Chicos, antes que nada, quiero agradecerles la buena onda que tiraron, los puntos, MP’s y comentarios que dejaron por mi anterior post. No soy de escribir absolutamente nada, y pone mucha pila que haya gustado mi relato.
A raíz de eso, me dieron ganas de contarles algunas historias vividas…ya saben, son cosas reales las que cuento donde solo cambio algunos detalles por respeto a la otra parte involucrada.
Hace un tiempo, por mi trabajo, debía llevar adelante la relación comercial con algunos de las compañías clientes más importantes, entre los que había una empresa automotriz, con oficinas en el gran Buenos Aires. Esta gente venía teniendo una serie de problemas, por lo cual me pidieron que me ocupara del tema para tratar de regularizar la relación.
Así es como me pongo en contacto con la empresa, y luego de no menos de 2 meses de mails cortantes, secos, de desplantes y reuniones suspendidas, conseguí que la Gerente de RRHH me atienda. Arpía calculadora, pensaba para mis adentros, “yo también estoy trabajando”, no esta bien que juegues con mi tiempo haciéndome ir, venir, armar mails etc, para siempre encontrar una excusa para suspender.
Trate de dejar la mala predisposición de lado, y luego de manejar un buen rato, llego a las oficinas, me anuncio, y me hacen esperar en la recepción.
Era la mañana de un soleado jueves de invierno.
Después de esperar unos 15’ y creyendo que todo se trataba de un nuevo intento fallido, una voz me dijo…
“Hola, buen día, disculpa que te hice esperar”
Levante la vista y ahí estaba la esquiva clienta…resulto ser que la Gerente de RRHH era una psicóloga de unos treintaypocos, enfundada en un pantalón de vestir azul; el cual debió haber estado prohibido por la Fundación Favaloro para evitar el infarto de miocardio; una camisa blanca, entallada, que hacia resaltar aun mas un pecho rebalsado y redundante de un par de tetas amenazantemente firmes; y una cara sutilmente maquillada, enmarcada por un pelo castaño a penas por debajo de los hombros y dominada por dos almendras que hacían las veces de ojos.
El electro shock fue para los dos…20.000Kwts se descargaron en el ambiente…
¿Vieron eso que siempre se dice de “la piel”, “la química” entre dos personas?, bueno, definitivamente existe…en ese momento éramos 2 alquimistas de la edad media combinando sulfatos y alcaloides, nitratos y clorhídricos, intentando convertir el carbón en diamante…o lo que era más difícil: conseguir que un encuentro que en cualquier otro lugar hubiese devenido en una cama desarmada con sabanas rasgadas, sea apenas una reunión de negocios…
El trayecto a la oficina fue de una complicidad absoluta, de risas nerviosas contenidas que evidenciaban lo obvio: ambos sabíamos como iba a terminar la historia, solo teníamos que encontrar la excusa…
Ya sentados, café mediante, una vez más las disculpas de rutina por la espera…y después de mi respuesta de libreto…”no sé si te voy a poder perdonar…jaja”, increíblemente ella se ocupo de voltear la primer barrera, el contacto físico:
Disparó un no menos guionado “no, de verdad discúlpeme señor!”, al tiempo que sus manos tomaron de rehén a los dedos de mi mano derecha que jugaba con un sobrecito de azúcar…fueron a penas milésimas, pero suficiente para que mi verga se ponga rígida y vigilante…
Desde ese momento, los negocios, dejaron de existir…de alguna forma; mientras yo seguía buscando esa excusa que me sirviera de salvoconducto para llegar a una situación más acorde con lo que había entre mis piernas; terminamos hablando de viajes, y de las fotos de sus últimas vacaciones con su novio…creo que menciono el detalle del novio, solo para ponerle una pizca de morbo a la situación.
Hablábamos, nos reíamos mientras advertía unos pezones que se estaban erizando bajo esa blanca camisa carcelera, sin poder encontrar la forma, el resquicio, la excusa para llevar todo a un plano más allá de lo laboral…
Cuando ya creía que no tenía formas de encontrar un motivo valedero para que no sea chocante verla fuera de la oficina, ella, muy suelta de cuerpo, dio el pié preciso:
-“ay, estoy preocupada porque tengo que viajar a casa matriz a hacer una presentación, y es todo en ingles!, no estoy habituada a exponer en ingles…!”
Como todo un caballero dije:
--“quedate tranquila, no pasa nada…vos sabes hablar inglés…es práctica, nada mas…si lo necesitas, avísame y te doy algunos tips”
Me sentí realizado…, finalmente había podido lanzarle el anzuelo…o sería en realidad que era yo quien acababa de morderlo…?
-“de verdad?!?!, sí! No sabes como te lo agradecería!, me tiene mal ese tema y apenas tengo una semana antes del viaje!”
--“si, desde ya…cero drama, vos avísame cuando te resulta cómodo, y lo vemos en dos patadas”
Tantos años de estudio de idioma, finalmente daban sus frutos…en cuestión de segundos, quedo acordado el encuentro, en su casa, Álvarez Thomas apenas después de cruzar las vías, para el sábado siguiente a las 4 pm.
La reunión terminó, y nos despedimos con un melancólico beso, porque en definitiva, ambos sabíamos que era el último beso que nos daríamos en la mejilla.
De ahí en más, solo hubo que descontarle a las horas minutos, y a los minutos segundos para el sábado a las 16hs.
Afortunadamente, el tiempo, voló, y a las 16:15 del sábado estaba tocando a su portero electrónico…
-“ya bajo!”
Llegaba a ver el marcador del ascensor que descontaba los pisos, y no paraba de imaginar lo que iría a pasar…se abrieron las puertas del elevador, y apareció con su belleza disfrazada de modestia, y decorada con un jean tallado en sus piernas, y una remera ajustadísima de cuello alto blanca que hacía imposible dejar de mirarle las tetas.
-“que bueno que viniste!”
--“obvio, como no iba a venir?!?”
Tensión terrible en el ascensor, otra vez las risas nerviosas, mis ojos intentando en vano dejar de mirarla a toda ella, y una ansiedad propia de un chico en la víspera de navidad.
Ya en el departamento, palabras huecas, vacías, frases dichas sin que ninguno de los dos le prestara mucha atención, y una peligrosa cercanía en un sillón de dos cuerpos. Chispazos en el aire con cada mirada cruzada, mi pija encendida como braza…y un “vení que te muestro el departamento” que busco poner un poco de cordura en la situación.
Fuimos hasta su living, bonito por cierto, bien decorado, y una foto de ella y su novio en una playa…silencio lacónico, y mientras miraba algunos libros que estaban arrumbados por ahí, dando un rápido giro, la sorprendo mirando mi bulto indisimulablemente erecto para ese entonces…se incomodó, empezó a hablar de no se que cosa, iba un paso delante de mí tratando de continuar con la recorrida, y ahí, sin más; sin menos; le tome su mano derecha girándola bruscamente y sin dar lugar a nada, me incruste con un beso en su boca que quiso fingir sorpresa, y que rápidamente venció la mínima resistencia que ofrecía su derrotado pudor…una pared amiga, sirvió de soporte para que por primera vez, estuviéramos ahí, con fuego en la boca, y deseos cayéndosenos por todos lados…
Un “siempre sos así?” le sirvió para poner un alto, y un “para que hago el café” lo sucedió…
Fue a la cocina.
La seguí.
Abrió la alacena, estiro su 1.60mts para alcanzar el frasco de café instantáneo escondido en el estante más alto, para que su jean dejara entrever el amanecer de una tanga deliciosa que hacia fácilmente adivinable que sus muslos estaban prestos para la batalla final…
Sin pensar, lanzado y mas, apoye mi sexo en su cola, rodee con mi brazo derecho su cintura, mientras que con el izquierdo liberaba a su cuello del cabello, para lanzarle una mordida que hubiera puesto colorado al mismísimo Drácula…un suspiro profundo de ella, y mis manos encontrándose finalmente con sus tetas.
Siempre de espaldas a mí, me tomo de la nuca y apretó fuerte su culo contra mi pija…nuevo suspiro, y mi boca se encontró masticando sus labios. Giró hacia mí, y a partir de eso momento a duras penas puedo definir donde empezaba su cuerpo, y donde terminaba el mío…en un aquelarre total, manos ansiosas que se chocaban, que ya habían perdido todo el cuidado y toda forma, la tome por sorpresa y la subí a la mesada…casi en el mismo movimiento le saque la remera de cuello alto para sentir los latidos de su corazón apenas amortiguados por un par de tetas mucho más gloriosas de lo que había adivinado…mi camisa, se fue junto con un suspiro que dejé caer, su boca estaba sobre mí, desenfrenada, rabiosa, lamio mi cuello mientras yo desabrochaba su jean..bajo hambrienta, y empezó a lamerme los pezones, cosa que hizo que mi verga por poco empiece a escupir leche…su corpiño paso a ser pasado, y vengue a mis pezones devorando los suyos…ella gemía, decía mi nombre, yo notaba que me miraba mientras me daba un festín con sus tetas, me agarraba de la nuca y guiaba a mi cabeza por el valle entre sus pechos…de un salto bajo de la mesada, con un tirón, conseguí que su pantalón cayera hasta sus tobillos, automáticamente mis manos estaban hurgando entre sus nalgas y mis muelas mordisqueaban sus rojizos y erectos pezones…sus manos, hábiles como las de un artesano, me liberaron de mi jean, para dejar a mi poronga asomándose por sobre el bóxer…como queriendo ver lo que le esperaba…en segundos, la palma de su mano se llenaba del tronco de mi verga que latía arrítmicamente. Para ese entonces, mis dedos ya se humedecían por el jugo riquísimo que despedía su concha, pelada, inmaculada…el olor a sexo se hacía sentir como un condimento adicional a la faena, cuando con un susurro me dijo:
-“vení, quiero que me cojas en la mesa”
Fuimos hasta el living donde efectivamente había una mesita ratona que permitía que su concha calce justo a la altura de mi pelvis, la senté, me arrodille, corrí su tanga, y empecé a lamer como si su sexo fuera el último del mundo…la humedad me llenaba la boca, sus gemidos, desbordaban mis oídos…me incorporé…al hacerlo, reconocí el portarretrato con la foto de sus últimas vacaciones junto a su chico, por un instante, me sentí culpable, y por 20’ bombee a esa mujer, que me decía las obsenidades más hermosas del mundo…
-“ah…si, así, daleeee….dame pija….quiero tu pija..llename de leche por favor!”
Me agarraba el culo y me metía mas y mas adentro…mi pija se ahogaba adentro de su concha, entraba y salía lubricada como el pistón de un motor V8, me decía…
-“mira, mira como entra y sale! No pares, acabameee…acabameee…!”
Su ombligo se había convertido en el dique que contenía las gotas de sudor que habían empezado a caer por su vientre, y desde mi frente por el pornográfico ejercicio. El sonido sordo de mis huevos golpeteando contra su pelvis…cambiando el ritmo, pasando del desenfreno, a un slow motion que se convertía de golpe en una exhalación…seguía diciendo…
-“hijo de puta como coges!” mientras me tiraba del pelo y con su lengua intentaba llegar hasta mi glotis.
Sus tetas se bamboleaban, la mesa a duras penas alcanzaba a soportar el castigo, su novio desde el portarretrato era testigo de la infidelidad de la Sra. Gerente, cuando finalmente mi pija, inflamada, ocupando su sexo por completo, en un espasmo irrefrenable, la lleno con lo mas blanco de mi…mientras la leche tibia inundaba su concha, ella se empapaba a gritos, dejándome como medallas, 10 uñas marcadas en mi espalda.
No sabría decirles en que idioma cogimos esa tarde, si fue castellano, si fue ingles…pero si les aseguro, que por un ratito, me sentí capaz de hablar todas las lenguas de la Torre de Babel.
Espero que les haya gustado, y como siempre, puedan dar su opinión sin ningún drama.
A raíz de eso, me dieron ganas de contarles algunas historias vividas…ya saben, son cosas reales las que cuento donde solo cambio algunos detalles por respeto a la otra parte involucrada.
Hace un tiempo, por mi trabajo, debía llevar adelante la relación comercial con algunos de las compañías clientes más importantes, entre los que había una empresa automotriz, con oficinas en el gran Buenos Aires. Esta gente venía teniendo una serie de problemas, por lo cual me pidieron que me ocupara del tema para tratar de regularizar la relación.
Así es como me pongo en contacto con la empresa, y luego de no menos de 2 meses de mails cortantes, secos, de desplantes y reuniones suspendidas, conseguí que la Gerente de RRHH me atienda. Arpía calculadora, pensaba para mis adentros, “yo también estoy trabajando”, no esta bien que juegues con mi tiempo haciéndome ir, venir, armar mails etc, para siempre encontrar una excusa para suspender.
Trate de dejar la mala predisposición de lado, y luego de manejar un buen rato, llego a las oficinas, me anuncio, y me hacen esperar en la recepción.
Era la mañana de un soleado jueves de invierno.
Después de esperar unos 15’ y creyendo que todo se trataba de un nuevo intento fallido, una voz me dijo…
“Hola, buen día, disculpa que te hice esperar”
Levante la vista y ahí estaba la esquiva clienta…resulto ser que la Gerente de RRHH era una psicóloga de unos treintaypocos, enfundada en un pantalón de vestir azul; el cual debió haber estado prohibido por la Fundación Favaloro para evitar el infarto de miocardio; una camisa blanca, entallada, que hacia resaltar aun mas un pecho rebalsado y redundante de un par de tetas amenazantemente firmes; y una cara sutilmente maquillada, enmarcada por un pelo castaño a penas por debajo de los hombros y dominada por dos almendras que hacían las veces de ojos.
El electro shock fue para los dos…20.000Kwts se descargaron en el ambiente…
¿Vieron eso que siempre se dice de “la piel”, “la química” entre dos personas?, bueno, definitivamente existe…en ese momento éramos 2 alquimistas de la edad media combinando sulfatos y alcaloides, nitratos y clorhídricos, intentando convertir el carbón en diamante…o lo que era más difícil: conseguir que un encuentro que en cualquier otro lugar hubiese devenido en una cama desarmada con sabanas rasgadas, sea apenas una reunión de negocios…
El trayecto a la oficina fue de una complicidad absoluta, de risas nerviosas contenidas que evidenciaban lo obvio: ambos sabíamos como iba a terminar la historia, solo teníamos que encontrar la excusa…
Ya sentados, café mediante, una vez más las disculpas de rutina por la espera…y después de mi respuesta de libreto…”no sé si te voy a poder perdonar…jaja”, increíblemente ella se ocupo de voltear la primer barrera, el contacto físico:
Disparó un no menos guionado “no, de verdad discúlpeme señor!”, al tiempo que sus manos tomaron de rehén a los dedos de mi mano derecha que jugaba con un sobrecito de azúcar…fueron a penas milésimas, pero suficiente para que mi verga se ponga rígida y vigilante…
Desde ese momento, los negocios, dejaron de existir…de alguna forma; mientras yo seguía buscando esa excusa que me sirviera de salvoconducto para llegar a una situación más acorde con lo que había entre mis piernas; terminamos hablando de viajes, y de las fotos de sus últimas vacaciones con su novio…creo que menciono el detalle del novio, solo para ponerle una pizca de morbo a la situación.
Hablábamos, nos reíamos mientras advertía unos pezones que se estaban erizando bajo esa blanca camisa carcelera, sin poder encontrar la forma, el resquicio, la excusa para llevar todo a un plano más allá de lo laboral…
Cuando ya creía que no tenía formas de encontrar un motivo valedero para que no sea chocante verla fuera de la oficina, ella, muy suelta de cuerpo, dio el pié preciso:
-“ay, estoy preocupada porque tengo que viajar a casa matriz a hacer una presentación, y es todo en ingles!, no estoy habituada a exponer en ingles…!”
Como todo un caballero dije:
--“quedate tranquila, no pasa nada…vos sabes hablar inglés…es práctica, nada mas…si lo necesitas, avísame y te doy algunos tips”
Me sentí realizado…, finalmente había podido lanzarle el anzuelo…o sería en realidad que era yo quien acababa de morderlo…?
-“de verdad?!?!, sí! No sabes como te lo agradecería!, me tiene mal ese tema y apenas tengo una semana antes del viaje!”
--“si, desde ya…cero drama, vos avísame cuando te resulta cómodo, y lo vemos en dos patadas”
Tantos años de estudio de idioma, finalmente daban sus frutos…en cuestión de segundos, quedo acordado el encuentro, en su casa, Álvarez Thomas apenas después de cruzar las vías, para el sábado siguiente a las 4 pm.
La reunión terminó, y nos despedimos con un melancólico beso, porque en definitiva, ambos sabíamos que era el último beso que nos daríamos en la mejilla.
De ahí en más, solo hubo que descontarle a las horas minutos, y a los minutos segundos para el sábado a las 16hs.
Afortunadamente, el tiempo, voló, y a las 16:15 del sábado estaba tocando a su portero electrónico…
-“ya bajo!”
Llegaba a ver el marcador del ascensor que descontaba los pisos, y no paraba de imaginar lo que iría a pasar…se abrieron las puertas del elevador, y apareció con su belleza disfrazada de modestia, y decorada con un jean tallado en sus piernas, y una remera ajustadísima de cuello alto blanca que hacía imposible dejar de mirarle las tetas.
-“que bueno que viniste!”
--“obvio, como no iba a venir?!?”
Tensión terrible en el ascensor, otra vez las risas nerviosas, mis ojos intentando en vano dejar de mirarla a toda ella, y una ansiedad propia de un chico en la víspera de navidad.
Ya en el departamento, palabras huecas, vacías, frases dichas sin que ninguno de los dos le prestara mucha atención, y una peligrosa cercanía en un sillón de dos cuerpos. Chispazos en el aire con cada mirada cruzada, mi pija encendida como braza…y un “vení que te muestro el departamento” que busco poner un poco de cordura en la situación.
Fuimos hasta su living, bonito por cierto, bien decorado, y una foto de ella y su novio en una playa…silencio lacónico, y mientras miraba algunos libros que estaban arrumbados por ahí, dando un rápido giro, la sorprendo mirando mi bulto indisimulablemente erecto para ese entonces…se incomodó, empezó a hablar de no se que cosa, iba un paso delante de mí tratando de continuar con la recorrida, y ahí, sin más; sin menos; le tome su mano derecha girándola bruscamente y sin dar lugar a nada, me incruste con un beso en su boca que quiso fingir sorpresa, y que rápidamente venció la mínima resistencia que ofrecía su derrotado pudor…una pared amiga, sirvió de soporte para que por primera vez, estuviéramos ahí, con fuego en la boca, y deseos cayéndosenos por todos lados…
Un “siempre sos así?” le sirvió para poner un alto, y un “para que hago el café” lo sucedió…
Fue a la cocina.
La seguí.
Abrió la alacena, estiro su 1.60mts para alcanzar el frasco de café instantáneo escondido en el estante más alto, para que su jean dejara entrever el amanecer de una tanga deliciosa que hacia fácilmente adivinable que sus muslos estaban prestos para la batalla final…
Sin pensar, lanzado y mas, apoye mi sexo en su cola, rodee con mi brazo derecho su cintura, mientras que con el izquierdo liberaba a su cuello del cabello, para lanzarle una mordida que hubiera puesto colorado al mismísimo Drácula…un suspiro profundo de ella, y mis manos encontrándose finalmente con sus tetas.
Siempre de espaldas a mí, me tomo de la nuca y apretó fuerte su culo contra mi pija…nuevo suspiro, y mi boca se encontró masticando sus labios. Giró hacia mí, y a partir de eso momento a duras penas puedo definir donde empezaba su cuerpo, y donde terminaba el mío…en un aquelarre total, manos ansiosas que se chocaban, que ya habían perdido todo el cuidado y toda forma, la tome por sorpresa y la subí a la mesada…casi en el mismo movimiento le saque la remera de cuello alto para sentir los latidos de su corazón apenas amortiguados por un par de tetas mucho más gloriosas de lo que había adivinado…mi camisa, se fue junto con un suspiro que dejé caer, su boca estaba sobre mí, desenfrenada, rabiosa, lamio mi cuello mientras yo desabrochaba su jean..bajo hambrienta, y empezó a lamerme los pezones, cosa que hizo que mi verga por poco empiece a escupir leche…su corpiño paso a ser pasado, y vengue a mis pezones devorando los suyos…ella gemía, decía mi nombre, yo notaba que me miraba mientras me daba un festín con sus tetas, me agarraba de la nuca y guiaba a mi cabeza por el valle entre sus pechos…de un salto bajo de la mesada, con un tirón, conseguí que su pantalón cayera hasta sus tobillos, automáticamente mis manos estaban hurgando entre sus nalgas y mis muelas mordisqueaban sus rojizos y erectos pezones…sus manos, hábiles como las de un artesano, me liberaron de mi jean, para dejar a mi poronga asomándose por sobre el bóxer…como queriendo ver lo que le esperaba…en segundos, la palma de su mano se llenaba del tronco de mi verga que latía arrítmicamente. Para ese entonces, mis dedos ya se humedecían por el jugo riquísimo que despedía su concha, pelada, inmaculada…el olor a sexo se hacía sentir como un condimento adicional a la faena, cuando con un susurro me dijo:
-“vení, quiero que me cojas en la mesa”
Fuimos hasta el living donde efectivamente había una mesita ratona que permitía que su concha calce justo a la altura de mi pelvis, la senté, me arrodille, corrí su tanga, y empecé a lamer como si su sexo fuera el último del mundo…la humedad me llenaba la boca, sus gemidos, desbordaban mis oídos…me incorporé…al hacerlo, reconocí el portarretrato con la foto de sus últimas vacaciones junto a su chico, por un instante, me sentí culpable, y por 20’ bombee a esa mujer, que me decía las obsenidades más hermosas del mundo…
-“ah…si, así, daleeee….dame pija….quiero tu pija..llename de leche por favor!”
Me agarraba el culo y me metía mas y mas adentro…mi pija se ahogaba adentro de su concha, entraba y salía lubricada como el pistón de un motor V8, me decía…
-“mira, mira como entra y sale! No pares, acabameee…acabameee…!”
Su ombligo se había convertido en el dique que contenía las gotas de sudor que habían empezado a caer por su vientre, y desde mi frente por el pornográfico ejercicio. El sonido sordo de mis huevos golpeteando contra su pelvis…cambiando el ritmo, pasando del desenfreno, a un slow motion que se convertía de golpe en una exhalación…seguía diciendo…
-“hijo de puta como coges!” mientras me tiraba del pelo y con su lengua intentaba llegar hasta mi glotis.
Sus tetas se bamboleaban, la mesa a duras penas alcanzaba a soportar el castigo, su novio desde el portarretrato era testigo de la infidelidad de la Sra. Gerente, cuando finalmente mi pija, inflamada, ocupando su sexo por completo, en un espasmo irrefrenable, la lleno con lo mas blanco de mi…mientras la leche tibia inundaba su concha, ella se empapaba a gritos, dejándome como medallas, 10 uñas marcadas en mi espalda.
No sabría decirles en que idioma cogimos esa tarde, si fue castellano, si fue ingles…pero si les aseguro, que por un ratito, me sentí capaz de hablar todas las lenguas de la Torre de Babel.
Espero que les haya gustado, y como siempre, puedan dar su opinión sin ningún drama.
21 comentarios - La Gerente de RRHH
Una pequeñisima correccion ante tanta buena lectura............. Los hombres tienen tetillas y no pezones... Estos ultimos son de nosotras, las nenas.
Soy novata y no puedo dar puntos..........aceptame 10, simbólicos
Dale, ni bien publiques tu primer post, lo leo y lo comento.
Gracias por l
Chikabisex, muchas gracias por la observación...muy correcta!
Gracias por la onda. Trataré entonces de seguir contando experiencias vividas
segui aportando!
Q poeta!!!!!!! jejeje
te dejo +5 y ya estas fuera de Novato! felicitaciones!
Y yo ni te cuento!!!
Y estas segura que queres saber lo que sentí?Estas segura que te interesa saber todos las llaves que se giraron en esemomento?Sin duda sos una mujer a la que le gustan los riesgos.Juro, que me encantaria poder decir, que fue un arranque, un impulso.Estaria bueno, que nada se haya movido, que todo estuviese quieto.También por ahí, decirte que abrazarte fue solamente un paso ineludible de unaconversación, y no una necesidad, un balsamo para mi.
Para ser sincero, podría decir, que sucedió absolutamente todo lo necesario,para que, en caso de que la situación fuese otra, me asegurara por todos losmedios, que ni a uno de mis días de vida le falten uno de tus besos de muerte.Y muerte, por que me podes matar cuando quieras. No se por que, ni como, ninada, pero lo se.No entiendo por que tengo que llamarte por telefono apenas 30´ después de habercharlado con vos.No se por que, busco excusas, para robarte 5 besos en el transcurso de 1 hora.No se si quiero saber, por que cuando cierro mis ojos veos los tuyos.
Quiero pedirte disculpas, por que para mi esto es hermoso, pero tal vez paravos, no lo sea tanto.Quiero ayudarte, decime como, decime que necesitas de mi. Solo quiero que seasfeliz, como y con quien vos quieras.Ojala pueda contribuir a esa felicidad, ojala encuentres, aunque sea por el largo de un beso, esa felicidad conmigo.Sos una persona muy bonita. Sos hoy por hoy, algo fundamental para mi.
Gracias por lo del otro dia, no sabes el flash que fue eso para mi. Si las noches perfectas existen, sin dudas el 21 fue una de ellas.Podría decirte mil millones de cosas, y dos mas, pero no se si quisieras escucharlas.No quiero embrollarte la cabeza. No quiero verme beneficiado por el beneficiode la duda.Nada mas te digo, que me encantaria, que necesito para mi vida muchos mas momentos como los del otro día, como los de la otra noche, como los de esa madrugada.A lo mejor, si haces un curso del idioma sin palabras, puedas entender muchomas de todo esto, la proxima vez que te abrace....