Los siguientes dos capítulos de esta historia. Espero que les guste
CAPÍTULO 3
Y detrás de ella, un hombre, al que Rodolfo, con esfuezo, reconoció como uno de los albañiles que estaba refaccionando una parte del edificio, entró y sin más, apretándola contra la pared comenzó a besarla desesperadamente.
-Hace varios días que teníamos que reunirnos.
Ella protestaba.
-Me negué a venir. Estoy cansada de esta situación, si mi marido llegaba a enterarse me mata. No estoy dispuesta a seguir adelante con estos encuentros.
El, sin escucharla le levantó la remera ajustada que usaba y dejó en libertad el mejor par de tetas de la oficina. Allí mismo comenzó a chupárselas en forma brutal. Marta, mientras tanto insistía con su oposición.
- Detente de inmediato. Vine a decirte que esto se terminó. Respeta mi decisión como mujer casada que soy. Andate y no me persigas más, mientras lo golpeaba con sus manos en la espalda.
Era evidente que este hombre no era justamente delicado para tratar a las mujeres, pero a Marta parecía gustarle. Además su contextura física hacía juego con el estilo que utilizaba. Era moreno de no menos de 1,90 mts. y con una espalda que mostraba a las claras que realizaba trabajos pesados o gran cantidad de ejercicios.
Luego de chuparle las tetas hasta dejárselas enrojecidas, le levantó la pollera por encima de la cintura, y sin miramientos le arrancó la bombacha, tirándola a su compañera que se resistía, en el piso.
-Después hablamos de todo esto, pero ahora estoy al palo y no me voy a ir de acá hasta que me queden los huevos secos.
Con su presa en el suelo, se abalanzó sobre ella y bloquendo los brazos de la mujer con sus tobillos, con sus poderosas manos separó sus piernas y metiendo su cabeza entre ellas, comenzó a chuparle la concha primero con lengüetazos largos que recorrían toda su entrepierna y luego, metiéndole la lengua bien adentro de su vagina.
-No pienso dejar que hagas esto , y como respuesta, el macho giró 180 º , quedando debajo de su pareja la que apoyó sus manos en el piso y quedando el bulto del macho frente a su cara, mientras el seguía su trabajo de lengua. La dejó un momento y dijo:
- Si querés que esto termine rápido empezá a chupármela. Sabés que no vas a evitar que te clave. Lo que tarde en gozar depende de lo que me calientes.
Rodolfo, ya muy excitado extrajo su verga y comenzó a masturbarse suavemente mientras seguí anhelante las escabrosas escenas que el televisor mostraba.
Marta, protestado, le desabrochó el pantalón, y liberó un falo largo y grueso, que se puso con reticencia en la boca, aunque no todo dado el tamaño que tenía y comenzó a masturbarlo con sus labios. Su pareja ante esta sensación arremetió con más fuerza contra su concha, mordisquéandola y chupándola con desesperación.
Estos trabajos siguieron hasta que el hombre, dejando de chuparla dijo:
- Bueno, basta de mamarme. No me vas a hacer acabar y tengo ganas de cogerte. La empujó haciendola caer de costado en el piso, donde se quedó quieta, y el poniéndose de pie la levantó de un tirón, la colocó contra la pared . Poniendo sus manos entre sus piernas la levantó tomándola de las nalgas, de manera que las piernas de ella envolvieron su cintura.
- Agarrala y metetela .Y ella, dirigiendo la verga consiguió meterla en la ranura.
Primero le metió la cabeza y jugueteó en esa posición metiéndola y sacándola, y poco a poco, se la fue haciendo comer hasta que el pedazo íntegro encontró alojamiento, sin que uno se imagine como, dentro de su concha. Y allí empezó el verdadero show.
La forma en que este hombre comenzó a sacudirla fue bestial, y Marta totalmente entregada lo único que atinaba a hacer era aferrarse a los cabellos de su macho y tirarse hacia atrás de manera que la penetración fuera total. Esto siguió por no menos de diez minutos.
Rodolfo comenzó a acelerar su paja, siguiendo las escenas que veía.
De pronto el hombre se quedó quieto con su verga casi totalmente afuera. Solo se veía la cabeza ubicada entre los labios vaginales de la hembra.
-Tenés razón, siento que esto no te gusta; nunca más te voy a coger; te voy a dejar tranquila, hasta que se vió que la hembra desesperada traba de empalarse, cosa que no conseguía porque el macho la mantenía a distancia sin penetrarla.
-¡ Me encanta como me cogés, guacho, me volvés loca, dale mátame, metemela toda, no puedo más! Gritó Marta al borde de las lágrimas. El hombre la miró y sonriendo la clavó hasta el fondo comenzando a martillarla como si quisiera despedazarla. Con este tratamiento la hembra comenzó a acabar desesperadamente. Rodolfo pudo detectar al menos 2 ó 3 orgasmos seguidos.
Por fín, la bajó de sus brazos y Marta se deslizó hasta el suelo exhausta. El hombre, aún con la verga dura dijo :
-Hoy te voy a hacer tomar la leche , y sin más hizo que se arrodillara y la obligó a meterse la verga en la boca.
-Para que veas que no soy tan malo , te voy a ayudar, y comenzó a masturbarse, siempre con el pene en la boca de la hembra y en unos minutos acabó. Gran cantidad de semen salió de la boca de Marta que no podía tragarse todo, aunque trataba, y al hombre aferrarle la cabeza tratando de metérsela hasta la garganta. Rodolfo en ese momento no aguantó mas y apretando fuerte su pija emitió espesos chorros de semen que fueron a perderse sobre el piso.
Habiendo satisfecho sus deseos a voluntad, el albañil se levantó, se vistió y dándole un rápido beso en la frente le dijo " Me voy a seguir trabajando, cuando te tenga ganas te vuelvo a llamar y tratá de no negarte, porque me voy a poner nervioso y te voy a volver a hacer el culo como la otra vez” le dijo, y salió del baño, dejando a su compañera arrodillada y con su cara y pechos sucios de semen, casi sin aliento. Para sorpresa de Rodolfo, fue limpiando con sus dedos el semen que la embadurnaba y luego se los metía en la boca saboreando el licor del macho. Rodolfo trató de imaginarse que pasaba por su cabeza en ese momento. ¿ Su esposo, al que hacía cornudo de esta manera? ¿ Sus hijos? . Evidentemente nada de eso. La vio como cerró los ojos y allí, arrodillada en el medio del baño, tuvo otro orgasmo que la dejó tirada en el piso.
Le costó unos minutos recuperarse, se levantó, se lavo, se vistió y se fue. Rodolfo pensó que iría a su casa, donde le contaría a su marido lo cansada que estaba de estos trabajos fuera de hora, y como la explotaban en el trabajo.
Nuestro amigo se quedó de una pieza. Nunca se hubiera imaginado a la tímida Marta en esta situación, pero realmente no tenía porque sorprenderse. En definitiva todos eramos seres humanos y teníamos los mismos apetitos y deseos. Algunos más ocultos, otros más expuestos.
CAPÍTULO 4
A partir de los resultados obtenidos, Rodolfo decidió efectuar un seguimiento de todos los que trabajaban en la oficina, en diferentes horarios, y en diferentes lugares, para tratar de conocer la vida íntima de todos sus compañeros de trabajo.
Y comenzó a preguntarse, que relaciones ocultas habría en este juego de poder que es toda empresa donde participan varias personas.
Al poco tiempo de comenzar con este plan, se hizo necesario tomar una nueva empleada, y ante la necesidad laboral que hay en estos momentos, numerosas jóvenes se presentaron a pedir el puesto.
Se decidió tomar primero una prueba de conocimiento de PC, contabilidad, administración, para terminar con una entrevista con el Gerente.
De estos exámenes resultaron preseleccionadas dos jóvenes, Karina y Mabel, una rubia y la otra morocha, una alta y la otra menudita, pero ambas muy bonitas , simpáticas y despiertas, y sobre todo necesitadas del trabajo.
Rodolfo decidió ubicar la cámara en el despacho del Gerente a efectos de observar la entrevista, la que se haría, casualmente fuera del horario de trabajo, lo que le llamó la atención.
Una entrevista se pactó para un miércoles y la otra para un viernes, y ambas fueron grabadas .
Y el sábado, fue inolvidable.
Karina, la rubia alta ingresó a la oficina con mucha timidez, vestida con un traje sastre de saco y pantalón muy sobrio tal como ella era, y se sentó recatadamente, entablándose un diálogo con el gerente en el cuál este hacía gala de una simpatía que no se le conocía.
Luego de un rato, el gerente se acercó y el diálogo se hizo más íntimo, preguntándole el Gerente si tenía novio, que experiencia tenía de sus relaciones con hombres, y si necesitaba mucho el trabajo, notándose la sorpresa y desorientación de la jóven ante lo que decía el jefe.
Por fín, sacándose la máscara de simpatía, comenzó a ponerse serio y desde la posición de fuerza de su cargo comenzó a presionar notoriamente a la jóven que cada vez se hundía más en su sillón.
-Mire señorita, hay cientos de chicas dispuestas a hacer cualquier cosa por este puesto. Y cuando digo cualquier cosa, me refiero a cosas mucho más comprometidas que darle el gusto a un pobre viejo , y diciendo esto, se acercó hasta ella y abriéndose la bragueta, sacó su verga colocándosela delante de la cara.
La joven hacía gestos negativos con la cabeza.
-Usted de equivoca, yo no soy esa clase de chica .
-Nena o te lo ponés en la boca, o te buscás otro trabajo, y el único que vas a conseguir es revoleando la cartera en alguna esquina, dijo el degenerado, amenazante. Por fin, tímidamente se llevó su pene a la boca.
Se notaba claramente el asco de la joven, pero como el gerente estaba con los ojos cerrados se limitaba a gozar sin importarle su pareja del momento.
-Buena chica ,repetía, Buena chica.
Luego de unos minutos, y diciendo " no hace falta que hoy avancemos más" sacó su pija de la boca de Karina y guardándola en los pantalones le hizo señas de que se retirara. Aprovechó el darse vuelta de ella para tocarle lascivamente el trasero.
-Te voy a tomar a prueba, y la prueba va a ser total.
Siguió trabajando, pero se lo veía claramente insatisfecho, así que levantó el teléfono y llamó a Susana a su casa, ordenándole que viniera de inmediato que tenía un trabajo especial para ella.
Al rato vimos ingresar a Susana.
-Tu especialidad, dijo el gerente, ante lo que ella se arrodilló y entrando bajo el escritorio, claramente se notaba que le estaba chupando la pija, mientras el Sr. Hernández la elogiaba de un modo muy particular:
-No servís para otra cosa pero chupando pijas son incomparable. Ahora metétela hasta el fondo que voy a acabar. Y diciendo esto el animal alcanzó el orgasmo echándose hacia atrás y gozando mucho.
Salió luego Susana de debajo del escritorio limpiándose la boca.
-Si no necesita nada más vuelvo a mi casa .
-Esta bien. Si se me vuelve a parar te llamo.
Realmente, estaban dirigidos por un degenerado que no tenia miramientos alguno para con sus empleadas. Rodolfo comenzó a preguntarse si todas habían pasado por su verga, pero había algunas que ya estaban en la empresa cuando llegó este sádico y no se sabía hasta donde había llegado. Realmente, una vigilancia más completa de su oficina podía ser interesante.
CAPÍTULO 3
Y detrás de ella, un hombre, al que Rodolfo, con esfuezo, reconoció como uno de los albañiles que estaba refaccionando una parte del edificio, entró y sin más, apretándola contra la pared comenzó a besarla desesperadamente.
-Hace varios días que teníamos que reunirnos.
Ella protestaba.
-Me negué a venir. Estoy cansada de esta situación, si mi marido llegaba a enterarse me mata. No estoy dispuesta a seguir adelante con estos encuentros.
El, sin escucharla le levantó la remera ajustada que usaba y dejó en libertad el mejor par de tetas de la oficina. Allí mismo comenzó a chupárselas en forma brutal. Marta, mientras tanto insistía con su oposición.
- Detente de inmediato. Vine a decirte que esto se terminó. Respeta mi decisión como mujer casada que soy. Andate y no me persigas más, mientras lo golpeaba con sus manos en la espalda.
Era evidente que este hombre no era justamente delicado para tratar a las mujeres, pero a Marta parecía gustarle. Además su contextura física hacía juego con el estilo que utilizaba. Era moreno de no menos de 1,90 mts. y con una espalda que mostraba a las claras que realizaba trabajos pesados o gran cantidad de ejercicios.
Luego de chuparle las tetas hasta dejárselas enrojecidas, le levantó la pollera por encima de la cintura, y sin miramientos le arrancó la bombacha, tirándola a su compañera que se resistía, en el piso.
-Después hablamos de todo esto, pero ahora estoy al palo y no me voy a ir de acá hasta que me queden los huevos secos.
Con su presa en el suelo, se abalanzó sobre ella y bloquendo los brazos de la mujer con sus tobillos, con sus poderosas manos separó sus piernas y metiendo su cabeza entre ellas, comenzó a chuparle la concha primero con lengüetazos largos que recorrían toda su entrepierna y luego, metiéndole la lengua bien adentro de su vagina.
-No pienso dejar que hagas esto , y como respuesta, el macho giró 180 º , quedando debajo de su pareja la que apoyó sus manos en el piso y quedando el bulto del macho frente a su cara, mientras el seguía su trabajo de lengua. La dejó un momento y dijo:
- Si querés que esto termine rápido empezá a chupármela. Sabés que no vas a evitar que te clave. Lo que tarde en gozar depende de lo que me calientes.
Rodolfo, ya muy excitado extrajo su verga y comenzó a masturbarse suavemente mientras seguí anhelante las escabrosas escenas que el televisor mostraba.
Marta, protestado, le desabrochó el pantalón, y liberó un falo largo y grueso, que se puso con reticencia en la boca, aunque no todo dado el tamaño que tenía y comenzó a masturbarlo con sus labios. Su pareja ante esta sensación arremetió con más fuerza contra su concha, mordisquéandola y chupándola con desesperación.
Estos trabajos siguieron hasta que el hombre, dejando de chuparla dijo:
- Bueno, basta de mamarme. No me vas a hacer acabar y tengo ganas de cogerte. La empujó haciendola caer de costado en el piso, donde se quedó quieta, y el poniéndose de pie la levantó de un tirón, la colocó contra la pared . Poniendo sus manos entre sus piernas la levantó tomándola de las nalgas, de manera que las piernas de ella envolvieron su cintura.
- Agarrala y metetela .Y ella, dirigiendo la verga consiguió meterla en la ranura.
Primero le metió la cabeza y jugueteó en esa posición metiéndola y sacándola, y poco a poco, se la fue haciendo comer hasta que el pedazo íntegro encontró alojamiento, sin que uno se imagine como, dentro de su concha. Y allí empezó el verdadero show.
La forma en que este hombre comenzó a sacudirla fue bestial, y Marta totalmente entregada lo único que atinaba a hacer era aferrarse a los cabellos de su macho y tirarse hacia atrás de manera que la penetración fuera total. Esto siguió por no menos de diez minutos.
Rodolfo comenzó a acelerar su paja, siguiendo las escenas que veía.
De pronto el hombre se quedó quieto con su verga casi totalmente afuera. Solo se veía la cabeza ubicada entre los labios vaginales de la hembra.
-Tenés razón, siento que esto no te gusta; nunca más te voy a coger; te voy a dejar tranquila, hasta que se vió que la hembra desesperada traba de empalarse, cosa que no conseguía porque el macho la mantenía a distancia sin penetrarla.
-¡ Me encanta como me cogés, guacho, me volvés loca, dale mátame, metemela toda, no puedo más! Gritó Marta al borde de las lágrimas. El hombre la miró y sonriendo la clavó hasta el fondo comenzando a martillarla como si quisiera despedazarla. Con este tratamiento la hembra comenzó a acabar desesperadamente. Rodolfo pudo detectar al menos 2 ó 3 orgasmos seguidos.
Por fín, la bajó de sus brazos y Marta se deslizó hasta el suelo exhausta. El hombre, aún con la verga dura dijo :
-Hoy te voy a hacer tomar la leche , y sin más hizo que se arrodillara y la obligó a meterse la verga en la boca.
-Para que veas que no soy tan malo , te voy a ayudar, y comenzó a masturbarse, siempre con el pene en la boca de la hembra y en unos minutos acabó. Gran cantidad de semen salió de la boca de Marta que no podía tragarse todo, aunque trataba, y al hombre aferrarle la cabeza tratando de metérsela hasta la garganta. Rodolfo en ese momento no aguantó mas y apretando fuerte su pija emitió espesos chorros de semen que fueron a perderse sobre el piso.
Habiendo satisfecho sus deseos a voluntad, el albañil se levantó, se vistió y dándole un rápido beso en la frente le dijo " Me voy a seguir trabajando, cuando te tenga ganas te vuelvo a llamar y tratá de no negarte, porque me voy a poner nervioso y te voy a volver a hacer el culo como la otra vez” le dijo, y salió del baño, dejando a su compañera arrodillada y con su cara y pechos sucios de semen, casi sin aliento. Para sorpresa de Rodolfo, fue limpiando con sus dedos el semen que la embadurnaba y luego se los metía en la boca saboreando el licor del macho. Rodolfo trató de imaginarse que pasaba por su cabeza en ese momento. ¿ Su esposo, al que hacía cornudo de esta manera? ¿ Sus hijos? . Evidentemente nada de eso. La vio como cerró los ojos y allí, arrodillada en el medio del baño, tuvo otro orgasmo que la dejó tirada en el piso.
Le costó unos minutos recuperarse, se levantó, se lavo, se vistió y se fue. Rodolfo pensó que iría a su casa, donde le contaría a su marido lo cansada que estaba de estos trabajos fuera de hora, y como la explotaban en el trabajo.
Nuestro amigo se quedó de una pieza. Nunca se hubiera imaginado a la tímida Marta en esta situación, pero realmente no tenía porque sorprenderse. En definitiva todos eramos seres humanos y teníamos los mismos apetitos y deseos. Algunos más ocultos, otros más expuestos.
CAPÍTULO 4
A partir de los resultados obtenidos, Rodolfo decidió efectuar un seguimiento de todos los que trabajaban en la oficina, en diferentes horarios, y en diferentes lugares, para tratar de conocer la vida íntima de todos sus compañeros de trabajo.
Y comenzó a preguntarse, que relaciones ocultas habría en este juego de poder que es toda empresa donde participan varias personas.
Al poco tiempo de comenzar con este plan, se hizo necesario tomar una nueva empleada, y ante la necesidad laboral que hay en estos momentos, numerosas jóvenes se presentaron a pedir el puesto.
Se decidió tomar primero una prueba de conocimiento de PC, contabilidad, administración, para terminar con una entrevista con el Gerente.
De estos exámenes resultaron preseleccionadas dos jóvenes, Karina y Mabel, una rubia y la otra morocha, una alta y la otra menudita, pero ambas muy bonitas , simpáticas y despiertas, y sobre todo necesitadas del trabajo.
Rodolfo decidió ubicar la cámara en el despacho del Gerente a efectos de observar la entrevista, la que se haría, casualmente fuera del horario de trabajo, lo que le llamó la atención.
Una entrevista se pactó para un miércoles y la otra para un viernes, y ambas fueron grabadas .
Y el sábado, fue inolvidable.
Karina, la rubia alta ingresó a la oficina con mucha timidez, vestida con un traje sastre de saco y pantalón muy sobrio tal como ella era, y se sentó recatadamente, entablándose un diálogo con el gerente en el cuál este hacía gala de una simpatía que no se le conocía.
Luego de un rato, el gerente se acercó y el diálogo se hizo más íntimo, preguntándole el Gerente si tenía novio, que experiencia tenía de sus relaciones con hombres, y si necesitaba mucho el trabajo, notándose la sorpresa y desorientación de la jóven ante lo que decía el jefe.
Por fín, sacándose la máscara de simpatía, comenzó a ponerse serio y desde la posición de fuerza de su cargo comenzó a presionar notoriamente a la jóven que cada vez se hundía más en su sillón.
-Mire señorita, hay cientos de chicas dispuestas a hacer cualquier cosa por este puesto. Y cuando digo cualquier cosa, me refiero a cosas mucho más comprometidas que darle el gusto a un pobre viejo , y diciendo esto, se acercó hasta ella y abriéndose la bragueta, sacó su verga colocándosela delante de la cara.
La joven hacía gestos negativos con la cabeza.
-Usted de equivoca, yo no soy esa clase de chica .
-Nena o te lo ponés en la boca, o te buscás otro trabajo, y el único que vas a conseguir es revoleando la cartera en alguna esquina, dijo el degenerado, amenazante. Por fin, tímidamente se llevó su pene a la boca.
Se notaba claramente el asco de la joven, pero como el gerente estaba con los ojos cerrados se limitaba a gozar sin importarle su pareja del momento.
-Buena chica ,repetía, Buena chica.
Luego de unos minutos, y diciendo " no hace falta que hoy avancemos más" sacó su pija de la boca de Karina y guardándola en los pantalones le hizo señas de que se retirara. Aprovechó el darse vuelta de ella para tocarle lascivamente el trasero.
-Te voy a tomar a prueba, y la prueba va a ser total.
Siguió trabajando, pero se lo veía claramente insatisfecho, así que levantó el teléfono y llamó a Susana a su casa, ordenándole que viniera de inmediato que tenía un trabajo especial para ella.
Al rato vimos ingresar a Susana.
-Tu especialidad, dijo el gerente, ante lo que ella se arrodilló y entrando bajo el escritorio, claramente se notaba que le estaba chupando la pija, mientras el Sr. Hernández la elogiaba de un modo muy particular:
-No servís para otra cosa pero chupando pijas son incomparable. Ahora metétela hasta el fondo que voy a acabar. Y diciendo esto el animal alcanzó el orgasmo echándose hacia atrás y gozando mucho.
Salió luego Susana de debajo del escritorio limpiándose la boca.
-Si no necesita nada más vuelvo a mi casa .
-Esta bien. Si se me vuelve a parar te llamo.
Realmente, estaban dirigidos por un degenerado que no tenia miramientos alguno para con sus empleadas. Rodolfo comenzó a preguntarse si todas habían pasado por su verga, pero había algunas que ya estaban en la empresa cuando llegó este sádico y no se sabía hasta donde había llegado. Realmente, una vigilancia más completa de su oficina podía ser interesante.
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