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Amantes vírgenes - historia de mi primera experiencia sexua

Amantes vírgenes - historia de mi primera experiencia sexual

Todo empezó un día cuando mi nuevo amigo Mateo y yo decidimos ir a comer después de salir de la universidad, ese día íbamos a trabajar en la edición de un video para su clase y como no podíamos editarlo en la uni, decidimos editarlo en mi casa. Ya varias veces nos reuníamos a trabajar y siempre en mi habitación porque ahí está lo que llamo mi oficina y aparte a mis panas les gusta quedarse o pasar un rato ya que dicen que en muy cómoda y hogareña. Ese día no había problema ya que mis padres estaban de viaje y mi hermano en la universidad que siempre llegaba a eso de la medianoche.
Durante la edición y que se cargara la computadora, recordé que por mucho que me gustaba y lo conocía, no tenia idea de que edad tendrá este niño es obvio que soy mayor que él al menos por cuatro o cinco años. Debo averiguar, porque mientras más menor sea más morbo me daba.
YO: por cierto, ¿cuantos años tienes?
Mateo: 22 y ¿tú?
YO: ah!! Yo pensaba que eras mucho menor. 24. (Aun así, sentía ese morbo de corromperlo)
Mateo: ¿24años?, yo creía que eres menor que yo. No estas casada verdad??
YO:¿ Que? No por Dios! … soy libre, ni novio ni nada. (Ya sabía que no tiene novia, así que decidí dejárselo saber)
Mateo: No te creo! Tu?
YO: si señor has como no dije nada porque odio que me digan que como puedo estar soltera?... tan bonita… y bla bla, porque es una decisión que tomé. (En broma le dije que acabando la carrera me voy a meter a monja… y hasta creo que por un momento se lo creyó)
Mateo: pero… no crees que… no te lo creo! Espero que no sea verdad…
YO: claro que no es verdad bobo!
Nuevamente nuestras miradas se encontraron y por un momento decidí besarlo, pero me freno la idea loca de probarlo a ver si por casualidad le gusto. Le dije que como ya había confianza que por favor me respondiera con la verdad. A lo que me respondió que claro que si.
Pues, me le acerque muy seductoramente mientras su pasaba mi mano por su brazo y le decía… Tú crees que soy bonita? ¿Y que tendría chance con…? … en eso fue bajando su boca y respiraba entrecortado.
Mateo: ¿con… con quien?
YO: con cualquier chico… y me alejé.
Mateo: se aclaró la voz, y dijo si claro que si… ¿pero por qué me lo dices de esa manera tan provocadora?
Yo: porque hay confianza ¿no?... ¿que creías que te iba a besar? ¿Enserio?
Mateo: no sé! Pero no te hubiera frenado.
En ese momento, le dije que a ver si de en verdad no me frenaba y le plante un beso simple en los labios. Él se quedó paralizado, y le dije, pues si tienes razón, no me frenaste. Al reaccionar no dijo nada, entonces jalo de mi mano y me llevó justo a su boca nuevamente, pero esta vez, su lengua jugaba con la mía y nos fundimos en ese beso, que llegó a excitarnos. Al acercarme más a su cuerpo noté su bulto ya excitado, y la verdad ya me había percatado de que este niño estaba bien dotado.
En eso se alejó de la vergüenza ya que nunca había tenido una experiencia de esta forma. Igual le dije que si no quería que se quedara tranquilo que somos amigos que si se sentía incomodo lo olvidáramos y ya.
Pero en realidad yo deseaba él fuera el primer chico con el cual al menos perder mi virginidad.
Le dije, que debe ser algo normal, ya que también era virgen y que a mi no me gustaría hacerlo obligado. En ese instante volteo y me pregunto: ¿en serio eres virgen? A lo que le respondí: ¡Claro que si!, por que crees que te lo digo.
Mateo: ¿pero tu quieres?...
Yo: sólo si tú quieres… (En este momento me sentí un poco puta diciendo esto, pero creo que el la excitación y sexo te convierte, te libera y quita cualquier tapujo)

Con una sonrisa tímida y su mirada me dijo que si… sin embargo él no sabía que hacer ni que decir, solo temblaba. Pues lo único que se ocurrió decir fue que nos dejáramos llevar. Nos besamos, sus besos eran muy suaves, eran como él… tiernos, dulces y si pudiera decir caballeroso. Perfectos. Sus manos grandes, iban desde mi cuello hasta mis glúteos. Y solo eso me daba un placer enorme que me llevo a un orgasmo. No quería apresurar nada. Pero me interesaba retribuirle el mismo placer o aun más del que me dio solo esas caricias y besos. Seré virgen, pero he aprendido mucho del porno y la lectura, y sé que el mayor placer sexual a un hombre se encuentra en el sexo oral. En realidad también estaba muy nerviosa, pero encantadísima, liberal, lista pues me permití llevar mi mano poco a poco y tocar su miembro por encima de su pantalón, para luego meter mi mano por su ya excitado miembro desnudo. No sé quien de los dos estaba mas en éxtasis. Pero tocarlo, sentirlo caliente, duro y grande me provocaba darle un beso de bienvenida.

Así que lo tiré a mi cama, mientras ya sentía que mi ropa me estorbaba, me quite poco a poco la franela y dejaba al descubierto mi sostén de encaje azul turquesa, el cual dejaba el descubierto mis senos y mostraban mis pezones erectos. Él se incorporó y me tomo por la cintura, la beso hasta llegar a mis pechos los cuales le pedí que los apretara y lamiera, lo cual lo hizo suave y tierno. Ya sentía lo mucho que estaba mojaba. Lo separé de mis senos el cual estaba muy entretenido mientras me quitaba el pantalón y dejaba ver mis panty también turquesa y de encajes. Le pregunté si se masturbaba o si lo haría para mí. Lo cual se puso muy sonrojado. Sin embargo, abrió su pantalón y me mostró aquella pequeña función para mí. Eso me hacia sentir única, deseada, como tener un poder sobre él. Mientras él se tocaba, yo me quité mi panty y también empecé a tocarme, todo era muy embriagante y seductor. Hasta que no aguanté y fui a despojarlo de ese pantalón y su bóxer negro mientras no le quitaba la mirada de encima a su cara llena de placer. Le quite su mano de su miembro y seguí pajeandolo, en eso me acerque a su boca y jugué un poco con mi lengua entre sus labios. Ya no aguantaba más ya veía venir su corrida, así que me fui automáticamente a besar a ese tronco lo cual lo excito aun más y luego de unas cuantas chupadas sentí ese liquido caliente, trague un poco y otro poco se fue cayendo por mis labios hasta llegar a mis pechos, los cual como si fuera una crema los distribuí.

Le pregunté: ¿que tal hasta hora? Lo cual respondió, que bueno haber esperado y haberte esperado.
Nuevamente me incorporé a besarlo, donde él me agarró por la cintura y me hizo sentarme frente a él. Y así frente a frente, le dije que ya estaba preparada, que me penetrara despacio con delicadeza. Nos pusimos yo boca arriba y él boca abajo, mientras sus dedos recorrían hasta llegar a mi clítoris donde le enseñé como me gustaba tocarme. En eso nuevamente lo encendió y mientras le mostraba como meter su dedo en mi súper mojado coño, sentía como su verga crecía y endurecía más y más. Luego de jugar con mi sexo por un rato no puede esperar más y tomé su gran verga y la pase por mi rajita una y otra y otra vez. Ya él tampoco aguantaba, así que me acomodó empezó a besarme los senos y poco a poco la punta de su miembro empezó hacerse paso. Hasta que lentamente empezó a meterlo por completo. Esa sensación de nervios, dolor se vieron apaciguando, con el deseo, la excitación de sus labios. Una vez ya a dentro, hizo una pausa y se preocupo de que si estaba bien.

Nuevamente su sonrisa me trasladó al día en que lo conocí. Y con un si de chica enamorada le dije que me hiciera suya y le declaré que estoy loca por ti. Y le plante un beso en señal de que empezara a penetrarme suavemente.

Al hacerlo fue muy despacio hasta agarrar un ritmo el cual me volvía loca, quería gritar pero estos se convirtieron en gemidos prácticamente sincronizados por los de él. Mientras más me penetraba, más sentía abrir mis piernas, ya nada importaba, estábamos sumergidos en un solo placer, lo que recuerdo de esa noche es que sus gemidos eran tan excitantes como el olor que expedíamos. No sé si eran las hormonas, el sexo, no sé como definirlo. Le suplique que parara porque quería cambiar la posición. Le dije que acabara dentro de mi, mientras me ponía en cuatro para él, lo cual fue detonante de la fuertes embestidas que me hacían ahogar el placer el las almohadas. Minutos después me advirtió que ya estaba a punto, lo cual, apreté mi vagina para sentirlo aun mas y en eso sus embestidas fueron más rápidas y profundas que me hicieron llegar a un orgasmo en el cual grite por el placer donde enseguida se corrió él y dio gemido de manera tan sexy.

Exhaustos, nos acostamos y me abrazó y me dijo que fue la mejor experiencia que ha tenido con una mejor amiga y que no se arrepiente de nada… lo cual yo tampoco y agradezco que esa imagen de niño bueno sólo sea en público, porque una vez en la intimidad solo quiero que me trate como su puta… 🙎‍♂️

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