Memorias de un joven indecente: La que vuela

" Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias;
¡pero eso si! - y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡ pierden el tiempo las que pretenden seducirme!"

Asi reza un poema de Oliverio Girondo, con el cual me siento identificado totalmente. Eramos dos promizcuos con mi nenita, cuando aun no nos conociamos. Viviamos haciendolo con todo el mundo, sin discriminacion y sin pensar un solo segundo en si rompiamos un corazon o no. Buscabamos algo, ninguno de los dos sabe que buscabamos. Pero algo encontramos en nosotros. Mi nenita y yo nos cruzamos por una de esas casualidades del destino, nos conocimos, nos gustamos pese a todos nuestros defectos. Y asi fue que pese a que ella fuese casada arreglamos y planificamos por meses para tener un encuentro intimo, muy intimo.
La esperé en una pieza de un hotelucho barato, uno de esos lugares donde se hospedan los bohemios y los mochileros cuando andan de paso por la ciudad de Buenos Aires. Y finalmente ella llego al hotel. Subimos hasta la pieza, y ni bien cerramos la puerta la levante a upa y la tire en la cama. Nos desvestimos a los tirones, no hubo ni un pedazo de delicadeza en todo. Nos desnudamos en menos de dos minutos y empezamos a comernos a besos, nuestras bocas se abrian de un modo que si lo vieran ustedes les resultaria repulsivo, nos masticabamos las mandibulas, nos penetrabamos a lenguetazos nuestras bocas, nuestros alientos flotaban por el aire como si nos rodeara la tibieza de nuestros suspiros, ahogados en las hormonas que segregabamos ante el tan anciado contacto carnal que hacia meses que nos tenia con abstinencia de poseernos. En un principio no hubo penetracion alguna. Fue besuqueo y franeleo. Creo que no caiamos que realmente nos tubieramos despues de tanto tiempo, nos lamiamos nuestras lenguas mucho, con mucha profundidad, con mucho afan por desgustarnos, ahi estabamos mi nenita y yo desnudos en la cama tan solo comiendonos a besos como unos adolecentes virgenes. Calculo que fue cuando ella mordio mi lengua como un juego que finalmente caimos que realmente estabamos frotando nuestros cuerpos y comiendonos a besos, empezamos a calentarnos, nos agitabamos mucho, sudabamos, y nos retorciamos del placer en la cama revolviendo las sabanas
. Ella se puso arriba mio, agarro mi verga en extremo endurecida y se la puso delicadamente en su concha, cuando bajo su cuerpo para ser penetrada por mi, senti una tibieza que es dificil de olvidar, fue como si esa tiviez me tomara por la punta de la pija y me llegara hasta escapar por mi boca quemando el aire. Cabalgo como una bestia mi pija que palpitaba a lo bestia dentro de su concha toda humeda, llena de tibiez y de las ancias que yo le habia engendrado por meses. El impulso me pudo mas y me levante de la cama con ella encima y me puse yo arriba de ella, y la empujaba con fuerza como tantas veces quise hacerlo. Nos quemabamos la piel con nuestra manera tan animalica de cojer, y yo sentia la leche venir, venia corriendo por todo mi cuerpo y cuando desemboco en su concha fue como si nos hundieramos en la cama, acabamos al mismo tiempo, todo el sudor broto de nuestros poros, todo el ardor salio por mi pija y la relleno de placer, tanto que chorreo por los bordes de su vagina promizcua mi placer, su placer y dejo salir la lengua de su boca para recibir a la mia en un beso.
No habiamos terminado de hacerlo la primera vez que ya ardimos otra vez y lo hisimos una segunda. Levante sus piernas sobre mis hombros y acariciandolas mientras seguia moviendome adentro suyo con la misma brutalidad que la primera vez, o incluso mas, sus piernas apretaban mi cuello mientras mis manos le acariciaban las piernas con fuerza y mi pija latia suplicando acabar en su concha, en su deliciosa concha humeda y ya llena de mi semen del placer. Empezo a chorrear una espuma producto de la friccion de los liquidos que segregamos y de nuestras pieles, sus ojos se volaban para atras y sacaba la lengua esperando ser besada, y nos besabamos con las lenguas cargadas de saliva mezclando absolutamente todos nuestros jugos. Sus manos se enterraban en mi cabeza y me tironeaba el pelo, la espuma no dejaba de fluir por los costados en cada embestida, su boca no dejaba de jadear al aire muy cerca de la mia que tambien jadeaba por ella.
Acabamos juntos otra vez con mucha fuerza, nos chorreamos todos, mojamos las sabanas todas revueltas, nuestros cuerpos, nuestras pieles, nuestros sexos palpitaban de gozo, no podiamos deternos. Baje mi cabeza mordiendo sus tetas y apenas lamiendolas hasta su concha toda llena de fluidos espesos mezclados, humeante, chorreante de placer, baje hasta ella, y clave mi lengua, la revolvi toda por dentro, la masajie completamente, mis papilas desfilaron por todo su clitoris, por sus labios, por dentro, por fuera, la desguste totalmente y la recorri hasta lo mas profundo que mi lengua pudo llegar, basto eso para que en mi lengua floreciera su flujo tan delicioso y cargado de gustos. Ella me subio de un tiron. - Que hermoso que sos, te amo. Me dijo con una voz muy quebradiza. - Yo tambien nenita, mucho mucho. Le dije casi temblando. Bajo despues de besarme llenando mi boca con su lengua experta , bajo mas y mas, hacia mi pija y me empujo, me hiso girar y quedar boca arriba en la cama con su cara hundiendose en mi pija. Me la ensalibo toda, por dentro de su boca y su garganta, la lengua se movia recorriendo cada centimetro de piel, tragando y succionando con potencia todo lo que hbia en ella y buscando sacar mas de lo mismo. No paro de succionar, de mover su cabeza, sus manos, todo su cuerpo practicamente hasta deleitar a su boca con mi leche ardiendo, que fluyo llenando su boca hasta que saco su lengua afuera para lamer mi pija con mas delicadeza y dejo caer sobre sus tetas todo eso que tenia en la boca. Descansamos cinco minutos porque nos habiamos MATADO.
Nos hicimos caricias y nos dimos piquitos, todo eso. Ya saben. Se pasaron esos minutos para reponer fuerzas y sin darnos cuenta hicimos de un pico un beso otra vez exagerado y lleno de lengua, lleno a tal punto de que gotee nuestra saliba de nuestras peras al ya lleno de fluidos colchon. Se puso en cuatro y empezo a mover el culo como tentandome, se la apoyé solo la punta y se alejo un poco como deseando darme abstinencia, asi que la agarre fuerte de la cadera, le escupi el orto y se la empuje hasta el fondo. Se la empuje fuerte, muy fuerte y se la hise palpitar adentro, cojimos y cojimos en cuatro hasta que finalmente acabe otra vez apretandole muy fuerte el culo me doble y la bese, fue un impulso no pude evitarlo, al sacarsela de su culo vi como le chorreaba hasta su concha toda mi leche, goteando.
Despues se vino la ducha, se vino un momento mas mimoso digamos (todos sabemos que las chicas se ponen mimosas con el sexo) Y despues fue cojer y cojer, y cojer, y ducharnos, y cojer, hasta que salió el sol. (teniendo en cuenta que empezamos a las 8 de la noche) Desayunamos juntos y ella volvio a subir a un micro para volver donde su marido. La extranio si lo quieren saber, sino, me da igual.