Bienvenidos
Cthulhu♥
Sasha estaba muy cansada pues había del trabajo a las once de la noche y ni siquiera le quedaban energías para tomar una necesitada cena.
Su trabajo era asfixiante y el estar tantas horas encerrada en su cubículo, casi absorbida por el monitor del ordenador, le había quitado toda la energía vital y la imaginación a su vida. Sólo ansiaba llegar a su cama, que la atraía como imán y dejar su mente en blanco.
Con las piernas débiles, entre dormida y despierta, se desnudó frente a la cama para ponerse el pijama, pero estando sola en casa y sin ninguna preocupación dejó que la fuerza atrayente del colchón la dominara y se dejó caer en él, desnuda como estaba. El extraño collar con un medallón hecho con conchas marinas que le regaló su jefe quedó en el suelo junto a la cama.
Sasha era independiente de su famila desde hacia un par de años, vivía en la capital, sola, con un buen trabajo y si quería no le faltaban pretendientes para tener novio o solo para tener con quien salir.
Morena, delgada, de pequeños y preciosos pechos, coronados con duros pezones y, a pesar de su delgadez, resaltaba aún más su trasero, de nalgas duras que seguramente conservarían firmes más allá de los escasos 24 años que ya tenía.
Pero boca abajo, agotada y profundamente dormida, los detalles buenos de su dolorido cuerpo era lo que menos la ocupaba.
El silencio y la calma la rodeaban, la habitación a oscuras era un solo objeto continuo para ella, en su inconciencia, un objeto neutro y sin vida, pero en realidad no existe la inconciencia total. Dormimos, soñamos, pero una parte de nosotros aún está atenta, por lo menos a un fragmento del espectro de la realidad, un fragmento que rara vez notamos al estar despiertos y que de hacerlo nos daríamos cuenta de que justo antes de que todo se empieza a corromper, y todo sale mal, un instante antes de eso se forma una arruga en la tela del continuo espacio-temporal.
Fue como una gota de un líquido oscuro que cayó e hizo olas sobre la cristalina y lisa superficie de la mente dormida de Sasha, como un guiño de la realidad, todo se volvió confuso, la parte que no dormia de Sasha comenzó a sentir que ese oscuro objeto sin vida que era su habitación, lenta y discretamente comenzaba a respirar.
Paulatinamente, notaba que esa oscuridad cobraba vida independiente y conciencia, y que ese ser oscuro en formación de alguna forma había desarrollado órganos oculares que la observaban, que la vigilaban con detenimiento, siguiendo con perversa y espectral lujuria el contorno de sus piernas, hasta sus nalgas que se levantaban con cada respiración, su espalda desnuda hasta su cabello, todo provocaba a la criatura que se formaba a su alrededor, y todo en ella incitaba al monstruo a irse haciendo cada vez más tangible.
Sasha casi podia sentir el aliento de la criatura en las plantas de sus pies, el aliento de una boca que se formaba de pesadas sombras y a cada segundo parecía cada vez más carne negra, carne viva, que, sin embargo no respiraba por una nariz, que no tenía, si no por cada por de su informe estructura, que moldeaba a placer, como cuando apareció esa boca donde no la había, y la podía hacer desaparecer y formarla en otra parte de su ser.
La bestia agrupaba fuerzas y Sasha lo sabía, a cada segundo era más fuerte, más real y en control de sus funciones superiores a las de cualquier ser humano.
El cuerpo de la chica se estremeció cuando sintió algo grande, baboso y húmedo tocar su pie a lo largo, pero no hizo nada, ni siquiera despertó, para ella todo era un sueño más, una extraña pesadilla causada por el extremo cansancio.
Todo eso cambió en un segundo, en un abrir y cerrar de ojos. Sasha abrió los ojos espantada al sentir como un tentáculo prensil y baboso sujetaba con fuerza uno de sus tobillos.
En cuestión de un terrorífico segundo pasó por su mente la pesadilla, y se dió cuenta de su terrible situación y un segundo fue todo lo que la bestia le permitió pensar pues inmediatamente un tentáculo idéntico sujetó su otro tobillo y como si fuera una muñeca abrió sus piernas de golpe y la tiró hacia el suelo.
Sasha se agarró con uñas y dientes a las mantas sobre la cama, pero fue inútil.
Ya en el suelo, junto a la cama, tres tentáculos más siguieron a los dos primeros, recorriendo las piernas de Sasha, empujando sus nalgas, al pasar por ellas, hasta llegar a sus brazos, dos sujetaron sus muñecas abriéndola en posición de cruz, mientras el tercer tentáculo, aun libre, manoseaba torpemente sus pechos. Una especia de baba espesa salia de sus ventosas dejando los pechos de la chica húmedos y chorreantes.
El tentáculo subió hacia la cara de Sasha y ella pudo verlo momentáneamente en la penumbra; se moviá como si fuera un ser independiente que observaba su rostro de lado a lado, era rojizo y azul a la vez y lo que vendría siendo la cabeza parecía un extraño y puntiagudo glande de hombre.
De un golpe el tentáculo metió la punta en froma de glande en la boca de la sorprendida joven, que apenas podía ofrecer resistencia. Las ventosas le succionaban los labios y la lengua como lujuriosas y hambrientas bocas, mientras que Sasha sentía como otro apéndice de la criatura le subía entre las piernas para amoldarse sobre su vulva como una mano para masajearla con rudeza. Por momentos se sentía como una sola bola, como puño sobre el sexo de Sasha y ella temía una penetración salvajemente forzada, y luego se estiraba hasta tocarle también el culo, haciéndola estremecerse, casi como si pulsara con cada estiramiento, alargandose en la punta hasta aprecer del grosor de un dedo.
Sasha forcejeo con renovada energía, consciente ya del peligro, dio un tirón con sus brazos, pero el ente solo la estiró con sus tentáculos, tensando su cuerpo aun más y el otro, el dedo, se metió en su culo rápida y maliciosamente, como un pulpo se encoge y deforma para meterse en su refugio.
Sasha sintió el frío y húmedo invasor de su culo pero estaba tan apretadamente sujeta que solo pudo lanzar un grito quebrado.
Alejados de la escena podríamos haber visto en la penumbra una sola forma con piernas, brazos y cabeza de mujer envuelto en una masa de tentáculos en constante movimiento, y podríamos oír también los chasquidos líquidos de esos apéndices usando a la mujer para su placer y los gemidos ahogados y quejidos asustados de la chica.
Ella, que lo vivía en primera persona, ella en medio de ese entramado de apéndices bulbosos y babosos, se veía totalmente imposibilitada de huir, y aterrorizada vivía la realidad, quizá masoquista, de estar sujeta y ser penetrada por boca y culo por los miembros interminables de una criatura desconocida.
Masoquista porque algo nuevo en ella estaba despertando, el tentáculo se movía en su recto como una serpiente enloquecida y además hacía centelleantes penetraciones de un solo par de centimetros adentro y afuera, como animal en celo, que ya practicamente la hacía sentir que alucinaba.
Sasha ya lamía como en trance el apéndice en su boca dejándole tanta saliva como baba soltaba, chorreaba esta mezcla de su boca, mientras su culo era llenado inmisericordemente.
Pero los miedos de la joven volvieron a aparecer y ella recobró la conciencia cuando un séptimo tentáculo hizo su aparición y sin preambulos la penetró, que aunque ya humedecida no alcanzaba a acomodar ese rojizo miembro con forma de glande.
Sasha casi escupió el que aun tenía en la boca para tratar de gritar, pero el reclamo se quedó atorado en su garganta como vómito y solo pudo abrir los ojos como platos y exhalar aire ronca y dolorosamente.
El tentáculo expulsado de la boca de la joven, lleno de babas y saliva se prendió de su pecho y acomodó una ventosa en cada duro pezón, comenzó a succionar como si la estuviera lamiendo, escalofríos de temeroso placer recorrieron el cuerpo de la joven que ya sudaba copiosamente y se mordía los labios y apretaba los ojos tratando de resistir.
El tentáculo en su sexo ya se movía mejor al encontrar menor resistencia, pero el delgado en forma de dedo en su culo, como si estuviera celoso e insatisfecho comenzaba a engrosarse más con cada penetración. Justo cuando Sasha lo empezaba a disfrutar, se estaba tornando doloroso otra vez, y casi como si la criatura supiera que ella estaba a punto de gritar de dolor un octavo tentáculo como un presto y ávido pene se introdujo en su boca y la joven, casi como por instinto y para olvidar el dolor, comenzó a chuparlo embravecida.
Sasha, siendo penetrada por vagina, culo y boca se sentía más mujer de lo que se había sentido en mucho tiempo, en el sentido más estricto, de sentirse hembra, libre de follar, pero el caso es que estaba siendo obligada, se la estaban follando y ni siquiera sabía quién o qué, y esas ventosas succionando sus pezones no hacían sino maximizar su masoquista placer.
El cuerpo de Sasha se movía al compás que le marcaban las penetraciones de los tentáculos agresores, sujeta, temblorosa y gimiente, Sasha se movía de atrás hacia delante como una muñeca, con un ritmo brutal y sádico que la estaba penetrando hasta el alma y la hacía sentir que para ella el sexo ya no sería igual sin una dosis de sumisión y una cantidad de fuerza y brutalidad.
Pero algo en ella sentía que todo aquello no era el acto en sí, sino solo un sádico preámbulo, como si algo en toda aquella baba de la criatura hubiera traspasado su piel y le hubiera dejado algo de la consciencia de ese ser espantoso y así supo que esos apéndices, que la usaban, penetraban y manejaban a su antojo no eran sino brazos y dedos y labios y lenguas y dientes de esa bestia, muy a su manera, la verdadera penetración y la culminación de su violación estaba por venir.
Sasha, en trance de nuevo, lamía con ganas mientras era penetrada con fuerza por culo y vagina y casi sonrió, o lo hubiera hecho de haber podido, al sentir el movimiento entre sus piernas de un noveno tentáculo, idéntico a los anteriores, la simbiosis que estaba de alguna manera logrando con la bestia la hacía ya intuir algunos de sus movimientos y sabía que había una razón para que el tentáculo que poseía su culo fuera perdiendo su grosor paulatinamente.
Lentamente el noveno tentáculo se acomodó junto a su predecesor en el ano de Sasha, ambos tentáculos habían adelgazado hasta parecer listones de carne para que el noveno se fuera metiendo habilidosamente en el ya lubricado y algo distendido culo de la chica. Sasha levantaba las nalgas instintivamente, tanto como le permitian los otros que la sujetaban, para evitar una penetración mas dolorosa y quizás sacar algo de placer de la nueva experiencia.
Ya adentro ambos tentáculos comenzaron a moverse a ritmos diferentes, mientras uno penetraba el otro retrocedía, como pistones, y ambos, poco a poco fueron recuperando su grosor expandiendo el recto de Sasha como nunca antes la chica lo había sentido.
Y como pistón se movía el que tenía metido en la vagina también, y succionaban acompasadamente el que estaba apoderado de sus pezones y el que tenía en la boca, y que ella lamía excitada, quizá porque el efecto narcótico y erotizante que sentía era alguna especie de droga que estaba en la baba que fluía del ser, y Sasha inconcientemente quería más y más, para aumentar su placer y olvidar el grotesco ser que se lo estaba dando. Pero, paradojicamente, era ese líquido el que le daba conciencia también de la criatura que la poseía, lo que la unía aun más a eso. Eso que le murmuró en la mente tu entrada vaginal es aún estrecha, necesita ensancharse para que recibas el regalo a la humanidad...
En ese instante Sasha sintió como los tentáculos que la sujetaban hacían un efuerzo y levantándola del suelo la pusieron boca arriba dejándola como flotando unos centímetros sobre el suelo. Pero nunca, durante toda esta maniobra, los otros tentáculos dejaron de penetrarla.
Solo uno de los que estaban en su culo se retiró y el que quedó se acopló y ensanchó otra vez, como quiso.
Sasha sabía lo que pasaría a continuación, se repetiria en su sexo la rutina de lo que sucedió en su culo con el tentáculo sobrante, solo que esta vez la joven no sabía, sería una técnica diferente. La criatura ni se molestó en avisarle mentalmente. Sasha se preguntaba porque el tentáculo que bombeaba tan apasionadamente su vagina no menguaba aun su grosor. Cuando el tentáculo libre la penetró como si se tratara de una lanza. La chica sintió como si la estuvieran empalando y comenzó a gritar histéricamente, su llanto ahogado por el glande baboso en su boca.
Los penetradores vaginales luego de acomodarse bombeando hacia dentro y afuera comenzaron también a girar con rapidez en su interior, como tratando de abrirla no tanto buscando su placer, el cual ya le habían provocado a raudales con anterioridad.
Con el dolor vino también momentáneamente la conciencia a la mente de Sasha, pero solo como relámpagos que por un segundo o dos iluminaron su situación. Y era entonces cuando ella se recriminaba el ser tan puta, el haber llegado a disfrutar el ser poseída por un desconocido ser sin forma.
Pero el dolor le trajo un nuevo y potente tipo de orgasmo que la hizo agitarse casi como si le aplicaran energía eléctrica al cuerpo. Los tentáculos tuviero que sujetarla con más fuerza incluso el que tenia incrustado en el culo se introdujo más profundamente. En su febril imaginación, Sasha creyó que le saldría por la boca a través de la garganta, pero obviamente esto era imposible.
El glande abandono su boca y Shasa aprovechó para jadear, babas y saliva chorreaban por las comisuras de su boca abierta mientras recordaba las veces que bromeó con sus amigas lo puta que podia llegar a ser. Esa noche se sentía usada, inferior a todos, pero a la vez se sentia una puta importante, porque en la conciencia compartida con la criatura sabia que esta, eso, era algo superior a ella en todos los sentidos, superior a cualquier ser humano, y que lo que le hacía la criatura lo consideraba como un favor, una deferencia de un ser de niveles superiores a una hembra humana. Sasha, en su delirio, se preguntaba si la criatura sabría el concepto de lo que es ser burócrata, y a que niveles estaba ella en su puesto en el mundo.
El tentáculo que había abandonado su boca se amoldó fromando una paleta, casi como mano humana, sujetó a Sasha por la nuca y levantó su cabeza. Ella pudo ver entre sus piernas el remolino que formaban los apéndices que giraban en su vagina, mientras el que le castigaba su culo no dejaba de bombear, provocándole incontrolables espasmos de placer. Luego, de repente, el torbellino entre sus piernas se detuvo, los dos apéndices se retiraron a la oscuridad y solo se oía el chasquido del que la penetraba analmente, atareado como obrero obediente a su amo.
Y asi fue como Sasha lo vio por primera vez, o parte de él por lo menos. La chica vio que de la misma oscuridad de la que surgían misteriosamente los tentáculos, surgía también una criatura, una masa de carne púrpura y oscura, en la cual no se distinguía rostro, ni siquiera boca, ojos o nariz, pero si una personalidad, ominosa y cruel como nunca Sasha la habia sentido en ser humano ninguno y, para su sorpresa, se sentía irremediablemente atraída a eso, hipnotizada y fatalmente entregada al destino que esa cosa le preparaba.
Y entre el horror y la fascinación Sasha vio como en su parte baja las carnes purpuras del ser se movían y tomaban forma y Sasha pudo ver que la cosa tambien tenía genitales, una especie de miembro viril del mismo color del resto de sus carnes se comenzaba a extender y luego a levantarse en tremenda erección, bajo de esta se formaron también dos masas como testículos del tamaño de una naranja cada uno.
La chica, ensimismada con semejante espectáculo, no sabía si reír o llorar, si aquello que veía era espectacular, horroroso o ridículo. Solo sabia que lo que estaba a punto de suceder iba a ser inolvidable y doloroso.
Sasha se agitó brutalmente, escalofríos recorrieron su cuerpo como un racimo de relámpagos cuando la criatura la arrastró más cerca de su masa púrpura abriendo sus piernas hasta casi lo imposible. La piel de Sasha se veía pálida y más aún por el contraste con la carne del ser. Con las plantas de sus pies pudo sentir la carne gomosa y húmeda y dobló las rodillas como acto reflejo para no tocarlo, pero esto era lo que buscaba la criatura, aflojando un poco la tensión que ejercian sus tentáculos le permitió doblar sus piernas y así eso pudo acercarse más a su objtivo. Como gigantesco y diestro dedo, elpene del ser se acomodó y apoyó contra el pubis de Sasha. Ella sintió su humedad y sobre todo su peso, algo escurría de su orificio y Sasha sentía una enorme curiosidad por verlo, palparlo, olerlo.
Dos tentáculos se amoldaron como manos de nuevo a la entrada de su ya dilatada vagina y la abrieron más, Sasha se estremeció. Los apéndices que la sujetaban por los ya enrojecidos tobillos la soltaron pero solo para volverla a agarrar, ahora por los muslos. De un diestro tirón la acomodaron contra el cuerpo de la criatura quedando el glande de su miembro justo en la entrada vaginal de la joven forzándola, con la presión que ejercida, a abrirse un poco mas. Sasha respiraba con la boca abierta, le ardía la vulva pero se preparaba, pues sabía que el dolor más fuerte aparecería pronto.
Fue en ese mismo instante que la criatura hizo presión hacia adelante. La chica boqueaba desesperada tratando de aspirar aire, los ojos tan abiertos que no podía más. Sentía como si el puño de un hombre estuviera forzando la entrada a su cuerpo. La criatura habia metido su poderoso miembro en el delgado y agitado cuerpo de Sasha.
La chica solo sentia dolor y centelleantes piquetes en la piel interior de su vagina, nada parecido al placer, hasta que uno de los tentáculos se volvió a hundir en su boca acariciando su lengua, narcotizándola con su líquido hipnótico haciendo que la chica lo lamiera como si se tratara de un glande humano, absorbiendo asi más de su enajenante gel.
Al tiempo que Sasha sentía que su cuerpo se relajaba, también lo hacia su vagina y a la vez, para su sorpresa, también se dilataba poco a poco dejando entrar cada vez más del monstruoso miembro a su vagina. Sasha comenzó a gemir y fue casi como si la criatura lo hubiera tomado como una señal y comenzó a a bombear lentamente pero con fuerza y seguridad, como un pistón, una máquina de vapor que poderosamente va tomando velocidad.
El tentáculo en la boca de Sasha se retiró, ya no era necesario, el placer invadía cada célula del cuerpo de la chica, ella gemía y gritaba apretando los puños mientras el pistón de carne púrpura tomaba velocidad entre sus piernas.
Su cuerpo se agitaba atacado de placer y dolor, un tentáculo en su culo, otro lamiendo sus pezones y un increíble miembro en su sexo. Sasha estaba sorprendida de que su pequeño cuerpo soportara tanto castigo y aun lo disfrutara, había perdido la cuenta de los orgasmos, todos sin excepción eran como estallidos de estrellas en su cabeza que nublaban su vista por varios segundos, todos la dejaban cansada pero hambrienta de más.
Cuando sentía que ya no podía más y estaba a punto de desmayarse Sasha se dio cuenta de un cambio en la criatura. La chica notó como esta se tensó y acercó su cuerpo más a ella y, si era posible, la pentró aun más profundamente. Sasha conocía esa reacción en los hombres, esa especie de largo espasmo anterior a la eyaculación, pero en este caso no sabnía que esperar, podría ser cualquier cosa.
En cuestión de segundos tuvo su respuesta. Un orgasmo, más poderoso que los anteriores sacudió su cuerpo y llenó su cabeza de luz y de mil imagenes nuevas de otros mundos, al mismo tiempo sintió como su vagina se llenaba de una tibieza líquida, agradable y abundante.
Fue lo último que supo hasta que despertó al día siguiente a las cuatro de la tarde, con el cuerpo tan dolorido que sentía como si tuviera todos los huesos rotos; levantó la cabeza, asustada, creyendo encontrar su vagina tan dilatada que parecería un gran hoyo entre sus piernas, pero para su sorpresa no fue así, ni siquiera tenía rasguños en el cuerpo, ni marcas rojos por donde fue sujetada. Solo le quedaba el dolor y un extraño dibujo negro sobre el antebrazo como si fuera un pequeño tatuaje, pero parecía mas bien la cicatriz de una quemadura reciente con la forma de un sol del que salen algunos rayos.
Hasta el dia siguiente Sasha se presentó al trabajo y extrañamente su normalmente tirano jefe no hizo mención de su falta el día anterior ni el retardo de ese día. Lo que es más, a partir de ese día cambió su actitud hacia ella totalmente e incluso le dio un jugoso aumento de sueldo.
Alelada y sorprendida Sasha se dirigió a su cubículo pero en el pasillo alguien la sujetó y tiró del brazo. Para cuando Sasha levantó la vista y vio que se trataba del conserje, este ya la había metido en el cuartito de útiles y ahí, entre escobas, trapeadores y productos de limpieza, el tipo la empezó a desnudar. Sasha ni siquiera conocía su nombre, solo se dejaba hacer mientras lo observaba atontada. Aunque hubiera querido no podria defenderse con su frágil cuerpo de uno sesenta y tantos contra el uno ochenta y cinco lleno de musculos del hombre.
Sasha estaba como hipnotizada viendo la marca en el antebrazo del conserje, la misma que ella tenía, y sabia que nada podía ni debía hacer para evitar aquello, ella era la única mujer que llevaba la marca en el mundo, una entre cientos de hombres que la llevaban, quizà miles.
Sasha repasaba friamente las posibilidades en su mente, todo encajaba, el collar que extrañamente le regalò su jefe, un amuleto, un llamado, todo mientras el corpulento conserje la penetraba de pie, sudando y bufando.
Era solo el primero de muchos que le harian lo mismo en el futuro, incluido su jefe, individualmente, en pares, en grupos. Para los iniciados era ella la mujer del amo y la puta de todos y Sasha llegó a disfrutarlo, imaginando las posibilidades mientras el tipo se corría dentro de ella. Sabía que no tenia nada que temer, que todo era parte del ritual y ella no podía quedar embarazada por ello, sin importar cuantos la tomaran, porque embarazada ya estaba, y el producto de su vientre, resistente a toda enfermedad y castigo, sería adorado por los hombres con la marca en el antebrazo y sería el esclavizador de mujeres en todo el mundo, y, en sus fantasías mas escondidas, Sasha lo visualizaba como su futuro amante.
gracias 😀
3 comentarios - Cthulhu in love ♥