Cogiendo con la amiga de mi madre
Un poco de contexto: esta es una amiga del club de jardineria de mi mama, en ese club hay mujeres de muchas edades y ella era de las menores, tenia entonces 38 años. Se llama Laura y es una mujer hermosa, de cintura delgada, senos grandes y bastante firmes y lo mejor, un culo hermoso. A ella le gusta usar pantalones de mezclilla entallados, por lo que aun antes de cogermela ya habia yo imaginado su bello trasero. Yo la conocia de tiempo atrás, ya que con alguna frecuencia iba a la casa con mi madre. Yo en aquel entonces tenia 20 años.
La historia comienza un dia de verano en que yo estaba de vacaciones de flojo en la casa, mi mama me pidio que le llevara a su amiga Laura unos floreros que iban a requerir para una exhibicion ese fin de semana. Haciendome un poco del rogar, accedi, por lo que me puse unas bermudas y una t-shirt y me enfile hacia su casa, que estaba a pocos minutos de la nuestra.
Al llegar toque el timbre y fue ella misma la que abrio la puerta. Se notaba que estaba haciendo ejercicio, ya que traia puestos unos pants azules como de lycra , que se ajustaban perfectamente a su lindo trasero, y una camiseta blanca sin mangas. Llevaba su cabello recogido en lo que se conoce como una "cola de caballo". Inmediatamente me di cuenta que no llevaba sosten, ya que sus pezones se alcanzaban a ver ligeramente debajo de su blusa. Ella se dio cuenta que yo me habia quedado viendo su busto porque fingio una tos que me saco de mi trance, al verme sorprendido senti una verguenza enorme, senti como mi cara se sonrojaba y evite a toda costa verla a los ojos.
Finalmente le dije que traia unos jarrones que me habia dado mi mama y me pidio los bajara del auto y se los pusiera en una salita en su casa. Mientras bajaba los jarrones no deje de pensar en lo rica que estaba y en la increíble figura que tenia para una mujer de su edad. Cuando baje el ultimo, eran cuatro, me ofrecio si no queria pasar un momento y tomar algo, a lo que timidamente accedi. Me trajo una coca y comenzo a trabajar en los jarrones, poniendo flores y algunas ramas. Yo apenas prestaba atención a sus trabajos, ya que ella me daba la espalda por lo que tenia frente a mi su increíbles nalgas en esos pants tan ajustados. Para cuando acordé, mi verga estaba dura como un fierro y hasta creo que empece a sudar.
Ella iba y venia de un lado al otro, trayendo consigo mas plantas y listones. Fue en una de sus vueltas que ella noto mi exitacion, ya que mi ereccion era evidente y el bulto se marcaba en mis bermudas. Ella miro fijamente mi entrepierna y fue entonces en que yo sin pensarlo fingí una tos por lo que ella solto una carcajada. Sin la menor vergüenza volteo a verme y me dijo "Miguel, que es eso que tienes ahí?" Claro esta que en ese momento no pude decir una sola palabra, apenas pude soltar una risilla nerviosa y balbucear algunas incoherencias. Ella guiño un ojo y rio picaramente y como si nada hubiera pasado prosiguió con su trabajo.
Comenzo a hacerme preguntas ligeras sobre la universidad y mis vacaciones y mis amigos, etc. Finalmente me preguntó que si tenia novia a lo que conteste que no, que habia cortado unos meses atrás. Me preguntó si mi ex-novia era bonita y la edad que ella tenía. Yo le dije que era una niña muy guapa de 18 años pero que habiamos cortado porque siempre estabamos peleando. Luego ella volteo a verme y se puso frente a mi y sin mas me pregunto que si yo la encontraba atractiva. Me imagino que la respuesta era obvia, ya que mi verga continuaba tan parada como el asta de una bandera, pero otra vez fui incapaz de articular palabras. Yo sabia que mi ereccion era muy notoria, por lo que habia metido las manos en los bolsillos para tratar de disimular. Ella volvio a fijar su vista en mis bermudas mientras sonreia y me pidio que me sentara un momento en el sofa que estaba en la habitación.
Yo intente excusarme inventando otros encargos pero ella insistio, y suavemente toco mi hombro empujandome hacia el sofa. Se sento a mi lado y volvio a preguntarme si la encontraba atractiva. Conteste que claro, que ella era una mujer muy guapa y que se notaba que se cuidaba mucho. Todo esto lo dije ahora si francamente sudando y tontamente con mis manos en los bolsillos, aunque ahora la ereccion era imposible de ocultar; mis bermudas parecian una tienda de acampar. Ella tomo mi brazo y sacando mi mano de las bermudas dijo "Eso que tienes ahí no es tu otra mano verdad?" En ese momento toco ligeramente con su mano mis bermudas por lo que yo me puse de pie de un solo salto, ahora si con la firme resolucion de salir inmediatamente de la casa.
Ella volvio a reir y tomando mi brazo nuevamente hizo que me volviera a sentar. Me dijo que no me preocupara, que solo queria platicar conmigo. Que ella estaba sola en la casa ya que su marido estaba trabajando y sus dos hijas estaban de campamento de verano. Estabamos pegados el uno al otro, por lo que de vez en vez sus pechos rozaban mi camisa. Yo estaba confundido entre la vergüenza que sentia y al mismo tiempo lo caliente de todo mi cuerpo. Por una parte queria salir corriendo pero por la otra apenas podia contener las ganas de lanzarme sobre ella.
Me platico que su marido era 10 años mayor que ella, y que últimamente el no habia podido darle lo que una mujer de su edad necesitaba. Yo no podia creer lo que me estaba pasando, y hacia una esfuerzo enorme por verla a los ojos y no perderme en esos pechos que me apuntaban fijamente. Volvio a acariciar mis bermudas y esta vez no puse resistencia. Creo que el saber que estabamos solos en la casa me habia dado algo de tranquilidad, ademas que estaba yo a mil; pensaba que si ella volvia a tocarme una vez mas terminaria ahí mismo en el sofa.
Al ver que yo la dejaba tocarme, procedio a hacerlo con mas fuerza. No estoy seguro que me decia, ya que yo estaba atonito ante la situación, pero recuerdo que ella seguia acariciandome el short mientras intercambiaba miradas conmigo y con mi bulto. Dijo algo sobre lo hermosa que era la juventud, y que recordaba cuando hacia el amor a mi edad. Que entonces los muchachos no tenian problema para tener una erección, como yo en ese momento.
Prácticamente sin que yo me diera cuenta ella ya habia desabrochado mis bermudas y ahora solo mis calzoncillos separaban sus manos de mi miembro. Aquí hago un pequeño comercial: probablemente no tengo la verga más grande de la ciudad, pero si me defiendo. Ella me veia con unos ojos enormes, como si tambien apenas pudiera contener las ganas de montarse sobre mi.
Siguió sobandome hasta que saco mi verga de mis boxers y comenzo a masturbarme suavemente. Todo esto pasaba mientras yo tenia mis manos a los lados, sin siquiera haber intentado tocarle sus pechos. Fue cuando ella saco mi verga que empece a tocar torpemente sus senos, finalmente se quito su camisa y pude gozar de una imagen sin igual, unos senos grandes y bastante firmes, de pezones rozados que se ponian duros conforme yo los acariciaba.
De repente, ella se levanto, me dijo "Esperame" y salio de la salita. Yo me asusté, en una fraccion de segundo me imagine a su marido llegando a la casa y las terribles consecuencias que vendrían, ¿como explicar en mi casa que estaba yo haciendo? Sin pensar me abroche las bermudas y me dispuse a buscar salir tan pronto me fuera posible.
Ella regresó unos segundos después, sus hermosos pechos moviendose rítmicamente a cada paso que daba. "¿Qué haces?" me pregunto. "Sientate por favor que ahora no me dejas asi!" Confundido le pregunte que ha donde habia ido, que si habia llegado alguien, en ese momento rio a carcajadas y me mostró el condon que habia traido. No pude más que echarme a reir, no supe si de nervios o de felicidad, pero el caso es que reimos juntos.
Me senté nuevamente en el sofa y fue entonces que ella se quito sus pantalones… no lo podia creer! Que nalgas mas ricas tenia yo frente de mi. Llevaba puesta una media tanga blanca que dejaba ver sus redondeces, le dije lo hermosa que era y lo mucho que siempre me habia gustado. Mientras ella se desvestía yo hacia lo propio, me baje las bermudas hasta los tobillos y me quite mi camisa. Al ella desprenderse de su tanga pude ver su hermosa concha, con su vello pubico perfectamente cuidado. Se hinco frente de mi y tomando mi verga le dio un suave beso, no la mamo, solo la beso. Me puso el condon y se sento sobre mi, dandome la espalda. Con su mano guio mi verga a su vagina y empezo a culear. Comenzo con gemidos timidos pero al final gritaba de placer. Yo al ver esas nalgas sobre mi enloquecia de placer, sentia que iba a estallar en cualquier momento. Lo que empezo suavemente se convertia en un ritmo frenetico, donde ella era la dueña de las acciones, ya que al estar montada sobre mi ella era la que marcaba el ritmo y la profundidad.
Cuando crei que ya no soportaria mas le dije "Ahora me toca a mi", me levanté y la puse de rodillas en el sillón, así la penetré "de perrito". Tomando su cadera con fuerza, introduje mi verga lo más profundo que pude. A ella le gustaba pues jadeaba y reia de placer. Yo sudaba profusamente y hacia un esfuerzo enorme por no venirme. Finalmente no pude más y exploté en el condon. Estaba exhausto por lo que cai rendido en el sillón. Ella, igualmente cansada, se sento a mi lado y me alcanzo una toalla que utilice para limpiarme el semen.
Acordamos que guardaríamos completo secreto del episodio, y que de lo posible lo repetiríamos nuevamente en algun motel para poder coger a gusto. Cosa que hicimos, pero eso, es otra historia…
Un poco de contexto: esta es una amiga del club de jardineria de mi mama, en ese club hay mujeres de muchas edades y ella era de las menores, tenia entonces 38 años. Se llama Laura y es una mujer hermosa, de cintura delgada, senos grandes y bastante firmes y lo mejor, un culo hermoso. A ella le gusta usar pantalones de mezclilla entallados, por lo que aun antes de cogermela ya habia yo imaginado su bello trasero. Yo la conocia de tiempo atrás, ya que con alguna frecuencia iba a la casa con mi madre. Yo en aquel entonces tenia 20 años.
La historia comienza un dia de verano en que yo estaba de vacaciones de flojo en la casa, mi mama me pidio que le llevara a su amiga Laura unos floreros que iban a requerir para una exhibicion ese fin de semana. Haciendome un poco del rogar, accedi, por lo que me puse unas bermudas y una t-shirt y me enfile hacia su casa, que estaba a pocos minutos de la nuestra.
Al llegar toque el timbre y fue ella misma la que abrio la puerta. Se notaba que estaba haciendo ejercicio, ya que traia puestos unos pants azules como de lycra , que se ajustaban perfectamente a su lindo trasero, y una camiseta blanca sin mangas. Llevaba su cabello recogido en lo que se conoce como una "cola de caballo". Inmediatamente me di cuenta que no llevaba sosten, ya que sus pezones se alcanzaban a ver ligeramente debajo de su blusa. Ella se dio cuenta que yo me habia quedado viendo su busto porque fingio una tos que me saco de mi trance, al verme sorprendido senti una verguenza enorme, senti como mi cara se sonrojaba y evite a toda costa verla a los ojos.
Finalmente le dije que traia unos jarrones que me habia dado mi mama y me pidio los bajara del auto y se los pusiera en una salita en su casa. Mientras bajaba los jarrones no deje de pensar en lo rica que estaba y en la increíble figura que tenia para una mujer de su edad. Cuando baje el ultimo, eran cuatro, me ofrecio si no queria pasar un momento y tomar algo, a lo que timidamente accedi. Me trajo una coca y comenzo a trabajar en los jarrones, poniendo flores y algunas ramas. Yo apenas prestaba atención a sus trabajos, ya que ella me daba la espalda por lo que tenia frente a mi su increíbles nalgas en esos pants tan ajustados. Para cuando acordé, mi verga estaba dura como un fierro y hasta creo que empece a sudar.
Ella iba y venia de un lado al otro, trayendo consigo mas plantas y listones. Fue en una de sus vueltas que ella noto mi exitacion, ya que mi ereccion era evidente y el bulto se marcaba en mis bermudas. Ella miro fijamente mi entrepierna y fue entonces en que yo sin pensarlo fingí una tos por lo que ella solto una carcajada. Sin la menor vergüenza volteo a verme y me dijo "Miguel, que es eso que tienes ahí?" Claro esta que en ese momento no pude decir una sola palabra, apenas pude soltar una risilla nerviosa y balbucear algunas incoherencias. Ella guiño un ojo y rio picaramente y como si nada hubiera pasado prosiguió con su trabajo.
Comenzo a hacerme preguntas ligeras sobre la universidad y mis vacaciones y mis amigos, etc. Finalmente me preguntó que si tenia novia a lo que conteste que no, que habia cortado unos meses atrás. Me preguntó si mi ex-novia era bonita y la edad que ella tenía. Yo le dije que era una niña muy guapa de 18 años pero que habiamos cortado porque siempre estabamos peleando. Luego ella volteo a verme y se puso frente a mi y sin mas me pregunto que si yo la encontraba atractiva. Me imagino que la respuesta era obvia, ya que mi verga continuaba tan parada como el asta de una bandera, pero otra vez fui incapaz de articular palabras. Yo sabia que mi ereccion era muy notoria, por lo que habia metido las manos en los bolsillos para tratar de disimular. Ella volvio a fijar su vista en mis bermudas mientras sonreia y me pidio que me sentara un momento en el sofa que estaba en la habitación.
Yo intente excusarme inventando otros encargos pero ella insistio, y suavemente toco mi hombro empujandome hacia el sofa. Se sento a mi lado y volvio a preguntarme si la encontraba atractiva. Conteste que claro, que ella era una mujer muy guapa y que se notaba que se cuidaba mucho. Todo esto lo dije ahora si francamente sudando y tontamente con mis manos en los bolsillos, aunque ahora la ereccion era imposible de ocultar; mis bermudas parecian una tienda de acampar. Ella tomo mi brazo y sacando mi mano de las bermudas dijo "Eso que tienes ahí no es tu otra mano verdad?" En ese momento toco ligeramente con su mano mis bermudas por lo que yo me puse de pie de un solo salto, ahora si con la firme resolucion de salir inmediatamente de la casa.
Ella volvio a reir y tomando mi brazo nuevamente hizo que me volviera a sentar. Me dijo que no me preocupara, que solo queria platicar conmigo. Que ella estaba sola en la casa ya que su marido estaba trabajando y sus dos hijas estaban de campamento de verano. Estabamos pegados el uno al otro, por lo que de vez en vez sus pechos rozaban mi camisa. Yo estaba confundido entre la vergüenza que sentia y al mismo tiempo lo caliente de todo mi cuerpo. Por una parte queria salir corriendo pero por la otra apenas podia contener las ganas de lanzarme sobre ella.
Me platico que su marido era 10 años mayor que ella, y que últimamente el no habia podido darle lo que una mujer de su edad necesitaba. Yo no podia creer lo que me estaba pasando, y hacia una esfuerzo enorme por verla a los ojos y no perderme en esos pechos que me apuntaban fijamente. Volvio a acariciar mis bermudas y esta vez no puse resistencia. Creo que el saber que estabamos solos en la casa me habia dado algo de tranquilidad, ademas que estaba yo a mil; pensaba que si ella volvia a tocarme una vez mas terminaria ahí mismo en el sofa.
Al ver que yo la dejaba tocarme, procedio a hacerlo con mas fuerza. No estoy seguro que me decia, ya que yo estaba atonito ante la situación, pero recuerdo que ella seguia acariciandome el short mientras intercambiaba miradas conmigo y con mi bulto. Dijo algo sobre lo hermosa que era la juventud, y que recordaba cuando hacia el amor a mi edad. Que entonces los muchachos no tenian problema para tener una erección, como yo en ese momento.
Prácticamente sin que yo me diera cuenta ella ya habia desabrochado mis bermudas y ahora solo mis calzoncillos separaban sus manos de mi miembro. Aquí hago un pequeño comercial: probablemente no tengo la verga más grande de la ciudad, pero si me defiendo. Ella me veia con unos ojos enormes, como si tambien apenas pudiera contener las ganas de montarse sobre mi.
Siguió sobandome hasta que saco mi verga de mis boxers y comenzo a masturbarme suavemente. Todo esto pasaba mientras yo tenia mis manos a los lados, sin siquiera haber intentado tocarle sus pechos. Fue cuando ella saco mi verga que empece a tocar torpemente sus senos, finalmente se quito su camisa y pude gozar de una imagen sin igual, unos senos grandes y bastante firmes, de pezones rozados que se ponian duros conforme yo los acariciaba.
De repente, ella se levanto, me dijo "Esperame" y salio de la salita. Yo me asusté, en una fraccion de segundo me imagine a su marido llegando a la casa y las terribles consecuencias que vendrían, ¿como explicar en mi casa que estaba yo haciendo? Sin pensar me abroche las bermudas y me dispuse a buscar salir tan pronto me fuera posible.
Ella regresó unos segundos después, sus hermosos pechos moviendose rítmicamente a cada paso que daba. "¿Qué haces?" me pregunto. "Sientate por favor que ahora no me dejas asi!" Confundido le pregunte que ha donde habia ido, que si habia llegado alguien, en ese momento rio a carcajadas y me mostró el condon que habia traido. No pude más que echarme a reir, no supe si de nervios o de felicidad, pero el caso es que reimos juntos.
Me senté nuevamente en el sofa y fue entonces que ella se quito sus pantalones… no lo podia creer! Que nalgas mas ricas tenia yo frente de mi. Llevaba puesta una media tanga blanca que dejaba ver sus redondeces, le dije lo hermosa que era y lo mucho que siempre me habia gustado. Mientras ella se desvestía yo hacia lo propio, me baje las bermudas hasta los tobillos y me quite mi camisa. Al ella desprenderse de su tanga pude ver su hermosa concha, con su vello pubico perfectamente cuidado. Se hinco frente de mi y tomando mi verga le dio un suave beso, no la mamo, solo la beso. Me puso el condon y se sento sobre mi, dandome la espalda. Con su mano guio mi verga a su vagina y empezo a culear. Comenzo con gemidos timidos pero al final gritaba de placer. Yo al ver esas nalgas sobre mi enloquecia de placer, sentia que iba a estallar en cualquier momento. Lo que empezo suavemente se convertia en un ritmo frenetico, donde ella era la dueña de las acciones, ya que al estar montada sobre mi ella era la que marcaba el ritmo y la profundidad.
Cuando crei que ya no soportaria mas le dije "Ahora me toca a mi", me levanté y la puse de rodillas en el sillón, así la penetré "de perrito". Tomando su cadera con fuerza, introduje mi verga lo más profundo que pude. A ella le gustaba pues jadeaba y reia de placer. Yo sudaba profusamente y hacia un esfuerzo enorme por no venirme. Finalmente no pude más y exploté en el condon. Estaba exhausto por lo que cai rendido en el sillón. Ella, igualmente cansada, se sento a mi lado y me alcanzo una toalla que utilice para limpiarme el semen.
Acordamos que guardaríamos completo secreto del episodio, y que de lo posible lo repetiríamos nuevamente en algun motel para poder coger a gusto. Cosa que hicimos, pero eso, es otra historia…
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