Hola amigos una nueva aventura del profe, disfrutenla.
El profe regresa.
Hola amigos, aquí va un relato más del profe, este va dedicado a una de mis seguidoras, mariacandelaria, de la cual también soy seguidor y para todos los que leen las aventuras del profe.
Bien como muchos ya saben era profesor en una escuela particular, era bastante conocido por la cantidad de alumnos que tenía y mis romances eran ya muy sonados (de los cuales ya han leído),
Como a apoyo al colegio se abrió un curso de diseño los sábados, fuera de mis horas de clase, se impartían manualidades, dibujo, fotografía y algunas otras cosas, una de mis compañeras decidió tomar el curso y se integró al grupo.
Ella era una maestra no muy guapa, con un estilo muy rocker, sin embargo había mucha química entre nosotros, cosa por lo cual nunca paso por mi cabeza la idea de que pasara algo entre nosotros.
El curso avanzo, todo iba muy bien, el taller era todo un éxito, para mi fortuna yo tenía el único salón totalmente cerrado, las clases eran de 8 a 2 y solo teníamos un receso como de 20 min.
Llegó un sábado normal, todos trabajando igual que mi compañera, el salón era amplio y contábamos con restiradores, muy útiles por cierto.
En fin llegó el momento del receso, salieron todos mis estudiantes, y ella y yo nos quedamos solos, comenzamos a charlar, le dije vamos a fuera a comprar algo, a lo cual me respondió con un jalón y me planto tremendo beso, que me dejo viendo estrellitas y mi miembro erecto, cosa que noto y solo soltó una risita traviesa, se apartó se dirigió a la puerta y entre mi dije ¿y ahora, no puedo salir así parezco carpa de circo? Ella solo fue a ponerle el seguro a la puerta.
Regreso y el beso también pero ahora con mayor intensidad, mis manos recorrieron su cintura y se dirigieron a sus nalgas, las cuales apreté con tal ansia que ella me clavo las uñas en la espalda, jajá fue algo animal….
De ese beso paso a otro, nos dirigimos sin dejar de besarnos a los restiradores que nos sirvieron como cama, perdimos el control totalmente, no importaba que fuera la escuela, que fuera el salón y menos que fueran a regresar mis alumnos, solo éramos ella y yo besándonos sin dar tregua, ella metía su lengua en mi boca, me arañaba, yo le tomaba las nalgas, le jalaba la blusa, apretaba sus pechos, buenos por cierto.
Y así seguíamos, los dos jadeando, sudando, tratando de domar uno al otro y l0 mejor nadie cedía, las caricias subieron de tono, sus manos tocaban mi miembro, yo su vagina, me saco el pene del pantalón y solo me dio unas cuantas chupadas, pero deliciosas, yo solo pude probar sus tetas, muy buenas como comente, los restiradores (ahora entienden su utilidad) resultaron más que perfecto para tremenda revolcada.
Era algo, lujurioso y excitante, nunca había pasado algo así, sin embargo seguimos, los dos nos tocábamos por todos lados, gemidos de uno y otro se escuchaban en el salón vacío, sudor por todos lados, sus uñas se clavaban en mis espalda y solo decía “ya métemela, me gusta tu verga”
Cosa que no pude hacer por lo ajustado de sus pantalones, nuevamente ella mamo mi verga, algo así como para despedirse, se separó un momento para tomar aire, no sé de donde saco una servilleta y limpio mi pene que estaba a punto de explotar, en ese momento me percate del reloj, le dije ya no tardan los chicos, nos separamos, nos limpiamos, y respiramos, ella se dirigió a la puerta a quitar el seguro, yo me acomode la ropa, me percate que no hubiera alguien afuera del salón y corrí al baño, me arregle lo mejor que pude y regresando ella estaba como si nada hubiera pasado, los dos soltamos una risa, era increíble pero el salón olía a sexo si así tal cual el ambiente estaba impregnado de ese aroma que se queda después del sexo.
A los pocos minutos mis alumnos volvieron y la clase continuo con normalidad, al fin del día, ella solo me pidió un favor “este es nuestro secreto por favor” cosa que se quedó así, nadie supo de este momento tan erótico y placentero, nos despedimos y hasta la fecha seguimos siendo buenos amigos. Así que chicos recuerden no siempre es lo más placentero meterlo, las caricias te pueden llevar al mismo cielo.
El profe regresa.
Hola amigos, aquí va un relato más del profe, este va dedicado a una de mis seguidoras, mariacandelaria, de la cual también soy seguidor y para todos los que leen las aventuras del profe.
Bien como muchos ya saben era profesor en una escuela particular, era bastante conocido por la cantidad de alumnos que tenía y mis romances eran ya muy sonados (de los cuales ya han leído),
Como a apoyo al colegio se abrió un curso de diseño los sábados, fuera de mis horas de clase, se impartían manualidades, dibujo, fotografía y algunas otras cosas, una de mis compañeras decidió tomar el curso y se integró al grupo.
Ella era una maestra no muy guapa, con un estilo muy rocker, sin embargo había mucha química entre nosotros, cosa por lo cual nunca paso por mi cabeza la idea de que pasara algo entre nosotros.
El curso avanzo, todo iba muy bien, el taller era todo un éxito, para mi fortuna yo tenía el único salón totalmente cerrado, las clases eran de 8 a 2 y solo teníamos un receso como de 20 min.
Llegó un sábado normal, todos trabajando igual que mi compañera, el salón era amplio y contábamos con restiradores, muy útiles por cierto.
En fin llegó el momento del receso, salieron todos mis estudiantes, y ella y yo nos quedamos solos, comenzamos a charlar, le dije vamos a fuera a comprar algo, a lo cual me respondió con un jalón y me planto tremendo beso, que me dejo viendo estrellitas y mi miembro erecto, cosa que noto y solo soltó una risita traviesa, se apartó se dirigió a la puerta y entre mi dije ¿y ahora, no puedo salir así parezco carpa de circo? Ella solo fue a ponerle el seguro a la puerta.
Regreso y el beso también pero ahora con mayor intensidad, mis manos recorrieron su cintura y se dirigieron a sus nalgas, las cuales apreté con tal ansia que ella me clavo las uñas en la espalda, jajá fue algo animal….
De ese beso paso a otro, nos dirigimos sin dejar de besarnos a los restiradores que nos sirvieron como cama, perdimos el control totalmente, no importaba que fuera la escuela, que fuera el salón y menos que fueran a regresar mis alumnos, solo éramos ella y yo besándonos sin dar tregua, ella metía su lengua en mi boca, me arañaba, yo le tomaba las nalgas, le jalaba la blusa, apretaba sus pechos, buenos por cierto.
Y así seguíamos, los dos jadeando, sudando, tratando de domar uno al otro y l0 mejor nadie cedía, las caricias subieron de tono, sus manos tocaban mi miembro, yo su vagina, me saco el pene del pantalón y solo me dio unas cuantas chupadas, pero deliciosas, yo solo pude probar sus tetas, muy buenas como comente, los restiradores (ahora entienden su utilidad) resultaron más que perfecto para tremenda revolcada.
Era algo, lujurioso y excitante, nunca había pasado algo así, sin embargo seguimos, los dos nos tocábamos por todos lados, gemidos de uno y otro se escuchaban en el salón vacío, sudor por todos lados, sus uñas se clavaban en mis espalda y solo decía “ya métemela, me gusta tu verga”
Cosa que no pude hacer por lo ajustado de sus pantalones, nuevamente ella mamo mi verga, algo así como para despedirse, se separó un momento para tomar aire, no sé de donde saco una servilleta y limpio mi pene que estaba a punto de explotar, en ese momento me percate del reloj, le dije ya no tardan los chicos, nos separamos, nos limpiamos, y respiramos, ella se dirigió a la puerta a quitar el seguro, yo me acomode la ropa, me percate que no hubiera alguien afuera del salón y corrí al baño, me arregle lo mejor que pude y regresando ella estaba como si nada hubiera pasado, los dos soltamos una risa, era increíble pero el salón olía a sexo si así tal cual el ambiente estaba impregnado de ese aroma que se queda después del sexo.
A los pocos minutos mis alumnos volvieron y la clase continuo con normalidad, al fin del día, ella solo me pidió un favor “este es nuestro secreto por favor” cosa que se quedó así, nadie supo de este momento tan erótico y placentero, nos despedimos y hasta la fecha seguimos siendo buenos amigos. Así que chicos recuerden no siempre es lo más placentero meterlo, las caricias te pueden llevar al mismo cielo.
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