Hola amigos, traigo para este fin de semana un nuevo relato, ya leíste 2 aventuras del PROFE aquí va una más.
Siendo maestro en una escuela a nivel técnico tienes contacto con chicas y chicos de todas las edades, yo llevaba varios años ya trabajando para esa escuela pero en diferentes colegios. Esta aventura sucedió en un colegio de la zona centro del d.f.
El colegio era grande ya que contaba con 3 pisos, en la planta baja se impartían la mayoría de clases, el segundo solo en algunos horarios de la mañana estaba ocupado y en el último realmente era usado como salón de usos múltiples.
Aquí comienza la historia, en uno de mis grupos tenía una alumnita medio fresa, llamada Karina, era de esas niñas apretadas y que a casi todos los chicos los hacia menos mirándolos por debajo del hombro, ella era delgada, realmente bonita, con una cinturita de esas que llamamos de avispa, nada voluptuosa pero siempre andaba muy ajustadita así que todos mis chicos les llamaba la atención, era rubia y de boquita pequeña pero labios carnosos, su trasero aunque era pequeño muy bien formadito, así paradito y apretadito, poco a poco Karinita fue haciendo amistad conmigo, me saludaba de beso, bromeaba conmigo y cosas así, sin embargo había un pequeño detalle, era muy joven para mi.
La primera vez que cruzo por mi mente la idea de tener algo con ella, inmediatamente la borre al recordar que era muy joven, “no podría” pensé yo, era una flor en capullo que apenas abriría, en fin, pasaron las semanas y ella seguía igual, incluso quedándose más tiempo en el salón platicando de cualquier cosa, incluso los alumnos de más confianza me decían “ande profe, quiétele lo apretada” se referían a lo fresa….
Des pues de unas semanas, yo preparaba una expo con mis alumnos, así que tuvimos que quedarnos más tempo de lo normal dejando todo listo, una vez que eso paso, todos se retiraron y subí al segundo piso a checar que todo quedara en orden y cuál es mi sorpresa que me encuentro a Karinita sola en un salón, me acerque preguntando si estaba bien ya que me resulto extraño verla sola y a esa hora, su respuesta fue cortante “si estoy bien”, yo iba a continuar con mi revisión cuando de pronto me tomo de la mano y me jalo hacia el salón y sin más ni más se abrazó a mi cuello pegándome tremendo beso, la aparte sorprendido y le dije “espera, estamos en la escuela y pueden verte” lo cual le importo poco y repitió el beso el cual me supo delicioso, en ese m omento mi pene ya estaba rígido no pida disimularlo y ella lo no de inmediato de manera que se aferró más a mi pegándose más, sabiendo que había supervisión en ese momento la aparte y le dije “después linda, después”, ella se alejó con una risita traviesa y yo me quede ahí más firme que un asta bandera.
Días después nuevamente la encontré sola, no había supervisión y no estaba el director, la escuela estaba prácticamente sola, así que la lleve a un salón solitario, recuerdo que llevaba unos jeans ajustados y un tipo negro con bolitas, comencé a besarla y ella me correspondió, probé su juveniles pechos y ella me acaricio el pene, nunca había sentido unas manos tan suaves tocando mi pene, el cual se veía enorme junto a sus pequeñas pero hábiles manos. Aunque estaba excitado al máximo no quise cogérmela ya que seguía en mi cabeza la idea de su juventud, en fin después de ese fogoso encuentro hubo más y más, los encuentros en los salones pasaron a un baño, incluso en una ocasión ella me la mamo ahí mismo, me bajo el cierre y me dijo déjame probarlo profe, es enorme y quiero tenerlo en mi boca, solo puse seguro en baño y la deje, ahí la tenían en cuclillas, metiendo mi verga en su boca….
Después de un tiempo llego el momento de cambiar de plantel, por motivos que no vienen al caso, ella me había dicho que estaba a unas semanas de cumplir años, así que dije “por fin era el momento esperado” lo planee todo, le conté que me iría y que me gustaría que nos despidiéramos en otro lugar que no fuera la escuela y ella acepto. En mi mente pensaba, será posible que valla a estrenar a esta pequeña, pobre Karinita dejara de ser virgen, bahh que importa no sabrá más de mí.
Llego el día esperado, pase por ella en un lugar señalado y nos fuimos a un hotel, no me sorprendió verla tan tranquila, ya que por nuestros encuentros sabía que ella lo quería, así que en la habitación del hotel comenzó todo. Comenzamos a besarnos, me fui directamente sobre su blusa, la cual salió volando, ella casi me rompe la camisa, resulto ser muy efusiva, enseguida su pantalón también voló y quedo solo en ropa interior un bra y bikini negros, los cuales pronto desaparecieron, ella me la mamo como nunca lo había hecho, le dije ahora quiero probarte yo, y comencé a meter mi lengua por su pequeña y rasurada vaginita, que delicia, fue un sabor que sigo sin olvidar, ella gemía y casi me clavaba las uñas en los hombros y ahí fue donde note que la niña realmente no era primeriza, tenía mucha experiencia, comencé a penetrarla, sus gemiditos eran como melodía en mis oídos, solo escuchaba, “que rico profe”, “ no pares”, “así no porque soy estrecha”, ‘Estrecha, mis ojos, se la estaba comiendo completa”, la niña fue una bestial hembra, hambrienta de mi sexo y mi verga y solo la complací, al cabo de unas 4 horas nos bañamos, ella volvió ser la niña tierna y traviesa, nos vestimos y la lleve a donde me pidió, no quiso que la llevara a casa, “dentro de mí un alivio, la despedida iba a ser incomoda”, se bajó del auto me dio un pequeño beso y me dijo “gracias profe, no te olvides de mi”….
😀 😀 😀 😀
Siendo maestro en una escuela a nivel técnico tienes contacto con chicas y chicos de todas las edades, yo llevaba varios años ya trabajando para esa escuela pero en diferentes colegios. Esta aventura sucedió en un colegio de la zona centro del d.f.
El colegio era grande ya que contaba con 3 pisos, en la planta baja se impartían la mayoría de clases, el segundo solo en algunos horarios de la mañana estaba ocupado y en el último realmente era usado como salón de usos múltiples.
Aquí comienza la historia, en uno de mis grupos tenía una alumnita medio fresa, llamada Karina, era de esas niñas apretadas y que a casi todos los chicos los hacia menos mirándolos por debajo del hombro, ella era delgada, realmente bonita, con una cinturita de esas que llamamos de avispa, nada voluptuosa pero siempre andaba muy ajustadita así que todos mis chicos les llamaba la atención, era rubia y de boquita pequeña pero labios carnosos, su trasero aunque era pequeño muy bien formadito, así paradito y apretadito, poco a poco Karinita fue haciendo amistad conmigo, me saludaba de beso, bromeaba conmigo y cosas así, sin embargo había un pequeño detalle, era muy joven para mi.
La primera vez que cruzo por mi mente la idea de tener algo con ella, inmediatamente la borre al recordar que era muy joven, “no podría” pensé yo, era una flor en capullo que apenas abriría, en fin, pasaron las semanas y ella seguía igual, incluso quedándose más tiempo en el salón platicando de cualquier cosa, incluso los alumnos de más confianza me decían “ande profe, quiétele lo apretada” se referían a lo fresa….
Des pues de unas semanas, yo preparaba una expo con mis alumnos, así que tuvimos que quedarnos más tempo de lo normal dejando todo listo, una vez que eso paso, todos se retiraron y subí al segundo piso a checar que todo quedara en orden y cuál es mi sorpresa que me encuentro a Karinita sola en un salón, me acerque preguntando si estaba bien ya que me resulto extraño verla sola y a esa hora, su respuesta fue cortante “si estoy bien”, yo iba a continuar con mi revisión cuando de pronto me tomo de la mano y me jalo hacia el salón y sin más ni más se abrazó a mi cuello pegándome tremendo beso, la aparte sorprendido y le dije “espera, estamos en la escuela y pueden verte” lo cual le importo poco y repitió el beso el cual me supo delicioso, en ese m omento mi pene ya estaba rígido no pida disimularlo y ella lo no de inmediato de manera que se aferró más a mi pegándose más, sabiendo que había supervisión en ese momento la aparte y le dije “después linda, después”, ella se alejó con una risita traviesa y yo me quede ahí más firme que un asta bandera.
Días después nuevamente la encontré sola, no había supervisión y no estaba el director, la escuela estaba prácticamente sola, así que la lleve a un salón solitario, recuerdo que llevaba unos jeans ajustados y un tipo negro con bolitas, comencé a besarla y ella me correspondió, probé su juveniles pechos y ella me acaricio el pene, nunca había sentido unas manos tan suaves tocando mi pene, el cual se veía enorme junto a sus pequeñas pero hábiles manos. Aunque estaba excitado al máximo no quise cogérmela ya que seguía en mi cabeza la idea de su juventud, en fin después de ese fogoso encuentro hubo más y más, los encuentros en los salones pasaron a un baño, incluso en una ocasión ella me la mamo ahí mismo, me bajo el cierre y me dijo déjame probarlo profe, es enorme y quiero tenerlo en mi boca, solo puse seguro en baño y la deje, ahí la tenían en cuclillas, metiendo mi verga en su boca….
Después de un tiempo llego el momento de cambiar de plantel, por motivos que no vienen al caso, ella me había dicho que estaba a unas semanas de cumplir años, así que dije “por fin era el momento esperado” lo planee todo, le conté que me iría y que me gustaría que nos despidiéramos en otro lugar que no fuera la escuela y ella acepto. En mi mente pensaba, será posible que valla a estrenar a esta pequeña, pobre Karinita dejara de ser virgen, bahh que importa no sabrá más de mí.
Llego el día esperado, pase por ella en un lugar señalado y nos fuimos a un hotel, no me sorprendió verla tan tranquila, ya que por nuestros encuentros sabía que ella lo quería, así que en la habitación del hotel comenzó todo. Comenzamos a besarnos, me fui directamente sobre su blusa, la cual salió volando, ella casi me rompe la camisa, resulto ser muy efusiva, enseguida su pantalón también voló y quedo solo en ropa interior un bra y bikini negros, los cuales pronto desaparecieron, ella me la mamo como nunca lo había hecho, le dije ahora quiero probarte yo, y comencé a meter mi lengua por su pequeña y rasurada vaginita, que delicia, fue un sabor que sigo sin olvidar, ella gemía y casi me clavaba las uñas en los hombros y ahí fue donde note que la niña realmente no era primeriza, tenía mucha experiencia, comencé a penetrarla, sus gemiditos eran como melodía en mis oídos, solo escuchaba, “que rico profe”, “ no pares”, “así no porque soy estrecha”, ‘Estrecha, mis ojos, se la estaba comiendo completa”, la niña fue una bestial hembra, hambrienta de mi sexo y mi verga y solo la complací, al cabo de unas 4 horas nos bañamos, ella volvió ser la niña tierna y traviesa, nos vestimos y la lleve a donde me pidió, no quiso que la llevara a casa, “dentro de mí un alivio, la despedida iba a ser incomoda”, se bajó del auto me dio un pequeño beso y me dijo “gracias profe, no te olvides de mi”….
😀 😀 😀 😀
3 comentarios - Una aventura mas del profe