Elton llevaba tres meses viviendo en el departamento al que se había mudado con el fin de poder asistir regularmente a la universidad que habia elegido, la cual quedaba muy lejos de su ciudad natal. Las clases habian empezado esa semana y el muchacho de piel tostada y cabello negro ya sentía como caminaba por el sendero que lo habría de llevar hacia su meta de ser un ingeniero. Todo iba a pedir de boca, hasta que llegaron ellas.
- Hola.- saludó alguien al otro lado de la puerta del departamento y solo despues la golpeó un par de veces sin mucha fuerza.
Elton respondió al llamado y abrió la puerta con la misma parsimonia con la que hacia todo en la vida, la cual se vió cortada por la belleza irreal de la criatura que llamó a su puerta.
- Hola, soy Liz, tu nueva vecina, ¿me podés ayudar?, mi amiga se lastimo y necesito ayuda para mover aquella caja.- dijo la diosa de cabello rubio y ojos azules parada frente a él.
Elton no podia creer en tamaña perfección; si hasta sus pechos eran grandes y redondos, justo como a él le gustaban. Su corazón se aceleró y una sonrisa nerviosa se apoderó de su semblante; estaba embobado, idiotizado e hipnotizado por la mística belleza de la chica.
- Si... dejame ponerme algún zapato y voy.- dijo Elton, pero notó que la voz le salió sumamente fina a causa de la falta de aire que le provocaba el latir acelerado de su corazón.
Cerró la puerta y entró como un rayo a la habitación.
- Por Dios, es un sueño la pendeja!- pensó Elton mientras se acomodaba el miembro erecto dentro del pantalón. Habian pasado ya cinco meses desde que terminara con su novia y en todo ese tiempo no había tenido sexo, no, ni tan siquiera había vuelto a mirar con deseo a una chica, hasta ese momento, hasta que ese ángel rubio llamó a su puerta.
Salió corriendo de la habitación, nuevamente disparado como un rayo, ya con los zapatos puestos y con los signos vitales algo más controlados. Cuando cerró la puerta escucho a Liz hablando en voz baja con otra persona. Elton reconoció una voz grave y muy alta que incluso susurrando retumababa a lo lejos.
- Miralo!, ahi está.- dijo Liz señalando a Elton y de la otra habitación salió otra chica rubia.
- Hola, soy Ana, gracias por la ayuda, yo me torcí ek tobillo y no puedo caminar bien, que tonta no.- << Esto no está pasando.>> pensó Elton al ver a la segunda chica. Rubia de ojos celeste, la piel sumamente blanca y unas tetas redonditas y paraditas aunque no tan grandes como las de liz.
- No hay de que.- respondió Elton que tuvo que hacer un gran esfuerzo para tragarse toda la baba que quería salir de su boca y regar el piso en honor a esas dos diosas del olimpo.
Elton ayudó a Liz a meter una caja muy grande pero que no estaba muy pesada. En eso Ana caminaba al lado de ellos con los ojos celestes recorriendo el cuerpo de Elton de pies a cabeza. Al percatarse de esto, Elton cometió el error de excitarse.
<< No, no, no, por favor, no,>>pensó Elton al percatarse de la tremenda erección que estaba teniendo y que empujaba la caja con ánimos de perforarla.
- Ahi esta bien, bajenla ahi.- ordenó Ana con aquel vozarrón tan especial y entonces Liz se frenó, indicándole a Elton que la obedecerian.
<<Que no se den cuenta, Dios, que no se den cuenta.>> rogó el muchacho.
- Dios, que tenés ahi!- dijo Liz con su voz angelical pero con un tono pícaro.
- Disculpen.- dijo Elton e hizo ademán de irse con toda la verguenza encima, pero Ana se habia acercado rengueando hasta él y lo paró poniendole una mano en el pecho.
- Pará!, no te podes ir así.- dijo Ana.- dejanos ayudarte a vos con eso.- y estrujó el miembro de Elton con tanta fuerza que este soltó un gemido.- Uh! que lleno de leche que estás, vos así no te vas de acá.
- ¿Qué hacés loca?- le dijo Liz a su amiga.
- No te pongas celosa mi amor, te dije que te iba a dar de probar una pija y esta está muy buena por lo que se ve.- respondió Ana y pegó sus labios a los de Elton para luego abrirlos con su lengua y poder meterla dentro de su boca.
Elton abrazó a Ana con toda la calentura encima y jugó con su lengua hasta que Liz los separó. Él, al principio se asustó pensando en que la chica quizás estaría enojada pero, en cambio, Liz solo lo había apartado de su amiga para ser ella la que lo besara.
<<Gracias Dios por las rubias>>pensó Elton mientras su lengua se fregaba y refregaba contra la de la Liz.
En ese preciso instante, Elton sintió como sus pantalones se venian abajo y esto provocó que instintivamente se separara de Liz para sostenerlo y ver que había pasado.
- Tranquilo, era yo.- le dijo Ana y entonces retiró la mano de Elton para bajarle por completo los pantalones y luego los calzones.- Sabía que era grande esta verga. Mirala Liz, esta linda, ¿no?
- Sí, ¿pero no esta muy grande?- preguntó Liz haciendo el papel de la tonta inocente.
- No, he visto más grandes que esta, pero esta es la más linda.- dijo Ana y clavó sus ojos clestes en los ojos negros de Elton.- ¿Quién es la suertida que se come esta belleza?- preguntó.
- Nadie.- respondió él.
- ¿No tenés novia vos?
- No.
- ¿Sexo?- preguntó Ana mientras comenzaba a acariciar la verga de Elton con dos dedos.
- Nada.
- ¿Desde hace cuanto?
- Cinco meses.
- Ayayay, tenés mucha leche entonces para nosotras.- dijo Ana con una sonrisa perversa en la cara mientras tomaba los huevos del muchacho con la mano y los apretaba con fuerza.- Vení Liz, agachate.- ordenó.
Ambas se pusieron de rodillas, con las caritas de nenas inocentes a unos centimetros de la verga de Elton.
- Mirame, asi se chupa una vergota.- dijo Ana y se metió la verga de Elton hasta un poco más de la mitad.
- Ah!- gimió Elton.
- ¿Te gusta?- preguntó Ana y se mando la verga una vez más hasta la garganta.
- Ah, si...que rico.- gimió Elton aún más fuerte.
- Atendé Liz, así les gusta a los hombres... que te le metas hasta la garganta y hagas mucho ruido. Ugh! Ugh! Ugh!- Ana comenzó a tragarse el falo cada vez con más fuerza hasta que logró tragarselo todo y aferrandose a los muslos de Elton logró quedarse con la verga ensartada en la graganta por unos diez segundos.
- Ah, ah, ah.- Elton, extaciado, tomó a Ana de las mejillas y le dió un exquisito beso de lengua.
- Mmm!, viste que se vuelven locos. Proba vos ahora dale.- le dijo Ana a Liz.
Liz se acercó más a Elton y primero le dió unos besos a la verga para luego comerse el glande de un chupón.
- ¿Es la primera que chupas?- preguntó Elton al percatarse de la torpeza y rudeza con la que Liz le mamaba la pija. La chica asintió.
- Liz y yo somos lesbianas pero yo ya me he comido varias vergas.- explicó Ana.- Pero Liz nunca tuvo la oportunidad así que me pidió que algún dia le dejara probar una. Pero no te confundas, no vas a cogerte a ninguna de las dos, te vas a tener que conformar con que la chupemos entre las dos ¿te importa?- Elton negó con la cabeza.- ¿Qué haces?- preguntó al ver como Liz seguía metiendose solo el glande en la boca.
A todo esto, a Elton le encantaba lo tierna que se veia Liz chupando de esa manera pero para Ana aquello no era suficiente.
- Te mostre como hacerlo y terminás haciendolo a tu gusto.- dijo Ana enojada.- Así no se hace.- Ana agarró a Liz por detrás y le sostuvo los dos brazos.- Metesela hasta la garganta.- le dijo a Elton y este al principió dudo pero pronto le gustó la idea.
Tomó a Liz de la cabeza, fuertemente con las dos manos para que no se fuera a quitar, y entonces empezó a bombear dentro de su boca con su verga.
- Ugh! Ugh! Ugh!- jadeaba Liz y luego de tres o cuatro bombeadas Elton le sacaba la verga para que pudiera escupir saliva.
Con el correr de los minutos la verga de Elton entraba más y mas en la boca de Liz y esta soportaba cada vez más embestidas consecutivas. Hasta incluso podia aguantar unos segundos con la verga clavada en la garganta.
- Pará, controlate, no vayas a acabar que todavia que falta lo mejor.- le dijo Ana a el muchacho y le acarició los huevos para tratar de alejar las ganas que este tenía de soltar todo su semen.- ¿Te gusta nena?- le preguntó a
Liz y esta respondió afirmativamente.- Esta muy rica esta verga, ¿verdad?- Liz respondió afirmativamente y entonces Ana la besó como loca.- ¿Me vas a ayudar a sacarle la leche?
- Si, la leche...- respondió Liz como en trance.
Ana tomó la verga de Elton y se la metió de nuevo hasta la garganta mientras Liz le lamia los huevos que bastante hinchados los tenía.
- Ah, que buena sos.- le dijo Elton a Ana.
Luego de unos minutos en los que Elton no dejó de gemir, Ana tomó a Liz de las mejillas y se comieron a besos, desparramando la abundante saliva que Ana había segregada gracias a su tratamiento garganta profunda.
Luego cambiaron de lugar y fue Ana la que le lamia los huevos a Elton mientras Liz daba arcadas mientras se comia la verga entera.
- Agh, que rápido que aprendes nena.- le dijo Elton a Liz pero esta estaba concentrada en su trabajo y no le prestó atención.
No pasó mucho hasta que Elton anunció que estaba en sus últimas y entonces Ana le cumplió una de sus fantasias más anheladas.
Ana se colocó a un lado de la verga de Elton y la presionó con los labios mientras Liz la imitaba pero del otra lado, quedando frente a ella con sus labios apenas separados por un centimetro de carne.
- Agh, agh, agh.- gemia Elton mientras se movia frenéticamente cogiendose los labios de las dos rubias al mismo tiempo. Esa era una fantasia que tenía desde el dia en que lo habia visto en una pelicula porno, una de sus favotitas para variar.
Finalmente el momento llegó entre las continuas embestidas que Elton daba teniendo ambas bocas apretujando su pene. La cantidas de chorros de semen que se regaron sobre el piso fue inédita para Elton ya que jamás habia soltado tal cantidad de leche y no conseguí determinar si era por los cinco meses de abstinencia o por la exceñente performance de las dos diosas rubias.
- Mmm, cuanta leche.- dijo Ana y empezó a chupar el glande de Elton para limpiarselo todo y luego se tragó la verga entera.
- Ahhhhhhh.- Elton sintió que su alma se le salia del cuerpo y para colmo Liz también quiso probar y le sacó la verga a su amiga y se la tragó entera.- Ahhh, basta me van a matar.- rogó Elton.
- ¿Matarte? No, no, no, chuparte hasta dejarte seco si.
- Hola.- saludó alguien al otro lado de la puerta del departamento y solo despues la golpeó un par de veces sin mucha fuerza.
Elton respondió al llamado y abrió la puerta con la misma parsimonia con la que hacia todo en la vida, la cual se vió cortada por la belleza irreal de la criatura que llamó a su puerta.
- Hola, soy Liz, tu nueva vecina, ¿me podés ayudar?, mi amiga se lastimo y necesito ayuda para mover aquella caja.- dijo la diosa de cabello rubio y ojos azules parada frente a él.
Elton no podia creer en tamaña perfección; si hasta sus pechos eran grandes y redondos, justo como a él le gustaban. Su corazón se aceleró y una sonrisa nerviosa se apoderó de su semblante; estaba embobado, idiotizado e hipnotizado por la mística belleza de la chica.
- Si... dejame ponerme algún zapato y voy.- dijo Elton, pero notó que la voz le salió sumamente fina a causa de la falta de aire que le provocaba el latir acelerado de su corazón.
Cerró la puerta y entró como un rayo a la habitación.
- Por Dios, es un sueño la pendeja!- pensó Elton mientras se acomodaba el miembro erecto dentro del pantalón. Habian pasado ya cinco meses desde que terminara con su novia y en todo ese tiempo no había tenido sexo, no, ni tan siquiera había vuelto a mirar con deseo a una chica, hasta ese momento, hasta que ese ángel rubio llamó a su puerta.
Salió corriendo de la habitación, nuevamente disparado como un rayo, ya con los zapatos puestos y con los signos vitales algo más controlados. Cuando cerró la puerta escucho a Liz hablando en voz baja con otra persona. Elton reconoció una voz grave y muy alta que incluso susurrando retumababa a lo lejos.
- Miralo!, ahi está.- dijo Liz señalando a Elton y de la otra habitación salió otra chica rubia.
- Hola, soy Ana, gracias por la ayuda, yo me torcí ek tobillo y no puedo caminar bien, que tonta no.- << Esto no está pasando.>> pensó Elton al ver a la segunda chica. Rubia de ojos celeste, la piel sumamente blanca y unas tetas redonditas y paraditas aunque no tan grandes como las de liz.
- No hay de que.- respondió Elton que tuvo que hacer un gran esfuerzo para tragarse toda la baba que quería salir de su boca y regar el piso en honor a esas dos diosas del olimpo.
Elton ayudó a Liz a meter una caja muy grande pero que no estaba muy pesada. En eso Ana caminaba al lado de ellos con los ojos celestes recorriendo el cuerpo de Elton de pies a cabeza. Al percatarse de esto, Elton cometió el error de excitarse.
<< No, no, no, por favor, no,>>pensó Elton al percatarse de la tremenda erección que estaba teniendo y que empujaba la caja con ánimos de perforarla.
- Ahi esta bien, bajenla ahi.- ordenó Ana con aquel vozarrón tan especial y entonces Liz se frenó, indicándole a Elton que la obedecerian.
<<Que no se den cuenta, Dios, que no se den cuenta.>> rogó el muchacho.
- Dios, que tenés ahi!- dijo Liz con su voz angelical pero con un tono pícaro.
- Disculpen.- dijo Elton e hizo ademán de irse con toda la verguenza encima, pero Ana se habia acercado rengueando hasta él y lo paró poniendole una mano en el pecho.
- Pará!, no te podes ir así.- dijo Ana.- dejanos ayudarte a vos con eso.- y estrujó el miembro de Elton con tanta fuerza que este soltó un gemido.- Uh! que lleno de leche que estás, vos así no te vas de acá.
- ¿Qué hacés loca?- le dijo Liz a su amiga.
- No te pongas celosa mi amor, te dije que te iba a dar de probar una pija y esta está muy buena por lo que se ve.- respondió Ana y pegó sus labios a los de Elton para luego abrirlos con su lengua y poder meterla dentro de su boca.
Elton abrazó a Ana con toda la calentura encima y jugó con su lengua hasta que Liz los separó. Él, al principio se asustó pensando en que la chica quizás estaría enojada pero, en cambio, Liz solo lo había apartado de su amiga para ser ella la que lo besara.
<<Gracias Dios por las rubias>>pensó Elton mientras su lengua se fregaba y refregaba contra la de la Liz.
En ese preciso instante, Elton sintió como sus pantalones se venian abajo y esto provocó que instintivamente se separara de Liz para sostenerlo y ver que había pasado.
- Tranquilo, era yo.- le dijo Ana y entonces retiró la mano de Elton para bajarle por completo los pantalones y luego los calzones.- Sabía que era grande esta verga. Mirala Liz, esta linda, ¿no?
- Sí, ¿pero no esta muy grande?- preguntó Liz haciendo el papel de la tonta inocente.
- No, he visto más grandes que esta, pero esta es la más linda.- dijo Ana y clavó sus ojos clestes en los ojos negros de Elton.- ¿Quién es la suertida que se come esta belleza?- preguntó.
- Nadie.- respondió él.
- ¿No tenés novia vos?
- No.
- ¿Sexo?- preguntó Ana mientras comenzaba a acariciar la verga de Elton con dos dedos.
- Nada.
- ¿Desde hace cuanto?
- Cinco meses.
- Ayayay, tenés mucha leche entonces para nosotras.- dijo Ana con una sonrisa perversa en la cara mientras tomaba los huevos del muchacho con la mano y los apretaba con fuerza.- Vení Liz, agachate.- ordenó.
Ambas se pusieron de rodillas, con las caritas de nenas inocentes a unos centimetros de la verga de Elton.
- Mirame, asi se chupa una vergota.- dijo Ana y se metió la verga de Elton hasta un poco más de la mitad.
- Ah!- gimió Elton.
- ¿Te gusta?- preguntó Ana y se mando la verga una vez más hasta la garganta.
- Ah, si...que rico.- gimió Elton aún más fuerte.
- Atendé Liz, así les gusta a los hombres... que te le metas hasta la garganta y hagas mucho ruido. Ugh! Ugh! Ugh!- Ana comenzó a tragarse el falo cada vez con más fuerza hasta que logró tragarselo todo y aferrandose a los muslos de Elton logró quedarse con la verga ensartada en la graganta por unos diez segundos.
- Ah, ah, ah.- Elton, extaciado, tomó a Ana de las mejillas y le dió un exquisito beso de lengua.
- Mmm!, viste que se vuelven locos. Proba vos ahora dale.- le dijo Ana a Liz.
Liz se acercó más a Elton y primero le dió unos besos a la verga para luego comerse el glande de un chupón.
- ¿Es la primera que chupas?- preguntó Elton al percatarse de la torpeza y rudeza con la que Liz le mamaba la pija. La chica asintió.
- Liz y yo somos lesbianas pero yo ya me he comido varias vergas.- explicó Ana.- Pero Liz nunca tuvo la oportunidad así que me pidió que algún dia le dejara probar una. Pero no te confundas, no vas a cogerte a ninguna de las dos, te vas a tener que conformar con que la chupemos entre las dos ¿te importa?- Elton negó con la cabeza.- ¿Qué haces?- preguntó al ver como Liz seguía metiendose solo el glande en la boca.
A todo esto, a Elton le encantaba lo tierna que se veia Liz chupando de esa manera pero para Ana aquello no era suficiente.
- Te mostre como hacerlo y terminás haciendolo a tu gusto.- dijo Ana enojada.- Así no se hace.- Ana agarró a Liz por detrás y le sostuvo los dos brazos.- Metesela hasta la garganta.- le dijo a Elton y este al principió dudo pero pronto le gustó la idea.
Tomó a Liz de la cabeza, fuertemente con las dos manos para que no se fuera a quitar, y entonces empezó a bombear dentro de su boca con su verga.
- Ugh! Ugh! Ugh!- jadeaba Liz y luego de tres o cuatro bombeadas Elton le sacaba la verga para que pudiera escupir saliva.
Con el correr de los minutos la verga de Elton entraba más y mas en la boca de Liz y esta soportaba cada vez más embestidas consecutivas. Hasta incluso podia aguantar unos segundos con la verga clavada en la garganta.
- Pará, controlate, no vayas a acabar que todavia que falta lo mejor.- le dijo Ana a el muchacho y le acarició los huevos para tratar de alejar las ganas que este tenía de soltar todo su semen.- ¿Te gusta nena?- le preguntó a
Liz y esta respondió afirmativamente.- Esta muy rica esta verga, ¿verdad?- Liz respondió afirmativamente y entonces Ana la besó como loca.- ¿Me vas a ayudar a sacarle la leche?
- Si, la leche...- respondió Liz como en trance.
Ana tomó la verga de Elton y se la metió de nuevo hasta la garganta mientras Liz le lamia los huevos que bastante hinchados los tenía.
- Ah, que buena sos.- le dijo Elton a Ana.
Luego de unos minutos en los que Elton no dejó de gemir, Ana tomó a Liz de las mejillas y se comieron a besos, desparramando la abundante saliva que Ana había segregada gracias a su tratamiento garganta profunda.
Luego cambiaron de lugar y fue Ana la que le lamia los huevos a Elton mientras Liz daba arcadas mientras se comia la verga entera.
- Agh, que rápido que aprendes nena.- le dijo Elton a Liz pero esta estaba concentrada en su trabajo y no le prestó atención.
No pasó mucho hasta que Elton anunció que estaba en sus últimas y entonces Ana le cumplió una de sus fantasias más anheladas.
Ana se colocó a un lado de la verga de Elton y la presionó con los labios mientras Liz la imitaba pero del otra lado, quedando frente a ella con sus labios apenas separados por un centimetro de carne.
- Agh, agh, agh.- gemia Elton mientras se movia frenéticamente cogiendose los labios de las dos rubias al mismo tiempo. Esa era una fantasia que tenía desde el dia en que lo habia visto en una pelicula porno, una de sus favotitas para variar.
Finalmente el momento llegó entre las continuas embestidas que Elton daba teniendo ambas bocas apretujando su pene. La cantidas de chorros de semen que se regaron sobre el piso fue inédita para Elton ya que jamás habia soltado tal cantidad de leche y no conseguí determinar si era por los cinco meses de abstinencia o por la exceñente performance de las dos diosas rubias.
- Mmm, cuanta leche.- dijo Ana y empezó a chupar el glande de Elton para limpiarselo todo y luego se tragó la verga entera.
- Ahhhhhhh.- Elton sintió que su alma se le salia del cuerpo y para colmo Liz también quiso probar y le sacó la verga a su amiga y se la tragó entera.- Ahhh, basta me van a matar.- rogó Elton.
- ¿Matarte? No, no, no, chuparte hasta dejarte seco si.
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