y yo besaba sus tetas, con sus pezones durisimos y erguidos. Sentì que se vino, y yo estaba por venirme, asi ke saquè mi verga y se la metì en la boca, me vine. El semen le chorreaba por la comisura de su boca, y se desbordò hasta su pecho. Estuvimos besandonos y jguuetè un rato con sus tetas. Mi verga se puso de nuevo dura, y la puse en posiciòn de perrrito, la penetrè por el ano y ella gritaba del dolor, y me pedìa ke parara, yo no podìa,estaba demasiado caliente. Asi que dfurè como 5 minutos en su ano, luego me pasè a su concha, y me vine en ella.
Seguimos siendo amigos, pero màs que eso, somos amantes, y ella es mi puta ke uso cuando estoy caliente. Ya no usa la bata arriba de su pijama, y, cuando ella està caliente, me deja abierta la puerta de su cuarto, o aveces va al mio despertàndome con una mamada increible.
6 comentarios - Haciéndolo con mi mejor amiga
saludos!