Yo ya sabía que al Tano, como a mi, le gustaban todas. Bien fiestero y jodón, primero comenzamos tocándonos las pijas en las duchas del camping donde trabaja y le gustaba ver porno en bolas. Una noche me animé y lo masturbé. El me devolvió la gentileza, pero solo hasta ahí. Me quedé con ganas de más.
Un tiempo más tarde me puse de novio y con mi novia fuimos al camping a pasar el finde. Debo decir que estaba buena y cuando el Tano la vio se le fueron los ojos. Me dijo por lo bajo "Que hermoso orto que tiene, ya se lo hiciste?" mientras ligeramente me tocó la pija...
Me hice el boludo y seguí. A la tarde nos fuimos a la pileta y comenzamos a franelear. En un tiro veo al Tano allá detrás del mostrador. Sabía que estaba haciendo. Fui con la excusa de una gaseosas y noté debajo de su pantalón esa verga durísima, a punto de explotar. "Me tiene loco la pendeja" fue lo que me dijo.
A la noche mi novia se fue a duchar en la habitación y yo tenía ganas de cojer, sobre todo por ese buto que había advertido en en Tano.
Salió y yo la esperaba con la pija a mil. Se arrodilló y con sus tetas comenzó a pajearme para luego tragársela y luego cabalgar y ya al acabar, hacerlo en su boca...
Solo luego de eso me acordé de la costumbre del Tano de espiar a través de agujeros simulados en la pared...
A la mañana siguiente fui a verlo y le pregunté. Por supuesto que se había hecho la paja viendonos...
A la noche se repitió. Pero algo cambió. Mi novia sacó su vibrador para que la penetrara mientras le chupaba esa concha rica. Y entonces vi como una pija enorme se ponía en lugar del vibrador. Era el Tano. Primero la agarré con la mano y me la llevé a la bocar para darle una buena mamada. Eso lo vio mi novia en el espejo de la pared y no pareció importarle. Después de unas cuantas cogidas del Tano hacia ella, que a su vez me mamaba la pija como una loca, puse mi culo para que ella me lo atravesara con el vibrador... Yo gozaba una vez más como una puta, mientras ella seguía cojiendo con el otro.
-Ahora te toca a vos desvirgarme
Y me entregé ese ojete delicioso que tanto desaeba el Tano, que se limitó a pajearse en la boca de mi novia mientras yo entraba y salía de ese delicioso culito. Al final el Tano acabó sobre nosotros y nos besábamos pasandonos la leche del tano.
Luego me tocó a mi acabar dentro del agujerito de la zorra y el Tano pasó la lengua por ahí. Esperamos un rato y fuimos por segunda vez, pero esta vez yo cogiéndolo a él mientras mi novia se llenaba la boca con su verga. A partir de ahí fuimos un poco más seguido al camping. Y no hacía falta ver más porno en DVD, lo hacíamos ahí en vivo y en directo
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